La señora Boynton muere víctima de lo que parece un ataque al corazón y, con ello, hace a su familia el mejor de los regalos: la libertad. Todos tenían razones para desear su muerte, pero ¿alguno de ellos la mató? Hércules Poirot desvelará el misterio y demostrará una vez más que para ver la verdad hay que ser capaz de mirar más allá de las apariencias.