anales de la universidad de costa rica 1961

829 Pages·2008·2.35 MB·Spanish

PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
ANALES DE LA
UNIVERSIDAD
DE
COSTA RICA
1961
Ciudad Universitaria
Rodrigo Facio 1962
A)
RECTORIA
e,
UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
CONSEJO UNIVERSITARIO
Presidente Honorario Lic. Ismael Antonio Vargas Ministro
de Educaci6n Pública
Presidente Prof. Carlos Monge Alfaro
Rector
Lic. Eugenio Rodríguez Vega
Secretario General.
Facultades Decanos Vice-Decanos
Ciencias y Letras Lic. Claudio Gutiérrez C. Dr. John de Abate
Agronomía Ing. Luis A. Salas Dr. Alvaro Wille
Bellas Artes Prof. Juan Portuguez Lic. Guillermo Jiménez
Ciencias Económicas y Sociales Lic. Wilburg Jiménez Lic. Mario Jiménez
Derecho Lic. Rogelio Sotela M. Lic. Eladio Vargas
Educación Dra. Emma Gamboa Prof. Ramiro Montero
Farmacia Lic. Oscar Ramírez Lic. Ennio Rodríguez S.
Ingeniería Ing. Alfonso Peralta E. Ing. Mario Quirós
Medicina Dr. Mario Miranda G. Dr. Rodrigo Gutiérrez S.
Microbiología Dr. Gonzalo Morales Dr. Rodrigo Zeledón
Odontología Dr. EdwinFischel Dr. Raymond Pauly
REPRESENTANTES DE LOS ESTUDIANTES
Presidente de la Federación de Estudiantes Fernando Fonseca
Vice-Presidente de la Federación de Estudiantes Rodrigo Blanco
DIRECTORES Y SUBDIRECTORES DE DEPARTAMENTOS
ACADEMICOS y JEFES DE LOS LABORATORIOS Y
SECCIONES
Facultad de Ciencias y Letras
Director del Depto. de Física y Matemáticas Bernardo Alfaro
Sub-Director del Depto. de Física y Matemáticas Fabio González
Director del Depto. de Estudios Generales Carlos Caamaño
Sub-Director del Depto. de Estudios Generales Guillermo Malavassi
Director del Departamento de Biología Rafael L. Rodríguez
Sub-Director del Depto. de Biología Francisco Carvajal
Director del Depto. de Filología Arturo Agüero
Sub-Director del Depto. de Filología Abelardo Bonilla
Director del Depto. de Filosofra Teodoro Olarte
Sub-Director del Depto. de Filosofra Ligia Herrera
Director del Depto. de Historia y Geografía Rafael Obreg6n
Sub-Director del Depto. de Historia y Geografía Carlos Meléndez
Director del Depto. de Química Guillermo Chaverri
Sub-Director del Depto. de Química Orlando Bravo
Jefe Laboratorio de Física y Matemáticas Elliot Coen
Jefe Laboratorio de Biología John de Abatte
Jefe Laboratorio de Química (Cuantitativa y Cualitativa) Juan Ant. Solano
Jefe Laboratorio de Química Orgánica Francisco Chaves
Jefe Laboratorio de Química General Guillermo Chaverri
Jefe Laboratorio de Físico-Química Orlando Bravo
Jefe Laboratorio de Bioquímica Rafael Cartín
Jefe Secci6n Industrial del Depto. Química Armando Acuña
Facultad de Microbiología
Director del Depto. de Microbiología Sub-Director del Depto. Bernal Fernández
de Microbiología Director del Depto. de Parasitología Sub- Enrique de la Cruz
Director del Depto. de Parasitología Jefe de los Laboratorios Armando Ruiz
de Microbiología Rodrigo Brenes
Pedro Luis Vieto
Laboratorio Clínico
Jefe Guido Arroyo
Sub- jefe Eduardo Vinocour
Facultad de Agronomía
Jefe Laboratorio de Suelos Alberto Sáenz
Jefe Laboratorio de Leche Edwin Navarro
Jefe Laboratorio de Fitopatología Rodrigo Gámez
Jefe Laboratorio de Entomología Alvaro Wille
Jefe Laboratorio Investigaciones Agronómicas Francisco Carvajal
Facultad de Ciencias Econ6micas y Sociales
Director Instituto de Estadística Roberto Sasso
Director Instituto de Estadística a. i. Mario Romero
Director Depto. Investigaciones Económico-Sociales Oscar Chaves
Facultad de Ingeniera
Jefe Laboratorio de Ensayos de Materiales Max Sittenfeld
Jefe Laboratorio de Hidráulica Roberto Lara
DIRECTORES DE DEPARTAMENTOS TECNICOS Y
ADMINISTRATIVOS Y JEFES DE SECCION

Biblioteca

Director Efraim Rojas R.
Sub-Directora Nelly Kopper D.
Jefe de Secci6n de Catalogación
y Clasificación Deyanira Sequeira O.

Bienestar y Orientación

Director Mariano L. Coronado
Jefe Sección Vida Estudiantil Edgar González

Jefe Sección Vida Estudiantil a. i. María Gloria Medrano

Jefe Sección Salud Otto Jiménez Q.

Jefe Sección Educación Física Rodrigo Leiva

Administración Financiera
Director Técnico Fernando Murillo B.

Director Administrativo Abel Méndez

Sub-Director Víctor Ml. Sagot

Legal

Director Rogelio Sotela

Sub-Director Jorge Baudrit

Planeamiento y Construcciones
Director Jorge Emilio Padilla

Publicaciones
Director Helbert Guevara M.

Radio Universitaria
Director Carlos Salazar

Sub-Directora Irma Ma. Bonilla
Registro
Director Luis Torres M. Jorge
Sub-Director Salas
Actas y Correspondencia
Sub-Directora Fabiola Guevara B.
Personal
Director Enrique Castro
Relaciones Públicas
Director Rolando Fernández
Servicios Generales
Jefe Francisco Sáenz
I Rectoría
1. 1. Informe General
del Rector
Ciudad Universitaria,
Rodrigo Facio Brenes
15 de agosto de 1962.
Señores
Miembros de la Asamblea
Universitaria Presente.
Distinguidos compañeros y amigos:
Tengo el gusto de presentar a ustedes, en nombre del Consejo
Universitario y en el mío propio, el informe de labores y actividades
realizadas por la Institución durante el curso lectivo de 1961 -a que se
refieren el artículo 14 y el inciso 10 del artículo 35 del Estatuto Orgánico-.
Por razones dichas en la reunión verificada por la Asamblea Universitaria el
28 de mayo del año en curso no se cumplió con lo ordenado por nuestra
Carta Constitutiva. En esa oportunidad el suscrito Rector solicitó de ustedes
prórroga por un lapso no menor de dos meses y medio para presentar el
aludido informe.
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El 9 de diciembre de 1961 tuve el alto e inmerecido honor de ser electo
por ustedes Rector de la Universidad de Costa Rica. Me correspondió, por lo
tanto, dar remate a las actividades escolares dentro de condiciones dolor o -
sas y aflictivas de todos conocidas. Ruego a los compañeros tengan la fineza
de excusar el carácter y el contenido de este informe. Aunque miembro del
Consejo Universitario y compenetrado de los problemas que hubo de
afrontar la Institución, de la política general seguida por nuestra Alma Mater
y de los programas desenvueltos por ella, no ejercí gobierno en nivel ni en el
plano de Rector, durante la mayor parte del período escolar que abarca el
informe que elevo a conocimiento de ustedes. No trato con lo dicho de
rehuír responsabilidades, sino, simplemente, enmarcar las dentro de las
líneas de trabajo derivadas del puesto de Secretario General.
Este informe no será quizá tan completo como los de años anteriores,
elaborados por uno de los más pulcros y castizos escritores que ha tenido
Costa Rica, por una de las mentalidades más claras y hondas con que ha
contado la Patria en lo que lleva del siglo XX. Será una síntesis,
breve en no pocos aspectos, de lo mucho que la Institución realizó durante el
curso lectivo de 1961. Complemento 1ógico del informe general habrán de
ser los presentados por los señores Decanos y Directores de Departamentos
Técnicos y Administrativos. Las deficiencias, omisiones y yerros, -que
posiblemente sean muchos-, sírvanse disculparlos y dirigir las criticas hacia
este modesto servidor de ustedes en particular y de la Universidad de Costa
Rica en general.
1.- UN AÑO DE PERDIDAS IRREPARABLES PARA LA
UNIVERSIDAD Y PARA LA PATRIA.
El 7 de junio de 1961 la familia universitaria en particular y la
costarricense en general, fue profunda y tristemente conmovida por la
noticia de haber muerto en playas del hermano país de El Salvador,
quien fuera benemérito Rector de la Institución, Rodrigo Facio,
vinculado al desenvolvimiento del pensamiento democrático
costarricense de los últimos 25 años - su actividad creadora por una
Patria y un hombre mejor empezó desde adolescente, en 1935-, a las
más hermosas luchas para dignificar y vitalizar nuestra democracia, y
dedicado a impulsar por todos los medios posibles el desarrollo de la
juventud y el en grande cimiento de nuestra Alma Mater, había muerto.
Su
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deceso produjo consternación en todos los círculos socia les y económicos
de la república; en la casa del obrero, y en la casa del empleado público; en
los grupos políticos, y en los grupos intelectuales, una pregunta de
incredulidad asomaba a todos los rostros; un no querer aceptar la trágica
realidad se comunicaba de unos a otros. Nadie podía hacerse a la idea de
que un hombre de esa aquella talla espiritual, refinada cultura y equilibrio
intelectual y emocional -de quien la Patria ya había recibido tanto- hubiese
desaparecido.
La Institución, sobrecogida, contrita y casi agónica, hubo de soportar
con cristiana resignación el más grande dolor. Su Rector, su gran arquitecto
y artífice, su indiscutido líder e infatigable apóstol había muerto. Sus
honras fúnebres constituyeron solemne, conmovido homenaje de agra-
decimiento y de admiración para quien tan profunda huella-; dejaba en las
instituciones costarricenses, en las letras y en el pensamiento de la Patria.
Han pasado los días y Rodrigo Facio sigue presente en todas nuestras
conciencias. De tarde en tarde sentimos muy cerca de nosotros su Proxi-
midad y esperamos su retorno. . .
Ciertamente Rodrigo Facio había renunciado de la Rectoría, pero todos
sus compañeros de trabajo seguíamos teniendo en él un sabio consejero, un
espíritu protector, una inteligencia orientadora. Para Rodrigo, irse de la
Universidad -lo sabemos a ciencia cierta- constituyó un acto heroico, digno de
un personaje de Esquilo; un desprenderse de algo que amaba hasta la entraña
de su propio ser. El acto heroico de separarse de la Institución tuvo para
Rodrigo perfiles y carácter de un gran drama -interno. Tanto había hecho por
la Institución, tanto la amaba, con tanto celo y desinterés se entregó a ella y la
defendió en brillantes páginas hondas y modelos de buen escribir, que dio con
la idea de que había llegado el momento de retirarse. Hay instantes en la vida
de los hombres públicos -nos dijo poco antes de partir a tierras extrañas-
decisivos, y debe tenerse el coraje y la fortaleza de alma y la hombría
necesaria para desligarse de lo que se quiere con toda el alma.
Pero jamás o1vidó ni relegó a segundo término los intereses de la
Universidad: la quería siempre dinámica, renovada y renovadora, en
realización permanente de grandes empresas que dignificaran a la juventud y
a la Patria. Deseaba una Universidad que fuese el corazón y el cerebro de
Costa Rica, una Universidad democrática para un país democrático, una
Universidad arraigada en el ser costarricense, identificada con el destino de
la nación. “Si alguna
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vez vuelvo a la Universidad -nos dijo-, volveré como profesor de Historia
de las Instituciones de Costa Rica. Esa es la Cátedra que más he ansiado
servir y sin embargo aún mis ocupaciones no me lo han permitido.
Quisiera ser un simple soldado raso para trabajar desde la llanura, para
sentir y vivir la Universidad en un plano distinto del plano en que me he
movido”.
Un hombre de tal estructura espiritual, de tal fuerza intelectual e
interior, a un tiempo comprensivo, humano y sencillo en su trato, modales y
actitudes, jamás podrá borrarse del corazón de quienes lo consideramos a
manera de un padre espiritual a la par que compañero noble, sin cero,
abierto a todas las iniciativas, presto a corregir sus errores, a darle la razón a
quien la tuviere. A veces, con el corazón hecho un puño prefería guardar la
pluma o el verbo para fortalecer la unidad de la familia universitaria, para
cicatrizar heridas, para educar con el ejemplo de una voluntad y de un
sentimiento elevados. En eso radicó su grandeza, en usar su inteligencia en
el beneficio de todos y nunca para humillar ni perjudicar a nadie.
Valga la oportunidad de dar este informe para rendir homenaje a un
amigo dilecto, amigo de todo, hasta de quienes sentían celos de su grandeza
y humildad. Homenaje -que ha de ser reconocimiento e inspiración. Nuestra
tarea y nuestras responsabilidades las aceptamos pensando en el nombre del
malogrado Rector, porque el espíritu de Rodrigo Facio, -tengo plena
seguridad de ello-, nos unirá siempre, y la Institución seguirá su gloriosa
marcha, unidos en inteligencia, la voluntad y en sentimiento todos los
universitarios. Seremos arquitectos de una gran historia en el grado y
medida en que nuestros pensamientos y actos sean -guiadospor los sagrados
intereses de la Institución, que no son otros que los de la juventud de Costa
Rica, que espera de cada uno de nosotros lo más selecto y fino de nuestro
espíritu. En el elevado plano de las grandes ideas, de los altos ideales y de
las grandes empresas, las divisiones y las pequeñeces desaparecen. Sigamos
el camino señalado por Rodrigo Facio y así continuaremos su obra.
Trabajemos con pureza de intenciones, miremos en los compañeros la altura
de sus miras, aunque difieran de nuestros criterios y puntos de vista. Como
educadores de una juventud y de un país que hace enorme esfuerzo por
mantener una Universidad que debe ser su más elevada expresión de cul-
tura y de convivencia humana.
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