Las brillantes clases magistrales que Umberto Eco pronunciaba en la universidad, junto con una que no llegó a pronunciar.
«Somos como enanos que están a hombros de gigantes, de modo que podemos ver más lejos que ellos, no tanto por nuestra estatura o nuestra agudeza visual, sino porque, al estar sobre sus hombros, estamos más altos que ellos.»
A hombros de gigantes representa para los lectores de Eco un evento festivo. Lejos de las aulas universitarias, de las conferencias académicas y de las ceremonias de honor Eco escribe estos textos a lo largo de tres lustros, para entretener a los numerosísimos espectadores de la Milanesiana, el festival creado y dirigido por Elisabetta Sgarbi.
Son textos que se inspiran a menudo en el tema central elegido cada año en la Milanesiana, pero que luego recorren ríos de repertorios que beben de la filosofía, la literatura, la estética, la ética y los medios de comunicación para devolvernos, en un lenguaje afable, imbuido de ironía, a veces lúdico o mordaz, la quintaesencia del universo de Eco.
La crítica ha dicho...
«Diez siglos en una frase, ese es el método Eco. A hombros de gigantes es una de las más brillantes y majestuosas colecciones de apuntes que un curso universitario podría ofrecer.»
«En tiempos de crisis radical del progreso, de dudas sobre la existencia misma de un mañana (el futuro es una imaginación) y de la obsesión identitaria que coloca las utopías en el pasado, A hombros de gigantes es una bocanada de aire fresco.»
«Una narración que tiene la calidad de las clases de Eco, que sus alumnos tanto añoran [...]. Este libro es una muestra ejemplar de quién era Eco.»
«La lección póstuma de Umberto Eco: para ver desde arriba el juicio universal es mejor subirse a hombros de los antepasados.»
«Este gigantesco sabio a quien nada humano le era ajeno demuestra que lo lúdico no está reñido con lo académico, [...] un pretexto para navegar por los meandros de su vasta sabiduría mezclando filosofía, literatura, estética, ética o el análisis de los "mass media".»