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ALFRED lAPPLE PDF

120 Pages·2016·30.48 MB·Spanish
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ALFRED lAPPLE BREVE HISTORIA ' DE LA CATEQUESIS • La Exhortac1on apostohca Catechest Tradendae, en los numeras 12 y 13. su braya la neces1dao de conocer la hastona de la catequesis. apuntando una espe cie de esquema sintettco como si qu1s1era s1gn1ficar que el estudio y fa praxis Oe la catequesis de hoy no es posible san un adecuado conoc1m1ento de toda su travectona pasada La BREVE HISTORIA DE LA CATEQUESIS de Alfred Lapple responde exac tamente a f.::sta necesidad y llena esta laguna son c1enamente escasos aun tos estudios ae como' la Buena Nueva de Jesus ha sido adm1n1s1rada por la Iglesia a lo largo de los siglos Este volumen de Lapple es una aponacion vahosis1ma para incrustar la!> v1c1s1ludes catequ1s11cas en el haber de la Iglesia actual La obra ae Lappte viene a ocupar un merecido puesto de honor en la historia de la catequesis. ya que. profundizando en el humus dentro del cual se desarro lla la experiencia ca1equ1s11ca y sin de¡ar de analizar los datos de contenidos y metodo. alronta vahentemente el comple¡o mundo de las ideas L1m1tandose a ser una breve h1stor1a. el libro de Lapple trata de ser una pri mera incursión al estudio de la catequesis. polarizando su atención a traves de tos principales momentos de cada una de las epocas se nos ofrece como primo roso 'manual' de la historia de la catequesis. tan10 por su exqu1s1ta presentación d1dact1ca como por su estupenda adaptac1on para ra amb1c1onada 'puesta al d1a' de sacerdotes, catequistas y agentes de pastoral. 1 Allred Lapple nacido en 1915. es (desde 1972) profesor un1vers1tano y ade mas. director oet tns11tuto de Catequet1ca y Pedagog1a religiosa en la Un1vers1- dad de Salzburgo (Austria) Su nombre es sobradamente conocido y cotizado, por sus numerosas puohcac1ones de exegesrs. catequesis e historia de la Iglesia 1 1 • CATEQUÍSTICA SALESIANA I MADRID Ale.,. ÍN'°'1C /'l~ 70 00 164 28028 MAORIO ·o e ISBN· 84· 7043-S ' - --- --- .. - o "" Alfred Llipple • CENTRÓ VGCACIU~Al 1 APDSTm.i-S: ~MARlA ~EtNA DE LOS La cal1cdO!í ESf UDIOS OO'EOUETJCOS, preaenta Obras relacionadas con tres áreas distintas: Ooccu11aJbr 'IObre la catequesis ecie&iaJ, Ja enset\anza de ta religión y et movimiento cate qUilllico; e lnattumentos para facilitar -el estudio de esta joven ciencia a nlvel universitario. - "Afllnc.•l•s 90bre loa temas catequéticos c"8icos: catequétlca fundamental, historia de la cate qu111s, Blblla y catequesis, liturgia y catequesis, el mensaje cristiano de la catequesis, meto • dologla de la cteequeais, pslcolog!a y soeiologla de Ja religión, etcétera. B· VE . - &.. tudas sobre'temas espectficos de la catequesis: fonnación de catequb:tBs, • q1' - 1. y culluTa, comunicación y cataqua1is, feduras actuales de la Biblia y catequesis, ao. 1 1 B I S La111114 colección COtllinúa la serie de los CUADERNOS DE PEDAGOGIA GfJEQUISTICA (OM•r .. ~ Sateliana - Madrid). D E L A C111qwrls y praxis ·flCJesíal, Emllio Alberich. C EQ SIS Fonmr e 1 q álE sen los a/Jos oche11la, C; Bissoli A. Caftizares, G. Groppo, R. Giannatellí, U. Sod L SOiawtlO y Z. Trenti. 1 1 1 h,.. 3. La dml't'lli6n .• cperienciaJ de la catequesis, Joseph Gevaert . • -4. &Sb9 de la Clfl8quNls, AHJ8d l ipple. Rica críntana y educac:J6n moral, GuJdo Gatti. '• (Septiembre 1988): B aw.• •'lqullflco. Odile Dubulseon. 7. Olrqu11'a de nMos, Maria l •"8a Mazzaretlo. • 1 Ir, JMI H. fOCHINruTA w:wA PftESl!•TEftO CENTRAL CATEQUISTICA SALESIANA I 28028 MADRID • • ,,...,,,,.,,ª:el!!! ftllo. ........· s·t.Gtd wG• L ... Fcfer-1·z1 ~1d-\latltackM11111Cb. Introducción a la edición española ,...,.._• .._.., Jt.M11ir ltodrip. Lad'Hll •Plt.oll ha lldo 11ti1qutdda .con alaunoJ.ankukn aobrc la ht.ona ck la c:atequeS1s • ......., .._ cid Dlcdourlo tk Olt«111'-t1co, de aa1 mluna Eduori&J Cf NTRO VOL:,\CIOHAL .. llW llEllA IE LOS APUTILQ AIWllD Olael ha ptcparado uw 11b'•• aiya finalklad o encuadrar la hU1omi ck la c:ateques4 11 •PlllOll, prinaplllmeme poaW»Cilwr, danro de la hutor11 de: la cateqUC$1' del •11lo XX ~ ~el 1úa a.inea, doaor en leoloaJa (catrquética) habemos [aalJlado ll rcprodue d6n fotopárlca de a!pnot whOIOI rJtmplam de &u cxtPord1nari1 coleca6n de catcasmos ) otros documcntot antl1U01. El míuno ha miactado lu qwncc now qut aco1npaAan at1s Uu!· ltadonot proplat dt la pracn&e ed.Jc16n apaftola La obra del profesor Alfn:d Llpple que aboaa ea pnKDlada por la P.ditorial CCS en versión cspaftola viene a cubrir el vado que babfa e11be DOIOttOI de Uill historia de la catequesis aencilla y al miano tiempo mi& y ~a1•+rat1d1. Quienes se querian acercar a lo que ba sido la historia de la catequc11 CD. • Ja Iglesia :no disponlan nad• m•• que de ardculol 1ue1W1, pudala • ... 1 • • t • al periodo de tiempo analizado y, por t•nto, lin une vili6D unit•ria. BI 1lbtO BREVE HISJORIA DE LA CA1'B2UBS/Salva este probk•••• y DOI pre1e11I• UD pa norama continuado. No obstante, cJ lector de len¡ua capaftola ae mcoauart con ••••a difio•"ad: el autor, de raíces aermánicas, se antra cad adlllin te en la reelided que Je es propia y olvida otras realidades muy fuertes que han tenido lupr en OtlGI ·puntos de la geografla y de la univers•lidad de la lakli• Al leer esta historia hay, pues. un aoent•••do m1dz de la e1tequai1 aea n•hi lsle- ca. Esto no impide en nada tener una visión acnc1al de la aitequesi1 que lá sia ha re.alizado. · Panl cubrir el vacío de rcfe rencias a la catequesis apdola acudimos a los artículos recientemente publicados en el DICCIONARIO DE Cl7'J:llVB11CA. Al po nerlos juntos, en fo1111a .de ap&ldicc, aec111os prestar un servicio a los kd.oies, que podrán tener una visión general y una aproxiJn•ción a la historia de la catOor quesis cspaftola. (:\ IPll. K<*l·Ya-lq, t.tUNl<-H, ces. " 1918. liditonal Alealt, f 64 MADRID 2..W..~ ,,..,p::uWl1tr14 cJl;NJIW- <t,..'l'wl•-~~A "97 ' 41111._,. 1'~<111;.1; a:s ;,1-..111r•r4_ft-_~,,., • C.•lf••" w:•.1.,2..r. •-.~..,~~"tlei--s ·~"'1" qwc,.~ •'41• utfllirK-MWp••U..•il"'•"'' 'p.va•11C4rh . . •' w4W01i1t1otl"1 Nihil obMlt: JOlf SinMe.r Ramos • ISBN: 14-"JCM).SlO-I l•aü: DtpOslto M~lMI • Fococomposkiócl: Cl.ARlN I M.mid Coma•v' 11 lmpnmc MALVAR. S. l .. San LcopQldo. '10 28029-Madrid ' • Introducción Cf!;T.j¡J VG::.:iGIOílAl "'MABiÁ - ftEIÑÁ Dt LOS APDSTBW" • En el pasado más reciente, sobre todo en el campo de la ensefianza religiosa escolar, la catequesis se ha encontrado con dos tarea"S difíciles: por una parte, superar una crisis de legitimación y, por otra, proponer una nueva orientación ha sentido obligada, .continuamente a tomar posicio didáctic~metodológica. ~ nes actuales. Los dte!Z:eí y las publicaciones de materia catequética y pcdagógico- rcligiosa se encon an en un nivel alto y / comprometido de reflexión y argu- .mentación. . / / / / - La poderojá solicitación de los problemas del prcscntc apenas,há dejado tiempo (o ha deja~ J!lUY poco) para ~/al pasado y para oc~e en profundidad de la hislQria de la cat.equética. Se argumentaba y se plañificaba realmente <<c:11,.... el monÍento>>. La turbulencivde las necesidades deJ,Presente y los múJtipJeS y f ortisimos ataques fueron ctÍnsiderados por no pOCÓs como históricamert'te úni cos y como jamás sucedid'os. Se pensaba que, con las recetas del p~ido, no se podía mejorar la problemática del presente. 1 • ... Pero enseguida se vio claro que un concepto tan nuevo, aun siendo muy,bien intencionádo, no respondía a lo que se esperaba. Se percibió demasiado tarde que e 'resente pedagógico y teológico no se podía entender ni mejorar con jus Clesde una consideración aislada. Principalmente la catequesis subsiste y pervive mo resultado dpiJna actividad his<órica iirenunciable que no .se puede no tener , en cuenta. La..aátequesis no coipi{n?.a con un presente siempre nuevo, como par- tiendo de céro; está sostenida/e incluso gravada, por hip.GÍecas del pasado. Mu chas instancias actuales se presentan como problemas..rtó resueltos anteriormente y, por eso, son a veces tan angusn•o sos. La <<ahistoricidad>>, lamentablemente tan frecuente, ha dificultado la deter minación del puesto de la cateqUesis actual e incluso el conocimiento de sus pro 'blemas y casi ha impedid \Íe tales problemas fuesen advertidÓs. Esta <<ahistori cidad>> ha sido la ca decisiva de que no se pudiera aprender nada de la histo y ria de la catequ~ de que se repitieran no pocos del pasado sin advertirlo. ei:reres El desconcertante desconocimiento de la historia de la catequesis ha décn11me rarse entre las desgracias de la situación actual. Se ha delirado entre esperamas 7 y ex¡w:ctativas. Pero en este sector se experimentó que, a una primavera tan rica Capitulo 1 de capullos en flor, no ha seguido un otoño tan abundante en frutos. REVELACION .Esta «Breve historia de Ja Catequesis>> intenta presentar y hacer experimentar el hoy en el contexto del pasado. Sólo de esta manera se pueden contemplar y COMO CATEQUESIS afrontar los problemas del presente en su conexión histórica, en su origen causal y en su reJatividad histórica. Quien conoce los ciegos meandros de la historia de Ja catequesis, ya queda advertido, esperanzado y armado contra la repetición de e11ores pasados. Pero el arco extensivo histórico quedaría reducido y existencial mente infructuoso, si el título de este libro fuera Historia de la <<Catequética>>, y se intentara exponer Ja génesis y las diversas concepciones de una disciplina 1miversitaria. La Historia de la <<Catequesis>> es más comprometida; tiene pers pectivas máS amplias y atrevidas. En el inicio está la catequesis de Dios que se revela. En su desarrollo histórico la catequesis es un desafío siempre nuevo: con seguir que la catequesis de Dios sea una sorpresa para la época actual, sin tergi La catequesis como encuentro múltiple con Jos misterios de Dios, tiene su origen .Dios:J!•bJó>> •. versaciones ni reducciones. Una consideración histórica descubre, además, la·pro y su criterio en el acontecimiento señalado con la simple fiase: <<Y funda correlación entre la teología científica y la catequesis. Las tensiones y sa Puesto que esta ex.presión aparece con tanta frecuencia en la Sagradá cri~ cudidas de la teología encuentran muchas veces su contmuación en incendios en se la acoge fácilmente como una evidencia carente de problemas. Pero la frase cadena y en las incertidumbres del anuncio de la fe. <<Y Dios habló>>, que parece tan obvia, esconde una gran cantidad de presupues La catequesis desde la boca del hombre se orienta a la catequesis desde la boca tos y de realidades fundamentales, que son tanto más amplios y misteriosos cuanto de Dios y la sirve. Sin esta función de servicio, la catequesis no se entiende. La más se los considera. Quien dice: <?í Dios habló>> presupone, por un lado, la per catequesis desde la boca del hombre no obra por sí misma. Es un poder coope sonalidad de Dios como un 1ü que habla, y, por otro lado, presupone al hombre rar, un ser invitado y llamado. La catequesis es un tirocinio de cooperaetón al como interlocutor personal en el diálogo, en el caso de que hablar y escuchar más alto"nivel. A pesar de todas las capacitaciones profesionales, nunca debe ol tengan sentido. vidar que <<si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albafiiles>> (Sal 127,1). La catequesis se coloca en el ámbito de la historia en una doble interpela por una parte, bajo la interpelación de la palabra de Dios pronunciada en ~ón: 1. MOTIVO la historia; y, por otra parte, bajo la interpelación de la palabra de Dios que juzga • 31 final de la historia. Esta dimensión histórico-salvífica, con su doble interpela El hablar de Dios con el hombre suscita dos cuestiones, que, en último ténni .:ión, es y permanece como fundamento de toda catequesis. no, sólo pueden ser contestadas por Dios, aun cuando las proponga el hombre. La primera cuestión suena así: ¿Por qué habla Dios especialmente con el hom bre? Para poder dar una respuesta, hay que echar mano de la Sagiada Escritura e inquirir en ella el motivo del contacto dialógico de Dios con el hombre. Una primera y fundamental orientación se halla ya en la narración véterotcstamenta ria de la creación, en la que se dice que Dios ha creado al hombre <<a su imagen ~ se!D~anza>> (Gen 1,26). Ahora bien, si Dios ha creado al hombre a -su imagen y seniéjanza, no sólo lo ha signado de manera única, sino que con ello ha coloca do el presupuesto y la base que posibilita el encuentro dialógico divino-humano. El hombre ha sido as1unido a un diálogo, a una comunicación, que Dios mismo ha comenzado y que Dios no quiere romper. El hombre es capaz de acoger y en tender la palabra de Dios. La <<antena>> de esta capacidad de escucha y de diilo- 4F 9= 1 J. PlEPER, Was heisst «Gott spricht»?. en ld., Über die Schwierl1kri1, Mute ~ tlauben. Municb 1974, 136.170. Cf. O. LAFoN, Communication et Rt!Vilat1on. en 4<] .umen Vitae~. 36 0911), l!S-141. • ·~ ~cjanm es su con Dios (imago Dei). La catequesis eficaz de Dios <<en múlti ~aes <>casioncs Y de muchas maneras>} (Hb 1,1), pretende conducir al ho b ción histórica, y suena así: ¿Qué sucede cuando Dios <<habla>>? ¿En qué nivel de lquell.as comprensiones Y experiencias que son determinantes para ene. omtrarre a comunicación se realiza lo que llamamos hablar, autodesvelarse y revelarse de 6 'Si o, l d la . . se m1s1 f; n nian:r. 11 • u ,,_.... a o erta e anustad de Dios y para su encuentro con lo _ Dios al hombre? El que Dios pueda <<hablar>> al hombre, también a través de su PCJanes Y con.el cosmos. Nikolaj Berdjajew (1874-1948) ha dicho sobre este s~:­ creación, no constituye un problema si se Jo compara con el hecho de su revela t0go catequístico: ción por la palabra de modo directo verdadero. y La frase <<Y Dios habló>> implica el problema más formidable y audaz de Jen : . «Hay_ una nostalgia del hombre hacia Dios y hay una nostalgia de gua1e y de interpretación que se haya presentado en el tiempq y en el espacio, Dios hacia el hombre. •. El problema de Dios es un problema humano. y que debería dejar sin aliento a la humanidad. Lo ,que sucede, por iniciativa atre t El problC111a del hombre es un problema divino ... Dios necesita al hom- vida de Dios, puede expresarse significativamente con una imagen: Dios hace re brc. Dios no quie1e existir sola. sino que quiere que exista también el hom- 4 sonar Ja melodía de1 más allá y de Ja eternidad con el instrumento del lenguaje • bn:, como amado y como amante.>> de] más acá. Los problemas aquí implicados son graves. Efectivamente, ~erreno, el <<material lingüístico>>, que'Dios se ha visto obligado a usar para?U1'eveJación j La capacidad de escucha del hombre indica que el hombre no posee todavía tB y para hacerse comprender por el hombre, es un lenguaje te:uenó e histórico, to plenitud todo el conocimiento salvffico. El hombre es, en todo tiempo un ca mado del mundo cambiante e inadecuado. Por eso ismo Locutor sabe que =cú:' enoque necesita una introducción instructiva para sumergirse en'J.la pro sus pensal11ÍMltos eternos divinos no podr arecer jamás completos e ínte y misteriosa de su mtlidacl creada y salvada. A1 ser imagen de Dios, el gros en..ef lenguaje humano y en el h · onte comprensivo deJ hombre. mnbrcparticipa de una <<potencia>>, una disposición y una capacidad que lo con ....puesto que la catequesis de D' debe verificarse con el instrumento del len .c rten en una persona abierta al diálogo. guaje terreno e lnstórico, pe anece siempre como una sinfonía <<incompleta>>. Y, precISamente por esta fractura histórica, la revelación de Dios, que resuena La catequesis tiene su origen allí donde el interés amoroso de Dios se convier en la historia humana, jamás poseerá una identidad..total con los pensamientos en disilogo pluridimensional con el hombre. De aquí que la catequesis debe de Dios. "" e~ • sie111pre desde la disponibJlic!ad .al diáloio_ con Dios, desde su amor y su ~d. La Sagaada EScrituri afiiñía paladinamente que la catequesis <<Con su hablar, Dios condesciende con la forma de com11nicación Dios pam .con el hombre no se interr 1rmpió ni siquiera cuando los hombres, en la que.Jos hombres nos buse-amos, nos encontramos y nos entende- • el pecado original, pronunciaron su <<No>> al amor y al diálogo de Dios. La mos,eS"pirítualmen ,,Y, con ella; se ex e a la impote,n, cia de la palabra ~ ºón del paraíso no está unida con el silencio de Dios; al contrario: cuando húmana y a to los malenten · s, incluso al IJMl}entendido de que. hombres, con el pecado, hubieron roto el diálogo con Dios, no sólo la gracia, el Dios qu abla a.quí sea só hombre que,.ltábla consigo mi~2. la palabra cautivadora de Dios se hizo más cordial, más personal, más tier ,, Para llegar al diálogo con los hombres, Dios no ha esperado a que el lenguaje (Cf. Rm S~IS-20). de ellos hubiese alcanzado un nivel alto de capacidad expresiva y la precisión de Cm• insuperable de toda la catequesis de Dios es el acontecimiento en el que una conceptualización itlosófica. Dios no se ha avergonzado de envolver su pa _ Palama se hiro hombre y ª'"4!mpó entre nosotros>>((Jn 1?3). Así, ~esucristo labra en <<pafiales>> inadecuados y en cunas miserables de lenguaje humano. Dios Sólo se b•l)a en el centro de la catequesis; El mismo es centro y cerut de toda ha utilizado un <<material lingüístico>> balbuciente pobre, antes de que existiera y • cuando se relaciona el evento-Cristo en su dimensión neotestamenta una gramática, una hermenéutica, una teoría de la comunicación. El lenguaje Ja actividad del Espíritu Santo. Como <<enviado por el Padre>>, se coloca COD del amor puede <<decir>> con pocas palabras mucho más que la perfección lin Ja *•••isión» del Padre. En Jesucristo son una sola cosa mensajero y mensaje, güística más refinada. y ocgesis, palabra y vida, presente y futuro. La fractura histórico-lingúística no permite que la verdad de Dios aparezca en toda su profundidad. A pesar de todo, el lenguaje humano ~á capacitado para <<encarnan> la verdad de Dios. La palabra de Dios en la <<condición de escla vo>> (Flp 2,7) de la palabra humana no se ha alienado tanto que haya perdido todo su contenido de verdad; más bien, la verdad de Dios supera todas las posi bilidades e intentos del lenguaje humano. laJRi•••Ja prc¡a•nta: z.Pgr qué habla Dios al puede res!'onderse de ho~bre?, • Mf ubJa el amdr de amor de Dios tiene este estilo de obrar. Dios~.Et .,.. .. "• jlle¡nnta se relaciona con la primera e intenta esclarecer su realiz.a- 2 H. Schrift und 'lhzditlon, en: {<Theologiscbe Literaturzeitung», 85 (1960), 20. ENOELLAND, 1 1 ticas de que el hombre disponía. Por tanto, no hay que admiralse de que tc:QP. • ~vez ~guien diga: El diálogo catequístico de Dios con el hombre no es po un sello palpable, condicionado por la situación. . . • _ SJble SJn el 1~strt1mento del lenguaje humano. Pero Dios supera siempre la pala La estructura catequístico-dialógica de la revelación pr~~tc de~ r "' ~ra pronunctada Y oída. La palabra de Dios no tiene como mira una expresión, indisolublemente 11nida a los múltiples componentes de la SJtuaaón del 1nfedo SJno la cosa contenida en la expresión. Las palabras humanas usadas por Dios cutor. Los pasos de la revelación de Dios han tenido presentes los pasos Y est• podrían compararse a unas boyas que indican la dirección de una verdad más dios del desarrollo del hombre. En la medida en que el hombre, con su Ja?ÓD grande. Son seftales viarias, no meta de la verdad de Dios. A11n en la palabra que y con su corazón, iba consiguiendo la comp1eosión y la intetp1e1ación de sí~ sale de la boca de Dios, el hombre encuentra, siempre y sólo, al <<Dcus abscondi tanto más grandes y profundas eran las posibilidades de un diálogo de Dios con tus>>, al Dios escondido. Dios y su verdad no se dejan atrapar en la palabra. Aun los hombres. La revelación de Dios es un proceso dinámico de adaptación de Dios que Dios se desvela y se comunica, se esconde a Sí mismo y su verdad en un mis a la capacidad de cada hombre. Por eso, posee siempre el signo y la forma servil terio todavía más profundo y se substrae a la captura por el hombre. de la historia y de cada situación concreta en la que ha tenido lugar. Esta situa ción histórica se puede comprobar a través de Abraham, de Moisés, de los 1eyc:s David y Salomón, de los profetas véterotestamentarios, de Jos evangelistas del Nuevo Thstamento, de Pablo o del autor del Apocalipsis neotestamentario. DINAMICA Tumbién pertenece a la dinámica de la catequesis de Dios el hecho, compro bable en la Sagrada Escritura, de que Dios se contentó con un grado provisional En el hecho de la revelación 3 como indica la palabra latina <<revelatio>>, , de verdad, cuando una comunicación total hubiera exigido demasiado a los des Dios retira un velo (velum) y permite una mirada fugaz a su misterio eterno; esta tinatarios de su revelación o hubiera representado un peligro g111nde de ser ma revelación se desarrolla en un largo e.amino a través de la historia humana. Parti lentendida. La comprensión del Dios del Israel véterotestamentario está contra cipa en la dinámica de la historia, en el desarrollo maduración religiosa, espiri y tual y politi_ca del hombre. ~n estéi)roceso, ía caieqüesis de Dios se aaapthalas señada por un monoteísmo unipersonal. El mismo Jesús descubrió al Dios trini P<>sibilidades Qé1 pensmruento y del lenguaje d~l hombre. Es sorprendente con tario sólo algt1nas veces, y con prudencia cccepcional. Que El mismo no ha llevado su mensaje hasta la perfección total, lo expresa el Nuevo 1Cstamento con estas qué mínimum de posibilidades de auto11epresentarse se contentó Dios en las épocas palabras: <<Mucho me queda por deciros, pero no podéis con tanto ahora; cuan que pueden individuarse en el Antiguo Testamento. do venga él, Espíritu de la verdad, os irá guiando hacia la verdad toda» (Jn En un primer momento, Dios se contentó con la presentación de un Dios cla 16,12-13). nístico y para manifestar su existencia y disponibilidad conductora, como, pa~ por ejemplo, en tiempo de Abraham o de Moisés. Dios se contentó con esta pre sentación, inadecuada ciertamente, porque sus interlocutores de entonces no es 4. IWMINACION • taban abienos a otras concepciones de tipo ftlosófico abstracto. La catequesis • de Dios se ha adaptado al largo camino del desarrollo espiritual del hombre. Con una magnanimidad sorprendente y sin preocuparse de posibles malentendidos Considerar la revelación de Dios como revelación <<pOr palabras>> solamente o reducciones, se contentó con formas latamente inadecuadas y, las más de las y reconocer en ella un problema lingüístico prevalentemente, representa una re ducción inadecuada de la revelación de Dios. La revelación de Dios y, por tanto. veces, humanizadas. En su catequesis, Dios no ha dado lecciones lingüísticas, como tampoco ha la catequesis de Dios, tiene lugar en una paleta amplia, <<en múltiples ocasiones comunicado conocimientos de Física o Química. En la forma lingüística, Dios Y de muchas maneras>> (Hb 1,1): en la revelación por palabras y en la teYelación no ha exigido al hombre nada que superase su capacidad de pensamiento y de por obras. La revelación por obras es la condición previa de la revelación por comprensión. Se pueden comprobar nuevas etapas de la catequesis de Dios alli palabras. La revelación por palabras, a su vez, es una exegesis de la revelación donde el hombre hubiera alcanz.ado una madurez preparación suficientes en por obras, pues en ella están difundidas las huellas de Dios (Rm 8,19-22). La Cons y su desarrollo espiritual y religioso para dar un paso adeJante. La catequesis de titución dogmática sobre la Divina Revelación (del 18 de noviembre de 1965) es.. Dios ha tenido siempre en cuenta al interlocutor b1unano con las fo nnas lingüís- cribe al respecto: - -- - - -- - - - - - - - - - <<La revelación se realim por obras y palabras intrínsecamente liga ... das; las obras que Dios realiz.a en la historia de la salvación manifiestan ~Cf. t~o. sobre Handbuch ckr Dogmengeschichte, vol l, Ja (1971) y lb (1977); H HMo, artículo -a Y confirman la doctrina y las realidades que las significan; «Offen~g», en H. HAACJ (cd.), Bibd-Uxikon, E1nsiedeln 1968, 2.ª cd., 1242; A. DuLLES, Was lSI 0/ palab~ "er- fen/Jarung, f riburgo-Basilea-Vicna 1970;. O. G. B~M, Offenbanmg und Uberliefmmg, Góttmgen 1971; su vez las palabras proclaman las obras y cxplic:an su misterio. La W. KA.sra, Das Absolute in der Gesch1chte, Ma1ni, 1965. - 13 • • P~funda dad de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha t ~aaón. ~risto, resplandece en mediador y plenitud de toda revela- en la teología occidental, se puede comprobar una deplorable deficiencia de Ja ción>> (articulo 2). · pne11matología. La catequesis de Dios se realilll como realidad mfstico-pne11mática a y, en ella, el hombre es asumido con su fe, su amor servicial y sus capacidades una t · · alab 'U-. ""~~ r.a~uesis ~1n p ras, n~ menos impresionante, que Dios realiza catequísticas. L. ~ las obras de su cieación,.e n sus acciones, disposiciones y comportamientos. t>ios pu~e ~Jllesarsc -en <<la manera de ser de Dios nadie Ja conoce, si no es el Espíritu de también las esferas íntimas, espirituales y meditativas cust~cia la h1:'111ana. Dios. Y nosotros no hemos recibido eJ espíritu del mundo, sino el Espí !e Hay una catequesis de Dios sin palabras, que es, sin luda, La ritu que viene de Dios: así conocemos a fondo los dones que Dios nos más unprcs1onante que la catequesis con palabras. catequesis de Dios ha hecho. Eso precisamente exponemos, no con el lenguaje que enseña .-_ de una pluriformidad casi inabarcable, que <<interpela>> al hombre entero y no s_u racio~-lingüística q~e el saber humano, sino con el que enseña el Espíritu, explicando temas jólo a di1?"cnsión y <<Se expresa>> tanto en las acciones ~ espirituales a hombres de espíritu>> (1 Cor 2,11-13). la bistona de la salvación como en los Jmpulsos de la conciencia. Es evidente que el pensamiento del hombre necesita el lenguaje. Pero el pen- 1,!ll ~o se identifica con el lenguaje, y <<el espíritu del hombre es más que el Jen "!ua1e. •. El aspecto más elevado del lenguaje es que puede significar algo que so los límites de sus palabras>> (Theodor Haecker). Para entrar en diálogo BIBLIOGRAFIA ·c o con el hombre, Dios no se halla constreftido a una deter111inada etapa e la maduración y del desarrollo h\•manos. Dios puede también <<irrumpir>> en Recientemente el problema de la revelación y la catequesis lo podemos ver estudiado en las hombre y abrir y ensanchar las fronteras de la capacidad humana de recep s1guientes obras. • Dios tiene acceso al estrato profundo del inconsciente y del subconsciente hombre. ALBERIOi, E., Catequesis y PTaXlS eclesial, Editorial CCS, Madrid, 1983 • UD CASTER van, M., Dios nos habla, vol l. Estructuras de la catequesis, Ed. Siguemc, Salaman En la catequesis de la mística, Dios puede com11nicar <<lo que ojo nunca vio, ca, 1968. · oreja oyó, ni hombre alguno ha imaginado, lo que Dios ha preparado para • COLOMB, J., Al servido del ~angeJio. Manual de catcqu~ca 1, Herder, Barcelona, 1971. JOI que lo aman>> (1 Cor 2,9). Tomás de Aquino (1225-1274), en su Summa Theo (1.107 ;i. ad 3), ha llamado la atención sobre este punto de vista que, en COMISIÓN EPISCOPAL DE ~ANZA y CATEQUESIS, Lo catequesis de la comunidad, Madri~ 1983, nn. . 106-139. • caso, es detet 111inante y que hoy se descuida con frecuencia: <<Omnis Dei HALBFAS, H., CaJequético /undamenllll, Desclée de Brouwer, Bilbao, 1974. ocutio..• • cst illuminatio>>. Cada palabra de Dios al hombre es siempre también MoRAN, G., Catequesis de la reve/aci6n, Sal Terrae, Santander, 1968. iluminación del interpelado y una penetración l11minosa de la realidad natu y divina. Un elemento inmutable de la catequesis divina es el hecho de que ·os. luz ptimigenia, ilumina al hombre con su revelación y Jo dota de una pro- . de mirada que amplia en alto grado el conocimiento terrenal. Jesús ha • o con ñr.cuencia a este principio fundamental de la catequesis divina: <<Ben seas, Padte, Seilor de cielo y tierra, porque, si has escondido estas cosas a sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla>> (Mt 11,25). La catequesis de Dios tiene posibilidades completamente diversas d~ las que • tener un hombre. A un cristiano totalmente analfabeto, exegétJcamente 1 ahloluto desconocedor de todas las lenguas bíblicas, pero qu~ ~on fe Y amor, cm•z.ón • su al 1\í divino, Dios puede concederle una <<V1s1ón>> más pro- y un «coooci111iento>> más amplio que al exegeta conocedor de lengu8:5 Y • ente c:<pato, para el que la Sagiada Escritura se reducido ha~ aa 1:•tp0 de ejacitación de sus métodos y de sus artes interpretativas. Es <<el - de Ja el que dirá guiando en la verdad (Jn ~dad» «OS toda~> 16,13~. tloc puede hablar de la catequem de Dios, sin hablar de la ace16n del Esp1- Sil:lit.a P«e aspa.to de la catequesis divina ha sido poco subrayado, porque, 15 --- cuales no era posible bam•bOaa 1 Capitulo 11 desata el nudo de no pocos problemas, para os aducir una motivación plausible. . .ó . tffi~ que se conocen y quefor- ESTRUCTURAS CATEQUISTICAS Incluso los resultados de la invesugaa : aen bíblica ad111ñtJCD con úa:Dat- . tal ún en la ense anza ' 'f!1 '"'S- man un 1ns~en com . dización si se los considaa desde DE LA SAGRADA ESCRITUR~ un~ ul~or cia una moovación meJor Y proánfun rcsentad,as sólo algunas entJe las éti A conunuacón ser P • 1 0 e as~o catequ c . catequéticas de la Bibli~ que suponen datos Viltlll= más importantes estructuras . la forma de la ca tativos importantes para la exegesis bíblica y, sobre todo, para tequesi•s cr1• sn• ana. 1. PWRIFORMIDAD Cualquier lector del Antiguo o del Nuevo Thstamento se sorprende, más prontO o más tarde, de que existan las llamadas repeticiones (relatos re~dos dos veces~; por ejemplo, en el Antiguo Testamento la narración de la creacón según la tradi La exegesis ha intentado abordar e interpretar textos del Antiguo y del Nuevo ción sacerdotal (Gen 1,l-2.4a) y según la tradición yahvista (Gen 2,4b-3,24). Una , 1estamento desde múltiples aspectos. Baste recordar el método histórico-crítico doble tradición semejante se halla en la narración del diluvio (Gen 6,1-9.29). las aproximaciones histórico-religiosas e histórico-salvíficas, las interpretaciones En la ciencia bíblica véterotestamentaria, se han p~ntado algunas propues histórico-formales, histórico-reda.ccionales e histórico-tradicionales, el programa tas para solucionar el problema del Pentateuco, sobre todo, para la interpreta de la desmitologización, el método hermenéutico y la interpretación existencial. ción de la redacción última hacia el 250 a. C. Después de la vuelta del destierro Así se llegó a la cuestión de cómo ha sido acogida, transmitida y anotada la pa de Babilonia (586-538 a. C.), se presentó la importante y dificil tarea de evitar labra de Dios por el hombre, qué fases y etapas ha recorrido el proceso de la <<en una ruptura en la tradición y de anclarse en la tradición de fe de los Padres. Y camación>> y de la transformación en escrito de la palabra de Dios, hasta alcan resulta sorprendente este hecho: el patrimonio tradicional de los Padres, es decir, z.ar la forma en que se encuentra hoy en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. la tradición elohística y yahvística, se conservó efectivamente; pero quien jugó Sorprende el hecho de que, en Ja historia del origen y de la mterpretación, el papel dominante fue el códice sacerdotal, escrito durante el dcstie110 babilóni sólo aparezca oc.asionalmente un aspecto que hubiera debido ser el más obVJo: co o inmediatamente después, y precisamente como <<programa cultural para la el aspecto catequístico. <<fodo escrito inspirado por Dios sirve además para ense restauración postext1ica>> (Rudolf Kilian). Sin duda, se pretendió evitar una rup ftar, reprender, corregir, educar en la rectitud>> (2 Tim 3,16). En la Sagrada Escri tura con la tradición. A pesar de todo, se advirtió con claridad que no se podía tura se contiene la catequesis de Dios al hombre, y en una forma situacional que reengancharse simplemente al momento en que se babia cesado en el tiempo de era la más adecuada a las cuestiones, necesidades y posibilidades expresivas de la deportación al destierro babilónico. Es decir, de alguna manera también las una época. Un análisis de la Sagrada Escritura según el principio catequético pone cuestiones religiosas habían avanzado con el tiempo. Y, a nuevas preguntas, babia - de relieve aspectos hoy sorprendentes. Hace aparecer con luz nueva algunos re que aportar nuevas respuestas, las cuales no se podían encontrar sin más en el sultados obtenidos hasta ahora. Y podríamos aftadir: alguna interpretación, hasta almacén del pasado literario. ahora presentada sólo en términos angustiosos e hipotéticos, puede adquirir una base extraordinariamente sólida, si se la considera bajo el aspecto catequístico. No tuvo prioridad la tradición literaria, sino la nueva teología cultural del La Sagrada Escritura no ha nacido en una mesa de laboratorio, sino que re códice sacerdotal. No se pretendió únicamente restaurar y archivar. Se pretendió presenta normalmente la redacción escrita de una ínstrucción oral, por ejemplo, superar los problemas del presente y, sobre todo, los del futuro, aunque relacio como insu ucción bautismal Yp arenética neotestamentaria, como fórmula de con nándose con el pasado. En el ])roceso de la redacción definitiva del Pentateuco, fesión de fe, como cantos y aclamaciones; y constituye con frecuencia un proceso hay que hacer notar lo siguiente: la antigua tradición no fue eliminada; fue asu larguísimo y variadísimo de tradiciones; por tanto, sería sorprendente que, en los l mida en la redacción definitiva del aunque con intervenciones nota Pentateuc~ escritos bíblicos, estuviera ausente Ja estructura catequética. Si se recorre la his bles, generalmente en forma de reducciones. Si sólo se repetía monótonamente toria del origen y de la interpretación de Ja Sagrada Escritura desde el aspecto la tradición, no hubiera quedado asegurada la identidad religiosa y política para catequético, emerge la estructura catequética con evidencia. De esta manera, se el judaísmo postexílico. Por eso, se intentó unir identidad con continuidad. no - l ~cribiendo el patrim · li · •asumiendo este patrim o~o :e~~ y .teológico de la tradición del pasado sino Íil>. én . orno en a 'cwtCCJón defmitiva escrita del Pentateu 'Tum des teológicas y keryg111átir.as. se ha llevado a cabo Jo que en Ja pedagogía mo -:as ~~dio d~ se mtt:nt6 reali:r.ar Ja propia identidad en continuidad creativa, en l derna se llama correlación entre el contenido de Ja aserción y la situación del pro ~eccsldades Y problemas que no habían J>Crturbado ni a Abraham ni a M · m a Salomón. blema, así como la capacidad díalógica de los destinatarios, que se trata de solu 01- cionar con los llamados <<modelos de convergencia>>. El anuncio neotestamentario rcdacci~n dcímiti~ . La d.cl Pentateuco es un ejemplo típico de cómo la tradi de Cristo ha desarrollado una rica gama de diversos proyectos catequísticos~ mos fPón Yl a necesidad cateqwsnca est.án 11nidas en el Antiguo Tustam t El 6di trando así una sensibilidad segura hacia Ja capacidad dialógica y hacia las cues &~ce.J.dot1!1 te~7ó~ca ;und~ (post-) exllico determina con certeza la concordancia tiones y dificultades presentes de la fe. Por tanto, no hay que considerar la cues concepto~ tradicion~ ental. Pero, en este han sido insertadas las precedentes tión sinóptica sólo desde el punto de vista de las correcciones, de las omisiones ~drcs *':,los con respeto Y senedad, aunque en un segundo plano. Un análisis o de las añadiduras de material especial. Más bien hay que rastrear el motivo m~estra clarament~ ,...... .s. cuidadoso que el relato de la creación, en su doble forma de tales actividades literarias. Estos motivos son de índole profundamente cate ~ ~v1~, Y poseía una ?1tención catequística inconfundible junto con auna quística, puesto que los evangelistas sinópticos Mateo y Lucas, que escribieron funCJón liturgica. Era necesano dar respuestas catequétil'J!S a cuestiones fun más tarde (y en manera completamente distinta Juan), debieron dar respuesta ~ue lsrae~, e~ .damcntales habían surgido en el pueblo de .sobre todo el encuentro "'Y enf.rcntam.iento _con otros pueblos y con otras religiones del antiguo Oriente; Me 1,12-13 Mt 4,1-11 no con abstracCJones filosóficas, sino con imágenes ilustrativas fácilmente re cordables e, incluso, con relatos metafóricos. El <<Catecismo del relato de la crea 11 Enseguida el Espíritu Jo empujó al de ción>> quería responder ~ las siguientes preguntas: 1 El Espíritu condujo a Jesús aJ desierto sierto. para que el diablo lo pusiera a prueba. - a la pregunta sobre Dios: (¿Hay un solo Dios o hay muchos dioses? ¿Hay, 0 Estuvo en el desieno cuarenta días: Sa 2 Jesús ayunó cuarenta días con sus no al lado del Dios bueno y eterno, un anti-Dios malo y eterno, el demonio?), tanás Jo ponía a prueba, estaba con las fie ches y, al final, sintió hambre. 3 El tenta - a la pregunta sobre el origen y el sentido del mundo, ras y los ángeles Je servían. dor se le acercó y Je dijo: - a la pregunta sobre el origen del hombre, -Sj eres Hijo de Dios, di que las piedras - a Ja pregunta sobre la posición del hombre en la creación, éstas se conviertan en panes. ' Le con testó: - a la sobre el sentido de la diferenciación de sexos y del matrimonio. pregunta -Está escrito: <<No de solo pan vive el - a Ja pregunta sobre el origen del mal, del dolor y de la muerte. hombre, sino también de todo lo que diga Pero hay que aftadir inmediatamente que las estructuras e intenciones cate Dios por su boca». s Entonces se Jo llevó ·cas serian interpretadas demasiado reduccionísticamente y quedarían fun el diablo a la ciudad santa, lo puso en el ale .y entaJmcnte falseadas, si se las considera c:Kelusivamente como informacio ro del templo 6 le dijo: -81 eres Hijo de Dios, tírate abajo; por nes. Tiencn siempre un carácter doxológico, puesto que invitan e introducen el que está escrito: <<A sus ángeles ha dado ór y la mente del hombre hasta la alabanza de Yabvé, Dios de Ja alianza. genes para que cuiden de ti» y también <<te La dimensión catequística y cúltica se entremezclan inseparablemente. llevardn en volandas, para que tu pie no El ejc111plo más sobnsaliente del anuncio pluriforme que ofrece el Nuevo Tus tropiece con piedras». ' Jesús le repuso: a la cuádruple forma de los Evangelios en su conjunto. Un ejemplo con -Turnbié:n está escrito: <<No tentards al Se de p1cdicación plural es el relato neotestamentario sobre la admirable mul ñor tu Dios». • Después se lo llevó el dia ti¡>'1icación de los panes, que nos ha llegado en dos versiones muy diversas: como blo a una montaf\a altísima y le mosnó to aliaaLC•dación de SOOO (Me 6,32-44; Mt 14,13-21; Le 9,10-17; Jn 6,1-15) y como ali dos los reinos del mundo con su esplendor, de 4000 (Me 8,1-10; Mt IS,32-39). Respecto a los mismos evangelios diciéndole: ' -Th daré todo esto si te pos • según Marcos, Mateo y I neas, habría que considerar si las diferencias tras y me rindes homenaje. "' Entonces le de (en base a on1isioncs o a inttoducción de material especial) de replicó Jesús: -Vete, Satanás, porque es 1 llb bles han tá escrito: <<A/ Señor tu Dios rendirás ho alrib•údes en primer lugar a la actividad redaccional de cada evangelista o menaje y a il sólo prestarás servicio>>. • dtbM de Ja actividad rcdaccional de un evangelista, existen consideraciones 11 Entonces lo dejó el diablo; en esto se e j¡¡pr..,. urcquísticos. . .. ac.ercaron unos ángeles y se pusieron a ser lJa b Bt•naelios nt-Otestamentarios, con un sano sentido de las pos1bilida- virle. J 19

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La BREVE HISTORIA DE LA CATEQUESIS de Alfred Lapple responde comunicación y cataqua1is, feduras actuales de la Biblia y catequesis, ao. =cú:' enoque necesita una introducción instructiva para sumergirse en'J.la pro-.
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