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Ajedrez a la ciega PDF

287 Pages·1990·35.86 MB·Spanish
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AJEDREZ A LA CIEGA (131indf()ld chess) 13enit() L()pez ~sna()la Club de Ajedrez Benito López Esnaola AJEDREZ A LA CIEGA (Biindfold Chess) EDITORIAL FUNDAMENTOS © Benito López Esnaola, 1989 ©Todos los derech~s para todos los países Editorial Fundamentos Caracas, 15. 28010 Madrid. España Teléf. 319-9619. Fax: 319-5584 ISBN: 84-245-0562-X Depósito Legal: M-27096-1990 Impreso en España. Printed in Spain Impreso por Técnicas Gráficas. Las Matas, 5. 28039 Madrid Compuesto por Francisco Arellano. Juan de Olías, 11-13. 28020 Madrid. Diseño cubierta: Cristina Vizcaíno A mis amigos Leontxo García 0/asagasti y Fernando Montes de Santiago. PROLOGO Todo el mundo sabe que hay hitos bibliográficos que marcan to da una época. Y es que desde la publicación de cada uno de ellos las cosas ya nunca más son iguales. El libro que el lector tiene entre sus manos puede ser considera do como una de /as aportaciones bibliográficas más importantes que se han hecho en los últimos años, y se gana así, por méritos propios, un lugar destacadísimo en la vasta obra editorial ajedrecística de to dos /os tiempos. No sólo se trata de la contrastada experiencia de su autor, Beni to López Esnaola, el insigne maestro de tantas generaciones de jóve nes ajedrecistas, ajedrecista él, publicista y autor de una amplia obra que comprende todos /os temas del ajedrez, desde /as aperturas a /os finales pasando por biografías y un sinfín de otros temas, sino que es la forma de tratar el campo particular del que e/ libro se ocupa, el "ajedrez a la ciega• ("Biindfold Chess" es tal vez una definición más precisa aunque en otra lengua), con una profusión de datos, biogra fías, records, partidas, informes médicos y científicos, curiosidades, etc., lo que hace de esta obra algo único e imprescindible no ya para el ajedrecista de toda condición y categoría, sino incluso para cual quier bib/iómano, historiador, médico o psicólogo. El trabajo que aquí se presenta ha significado una dedicación exclusiva a una tarea que sólo puede calificarse como "ingente". El vacío existente sobre eí tema era prácticamente total. Años de arduo trabajo de investigación, infinidad de .cartas dirigidas a todos /os rin cones del mundo: de Nueva Zelanda a /os EE.UU. pasando por toda Europa en busca de datos y de los propios protagonistas o de aque llos que los conocieron o /os trataron, un interminable navegar por un mar de datos científicos y técnicas difíciles de localizar y compilar, un procesamiento sin precedentes de todos los datos, todo ello, hace 5 de este volumen un auténtica y genuina joya bibliográfica. Y para darnos una idea de la importancia que los grandes juga dores han dado desde siempre al tema de/libro, baste decir que aquí hay partidas y records de nombres como Philidor, Zuckertort, 8/ack burne, Pillsbury, Alekhine, Samisch, Breyer, Najdorf, Kasparov o Zsuz sa Polgar. Quien estas breves líneas escribe ha tenido fehaciente constan cia de cuán largo, difícil y solitario ha sido el dedicado trabajo del au tor de/libro, cuán movido, como siempre, por su amor al ajedrez y a los demás. Pues la esencia de la obra radica en que sirve de ense ñanza o referencia al resto de la humanidad, como auténtico patrimo nio de la cultura. Conjugar todos estos factores logrando un resulta do de tal magnitud e importancia es lo que hace que a partir de aho ra, a partir del mismo momento .en que el libro llega ya a los lectores abriendo ante ellos un nuevo y hermoso mundo, hace que ahora, re pito, las cosas ya nunca sean lo mismo. La historia del ajedrez, incompleta hasta hoy, ya tiene su historia dor y su historia -ya escrita-, un universo hasta ahora desconocido, que por obra y talento del maestro. Esnaola brilla ya con luz propia por los siglos de los siglos. Mas dejemos ahora que, parafraseando la obra operística ver diana, nuestro pensamiento vuele sobre estas páginas con alas dora das. Carlos Almarza Mato 6 PALABRAS DEL AUTOR ¿cuáles son los aspectos psicológicos más destacados del aje drez? En primer lugar, este juego es una de las actividades espiritua les más complejas, en las que la individualidad cuenta más que el en trenamiento, porque la especial capacidad del ajedrecista de talento nace con él, como una predisposición esencial, congénita o heredada, aunque es factible con el tiempo el ulterior perfeccionamiento por la práctica y el estudio. Por eso, pueden destacarse pronto los niños prodigio dotados de este talento parcial, como sucedió con Morphy, con Reshevsky, con Capablanca y en España con Arturo Pomar. Otro genio ajedrecístico, Emmanuel Lasker, campeón mundial durante mu chos años seguidos, se vio obligado a discurrir una verdadera estrate gia del ajedrez, como la militar de las guerras o la de las luchas de un hombre de negocios o la que necesita un artista para destacar y con seguir éxito. Su larga actividad le permitió observar las faltas y venta jas de las medidas tácticas y estrátegicas. y tras quince años de medi tación, cree haber conseguido encontrar algunos importantes funda mentos estratégicos, que expone en su libro de 1907 titulado Kampf (Lucha) con aforismos para las maniobras de una lucha de campeona to. Son estos 41 aforismos de táctica y estrategia que más parecen de carácter militar, y que seguramente serían - y son todavía- muy útiles para el ajedrecista profesional y aficionado. En el jugador de ajedrez intervienen pues, en primera línea, sus cualidades psíquicas congénitas y heredadas y, en segundo lugar, su práctica y entrenamiento para desarrollar una estrategia personal. Se ha escrito mucho sobre las facultades y cualidades psíquicas que precisa un ajedrecista para destacar y, asimismo, sobre la forma o intensidad en que pueden perfeccionarse la inteligencia por la práctica del ajedrez. Era antes opinión corriente que todo gran jugador de aje- 7 drez poseía una gran memoria para poder jugar varias partidas simul táneas, incluso a "ciegas"; pero los estudios psicotécnicos recientes no han confirmado estas suposiciones y, en cambio, han revelado otras condiciones complejas propias de todo gran maestro de aje drez. Veamos lo que han puesto en claro estas investigaciones. Los profesores universitarios rusos J. N. Djakov, P.A. Rudik y N.W. Pe trowsky, estudiaron psicotécnicamente las capacidades o talentos parciales de los grandes maestros de ajedrez en el Laboratorio Psico lógico de la Universidad de Moscú, durante el Torneo Internacional de 1925, celebrado en aquella capital, en la que obtuvieron la aquiescen cia de grandes campeones mundiales Capablanca y Lasker para so meterse a todas las pruebas psicológicas que aquéllos juzgaran nece sarias. También se sometió a dichas pruebas el famoso Reti. Dichas investigaciones acabaron con algunos prejuicios popula res respecto de los maestros de ajedrez. Se creía que éstos eran hom bres distraídos, aislados del mundo y con una capacidad unilateral es pecialísima, como originada en un compartimento-estanco de su cere bro que faltaría a los demás, y el cual estaría desarrollado a expensas de otras partes del cerebro. A las funciones de tal compartimento co rrespondería una memoria fabulosa, visible aparentemente en los ju gadores de varias simultáneas a la "ciega". Sin embargo, el estudio an tes mencionado ha demostrado algo bien distinto: Primero, que la me moria de los maestros de ajedrez no suele ser mejor, en general, que la del término medio de los individuos, y que lo que se comprueba es una memoria de tipo profesional, como la de un músico, filólogo, bi bliotecario, etc. etc. que consiste en el conocimiento confiado y exac to del objeto profesional. Segundo, que tampoco la atención y la ca pacidad de concentración es mayor a la del término medio. Tercero, que, por el contrario, en todos ellos se ha demostrado una rápida cap tación o aprehensión de todo cambio o alteración en el proceso de juego y también del acontecer simultáneo de varios hechos, o cam bios; es decir, que poseen una vivaz atención dinámica, opuesta a la capacidad de distracción, en tanto que la atención estática o concen tración sobre un objeto viene a ser como la de todo trabajador intelec tual corriente, con sus frecuentes olvidos y distracciones. Tal descu brimiento lleva a dichos psicólogos a la importante conclusión prácti ca: que el juego de ajedrez pudiera ser útil para modificar o tratar de la capacidad de distracción de las personas. Resulta, pues, como resumen o síntesis de estos estudios, que no existe un talento especial para el ajedrez, como se creía antes, sino 8 que lo esencial en el jugador del ajedrez es: la predilección y capaci dad para el pensamiento abstracto, formal y objetivo, que le hace pre ferir lo general a los detalles y preocuparse de enfocar lo especial des de un punto de vista general, en lo que se parece al matemático. Sin embargo, entre los dos hay la diferencia de que mientras el matemáti co aplica su pensamiento formal a los problemas y temas abstractos, el jugador de ajedrez lo aplica a temas concretos, pues la partida de ajedrez no es un proceso abstracto alejado de la realidad, sino bien, por el contrario, una lucha vitalmente dramática de la cual deriva su enorme fuerza de atracción sobre los adeptos al juego. Precisando más, el matemático utiliza las formas y vías generales del pensamiento abstracto para aplicarlas a los objetos y temas generales, mientras que el maestro ajedrecista considera desde un punto de vista abstrac to los objetos y procesos concretos especiales. Queda también el aspecto ético-social del jugador de ajedrez que merece un comentario. Sobre este tema ha tratado con gran acierto el filósofo inglés Sir Bertrand Russell en su libro La conquista de la felici dad. Opina este pensador que todos nuestros deseos y apetencias, para que nos produzcan la posible felicidad, deben estar en armonía con la estructura general de la vida y ser compatibles con la salud, con el afecto de las personas queridas y con el respeto de la sociedad en que vivimos. Y luego añade, que todas las pasiones pueden tolerar se dentro de esos límites. De acuerdo con este principio, el individuo soltero o viudo sin hijos, apasionado del ajedrez, no precisa contener se; pero, en cambio; el casado que tiene hijos o carece de fortuna pro pia, está obligado a refrenarse y jugar con moderación para no des cuidar sus obligaciones profesionales. Los minutos de placer que pro porciona el vicio de la bebida y de la glotonería perjudican al sujeto tanto en salud como en su contento, aunque no tenga obligaciones sociales; pero hay deberes sociales perentorios para con las esposas y los hijos, para los ingresos suficientes y para la propia salud, tres co sas esenciales para la felicidad, que quien las sacrifica en aras del vi cio del ajedrez actúa en manera tan vituperable como el alcohólico o el glotón. En suma, el que hace de su afición al ajedrez compatible con sus demás deberes y obligaciones es un afortunado, pero el que todo lo descuida por su pasión de jugar al ajedrez ha perdido su capa cidad de moderación. Se cuenta de Tolstoi a este propósito, que cuando le recordaron que había llegado el momento de presentarse de uniforme para recibir una condecoración militar concedida por sus méritos de guerra prefirió renunciar a ella, por no abandonar una inte- 9 resante partida en la que estaba enfrascado. Otras personas se des componen al perder, como le pasó al gran poeta Alfredo de Musset y llegan a hacerse desagradables y groseros por su violencia o descor tesía; tras una serie de partidas perdidas, jugando con el político Pie rre Lefranc, no pudo Musset contenerse y exclamó que si jugase dine ro no se dejaría ganar tan fácilmente. Aceptada por Lefranc la apuesta, volvió a perder Musset y al tener que rendir cuentas de sus pérdidas lo hizo en forma tan ofensiva que aquél no quiso volver a jugar más con Musset. Para muchos jugar al ajedrez constituye, por el contrario, la mejor distracción o distensión durante las época de crisis económica o en los momentos de grandes preocupaciones. Seguir por el camino iniciado nos llevaría muy lejos, prolongando inútilmente este prólogo acerca de la utilidad social y pedagógica del ajedrez. Remito al paciente lector a que conozca el mundo del "Biind fold-Ajedrez a la ciega" y compruebe qué grandes talentos han existi do en el mundo ajedrecístico. Para llevar a buen fin esta obra, ha sido necesario consultar infini dad de libros, revistas, etc., "revolver" bibliotecas de amigos y la pro pia. Molestar a muchos aficionados y profesionales de nuestro juego. Enumerarlos es tarea poco menos que imposible. Además, como ocurre casi siempre, suelen escaparse algunos nombres. Por ello, pre fiero no citar a nadie. Aunque haciendo una excepción, ya que desgra ciadamente falleció no hace mucho, sí quiero citar el eminente Dr. Ra món Rey Ardid, gran psiquiatra y famoso ajedrecista español. El me animó a escribir este libro y repasó algunos capítulos del mismo, especialmente los relacionados con la medicina en el aspecto que él dominaba. Este libro estaba proyectado y preparado para muchas más pági nas, pero razones editoriales obligan, muy a mi pesar, a "recortarlo" y dejarlo en lo más sustancioso, imprescindible e interesante para el fin propuesto . .S in más preámbulos, entremos en materia. 10

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