Todo empezó con una confusión.
Un simple beso.
Addison se confundió de hermano y besó a Aiden, a partir de ese momento su mundo cambió.
Debían trabajar juntos y solo trabajar porque era lo que los dos querían (o eso era lo que pensaban). Pero acabaron en la cama antes de poner un pie en la oficina.
Debían ser felices y comer perdices, pero la felicidad no es fácil de lograr y más cuando hay personas y sobre todo demonios y miedos del pasado que no te dejan avanzar.
Aiden luchará por su felicidad.
¿Lo hará también Addison?
Conseguirán su felices para siempre… o no.