Aladas palabras Correos y comunicaciones en el Mediterráneo A Aurelio Pérez Jiménez Gonzalo Cruz Andreotti (eds.) 3 Ediciones Clásicas Mediterránea N- 5 Aurelio Pérez Jiménez Gonzalo Cruz Andreotti (eds.) ALADAS PALABRAS Correos y comunicaciones en el Mediterráneo Mediten-anea, 5 (1999) EDICIONES CLASICAS MADRID BIBLIOTECA OE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA 0700840195 MEDITERRANEA Serie dirigida por Aurelio Pérez Jiménez Gonzalo Cruz Andreotti INDICE Aurelio Pérez Jiménez y Gonzalo Cruz Andreotti, Introducción. Aladas Palabras^ 1 Primera edición 1999 M" Ángeles Durán López, Bardos, héroes y mensajeros en los poemas homéricos 9 Helena Guzmán Garaa, La escena de mensajero en la Tragedia griega 39 Rafael Gallé Cejudo, Clasificación,f orma y función de la carta erótica inserta en la Novela 57 José Antonio Enríquez González, Mensaje y mensajero en la Comedia latina 85 Ha colaborado en la publicación de este volumen Aurelio Pérez Jiménez, la DGESIC (Curso: CO 94-0827 y la DGU de la Consejería de Educación El mensajero Hermes y las propiedades astrológicas de su plane y Ciencia de la Junta de Andalucía) ta Mercurio. 95 Miguel Peinado Muñoz, © Aurelio Pérez Jiménez Mensajes y mensajeros en la Biblia 123 Gonzalo Cruz Andreotti (eds.) M® Antonia Martínez Núñez, © Ediciones Clásicas, S.A. Correos y medios de comunicación y propaganda en Al-Andalus 133 c/ San Máximo 31,4® 8 Inmaculada Pérez Martín, Edificio 2000 Correos y comunicaciones en Bizancio 173 28041 Madrid José Enrique Ruiz Doménec, Restos de tinta: Sobre la comunicación en el Mundo mediterráneo LS.S.N. 1136-6079 en la Edad Media LS.B.N. 84-7882-385-9 Depósito Legal: M-36193-1999 M" Nieves Muñoz Martín, Impreso en España Palabra poética, palabra epistolar: Las artes cómo sistemas de co municación en el Renacimiento: G Vida, Luis Vives 213 Imprime: EOICLÁS c/ San Máximo 31,4® 8 28041 Madrid Encuademación Cayetano Mateo García, 29. Madrid ALADAS PALABRAS* A. PÉREZ JIMÉNEZ G. CRUZ ANDREOm Universidad de Málaga kqI vvv (l)uXáaato Xap.Trá8os tó aúp^PoXov, aOyfiv TTupó? 4^époi)aav ¿k Tpoías <|)áTLv "y ahora aguardo la señal de la antorcha, resplandor de fuego que traiga noticias de Troya"^ Con estos dos versos bastante bien conocidos, al menos entre los filólogos y lectores de Esquilo, que abren el Agamenón^ el poeta ate niense pone ante nuestros ojos una de las necesidades básicas del hom bre en cualquier época: la invención de instrumentos con los que hacer * En este libro (a cuya financiación ha contribuido la Consejería de Educación y Ciencia de la junta de Andalucía) se recogen la mayoría de lo trabajos presentados en el IX Curso-Seminario de Otoño de Estudios sobre el Mediterráneo Antiguo, de la Universidad de Málaga (16-23 de septiembre de 1996), que fue financiado con ayuda de la DCESIC (CO94-0827). Faltan, por razones distintas, los trabajos presentados entonces por los Fríes. José M'L ucas de Dios y Alfonso Martínez Diez, dignamente suplidos por sendas contribuciones de Helena Guzmán García, discípula del primero, y del Prof. Rafael Gallé Cejudo, a quien agradecemos que nos haya cedido su estudio sobre la función de la carta en la Novela griega. Por último ha parecido perdnente dada la importancia del dios Hermes/Mercurio para'^1 tema que nos ocupa, incluir además un trabajo del Prof. Aurelio Pérez Jiménez, en el que se relacionan los rasgos míticos del dios Mermes con las cualidades astrológicas del planeta Mercurio que tienen en cuenta, aunque no sea de forma exclusiva, la comunicación oral y escrita. ^ A..4g. 8-9. A. PÉREZjrMÉNEZ& G. CRUZ ANDKEOm,e ás.. Aladas Palabras. Correos y Comunicaciones en el Mediterráneo, Madrid, Ediciones Clásicas, 1999. 1 aladas Palabras AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ & GONZALO CRUZ ANDREOTTI llegar la noticia desde un lugar hasta otro más o menos lejano; instru mentos visuales, como éste de las antorchas, o sonoros, como el gong oXK cu tt(09 ol er)u Ptúcai/ri yeycoueiv con que, según Sexto Empírico, comunicaba el ayudante al astrólo TÓCCTO? yáp ICTÚTTO? fjei/, áüTT) 8' oúpai/ói/ ixe, go -subido, lejos del lugar del parto, en una colina desde donde poder PaXXopévíüv aaK€íi)v re ical iTTTroKÓpcüv Tpu(í)aXeLwu observar bien el cielo- el momento exacto del nacimiento del niño^. Hoy KqI TTuXéíüU,.. día, con el desarrollo de la telemática y de tan sofisticados medios de "pero no podía hacerse oír con sus gritos; pues tanto era el comunicación como esos con que nos sorprende a diario la prensa, el estruendo, y el ruido llegaba al cielo al ser golpeados los escu dos, los yelmos de crines de caballo y las puertas."'^ problema está resuelto; y, a pesar de ello, se sigue investigando en la mejo Para Menesteo la solución está en un mensajero. Envía a Tootes -su ra de esos instrumentos. Grandes inversiones económicas, subidas y nombre parlante "Rápido" lo dice todo- que en un momento recorre bajadas de los mercados financieros, el desenlace de conflictos internos o e l argo trecho entre los dos lugares de la muralla y comunica a mundiales, el éxito o el fracaso de los políticos, la suerte de las relaciones Ayante Telamonio los ruegos de Menesteo; gracias al heraldo aquél entre amigos, familiares, etc., dependen hoy, y siempre ha sido así, de la puede acudir con otros cuantos guerreros y repeler el peligroso información, de la llegada en el momento justo y al lugar apropiado de ataque de los aliados de Troya. alguna noticia clave. Antes que Esquilo, bastante antes, ya Homero, que fue quien acuñó el sintagma que nos sirve de título, enea TTTepoePxa, Bastantes siglos después de Homero, casi dos milenios después, los "aladas palabras", recuerda la oportunidad de esas personas, los men carteros circunstanciales o institucionalizados, siguen siendo el medio sajeros, tan indispensables en la vida social y guerrera. Los heraldos grie más eficaz para comunicarse. Como hace en este texto, extraído de la gos hacen de portadores de noticias, de embajadores, tienen sacrosantas selección de leyendas moriscas de GuiUén Robles, el rey de Tanusch, que funciones en misiones religiosas y gozan de inviolabilidad. Aquiles los envía una carta a Alajdar, para que venga en su ayuda a dar cumplida saluda con estas comprensivas palabras, cuando acuden a llevarse a respuesta a las exigencias de Mahoma, también naturalmente comuni Briseida, por orden de Agamenón: cadas por medio de otra carta: Xaípere, KqpuKes, Aiós ayyeXoL f|6é koiI ávSpoiv, ^ aoaov lt'- oú tl poi up-pes éTraÍTioi, áXX' 'Ayapepfwv, AAliuh em, que era andad^or ; y ca^m inóh ocmobn rlea dcaer tlao sy s duiyóolsa, áq uAel asjed alrl.a Yma baal b a(j)WL TTpoíei BpiariíSos' e tve xa Koúpris. punto que liyó la carta y lo que vem'a en ella, gritó un grito que se vun- "Salud, heraldos, mensajeros de Zeus y de los hombres, acer Tr^me"' ^ y caos; en modo algunos os considero responsables a vosotros^ sino a Agamenón que os envió en busca de la joven Briseida. En muchas otras ocasiones se trata de embajadas, de emisarios, que, Y en el canto XII de la Ilíada, cuando Sarpedón y Glauco con sus licios atacan el muro de los aqueos, Menesteo se da cuenta y decide ha- Hom., I/. 12.337-339. R GUILLEN ROBLES. Uyendas moriscas, t. III, Granada. 1886. pág. 252 (ed fac símil, preparada por M-P. TORRES PALOMO. Granada. 1994. Sext. Emp., V 27-28. Hom.,//. 1.334-336. w ALADAS PALABRAS AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ & GONZALO CRUZ ANDREOTTI como un término puramente ornamental, sino cargado de sentido, el de liépoTtes', con que Homero se refiere a los mortales y que en la primera como los de Darío, pagarán con su vida la petición de "«ra y a^a -es acepción de Hesiquio ¡significa "de voz articulada"^. Pero atinaron sobre decir de sumisión- a los atenienses de MUciades ; y a veces rec todo los poetas al fundir todas las funciones de la palabra (transmisión de sofisticados medios para salvaguardar el secreto de los mensa)es^ la noticia, persuasión, inteligencia, justicia, comercio, astucia, engaño,e tc.) ejemplo, el papiro enroUado dentro del vientre de un ^ en un solo dios, el dios mensajero, Hermes, a quien los astrólogos -no sin Hárpago comunica al joven Ciro los planes para vengarse de Cambises . razón, dada su aparente rapidez, propia de un heraldo- le consagraron el o la al^TáXn. "escítala" (especie de bastón donde se enrollaba el men ^planeta Mercurio. saje para ser leído; si estaba desenroUado era Uegible) con que los espa ::Xmunicaban decisiones importantes a- g en"^ Al socaire de esta necesidad intercomunicativa, el espacio mediterrá neo, al que está limitada nuestra Serie^ se convirtió en campo de experi orden a Pausanias de regresar a Esparta para ser ^^ ^^ili- mentación para transmitir noticias y con ello para desarrollar una cultura Pero todo ello, como dedamos. no es mas que expresio más amplia que la de las tradiciones antiguas encerradas entre los muros S'hlana.q ue hace imprescindible el uso de med,os mas o menos per de la pequeña ciudad. Hasta los espartanos de Dcurgo, que guardaban fectos para comunicarse. ^ celosamente la pureza de sus costumbres, tuvieron que ceder ante la No sin razón Aristóteles defima al hombre como ¿ojou TroXiTiKOU, fuerza de la comunicación. Heraldos, mensajeros y embajadores, se sin tieron en todas las épocas tan imprescindibles que gozaban de inmunidad y andaban libremente por las tierras del Mare Nostrurriy portando la gue ciudad, en. .l.a «co.m¡uan.id.a.d, y qh .» JZ J;L:nZroTvecZto. c.om aú.n. do-e. rra, sí, pero también la paz y la justicia, tan estrechamente vinculadas con vida. Nos ''b Tsko del térmiL troXtTtKÓv y definir al la palabra. Hasta los tem'an los dioses, a quienes -como ya sostem'a Jenófanes- hicieron los hombres a su imagen y semejanza. Y si no, vean podríamos tomar un sena comunicarse en el sentido mas a esa hija de Zeus y Hera, la diosa Iris que preside nuestra portada y que hombre como ser vivo q exhibir ante otros las necesi- ha dado su nombre al arco con que el dios de Noé selló la promesa de amplio de la palabra, no en el conscientes los grie- que no habría un nuevo Diluvio Universal. O el dios heraldo por exce dades que a cada especie le dicta su mano cuando percibieron la lencia, Hermes/Mercurio, cuyas funciones como dios de la inteligencia, gos de esta especial condición del animal ,ér- estrecha hermandad entre inteUgencia y palabra e Y de la palabra, de la ciencia, etc. derivan o tienen su expresión máxima en ,uc lo «p». ™hS;..« Z«í.vo^^ el servicio divino de la intercomunicación de Zeus con otros dioses o con los hombres. A Hermes lo vemos en el mito liberando a lo de la vigilan- hombre en el intercambio de y ^ndo aplicaron a las dialéctica. Lo sabían bien aqueUosaedospn y conducta palabras casi todos los epítetos que en . ^j ^j-g^pretar no liépoTTes' av^piúTToi 8iá tó peji€pia}i6ixTii/ exeiv Tf)i/ oirá fjyouv Tf|v (Jxji/iív* humana. Y pensaron en ello los eumologos postenores al P ['méropes: los hombres, por que tienen articulada la ops, es decir la voz."]. Hay que indicar, sin embargo,q ue esta etimología no parece cierta y el sentido del término per manece oscuro. Q". P. CHANTRAINE, Dictionnaire étymologique de la Langue Grecque, III, París, 1974. ^ P aus., III 3.7. Hdt., I 123-124. ® T huc.,1131. ALADAS PALABRAS AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ & GONZALO CRUZ ANDREOTTI üusión de complicadas tramas y gran cantidad de hechos (acción, que es lo que significa 8pd|ia), masacres, guerras, celebraciones, combates, etc., da de Argos, por mandato de su padre, o transmitiendo a Circe y CaUpso sólo posible gracias a los parlamentos del mensajero. Pero, ante todo, se la orden divina de dejar marchar a Odiseo/UUses. o induso acompaña familiarizará con la importancia que tenía el acto de escribir a otras per do a Príamo, también por decisión suprema, hasta la tienda ae Aq e sonas, toda una forma de comunicación que, arrinconada mucho tiempo para recuperar el cadáver de Héctor, en el último canto de la litada, r cumpliendo con la más alta misión del heraldo, mensajero, embaja or y por el teléfono, va recuperando puntos en el mundo actual con las nuevas guía, a él le corresponde conducir los muertos (Hermes psicopompo) formas de correo informático. Hades y entregarlos a Caronte para que éste los cruce d ono lado de 1 Y es que, como testigo elocuente de esa necesidad humana de hacer Esdgia. La rapidez de movimiento propia del encargado de partícipes de nuestras inquietudes y vivencias a otras personas y de das por el uLerso, no nos cansamos de repetirlo es ^nS mÍ aprovechar cualquier ocasión para transmitir nuestro cariño al ser queri que a Hermes se asimüe por los astronomos/astrologo P . do, consolar al amigo, rendir acatamiento al superior, así como para todas veloz, caprichoso e impredecible, de los que los anuguo esas otras manifestaciones que impone la distancia, brilló en el mundo desde la Tierra. Y así Mercurio tomará sobre todo -aunque no excl tente Jús principales cuaHdades astrológicas de esta person^dad antiguo, medieval y renacentista, como en el de ahora, la carta. Todo un arte, éste de la epistolografía, con su retórica propia de fórmulas, de salu heráldica de Hermes, asumiendo el patronazgo ^ j , j. do y de despedida, pero con las mayores posibilidades para desarrollar el la nalabra v la noticia. Pero sobre eUo y sobre los demás aspectos del ser dcií^ost^ enT a historia del Mediterráneo hablarán los disantos autores ingenio, la imaginación y la capacidad literaria del que se comunica a través de la escritura. Es la carta un documento que después de cientos, de los capítulos que integran este libro. de miles de años, provoca el milagro de hacernos sentir nuestra condición En eUos el lector se informará de los deiaUes de ser humano, de Cwou ttoXltlkóu, en el sentido que dábamos al sin organizó sus propios medios de comunicación o de la proyecci q tagma aristotélico; y con ella, con la carta, podemos abrir nuestra alma ZZn distintas Lferas de la cultura la figura de. ante otros semejantes que experimentan, al fin y al cabo, las mismas querido que las contribuciones se lo que tarda- inquietudes, los mismos problemas y las mismas alegrías, más o menos, mensajes o las formas de hacerlos egar, o ^ Mediterráneo para que tenemos nosotros; la carta rompe las barreras del espacio y del tiem ban en recorrer los heraldos los países ribereños e Hemos po y, por mucho que queramos presumir de hombres superiores, autosu- traer y Uevar noticias desde Occidente hasta Onente y vicevers . ficientes, por medio de ella, escrita al modo tradicional o en forma de buscando sobre todo otros aspectos sin duda mensaje electrónico, volvemos a recuperar nuestras aristas de animal humano, reflexivo por un momento, cuando solos, ante el ordenador, un lector no especializado, pero que, tratados i,, científica, resultan útiles también para los sentido de miramos la pantalla del siglo XXI. páginas de este libro, el lector se 7;Tt,^eación en Por eso creemos que el mejor resumen de cuanto en este libro se las palabras con las que se enuncia el mundo de 1 ^ encuentra puede ser, y sirva eUo de rúbrica a estas aladas palabras.um Homero; y captará la importancia que mvo el ^ ^ teatro (Tragedia griega y Comedia romana) espectadores la ümitaciones técnicas, el escenario proyectara sobre los p AURELIO PÉREZ JIMÉNEZ & GONZALO CRUZ ANDREOTTI breve carta con la que un hermano se dirige a otro en la Grecia alejandri na para comunicarle cosas tan cotidianas como una oportunidad de boda, la petición de productos del país, o el saludo a los familiares. Cosas de aquellas cartas en papiro que no son del todo ajenas a las nuestras elec BARDOS, HERALDOS Y MENSAJEROS trónicas: EN LOS POEMAS HOMÉRICOS "Lucio a su hermano Apolinar, salud. Desde la muerte de Zópiro hay quienes pretenden a Tais, la hija de Anfitales; y como tú me hablaste una vez sobre ello, te lo hago saber para que, si sigues interesado, te decidas antes de que te la quiten; pues el hijo de Sebastino ya no tiene madre. M® A. DURÁN LÓPEZ Universidad de Málaga Si haces salazón de pescado para tí, envíame una vasija. Saluda a los niños de mi parte y de Isidorión. Te deseo que sigas bien. Nuestro siglo se caracteriza, entre otras cosas, por haber alumbrado, Así pues, mientras Apolinar toma su decisión sobre la viuda de en otros muchos campos y también en el de las comunicaciones, impor Zópiro, abramos ya las páginas de este libro sobre Correos y Comunica tantes avances técnicos que se hacen triviales en plazos cada vez más bre ciones y aprendamos un poco más sobre la historia anterior de uno de los ves; pero, paradójicamente, ahora, como quizás nunca, la comunicación se ha convertido en problema. Y hay, al parecer, relación entre lo uno y pilares básicos en que se asienta la Sociedad moderna. lo otro, porque cunde la idea de que el desarrollo de los medios de difu sión de masas está en el origen de la atención que, desde distintos ángu los, se presta actualmente a este tema. En ésta, como en otras cuestiones en las que, a última hora, lo que se plantea es el lugar del hombre entre los hombres, podríamos encontrar asombrosos precedentes en los sofistas', especialmente en Gorgias de Leontinos que anticipa en más de un aspecto nuestros modernos puntos de vista sobre la lengua y su modo de actuar sobre el oyente y que hace Precedentes tenemos en las observaciones de Protágoras sobre la modalidad y en Gorgias, especialmente en el Encomio de Helena y en la Defensa de Palamedes. De ello me he ocupado en "Funciones gorgianas de la lengua en el discurso de Calicles", POxv VI 928 ai/in d.C): Ao(ú1kios •AjioXii'apíii) Tip á5€X(()V xaípe^^- 'E"' 10 Actas del Vil Congreso Español de Estudios Clásicos, Madrid, 1989, págs. 155-160, Taí& ToO -Ap-DceaXéos üaX. oi A woT. «pl TOÚTOU. *a.epó. ao. mü ea. 5oKcpaa,s "Ecos en Platón de la Defensa de Palamedes", AnMal, 19 (1996) 5-27 y en "Cuestiones de comunicación", en J. GARCÍA GONZÁLEZ & A. POCIÑAS (eds.), TTiiíans npii^ 7rpoXr|<)>efÍ>'af oú6é yáp ó tou 2caorT€ii«u pnrepa Pervivencia y actualidad de la cultura clásica. Granada, 1996, págs. 107-126. •Eái/ Tapetxta ""Ínfíl ^pol Kcpdpwr Tr€p<|;Jo)r. Ta TraiSia irap ¿poú KOI •laiaojpíüii'OS irpoaaYÓpefule. 'Eppujaeai ae euxopai. A. PÉREZ JIMÉNEZ, G. CRUZ ANDREOTTI, eds.. Aladas Palabras. Correos y Comunicaciones en el Mediterráneo, Madrid, Ediciones Clásicas, 1999. BARDOS, HERALDOS Y MENSAJEROS EN LOS POEMAS HOMÉRICOS M® ÁNGELES DURÁN LÓPEZ Polifemo pide ayuda a sus congéneres gritando OÜtls ge Kreívet 6óX(ú desembocar todas esas reflexiones en una conclusión decepcionante, oúSe 3Lri(|)LP y los demás piensan que debe haber perdido la razón^. puesto que niega la posibilidad de la comunicación . Al margen de este caso la eficacia comunicativa se da por supuesta Con esto Gorgias se sitúa en los antípodas de los poemas homéricos en los poemas homéricos, incluso en situaciones en las que, a pesar de en los que, casi sin excepción, la eficacia comunicativa se da por supues todos nuestros adelantos, tendríamos dificultad material en asegurarla. ta. Cumplida prueba de ello tenemos en las fórmulas relativas a las ülü- Estoy apuntando con esto a los casos en los que Homero pone a con das palabras que se dirigen los héroes. Suponen, en efecto, una conside versar a un griego y un extranjero. En alguna ocasión se podría pensar ración optimista del fenómeno comunicativo, de acuerdo con la cual la que Homero ignora al intérprete^; en otras es evidente que no lo hubo, palabra que emite el locutor va hasta el receptor sin sufrir alteraciones o por ejemplo, en el diálogo entre Aquiles y Héctor enfrentados en duelo singular^ o en la conversación entre Glauco y Diomedes® en la que asis modificaciones en el recorrido. Esta consideración optimista subsiste timos a largos discursos sobre temas que no se prestan, en absoluto, a incluso cuando un personaje se anticipa a la réplica de su interlocutor y la socorrida mostración deíctica: la morosa exposición de su genealo da por concluida la conversación. Así, en el canto XVII de la Odisea gía, sus tristes reflexiones sobre cuestión tan abstracta como es la fuga dice Homero que Telémaco **le dejó sin alas las palabras a su madre. No cidad de la vida llegan sin dificultad al interlocutor extranjero. Para hay interferencias, sino algo parecido al corto y cierro con que los radioa explicarlo se suele hablar de convención narrativa; otras veces se sugie ficionados terminan la comunicación. Pero, como decía, mientras ésta se re que Troya era una ciudad de habla griega, pero el caso es que tam mantenga, las aladas palabras homéricas van del emisor al receptor sin bién en la Odisea todos, incluso Polifemo que nunca había oído hablar sufrir distorsiones en su vuelo. Alguna excepción hay, sin duda. La mas de Troya o de Agamenón, hablan griego. conocida es la trampa del nombre falso que utiliza Odiseo ante el Cíclope' y que, desde el punto de vista de la teoría üngüística, se resuelve La homogeneidad lingüística del mundo en el que se afanan los héro es no puede, sin embargo, extrapolarse al mundo sin más, porque no falta en el juego de la distinta alusividad del signo lingüístico para el emisor y en los poemas alguna que otra alusión a la variedad de las lenguas. para el o los receptores. Dicho juego tiene especial reUeve cuando Tenemos un ejemplo llamativo en el avance del ejército troyano, forma do por hombres de pueblos distintos^. Con los términos KXayyfj y évoirq ^ C f. Gorg. B 3 bis (22) o oíu Tts ün ""P' érépt, ToO wpdruaTOS ¿ui^rjaet aU ra. ' O d. 9, 408-412. Sé <^ó4>ou. dKovxras; dpxn.^ r^P oi ' Algo semejante es lo que hace Jenofonte en An. 7, 2,17-18: aunque nos informa de xpdiixa dUd Xó-yov. Sobre esto, véase F. R. ADRADOS. "Lengua Ontologta y xpwjia. OAAO y ^ nn orwiQTn 340-365 V 99( 1971) 285-309, reco- que, cuando fue a entrevistarse con Seutes, el rey de Tracia, lo acompañaba un intér Lógica en los Sofistas y en Platón , m 96( 1J71) 34U y^ ^ la prete -prueba, como apunta C. COULET, Commmiquer en Gréce ancienne, París, gido en Palabra e Ideas. Madrid. 1992. y E. GANGUT.A." Teonas 1996, pág. 212, de que no lo entendía- el diálogo recogido parece desarrollarse direc Ldgüedad" en E. GANGUTIA (ed.).I ntroducción a la lextcografía tamente, omitiéndose la mediación del intérprete entre los interlocutores. 1977 págs. 3-60. especialmente pígs. 19-23. Por mi parte pienso que Gorgias solo II. 22, 249-366. niega la comunicación racional de los contenidos éucos y axiologicos. ' I I. 6,123-236. ^ O d. 17, 57. 'I I. 3,1-14. 'O d. 9, 364-367. 11 10 Bardos, heraldos y mensajeros en los poemas homéricos ^ ÁNGELES DURAN LÓPEZ rando que incluye instrucciones sobre su propia muerte'^. Aunque el M carácter oriental del episodio es evidente para todos^"*, la justificación más Homero sugiere que en él se mezclaban las lenguas, porque no todos tení común para esta enigmática presencia de la escritura apuntaba a un eco an e"r:::sm?acel ni hablaban del mismo -^o ext.emo^^^^^^ mal integrado del pasado micénico. El descubrimiento, a mediados de este siglo, en un palacio de Sargón II de tablillas dobladas semejantes a dondrel eptooTapPaPpX°^^^^ "e Ipüca a los carios de MUeto'". las descritas en este pasaje de la Ilíada ha permitido a R. Bellamy'^ pro poner que, por el contrario, se trata de la inclusión de un elemento de la L'zss «s»,v ,í«. srst r; época de la redacción del poema y en ello se apoya para defender el carác ter, a su juicio, inequivócamente escrito del arte de Homero. No es ésa la observación que aparece e Hefesto finge marcharse "a cuestión en la que yo pretenda entrar ahora. Lo que me interesa de veras Afrodita-, para sorprenderlos /n /wgíWí, Finalmente y aunque en las tablillas de Sargón es que constituyen una colección de impreca Umnos, junto a los sintias Vctfhav oue concll'í todo el ciones que el rey debía usar para maldecir a sus enemigos, aspecto que pueda sospecharse que es una mterpo a ' [gnguas de Creta que encaja bien con la tablilla de Belerofonte, la primera cartaf atal de la lite reüeve que merece a la nouc.a sobre tm naú- nos °^^;;^"3°ImrXservaci se refieren siempre a ratura occidental. Y, en el tirón, recordar que la maldición, sea oral o escri ta, supone tan plena confianza en la eficacia comunicativa que le atribuye frago cretense . Coino vem , afectan a los episo- función mágica. lo que está en los eontenido nuclear de lo narrado, Al amparo de la oposición entre oralidad y escritura, la tablilla de dios comunicaüvos que se sitúan Unmero es igualmente homogénea en Belerofonte se ha colado hurtando la necesaria distinción entre la comu La comunicaaón lingüistica sistemas de signos nicación directa en la que el emisor y el receptor dialogan en presencia^*" cuanto que uniformemente or . -gro en la medida en que se y la comunicación indirecta en la que la distancia o el tiempo hacen indis -signos divinos, como el oral. A eUa se refieren las pensable la mediación de terceros. En la medida en que las reúne, el pri trate de comunicación ^ je los contingentes de los alia- mer verso de la Ilíada -"Canta, diosa, la cólera del Pélida Aquiles"- nos recién citadas alusiones a la ^jcHnción entre la aú6r), la voz aru- permite asentar un primer clivage entre niveles comunicativos. En efec- dos de los troyanos; a eUa '"P°" ,^5 ¿¡oses hacen, a su grado, audi- culada de los humanos, y la ^ para otros, hle o no para los hombres, o audible pa uno y" P^ 13 II. 6, 168-169. Como ya notó Aristarco, en 11. 7, 175-177, se trata de signos que no son letras. Como es sabido, -a ümca „. y de Licia, igno- 14 Cf. M. LÓPEZ SALVÁ," El tema de Pudfar en la literatura arcaica y clásica griega en su relación con la del Próximo Oriente", CFC( Gr), 4( 1994) 77-112. Homero es la carta de Pr q R. BELLAMY," Bellerophon's tablett", CJ, 8 (1988-1989) 289-307. ^ e staba habitada por griegos La distancia entre los interlocutores queda naturalmente limitada por el alcance de la II. 2, 867. Este epíteto plantea KJRK, Iliad: A Commentary, h 10 voz que, como indica O. LONGO,T ecniche della comunicazione nella Grecia antí- micénicos desde finales de la Mad arcaísmo deliberado. ca, Herculano, 1981, pág. 15, se convierte en unidad de medida espacial típicamente Cambridge Universiry Press, 1985, pags. 260-263, p "humana" y "funcional". 11 Od. 8, 294. 12 Od. 19, 175. 13 12