• Los viajes de Savater • Jean Genet, el más irreverente del siglo XX • Rayo, un hombre dispuesto a todo Campaña de Lectura EUGENIO ESPEJO 1 Campaña de Lectura 8 EUGENIO ESPEJO Julio 2015 - ISSN 1390-4515 Alejandro Moreano, en carne y hueso Rebelión contra las élites Libro del mes: Vanguardia y realismo en Ecuador En España tunean al Quijote PREMIO LA LINARES DE NOVELA BREVE 2015 Con motivo de cumplirse 40 años del Premio Aurelio Espinosa Pólit a la novela La Linares, del escritor ecuatoriano Iván Égüez, la Casa de la Cultura Ecuatoria- na y la Campaña de Lectura Eugenio Espejo convocan al Premio “La Linares” de novela breve, 2015, de conformidad a las siguientes bases: I. Podrán participar narradores ecuatorianos o extranjeros con cinco años de residencia en Ecuador. II. Quienes concursen deberán enviar por triplicado una novela breve inédi- ta, escrita en español, con tema y formas libres, que no esté concursando simultáneamente en ningún otro certamen. No podrán participar obras que hayan sido premiadas en algún otro concurso literario, que tengan compro- metidos sus derechos de autor o estén en proceso de publicación. III. Los trabajos deberán presentarse en letra Garamond 12, por una sola cara, a doble espacio, tamaño carta; con un mínimo de 70 cuartillas y un máximo de 120 cuartillas encuadernadas. Se deberá adjuntar una copia en formato CD. IV. Quienes concursen deberán firmar su trabajo con seudónimo. Adjunto se enviará una tarjeta de identificación consistente en un sobre cerrado que contenga los datos personales: nombre completo, domicilio, número telefónico, cuenta de correo y copia a color de cédula de identidad. En caso de extranjeros, deberán incluir documentación que avale el tiempo de residencia en Ecuador. PREMIO LA LINARES 2015 PREMIO LA LINARES 2015 V. Para preservar el anonimato, los trabajos deberán estar exentos de dedi- catorias y epígrafes que sugieran la identidad del autor. VI. Habrá un premio indivisible de US$ 6000.00 (SEIS MIL DÓLARES), y la circulación masiva de la obra en la red de suscriptores de la Campaña de Lectura Eugenio Espejo. El jurado podrá adjudicar hasta tres menciones a fin de que puedan ser publicadas por la Campaña de Lectura Eugenio Espejo o por la Casa de la Cultura. VII. Las obras concursantes serán recibidas, en sobre cerrado y bajo seudóni- mo, en la Campaña de Lectura (El Heraldo 244 y Juan de Alcántara) o en la Presidencia de la Casa de la Cultura (Av. 6 de diciembre y Patria). VIII. El plazo de entrega de las tres copias vence el 30 de septiembre de 2015. IX. En caso de trabajos remitidos por correo, se aceptarán aquellos cuya fe- cha de matasellos postal sea anterior a la fecha del cierre de la convocatoria. X. El jurado calificador estará integrado por tres escritores de reconocido prestigio nacional y su fallo será inapelable. Es facultad del Jurado resolver cualquier caso no considerado en las bases de la presente convocatoria. XI. El fallo del Premio se dará a conocer en el acto de premiación a realizarse en el aula Benjamín Carrión el 4 de noviembre de 2015; también se dará a conocer las menciones, si las hubiere. XII. Quienes participen aceptan de hecho estas bases y, en caso de obtener el premio y la publicación, o una de las menciones y la publicación respectiva, se someten a estas bases y ceden por una sola vez los derechos de autor para la primera edición. XIII. No se devolverán las copias de los trabajos participantes. Quito, febrero de 2015 6 • Alejandro Moreano La carne y el hueso de un intelectual 32 • La rebelión contra las élites 39 • El pánico a Piketty Contenido 48 • Traversari La música ya tiene su propia voz Rocinante No. 81 52 Julio 2015 • Jean Genet El irreverente del siglo XX 58 • Padura, Piglia y Montoya Los premios se quedaron en América Latina •ROCINANTE es una publicación de la Campaña Nacional Eugenio Espejo por el Libro y la Lectura, que es una iniciativa ciudadana que busca mejorar el comportamiento lector de los ecuatorianos. No recibe fondos públicos y se maneja mediante la autogestión y a través de la asociación con diversas entidades. Sus líneas básicas de acción son la edición y distribución masiva de libros, la capacitación a mediadores de lectura, la difusión de la literatura nacional en el extranjero y la reflexión teórica sobre el tema de la lectura. •DIRECCIÓN GENERAL: Iván Égüez. •EDICIÓN: Diego Cazar Baquero. •DISEÑO: Agustín Montúfar Égüez. © CORPORACIÓN EUGENIO ESPEJO POR EL LIBRO Y LA CULTURA. El Heraldo 244 y Juan de Alcántara. Teléfono: 243 2980. •DERECHOS RESERVADOS. 4 Rocinante La palabra perdurable EEl ensayo moderno tiene dos vertientes principales: aquel de corte académico que utiliza citas, datos y bibliografía, y el ensayo literario que es un explorar en aguas profundas para sacar a flote la verdad o, al menos, la verdad del autor. El primero se volvió críptico por incorporar una jerga válida solo para los Iván Égüez iniciados, en especial el ensayo desde [email protected] las ciencias sociales, muchas veces Diego Cazar Baquero [email protected] riguroso, pero casi siempre anodino, Agustín Montúfar Égüez impersonal. El ensayo literario – [email protected] sobre cualquier tema o materia Isis [email protected] que aborde– es un juego libre de la inteligencia, sugerente, conjetural pero sin axiomas y, sobre todo, con una voluntad de estilo. En tiempos de confusión, donde todo es incierto o expuesto a ir por donde sopla el viento, el ensayo, la palabra perdurable del pensador se hace no solo revistarocinante.com necesaria, sino imprescindible. El [email protected] ensayo pone una pica en el caos, ha dicho alguien. El mayor ensayista Textos de: Byron Rodríguez Vásconez, Paúl Krugman, ecuatoriano por la convicción de Carlos Ferrer Himerlind, Bruno Sáenz, Sergio sus ideas y por la voluntad de estilo Ramírez, Iván Ulchur Collazos, Juan F. ha sido Juan Montalvo. En el siglo Jaramillo, Arístides vargas, Beatriz J. Risk, Bernardita Maldonado. XX, Agustín Cueva, por la solidez de su pensamiento y por su impecable escritura. Otros ensayistas importantes de mi generación son Bolívar Echeverría, Fernando Tinajero, Juan Valdano, Vladimiro Rivas. Entre los más jóvenes empieza a destacarse Leonardo Valencia, con su libro El síndrome de Falcón. Deliberadamente no hemos nombrado a quien dedicamos el Perfil inacabado de esta revista: Alejandro Moreano, no solo uno de los mejores, sino el pensador con más raigambre en la constitución de los movimientos sociales. Rocinante 5 PERFIL INACABADO Alejandro Moreano n Diego Cazar Baquero La carne y el hueso de un intelectual Alejandro Moreano es considerado uno de los tres pensadores contemporáneos más importantes del Ecuador, junto con Agustín Cueva y Bolívar Echeverría. Su permanente devenir entre la literatura y la política tiene un trasfondo emotivo, sensible, que nos devuelve la mirada a sus años de niñez y adolescencia, a su juventud y a sus más profundos afectos. 6 Rocinante Alejandro Moreano Casa de la infancia de Alejandro en la av. América y Rio de Janeiro. Alejandro era alumno de la Escuela Espejo y en mañanas de invierno se levantaba con el chirrido del timbre de la escuela situada a media cuadra de su casa L La impronta escolar La madre de Alejandro, doña Gertrudis Eugenia Mo- ra, lojana afincada en Quito, PPero imaginemos que des- guardaba un parentesco no de entonces han transcurrido frecuentado con los Carrión unos diez u once años y el Ale- Mora, no así con Benjamín, jo es ahora alumno de la Es- con quien compartió muchas cuela Espejo. Muchas mañanas de las andanzas y tertulias de invierno se levantaba con el que llevaron a transformar el chirrido del timbre de la escue- Instituto Cultural Ecuatoriano la situada a media cuadra de –creado en 1943– en la Casa su casa. Así, recién despierto de la Cultura Ecuatoriana, ins- y un tanto desastrado, salía titución forjada como una ma- corriendo, para alcanzar a co- triz del arte y del pensamiento larse en la formación. Cada para levantar la autoestima de lunes, uno de los maestros exi- una nación desmembrada: “Si gía que los estudiantes presen- no podemos ser una potencia taran una pequeña exposición militar y económica, podemos sobre algún pensador famoso, ser, en cambio, una potencia y el Alejo creía sabérselas to- cultural nutrida de nuestras das, pues había conseguido más ricas tradiciones”, había y devorado un libro llamado dicho Carrión. De ahí que el Historia del pensamiento so- nombre que más escuchó Ale- cial, con biografías y sinopsis jandro en su infancia fue el de los postulados de persona- de aquel a quien, décadas más lidades clásicas como Sócra- tarde, destinaría uno de sus tes, Séneca, Aristóteles… “Leía ensayos: “Benjamín Carrión, despacio, a veces repitiendo el desarrollo y crisis del pensa- párrafo o la página, a ratos sin miento democrático nacional”. entender mucho…”, confiesa Rocinante 7 PERFIL INACABADO ahora, ya escondido detrás de articuló por minuto. El hecho su barba blanca y sus 71 años, le hizo acreedor del mote de ‘El un par de anteojos de más de 24 mil palabras’. Dos herma- diez libros escritos, decenas nos diferentes, dos encarna- de ensayos publicados y unos ciones de lo que constituyen la cuantos proyectos en proceso. lectura profunda y la lectura “En una sabatina de la escue- rápida. El Alejo recuerda que la, preguntaron nombres de tenía dos tipos de lectura: cier- pensadores, y yo me paré, con tas novelas “de esas entreteni- todo el pujo de sorprender, y das” como Los tres mosque- dije: ¡Platón! La profesora me teros, y textos como aquella pidió pasar al pizarrón para compilación de biografías, que escribir ese nombre y lo es- jamás va a olvidar. cribí… ¡pero con p minúscula! A los once años, y como ya Esas experiencias me encanta era costumbre, Alejo fue pre- recordar porque son los golpes miado en la escuela. Enton- que he recibido contra mi vani- ces, “mi santa madrecita me dad, que son bastante buenos, sacó en el periódico, y tiempo especialmente en la política.” después, en plena época de Por esos años, en la Escuela radicalismo de la escuela de Espejo experimentaban con el Sociología, alguien se había llamado IQ (intelligence quo- conseguido esa foto y me sacó tient), que pretendía medir en la cartelera…”, emociona- destrezas y habilidades cere- do. Tal parece que cualquier brales de los niños. Alejo sacó cosa que su madre haya hecho el puntaje más alto, mientras o dicho en vida podía ser para que su hermano Marco, aun- el Alejo un motivo de celebra- que no entendía lo que leía, ción. logró ser el que más palabras Foto: César Morejón 8 Rocinante Alejandro Moreano Poesía en bicicleta I Imaginemos ya a un esco- lar que aguaitaba a una mu- chacha del barrio. La chica era el mito romántico de todos los compañeros de esquina y por eso, los chicos salían jun- tos a montar bicicleta por ahí para ver si la encontraban. Imaginemos a ese muchacho y pongamos que había leído a Baudelaire y que había memo- rizado Las letanías de Satán: Tú que pusiste en los ojos y el corazón de las muchachas, el culto de la llaga y el amor de los andrajos, ¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga miseria! Enamorado –o creyéndose enamorado–, el joven soñaba con ganar algún día el premio Nobel de Literatura y lograr el cometido de conquistar a la bella vecina del barrio, quien, además, era hermana de uno de sus compañeros de escuela. Mientras se ocupaba en dar los acabados a su sueño, se halla- ba escribiendo un soneto. Un soneto dedicado al opio. Pero, ¡¿qué carajo era el opio?! La fa- milia del Alejo se llevó un gran susto con este escrito, aunque, rápidamente, se evidenció que el muchacho tan solo quería imitar la línea del poeta maldi- to a quien, en su adolescencia, admiraba. Rocinante 9 PERFIL INACABADO La madre que Entonces piensa en su madre de otra manera y recuerda, contaba películas de escarbando un poco, que ella había tenido un romance juve- nil con un escritor lojano, un amor tal Pablo Palacio. “En un viaje que hice a Loja –ya muerta mi madre–, paseaba yo junto a un H Había mucha imaginación riachuelo, y al cruzar el puen- rondando los pasillos y habita- te, me imaginé el romance ciones de esa casa quiteña. Mu- ¡y sentí unos celos! Celos tar- chas historias. Como aquellas díos...”, acepta, riéndose por la que llevaba Gertrudis por las complicidad que ha ensayado noches, luego de salir del bra- consigo mismo. “Un Edipo tar- zo de Marco, para ir al cine. dío”, prefiere llamarlo él. Alejo y su hermano esperaban a sus padres, solos en casa, pe- Entre la madre de ro sabían que al volver de la función, mamá les contaría lo carne y hueso que la pantalla había mostra- do. “Si tengo algo de narrador es porque ella me enseñó a y la Dolorosa del contar –dice el Alejo, mirando a un punto que juega a esca- Colegio bullirse–, ella era teatral, vivía el mundo de la revista chilena Ecran, estaba enamorada de A Gary Grant…”. Aunque el tío-primo Benja- Cuando Alejo había cum- mín estaba convencido de que plido ya los 17 años, murió su los jesuitas eran poco menos padre. Entonces, “se creó una que la maldición descrita en fetichización de los dos herma- García Moreno, el santo del nos: mi hermano era mi padre patíbulo, Alejandro Moreano y yo era mi madre”, recuerda entró al Colegio San Gabriel, el hombre que ya para este una emblemática institución instante ha dejado de hablar jesuita en el Ecuador. “Yo pien- desde el discurso del púlpito so –dice Alejandro– que la vi- académico y se enfrasca en sión de Carrión se remontaba recuerdos y anécdotas. Pero, a la época garciana, porque los enseguida prefiere matizar jesuitas de mi época eran los la triste evocación con humor. más progresistas y estudiosos 10 Rocinante
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