AGRICULTURA FAMILIAR Y MINERÍA EN EL PERÚ 2019 Agricultura familiar y minería en el Perú. 2019 ©Red Muqui Av. República de Chile 641, Jesús María, Lima – Perú Telf. 01 332-6525 www.muqui.org Sistematizado por: Juan Edwin Alejandro Berrospi Elaborado por: . Grupo de Formación de Intervención para el Desarrollo Sostenible - GRUFIDES / Cajamarca . Centro Andino de Educación y Promoción - CADEP / Cusco . Red Muqui Sur . Centro de Desarrollo Agropecuario - CEDAP / Ayacucho . Pastoral Social de Dignidad Humana - PASSDIH / Junín . Grupo para la Promoción del Desarrollo - ANDES / Pasco Diseño y diagramación: José Carlos Chihuán Trevejo - Sinco Editores 1era Edición: junio de 2019 Tiraje: 500 ejemplares Impreso en Perú, 2019 Se terminó de imprimir en junio de 2019 en: SINCO Diseño EIRL Jr. Huaraz 449, Lima 5 / Cel: 998 037 046 [email protected] / [email protected] Hecho el depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2019-07697 Í ndice Presentación 7 resumen ejecutivo 9 introducción 13 1. i a F mPortancia de la gricultura amiliar 16 P e imPactos de la minerÍa en el erú 1.1 Marco internacional y nacional de las políticas 16 para la agricultura familiar 1.2 La agricultura familiar en el Perú 20 1.3 Importancia de la agricultura familiar 23 1.4 Impactos de la minería en la agricultura familiar 29 2. e i xPeriencias de nstituciones de la red 40 m uqui en agricultura Familiar 2.1 Experiencia en Cajamarca 42 2.2 Experiencia en Apurímac 52 2.3 Experiencia en Junín 61 2.4 Experiencia en Ayacucho 67 2.5 Experiencia en Pasco 74 3. a : gricultura Familiar y minerÍa 83 c onclusiones y aPrendizajes 4. P roPuestas de PolÍticas 89 B iBliograFÍa 97 P resentación RED MUQUI desde sus inicios acuñó como lema distintivo institucional la frase “Red de Propuesta y Acción”, de hecho ello generó toda una discusión interna. Y es que desde el año 2003 en su creación, hubo una pugna entre ser una red de investigación sobre los conflictos sociales generados por las actividades mineras a partir del llamado “boom minero” de los 90 por el precio elevado de los minerales, o ser una Red que acompañe a las comunidades y poblaciones que nos solicitaban apoyo por los diversos “casos emblemáticos” de afectación de derechos que multi- plicaban los proyectos mineros (hasta la actualidad) a lo largo y ancho del país. El acompañamiento de los casos, nos ha permitido en estos 15 años de trabajo conjunto y asociado con nuestras 29 instituciones miembro de 11 regiones del país, plantear propuestas de políticas públicas y modificaciones normativas que permitan en base a los ocho ejes de propuestas que son parte de nuestra Agenda Muqui 2018-2021 , cambios sustanciales en el tratamiento de la actividad minera a nivel nacional que ponga a “la economía al servicio de los pueblos” como ha dicho Papa Francisco en su Mensaje a los Movimientos Populares el año 2015 , y no ponga a la persona al servicio de la economía. En ese sentido ha sido importante ser testigos, de cómo las articulaciones de las organizaciones sociales se han propiciado en los últimos cerca de 30 años, para ejercer la defensa de sus derechos frente a la imposición de la minería en muchos lugares del país han ido cambiado, y eso se puede comprobar en la manera de denominarse. En los 90 e inicios del 2000, se conformaron los llamados “Frentes de Defensa” de las organizaciones, y posteriormente empezaron las denomina- ciones más propositivas como “Frentes de Desarrollo Sostenible”, por el “Buen Vivir”, entre otros. Y es que de “la protesta se pasó a la propuesta” frente a la actividad minera, y nues- tros pueblos originarios y poblaciones en general, plantean sus “alternativas” con- cretas frente a la imposición extractivista, que no son otra cosa que sus actividades 7 económicas ancestrales, a las que ellos se dedican sin mayor o ningún apoyo del gobierno; como la agricultura familiar, el turismo sostenible, y las economías solida- rias y de intercambio; actividades respetuosas de la naturaleza y el ambiente, y que permiten su seguridad alimentaria y la de la población en general, pues cerca del 80% de nuestra canasta familiar (urbana y rural) se origina en la actividad agrícola familiar de nuestras comunidades, y ello permite que nuestros pueblos mantengan la relación ancestral con sus territorios, y sus modos de vida. Es por ello que desde RED MUQUI hemos visto con interés, con la participación de algunas de nuestras instituciones miembro que abordan el tema desde diferentes aristas, como el Centro Peruano de Estudios Sociales – CEPES, el Grupo de For- mación e Intervención para el Desarrollo Sostenible – GRUFIDES de Cajamarca, el Centro de Desarrollo Agropecuario - CEDAP de Ayacucho, la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – PASSDIH de Huancayo - Junin, el Grupo para la Promoción del Desarrollo de los Andes – Grupo ANDES, el Centro Andino de Educación y Promo- ción José María Arguedas - CADEP de Cusco, y las instituciones miembro de nuestra macro región Muqui Sur, abordar las propuestas de agricultura familiar que actual- mente se realizan en 5 regiones de nuestro país (Cajamarca, Apurímac, Ayacucho, Junín y Pasco), donde se realizan actividades mineras, para conocer como estas se han desarrollado sin mayor apoyo del Estado, y conocer los riesgos que las afectan o pueden hacerlo, en particular por la realización de actividad minera en dichas re- giones, con lo que podemos comprobar que es una falacia la llamada “convivencia” entre agricultura familiar y minería. Papa Francisco, nos ha planteado como tarea, quizá la más importante hoy, “defen- der la madre tierra” , para poder convivir en ella, alimentarnos de ella, porque no hay otra forma de que la humanidad y nuestras próximas generaciones tengamos futuro. Por ello debemos proteger nuestra actividad agrícola familiar y nuestras comunida- des campesinas, y sus modos de vida, antes de atacarlos y menospreciarlos. Es la única manera de que nuestro mundo sea viable. Javier Jahncke Secretario Ejecutivo RED MUQUI 8 r e esumen jecutivo El presente documento tiene como propósito visibilizar la importancia de la agricul- tura familiar y los impactos que viene sufriendo por la actividad minera en el Perú. Se examinan cinco experiencias de trabajo de las instituciones de la Red Muqui. ImportancIa de agrIcultura FamIlIar En el Perú, existen más de 2 millones 156 mil unidades agropecuarias que trabajan la agricultura familiar, concentrándose en mayor número en Cajamarca 15%, Puno 10%, Ancash 8%, Junín 6%, Apurímac 4% y Ayacucho 4%. El 87% de agricultura familiar es de subsistencia, donde las unidades productivas tienen menos de 2 hectáreas, seguido del 10% de agricultura familiar intermedia que posee entre 2 a 5 hectáreas y tan solo el 3% de agricultura familiar consolidada posee de 5 a 10 hectáreas. Este sector que es la principal fuente de empleo e ingresos para la po- blación rural del Perú ha venido disminuyendo en importancia debido al abandono por parte del Estado. Pese a ello sigue teniendo valor económico, ambiental, social y cultural, tanto así que incluso las Naciones Unidas ha reconocido su importancia en la erradicación del hambre y la pobreza, declarando los años 2019-2028 como el “Decenio de la Agricultura Familiar”. • La agricultura familiar produce el 70% de los alimentos que consumimos en el país, principalmente cereales, tubérculos, frutas, legumbres, verduras y productos de origen animal. De acuerdo a datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) hasta el 2014 la agricultura familiar produ- cía alrededor del 80% de alimentos en el mundo, por ello juega un rol fundamental en la seguridad alimentaria, conservación de ecosistemas, saberes ancestrales y la cultura indígena. • La agricultura familiar aporta con más de 3 millones de trabajadores que repre- sentan el 83% de la población económicamente activa (PEA) del sector Agrope- cuario, de ello el 38.7% son mujeres. Según informe del Banco Mundial 2018, la agricultura genera uno de cada 4 empleos formales en el Perú. 9 Impactos de la mInería A pesar del gran aporte de la Agricultura Familiar a la alimentación del país y a la generación de empleo e ingresos en las familias rurales, este sector tiene que enfrentar no solo los impactos del cambio climático, sino también las consecuen- cias negativas de la actividad minera; con mayor fuerza en los últimos treinta años debido a su crecimiento acelerado en el Perú. • Un primer impacto sobre la agricultura familiar son las concesiones mineras que se han incrementado de manera acelerada en los últimos 15 años, pasando de 7.4 millones de hectáreas en 2002 a 18.12 millones de hectáreas en el 2017 (Cooperacción, 2017). Es decir, el 15% del territorio nacional tiene concesiones mineras. • La presencia de más de 8,854 Pasivos Ambientales Mineros – (PAM), ubicados en las principales cuencas del país, donde, en su mayoría, se desarrolla la Agricultura Familiar, poniendo en riesgo la producción de alimentos así como la salud de la población. Los niños y niñas de las comunidades y pueblos afecta- dos tienen plomo en la sangre que superan los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud. • La pobreza en zonas mineras se ha agudizado, en las llamadas regiones mine- ras del Perú, afectando al 44.4% de la población rural y la extrema pobreza al 12.8%, siendo los departamentos más pobres: Cajamarca (46.3%), seguido de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Huánuco, Loreto, Pasco y Puno que tienen el 36.8% cada una y, finalmente, en el tercer grupo se encuentra Junín con el 26.2% de pobres (INEI, 2018). experIencIas de agrIcultura FamIlIar Las cinco experiencias de trabajo de instituciones de Red Muqui (Cajamarca, Apu- rímac, Ayacucho, Junín y Pasco) nos enseñan que no es posible la convivencia entre la agricultura familiar y la minería • La primera experiencia relacionada con la defensa de los conocimientos tradi- cionales y el aprovechamiento de las potencialidades de la Jalca en Cajamar- ca nos demuestra que es muy importante trabajar en la conservación de los ecosistemas altoandinos para el desarrollo de la agricultura familiar. Pues ahí donde tradicionalmente fueron lugares de caza y recolección de alimentos son ahora importantes zonas de producción agropecuaria. La actividad minera en la región compite intensivamente con la agricultura familiar y modifica de mane- ra irreversible el ecosistema de Jalca. Por ello, las comunidades campesinas y poblaciones organizadas a través de las rondas campesinas, han adoptado la defensa de su territorio, sus recursos hídricos y sus modos de vida, bajo el enfo- que de ordenamiento territorial y vigilancia y monitoreo de la calidad ambiental. 10