En la sociedad londinense de la época georgiana, de la hija de un duque solo podía esperarse que fuese una gran dama.
¿Pueden romperse las reglas por una gran pasión?
¿Y si esa pasión conlleva un asesinato?
Lady Arabella Marston se encuentra ya en su tercera temporada y sigue soltera y sin compromiso, aunque no le importa demasiado. Su verdadera pasión es la pintura.
Dispuesta a demostrar que puede ser algo más que una dama, decide presentar su obra, La ninfa del agua, a la primera exposición de verano que tendrá lugar en la Real Academia de Artes de Londres.
Cuando Arabella descubra que le han robado el cuadro, no tendrá más remedio que pedir su ayuda al conde Alexander Harvey, Lord Thornway; un hombre apuesto y recién llegado de Europa, al que no dudará en catalogar como libertino. Sin embargo, pronto descubrirá que su superficialidad esconde un corazón atormentado por el pasado.
La atracción que siente por él, hará que surjan en Arabella muchas dudas. ¿Deberá renunciar a sus sueños y a su pasión por la pintura para escoger el amor?
Solo cuando alguien intente acabar con su vida, comprenderá qué es lo esencial para su corazón.