Description:El sheriff entró en la celda y dijo: —Le llegó la hora, muchacho. Del camastro emergió la figura de un joven de barba crecida, cabello rubio, ojos verdosos y rasgos faciales simpáticos, que se cubría con una camisa muy sucia y pantalones que también necesitaban un buen lavado. —He estado oyendo el jaleo toda la tarde —dijo mirando al representante de la ley. —No ahorcábamos a nadie desde hace seis meses.