La historia del soldado que cambió el mundo romano para siempre Nacido cerca del río que marcaba la frontera entre el Imperio y el territorio de los godos, a quienes los romanos consideraban unos «bárbaros» violentos e incivilizados, Alarico tuvo una infancia dura: separado de los brazos de sus padres, creció sin los privilegios de la supuesta pax romana en una sociedad fracturada donde la intolerancia y los prejuicios contra los extranjeros estaban a la orden del día. Años después, Alarico buscó la gloria alistándose en el Ejército imperial, pero, a pesar de sus hazañas militares, Roma le negó una y otra vez convertirse en ciudadano de pleno derecho.
Decepcionado ante tal injusticia, su grito de furia congregó a los godos marginados y los convenció para marchar contra el opresor y poner fin a su injusto gobierno. El historiador Douglas Boin nos revela con maestría narrativa una cara desconocida del mundo romano, consumido por las guerras civiles, la intolerancia religiosa y la discriminación hacia los forasteros, y relata la rebelión de un hombre en busca de respeto y dignidad. En Alarico el Godo cobra vida la compleja, plural y abierta sociedad de los godos, totalmente alejada del estereotipo de los «bárbaros» y cuyo legado ha dado forma a nuestro mundo.