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3 CUADERNOS 39 (2003) encriptado.pdf - La Alhambra y el PDF

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' Patronato de la Alhambra y Generalife CONSEJERÍA DE CULTURA JUUTA DE A1IDALU(LA La presente colección bibliográfica digital está sujeta a la legislación española sobre propiedad intelectual. De acuerdo con lo establecido en la legislación vigente su utilización será exclusivamente confines de estudio e investigación científica; en consecuencia, no podrán ser objeto de utilización colectiva ni lucrativa ni ser depositada en centros públicos que la destinen a otros fines. En las citas o referencias a los fondos incluidos en la investigación deberá mencionarse que los mismos proceden de la Biblioteca del Patronato de la Alhambra y Generalife y, además, hacer mención expresa del enlace permanente en Internet. El investigador que utilice los citados fondos está obligado a hacer donación de un ejemplar a la Biblioteca del Patronato de la Alhambra y Generalife del estudio o trabajo de investigación realizado. : 4\ III 4 This bibliographic digital collection is subject to Spanish intellectual property Law. In accordance with current legislation, its use is solely for purposes of study and scientific research. Collective use, profit, and deposit of the materials in public centers intendedfor non-academic or study purposes is expresslyprohibited. Excerpts and referentes should be i as being from the Library the Patronato of the Alhambra and Generalife, and a stable URL h d be included in the citation. Jt1 1A jE ,uL'Tt . We kindly request that c b i ations r t from sojiqarch be donated to the tg Library of the Patronato of the Alhambra and Generalife for the use of future students and researchers. Biblioteca del Patronato de la Alhambra y Generalife C/ Real de la Alhambra S/N. Edificio Fuente Peña 18009 GRANADA (ESPAÑA) Tel. (+ 34) 958 027 944 (+ 34) 958 027 945 Fax. (+34) 958 210 235 biblioteca.paggjuntadeandalucia.es EL JARDÍN DEL PATIO DE LA ACEQUIA DEL GENERALIFE. I. SU EVOLUCIÓN EN LA DOCUMENTACIÓN ESCRITA Y GRÁFICA MANUEL CASARES PORCEL (cid:129) JosÉ TITO Rojo (cid:129)ESTHER CRUCES BLANCO CARDEN OF PATIO DE LA ACEQUIA OF GENERALIFE. 1. EVOLUTION IN GRAPHIC AND WRITE DOCUMENTATION The study, based on an analysis of the available graph and written documentation, collects the most relevant results, in relationship to the Patio de la Acequia garden, obtain in the agreement subscribed between the Patronato of the Alhambra and the Generalife and the Granada University for "the Study of the gardens of the Generalife and his restoration" In addition to providing many unknown data up until now, the studied documentation permita coknow the garden evolution from the arrival of the Christians to the city until our days, and codate the incorporation and duration of the vegetable and structural elements, analyzing his aesthetic and functional significance in the courtyard. El estudio, basado en un análisis de la documentación gráfica y escrita disponible, recoge los resultados más rele- vantes, en relación con el jardín del Patio de la Acequia, obtenidos en el convenio suscrito entre el Patronato de la Alhambrayel Generalife yla Universidad de Granada para «el Estudio de los jardines del Generalife ysu restaura- ción». Además de aportar muchos datos desconocidos hasta ahora, la documentación estudiada permite conocer la evolución del jardín desde la llegada de los cristianos a la ciudad hasta nuestros días, ydatar la incorporación y pervivencia de elementos vegetales, estructurales yanalizando su significado estético yfuncional en el Patio. - C t e^ imbra y C _ alit._ En 1998 se firmó un convenio entre el Patro- Rafael Delgado Calvo-Flores, y palinológicos, por nato de la Alhambra y el Generalife y la Univer- otro equipo coordinado por Oswaldo Socorro sidad de Granada para el «Estudio de los jardines Abreu. Los estudios de suelo y polen estuvieron del Generalife y su restauración». Los trabajos se asociados a un sondeo arqueológico encargado de desarrollaron durante tres años por un equipo de forma paralela por el propio Patronato que fue investigadores de ambas instituciones coordinado realizado por Manuel Morales Toro. La docu- por Manuel Casares Porcel y José Tito Rojo. Se mentación de archivo necesaria para el estudio fue realizó una relectura del material documental co- transcrita por Esther Cruces Blanco. nocido, se localizaron nuevos documentos escri- En este artículo se analiza la evolución a par- tos y gráficos y se realizaron análisis edafológicos, tir de la presencia de documentación escrita y grá- por un equipo de la Universidad coordinado por fica, es decir, tras la conquista cristiana. Aunque 63 el estudio citado se extendió a todos los espacios gero] ... En los jardines nada hay digno de men- cultivados de la finca, los resultados que aquí pre- ción, aparte del ciprés famoso, del cual.., no ha- sentamos se limitan al Patio de la Acequia, aun- blan Lalaing ni Navagero» 4. La certeza en la im- que, inevitablemente se citan datos de otros jar- posibilidad de conocer el pasado árabe de sus dines en temas en que se encuentran interrela- plantaciones será la tónica general de los estudio- cionados. sos que se acerquen al Generalife. Tan sólo, con cierta imprudencia, pero con posible acierto, Gómez Moreno afirmó que «Volviendo al patio ANTECEDENTES [de la Acequia], lo encontramos circundado por Los estudios sobre el Patio de la Acequia se setos de arrayán y naranjos, como en tiempo de habían limitado hasta 1960 al análisis de su arqui- los moros» 5, afirmación que se efectuaba asu- tectura. Del jardín se daba por sentado la impo- miendo que la descripción de Navagero de 1526 sibilidad de conocer su pasado por el carácter efí- podía extrapolarse a época árabe e imaginando mero de las plantaciones y se limitaba a la reim- que los mirtos que cita el veneciano estarían for- presión de los textos históricos. mado un seto, asunto del que el texto italiano no El escaso conocimiento que de él se tenía a co- habla («ha piu spatii, tutti c ncque abondanti- mienzos del siglo XX se recoge en los diversos es- ssime, ma un tra gl'altri con la sua acqua torrente critos de Francisco de Paula Valladar en parte in- come un canal, per mezzo pleno di belliflimi éditos, en parte incluidos en obras suyas de carác- mirti, & naranci» 6), ni la traducción de Fabié ter más amplio y en parte publicados por entre- («tiene varios patios con sus fuentes, y entre ellos gas en, al menos, cinco revistas diferentes, La uno con un estanque rodeado de arrayanes y na- Alhambra,sobre todo . Materiales que compor- ranjos»7). tan más de cuarenta entregas, por lo general de Salvo esta atrevida extrapolación la norma será pequeño formato, muchas de las veces reiterati- seguir a Valladar en su respetuoso silencio. Fores- vas, que eran avances de un libro que su autor de- tier, que tanta influencia tendría en las opiniones nominaba en ocasiones «El Generalife» , en otras de los españoles cultos sobre el jardín hispanomu- «Generalife: los Granadas y Venegas»(sic) y que sulmán, lo expuso con claridad: «¿Qué debían ser lamentablemente no fue publicado. Bien que so- los jardines de la Alhambra, obras desgraciadamen- bre el jardín aporta poco, su importancia sobre el te efímeras, desaparecidas hoy bajo las tormentas conocimiento de la historia de la finca tras la con- que las asaltaron y de las cuales queda —único tes- quista es sumamente relevante 2. La atención de tigo de su esplendor abolido— una fuente de Valladar por el Generalife es muy tempana, 1887, mármol que surgió bajo la piqueta de los obreros y le acompañó hasta su muerte, 1924. Es muy al pie de la Torre de las Damas?» 8, Torres Balbás significativo que su trabajo más extenso, las tre- mantuvo la misma precaución: «Es relativamen- ce entregas publicadas entre 1922 y 1923, comen- te fácil distinguir en el Generalife las construccio- zara denominándose «Los jardines del Generalife nes musulmanas de las posteriores cristianas, pero en el siglo XVI», cambiara a «Los jardines del muy difícil llegar a determinar cuales son las tra- Generalife después de 1492» en la segunda entre- zas que se conservan de sus jardines anteriores a ga para pasar a «El Generalife y sus contornos» en la Reconquista. Tan sólo las descripciones anti- las restantes, tercera a décimo tercera. guas nos pueden guiar en esa investigación...» 9. El meticuloso trabajo de Valladar se detenía en Es la misma prudencia que hizo a García Gómez los jardines. La importancia de los mismos le ha- manifestar, hablando del Generalife: «Han pasa- cía acercarse a ellos con frecuencia, pero siempre do cuatro siglos. No podemos seguir todas las eta- acababa limitándose a reproducir el texto de Nava- pas intermedias, y hemos de contentarnos con la gero en la traducción de Fabié 3recogida por inicial y la final» 10. Conocimiento de la etapa García Mercadar, que es de donde lo cita. En pa- inicial que hay que entender, de acuerdo con el labras de Valladar: «Hay tantas alteraciones, y de contexto, en un grado altamente reducido y que tal magnitud, en el palacio y los jardines, que no se sitúa en los límites de sus propias palabras: comento la relación transcripta [el texto de Nava- «¡Qué diluvio de literatura, buena y mala, sobre 64 el vergel musulmán! Incluso los libros dedicados de conseguir testimonios excepcionales, saber a jardinería árabe, cuando no son simples colec- dónde estaba y su tamaño, pero salvo que tenga- ciones de fotografías, son nada más que literatu- mos una fotografía, un dibujo o una descripción ra. Pero a mi entender, casi todas estas obras ado- más que improbable, no podremos saber si esta- lecen de un error de principio, que es partir de la ba libre o recortado formando la figura de un ani- estructura actual de los jardines orientales.» li. La mal como se recoge en algunos poemas barrocos, dificultad que García Gómez advierte de conocer y una u otra posibilidad nos dibujarían un jardín la jardinería árabe del pasado deja al jardín como radicalmente distinto. refugio de lo literario, reducto útil para un acer- Segundo, no perder de vista que el patio fue camiento acientífico: «Hemos vencido, con la in- árabe durante más de dos siglos. Y quien conoz- teligencia y el paso de los años, el veneno árabe. ca como funcionan y como cambian los jardines La Alhambra no nos dice lo mismo que a nues- sabe que en ese largo periodo pudo tener elemen- tros padres y, mucho menos, a nuestros abuelos. tos vegetales o inertes, plantas y formas radical- A la «oriental» inventada ha seguido la traducción mente distintas. solvente. Nuestro arabismo ha dejado de ser pin- Dicho esto, las aportaciones de Bermúdez Pa- toresco para ser científico. Queda sólo el islote de reja pueden resumirse en lo siguiente: ■ los jardines» 1. Encontró un trazado del jardín medieval. 12. Caso extremo del acercamiento no científico lo Con paseos solados y que formaban un crucero. plantea Prieto-Moreno cuando defiende que la 2. Identificó un terreno de cultivo enterrado «sistemática naturalista y escueta con que fueron unos 70 cm por una capa que el denominó de trazados [los jardines hispano musulmanes], reba- «escombros». Ese terreno de cultivo se montaba sa los formalismos representativos para crear es- con un espesor de unos 45 cm sobre un «terreno tados de espíritu a nivel individual» y «por esa pedregoso, compacto y duro, incultivable, en el razón estos jardines no pueden considerarse como queconvencional e irregularmente, había excavadas vestigios del pasado, sometiéndolos a un científi- pequeñas cavidades en forma de timbal para la co estudio arqueológico» 13(cid:129) Paradójicamente es- plantación de árboles» 15(cid:129) cribía esto diez años después de que Bermúdez 3. No demuestra, pero deduce y razona con- Pareja publicara los resultados de las excavaciones vincentemente, que las plantas del patio tenían arqueológicas que aportaron datos fundamentales que ser por lo general de bajo porte —obviamen- para el conocimiento del jardín y que motivaron te salvo los árboles plantados en las cavidades an- reflexiones de este autor que hoy, cerca de cuaren- tes citadas— conformando un prado florido co- ta años más tarde, siguen siendo, en lo esencial, herente con los dibujos de jardín de finales de la válidas14. Edad Media, principios de la Moderna, tanto, y Las aportaciones de las excavaciones de Ber- es importante que así lo advirtiera, en el mundo múdez Pareja recogidas en el artículo citado fue- cultural cristiano como en el oriental. ron, en lo referente al jardín del patio, fundamen- 4. Señala la fortuna de que el crecimiento en tales pues permitieron romper con esa larga tra- altura del terreno del jardín en época cristiana dición que manifestaba la imposibilidad de cono- preservara el terreno de jardín medieval. No afir- cer su pasado remoto. ma, pero se deduce con facilidad de su escrito, Es necesario hacer una doble puntualización que el aporte de tierra («escombros» dice él) se importante: produce, al menos en una parte importante de su Primero, recordar el fondo de razón que tenían volumen, de una sola vez, con lo que no ocurre los que manifestaban la imposibilidad de conocer en este jardín lo frecuente en todos los espacios el pasado de este jardín. Incluso con descripcio- cultivados, la elevación paulatina de cota por nes muy detalladas. Podemos, y Bermúdez lo aporte de material a lo largo del tiempo con per- hizo, prolongar nuestro conocimiento, pero no manente remoción de horizontes por las labores saber como era. Si se nos perdona lo burdo del de cultivo. Esa singularidad del Patio de la Ace- ejemplo, un estudio arqueológico puede llegar a quia será la base del estudio que nosotros hemos saber si hubo o no un ciprés, incluso, en el caso realizado y que aquí presentamos. En el texto re- 65 coge también un dato importante, que ese «es- dos granadinos que consideraban inaceptable un combro» se aporta en, al menos, dos fases. Una cambio de la estética del jardín 19. primera colmata los cuadros del jardín hundido Tras este trabajo no ha habido aportaciones sin cambiar su diseño y «nuevas cargas de escom- nuevas referidas al espacio de cultivo. Estudios bro» (p. 29) de donde «surge un nuevo trazado». sobre el Generalife como el de Carlos Vílchez 5. La confirmación de la existencia de un ce- Vílchez20o Antonio Orihuela Uzal 21son im- nador central. Sobre él se apoya Bermúdez en tres prescindibles para el conocimiento del espacio, testimonios, uno, la extrapolación del conocido pero sus aportaciones se sitúan prácticamente sólo texto de Ibn Luyún que sitúa un pabellón en el en referencia a los edificios. En el caso de Ori- centro de un bustan,dos, la presencia del cenador huela tiene interés para nuestro estudio su hipó- en el siglo XIX (aporta como referencia un texto tesis sobre la gestación del patio que se articula de Madoz y una foto de Ayola) y tres, haber en- sobre la diferencia de grados del eje del pórtico contrado él dos vestigios en su excavación: im- norte respecto al de la acequia y la ubicación de prontas en el terreno, que no describe ni dibu- la llamada Casa de los Amigos 22(cid:129) ja16, yla tubería de plomo que alimentaría una Sobre esta base de conocimiento previo se es- fuente central (la fuente central es uno de los tableció nuestro estudio que presentamos aquí motivos recurrentes de los patios andalusíes). estructurado en dos partes. La primera se refiere 6. El sistema de riego del jardín primitivo. al conocimiento de la evolución del patio, la se- Encuentra atañores embutidos en el muro de la gunda recoge la discusión sobre los resultados del acequia que permitían regar por inundación los analisis edafológico y polínico. parterres, cuando estos tenían su superficie 45 cm bajo los andenes. Ese sistema se anuló cuando el EL PATIO TRAS LA CONQUISTA DE ACUER- jardín subió su altura. Bermúdez Pareja se separa DO CON LA DOCUMENTACIÓN DE AR- de la habitual adscripción del texto de Navagero, CHIVO (ANTES DE 1766, FECHA EN QUE que describe un prado que se inundaba mojando COMIENZA A HABER DOCUMENTACIÓN a los paseantes, al Patio del Ciprés de la Sultana y GRÁFICA) apunta la posibilidad de que se tratara de este Pa- tio, inundable, de la Acequia. Una relectura del El nombre del patio original italiano permite claramente la lectura de Jesús Bermudez 17. «In un spatio tutto verde, & En los documentos del Archivo de la Alham- fatto un prado con alcuni belligimi arbori, si fan bra se recoge a lo largo de todo el siglo XVI la venir 1'acque di tal maniera, che cerrandosi alcuni referencia al patio como «de los arrayanes», la canali senza che l'houmo se ne aveda, stando nel más antigua de ellas, de 1526, como «cruzero de prato si sente crescer l'acqua sotto i piedi, si che los arrayhanes» y «patio principal de los arrayha- si bagna tutto. foRi poi ancho mancar senza fatica nes»23. La denominación coexiste durante el alcuna, et senza ch'alcuno vedi come» 18, texto XVI con la de «la acequia» que acabará suplan- donde no se indica ninguna noción de trayecto tándola. El nombre «Patio de los Arrayanes» pa- que permita atribuirlo al Patio del Ciprés de la rece prevalecer en esta época, hasta el punto de Sultana. que en un documento se recoge «patio de los Estas seis aportaciones de la excavación reco- Arrayanes donde esta la alverca larga», denomi- gida en el primer artículo del número uno de nación que nos parece extremadamente clara Cuadernos de la Alhambra significaron un cambio sobre este particular 24(cid:129) La referencia a «Patio de radical en la forma de entender el patio y moti- los Arrayanes del Generalife», seguramente para varon su restauración en 1960, primera vez que diferenciarlo de Patio de los Arrayanes de la Al- se producía tras un estudio científico. Lamenta- hambra, ofrece la tentadora posibilidad de con- blemente no se incorporaron algunos de los ha- vertir esa combinación terminológica en un gené- llazgos de Bermúdez Pareja, seguramente para no rico para determinados patios nazaríes, aquellos alterar en exceso la imagen turística del monu- que presentan una superficie de agua central ro- mento, y aun así sufrió serias críticas de destaca- deada con esta planta. 66 Las plantaciones el jardín de la Fuente Redonda, donde los cidros se colocaban en las paredes, «naranjos, cidros y Los arrayanes del patio aparecen referidos de limones», «los quales oy dia estan muy buenos y forma sistemática en casi todos los documentos ban creciendo para con ellos hazer unos arcos que conservados en el Archivo de la Alhambra y en vengan a dar por encima de las fuentes» (doc. de algún caso se habla de su gran tamaño, «para 1 de julio de 1572, respuesta del testigo Miguel aderec^ar los arrayhanes altos del patio se conpro Jayme). Esta última frase ofrece la posibilidad de un real de tomi^a» (1581, febrero 20, leg. 363. ser la primera descripción de una forma jardine- fol. 171-172v) 25(cid:127) Aunque sabemos por otras re- ra que luego tendría fortuna en Granada, las glo- ferencias que los arrayanes eran sometidos a recor- rietas de arcos de ciprés que hemos estudiado en te en la Granada del XVI formando mesas, sillas otro lugar, bien que aquí realizadas con otro ma- y otras cosas gentiles, seguramente por tradición terial vegetal, los cítricos 28. andalusí o, más restrictivamente, nazarí y que hay Hay referencias a «los c^espedes que se pusye- diversos poemas que nos sitúan recortes de topia- ron para hazer los prados» 29(1526, doc. cit.). El ria con figuras de animales en el Generalife 26 hay término prado es en esta fecha uno de los sinóni- también en los legajos referencias a este recorte en mos de jardín. Es el que con más frecuencia uti- el patio, «muchos arryhanes hechos en mensas [en liza Navagero en sus descripciones de los patios el Generalife] que una cosa que da grande gusto del Generalife. La frase de este documento desvela e contentamiento», como testifica Alonso Mora- inequívocamente que esos prados se mantenían les, hortelano de la Alhambra el 29 de marzo de con incorporación de césped. La técnica medie- 1571 (leg. 363, doc. de esa fecha). val solía consistir, como recoge Alberto Magno en Además de esta planta se citan, repetidamen- su «De vegetatilibus», en recoger tepes prados de te, en el patio naranjos, limones, cidros, cipreses, alta montaña e incorporarlos al suelo del jardín rosas —especialmente mosquetas, es decir, Rosa previamente limpiando raíces y semillasy acon- sempervirens,de color blanco—, jazmines y pa- dicionado mediante riego con agua hirviendo, rras, por supuesto flores, aunque sin especificar. para eliminar los restos vivos no deseados 30. Los cidros a veces se citan en macetas arrimadas a las paredes que necesitan «alcayatas para aderezar El trazado el agro de las paredes del estanque» (1581, doc. cit.). Se aprecia que se trata siempre de «plantas El patio presentaba un crucero, es decir un m utiles por solo aten^ion vista y regalo como son cruce de caminos y en él se encontraba un cena- arrihanes morquetes [mosquetas] jasmines naran- dor. «Vieron una 4ena que esta en el cruzero del jos y encañados y parrales y otras muchas flores patio que es una quadra reta sobre los arrayhanes» y plantas» (leg. 363, fol. 153-154, doc. sin fecha (1526, 5 de marzo). Aparecen en varias ocasiones pero fácilmente atribuible a 1571 pues es una res- citas del cenador en los legajos del XVI conserva- puesta asimilable con las realizadas con esa fecha dos en la Alhambra sobre el Generalife y refuer- en la encuesta ordenada sobre las obras de Alonso zan las hipótesis de Bermúdez. La palabra cena o de Granada Venegas tras la expulsión de los mo- cenadorse refiere a veces en la arquitectura nazarí a las galerías de los pórticos en los patios. En al- riscos) 27. Algunas de estas plantas se sometían también gún documento es posible que se refiera no al ce- a recorte o guía para formar figuras. Incluidas las nador sobre la acequia sino al mirador que luego paredes revestidas de cítricos, en varios patios in- se convirtió en capilla y que cae sobre la terraza determinados y, específicamente, en el del «estan- bajo el patio o incluso a los pórticos. que de los peces», llamado también «de los Cipre- Menos dudas sobre la existencia del cenador ses», estanque que tenía una isla en el centro (doc. existen desde que hay referencias gráficas. El pla- de 3 de julio de 1572, respuesta del testigo Cris- no de Hermosilla impreso en 1771 muestra el tóbal de Almaguera) y que en los documentos respeto del trazado circular del cenador en el cen- más antiguos debe ser el denominado, simple- tro del patio y aparece en los grabados y fotos del mente, «el estanque [del Generalifel», también en XIX hasta su eliminación hacia 1890 (la última 67 foto fechada en que aparece es de 1889y en 1892 cuando el jardín estaba hundido, nuestros son- hay ya dibujos publicados sin el cenador, entre deos han encontrado también testimonios de este otros el de la guía de Gómez Moreno). sistema de riego, que posteriormente han podido ser observados con mejor claridad en trabajos posteriores. La pérdida del carácter hundido del El agua en el Patio jardín inutilizó los atanores, que fueron maci- Lógicamente la acequia marca este patio. Se zados, y obligó a un riego a manta por desborda- denomina en el XVI con frecuencia la alberca o miento de la acequia. Una compuerta al final del la alberca larga. Había fuentes en el patio. Una, patio se cerraba y el agua, al no poder circular, más frecuentemente citada es la que estaba en la rebasaba el lecho y se repartía por el patio que, «quadra» o «bajo el tejado de los los mármoles»... según testimonios de los actuales jardineros, se «delante de la sala principal» 31(cid:129) Puede deducirse cubría por una lámina continua de agua. Quizá de los legajos consultados que su ubicación, refe- para evitar que este agua desbordada entrara en el rida permanentemente a la sala, sería, no como la Pórtico Norte existía en el XIX un murillo que conocemos desde mitad del XVIII, junto a la ace- separaba su galería del patio. En esa época y has- quia, sino dentro del pórtico como ocurre con ta las reformas de Torres Balbás la acequia esta- algunas otras fuentes nazaríes. En los documen- ba descubierta en su totalidad, formando una L tos gráficos cercanos a 1840se observa la fuente que puede verse en las planimetrías, grabados y junto al borde de la acequia y la huella en el pór- fotos. tico de una estructura que en algún dibujante de dudosa fiabilidad (Parcerisa) es una fuente baja y (cid:129) Los surtidores de la acequia en otros más fiables (Asselineau, Gerhard) aparece como un cambio en el pavimento. Bermúdez Pareja supuso que la introducción Las fuentes estaban permanentemente en repa- de la doble fila de surtidores que caracterizan el ración, con indicaciones de cambios de tuberías, patio estuvo motivada por razones higiénicas al asunto que facilita su traslado. De las del Patio elevarse el terreno de cultivo en los cuadros por existe una referencia a «el encañamiento que por encimade los andenes. ellos va [los jardines altos] de la fuente que dicen «Sólo el agua de la acequia conservó el nivel de los coetes que esta al fin del alverca larga del medieval, y por eso quedó hundida entre dos quarto principal» 32. Hace pocos años pudimos márgenes sucias, como una cloaca, en vez de su- comprobar que en dicho lugar la fuente que hay, bir, como en los estanques, casi hasta los bordes, que no podemos asegurar que sea la misma, fun- el espejo de su tersa superficie, aquí mansamente ciona «mal» pues el sifón que la alimenta toma fluyente. Sin duda para aliviar el mal efecto, se aire y le hace expulsar el agua a golpes. Los inten- ideó entonces la doble fila de brillantes surtido- tos de «reparación» no han conseguido remediar- res, que desfiguró con su alegría la cloaca moder- lo. No descartamos la posibilidad de que este na y el espejo medieval» 33 «mal funcionamiento» sea en realidad el funcio- Eso lo situaría después de la primera subida de namiento heredado desde la Edad Media, defor- nivel (del XVI, ca.), que colmató con tierra los cua- mado por sucesivos intentos de hacerlo más con- dros pero sin sobrepasarlos, y en fecha indetermi- vencional, de aquí el nombre de «los coetes». nada posterior 34. La explicación de Bermúdez no La acequia ha conocido varios niveles en la al- es, ciertamente convincente, y no parece «fisio- tura de sus muros para adaptarla a la elevación de lógicamente» razonable que la función de los sur- cotas del jardín. Los surtidores, tal y como los tidores fuera «aliviar el mal efecto» de «la cloaca». conocemos entre el XIX y el XX, estaban situados No hay en los legajos de la Alhambra referen- sobre un recrecido, más estrecho que el muro de cias a los surtidores de la acequia. Las referencias la acequia y de unos 25-30 cm. de altura, que más antiguas que tenemos son: una fotografía de funcionaban como un mínimo muro de conten- Laurent cercana a 1865,publicada posteriormen- ción del terreno. Bermúdez Pareja encontró los te como grabado en La Ilustración Española (n.°31 atanores que permitían el riego por inundación de1881) y una factura de compra de 24surtido- 68 res [saltadores] para el Generalife de 1870 35. La Persia en su estancia de 1683-85, y que luego se foto de Laurent tiene bien determinada la fecha usó, con variaciones, pero con los mismos surti- pues está numerada, 242b, y aparece en el catá- dores, para el grabado del libro de este autor logo de este fotógrafo correspondiente al año Amoenitarum exoticarum... editado en 1712 38(cid:129) 186736 No hay que olvidar que existe una referencia Carecemos de hipótesis sobre la fecha de intro- también antigua a surtidores en los bordes de un ducción de los surtidores. La práctica de trato con estanque en Granada, los que encontró Rafael documentación gráfica nos hace ser cautos a la Contreras en el «Patio de los Arrayanes del Pala- hora de sacar conclusiones sobre el hecho de que cio de Comares en la Alhambra»: no se les vea en ninguna imagen romántica. Gra- «De los arrayanes [del Patio de Comares] sa- bados y dibujos del Patio de la Acequia anterio- lía el agua que se derramaba sobre el estanque por res a 1865 hay muy pocos, escasamente tres o numerosos saltadores, según hemos podido ver en cuatro si excluimos las copias. Si de las numero- los restos de cañerías que en el año 1840 se des- sas fotos de 1865 a 1890 solo una muestra los cubrieron» 3^. surtidores, aunque estaban, nada impide pensar En el caso de Comares se ha partido de dar que los grabados no los muestran, aunque pudie- importancia al reflejo de la arquitectura en el agua ran estar. y se teoriza sobre eso no teniendo en cuenta el En nuestra opinión, lo realmente importante texto de Contreras o la existencia de una fuente es constatar que, contra la opinión generalizada, en el centro de la alberca en el llamado plano de los surtidores no rompen la «estética árabe» del Machuca (ca. 1528, aunque la fecha se atrasa se- patio, en cualquier caso imaginada, no conocida. gún autores a 1542, o se apunta su carácter de La operación de acusar los surtidores de «italia- palimpsesto de diversas fechas 40) y en los graba- nos» se produce tras inventarse un gusto de los dosy acuarelas de los siglos XVII y XVIII. Evi- hispanomusulmanes exclusivamente por las aguas dentemente nadie puede hoy por hoy afirmar de tranquilas que no resiste el más mínimo análisis. forma incuestionable que la fuente del centro de Las referencias de surtidores, elevados y bullicio- la alberca de Comares fuera colocada allí por un sos, en la literatura andalusí son abundantísimas rey nazarí, Muhammad V o cualquiera de sus su- y, desde luego, anteriores a los surtidores del Re- cesores, pero hay que admitir que su presencia nacimiento italiano, donde —en dirección con- supone el testimonio más antiguo y que negar su traria a lo que opinan los defensores de las «aguas existencia en el periodo árabe del patio sólo se tranquilas hispanomusulmanas» y del carácter ita- apoya en un prejuicio sobre la estética jardinera liano de los juegos de agua— pudieron llegar por árabe, por otra parte equivocado. influencia de los jardineros moriscos, aragoneses La fuerza de la invención «amor por las aguas y valencianos, que trabajaban en los territorios tranquilas» tiene su más palpable y triste testimo- italianos de influencia o pertenencia española nio en el texto de René Pechére, que reproduci- (significativamente Nápoles y Génova, también el mos, en el que da más importancia al «criterio de Vaticano de los Borgia) 37. autoridad» de Prieto-Moreno que a sus propios Los documentos conservados en el archivo de hallazgos de restos materiales: la Alhambra sobre el Generalife en el XVI son abundantes en recoger las fuentes y surtidores allí «IIyatout lieu de penser que les jets d'eau qui existentes, sobre todo sus arreglos. No se cita la se trouvent dans les jardins actuels [de Irán] ou existencia de surtidores en la acequia del «Patio de dont ji reste des traces, sont de la période safawide. los Arrayanes del Generalife». Lo único que po- A fin, beaucoup des ces jets ont disparu. Au mau- demos aportar sobre su estética es que la referen- solée de Mahan, certains sont détériorés. Mais jis résulte d'une conversation que j'ai eue avec M. cia gráfica más antigua que tenemos de una lar- Prieto Moreno, conservateur de l'Alhambra, qu'en ga acequia, o estanque, con surtidores a ambos tout cas, la tradition islamique s oppose au príncipe lados es persa, recogida en el manuscrito Sloane du jet d'eau. Les fameux jets croisés si célébres du 5232 del Museo Británico, es un dibujo original Generalife ne sont pas d'origine mais ont ¿téappor- de Kaempfer del Talar-i-Tavileh, realizado en tés par les Italiens. Ce qui est islamique, c est le boui- 69 llonnement de l eau á chaque extrémité du canal mais que cabe aducir es que una pintura sirve para fe- le canal lui-méme doit rester tranquille pour permet- char la pintura, no el muro donde se realiza. Aña- tre la contemplation du reflet du ciel dans l eau» 41. damos que Gómez Moreno señaló, en el mismo texto antes citado, la existencia en algunos arcos, Igual ocurre en un texto de Bermúdez Pareja junto al lema de los Reyes Católicos, de «letre- que, llevado de este mismo criterio, identifica la ros árabes y cristianos arañados sobre el enluci- admiración de Navagero por el uso del agua como do». «Letreros árabes» que, pintados en rojo y percepción del veneciano de la «frivolidad de los sin que apuntemos ninguna hipótesis sobre su alcaides cristianos cuando hacían, por ejemplo, fecha, aún hoy existen en algunos intradós. De juegos estúpidos con el agua y la humedad, tan los arcos, pues, lo único que podemos decir es sutil y amorosamente tratada por los alarifes mu- que aparecen en la documentación del XVI y sulmanes»42. Obviamente la observación de Ber- que en nunca en ella se afirma que sean obra múdez no está implícita, sino todo lo contrario, cristiana o reciente. en el texto de Navagero. Se trataba de nuevo de El debate es de interés desde el punto de vista imponer una lectura previa a lo que la realidad del carácter de los jardines hispanomusulmanes, indica, forzando ésta más allá de lo posible. razón por lo que se plantea aquí. Frente a la creen- En este caso que nos ocupa de los surtidores cia general, nosotros opinamos que no era obliga- del Patio de la Acequia lo único que es posible torio en los jardines andalusíes de los palacios que afirmar es que son anteriores a 1865 y que, con fueran espacios cerrados; lo que nos dicen los res- independencia de cual pudiera ser la fecha de in- tos materiales y la documentación escrita o dibu- troducción, su presencia no es contraria a la es- jada es que eran lugares íntimos, ocultos a la mi- tética jardinera de tradición islámica. rada del exterior, pero que, cuando era posible, se abrían a las vistas del exterior y las incorporaban como un componente más del espacio. El carácter cerrado o abierto a las vistas Eso es muy claro en el Jardín Alto de Madinat del jardín al-Zahra, pues el pretil del muro en que se apo- La misma operación se ha producido en lo re- ya lo deja abierto y, también, en un jardín grana- ferente a los arcos que abren el Patio de la Ace- dino, el Pabellón del Partal, Torre de las Damas, quia a las vistas de la Alhambra en la pared oes- donde nadie, que sepamos, ha defendido que la te. Negar que fueran árabes y afirmar que fueron galería de arcos del pabellón del Partal sea obra obra de época cristiana se realiza, no por haber cristiana, mudejar o morisca, y valía la pena re- encontrado un documento que así lo afirme, sino flexionar en la similitud formal y de enfrenta- por tener la teoría previa de que los árabes cons- miento al paisaje de ambos lugares, arquerías y truían exclusivamente jardines cerrados. En este miradores del Partal y del Patio de la Acequia. caso el que los arcos parezcan de fábrica nazarí Hay más ejemplos de jardines abiertos a las vis- obliga a atribuir su construcción a mano de obra tas, Lindaraja, antes de su cierre al paisaje en épo- mudéjar de fecha muy temprana. Vílchez Vílchez ca cristiana (si se confirmará la general opinión de da como fecha de apertura de los arcos 1494 43sin que era jardín) o en algunas casas de Siyása don- apoyo documental y remitiendo a textos y gráfi- de, con una ubicación que también lo permitía, cos de Gómez Moreno `'4, Pavón Maldonado 45 y los patios se abrían con arquerías abiertas al «can- Torres Balbás 46que, en los dos primeros casos til», de acuerdo con las hipótesis de su excavador, contradicen el apoyo (Gómez Moreno y Pavón en Julio Navarro Palazón 48. sus planos señalan los arcos como obra medieval) Sobre la existencia de un paño de pared de di- y en el de Balbás nada se dice en ese sentido. Res- ferente altura en el cierre oeste del Patio de la pecto a su afirmación de que «Aquí [en los arcos Acequia sólo podemos aportar como reflexión junto al mirador] no vamos a tener duda al fechar que, primero, no sabemos como se prolongaba, ya que en el intradós de esos arcos se pintaron el segundo, que el patio, ya lo hemos indicado an- yugo y las flechas y el mote de los Reyes Católi- tes, fue medieval-árabe más de doscientos años, y cos, "Tanto monta, monta tanto"» 47, lo único en ese tiempo pudo cambiar en varias ocasiones, 70 por lógica del funcionamiento de los jardines y de saje lejano, de forma que la intimidad del interior la práctica arquitectónica nazarí. estaba garantizada y el placer del jardín se suple- El corredor que hay tras los arcos, es obra co- mentaba, sin perjuicio de esa intimidad, con el múnmente aceptada como cristiana. Torres Balbás disfrute de las vistas. afirma, y es dato que se acepta por los investiga- dores, que «A este muro se le adosó, por la parte Los encañados de afuera, poco antes de 1671 —entonces se le llamaba nueva— una galería ampliamente abier- Uno de los temas repetidos en la documenta- ta por arcos que se corresponden con los del vie- ción es el uso de encañados en el jardín. Como jo muro» 41. Los planos de estado medieval hipo- ocurre en el caso del cenador, hay problemas para tético que ofrecen Gómez Moreno y Pavón Mal- discernir el uso diferenciado del término, pues donado, antes citados, apuntan también el carác- unas veces se refiere a cañas vegetales, de Arundo ter moderno, no medieval, de la galería. donax,usadas para enderezar o armar vegetales y Los documentos consultados por nosotros atra- emparrados y otras veces se refiere a cañerías de san la fecha de este corredor abierto a, en cual- plomo o barro para conducción de agua para rie- quier caso, antes de 1526, fecha en que un docu- go y fuentes. Es el contexto el que permite en oca- mento de 23 de noviembre (A.A. leg. 363) reco- siones, pero no siempre, diferenciar unas y otras ge «las vistas de los arcos de los corredores que cañas y encañados. En la mayoría de las ocasio- estan en el patyo con una quadra enmedyo». El nes aparece claro que se trata de un artilugio para documento trata de la tasación que hicieron los trenzar vegetales, jazmines, arrayanes, vides. Nun- alarifes de Granada Blas el Piny y Benito López ca se encuentra una referencia específica a que los sobre obras que el comendador Gil Vázquez Ren- hubiera en este patio, suele tratarse de indicacio- gifo había hecho en el Generalife y no indica que nes generales o referidas a lugares donde este re- el corredor fuera «nuevo». El término corredor se curso era necesario, el jardín de la fuente redon- repite en varios documentos del siglo XVI de este da que mira al Albaicín, para cubrir las paredes, mismo legajo del Archivo de la Alhambra: «otro los parrales que debía haber en el patio del Estan- quarto como entramos que es el tercero de este que de los Peces —Patio de los Cipreses o del patio de los arrayanes y las espaldas de el hazia los Ciprés de la Sultana— o la pérgola de parras que Alixares tiene un techo de armadura de una sala cubría la Escalera del Agua 50. mantratada e un corredor que cabe a los dichos Los encañados eran frecuentes en los jardines arrayanes» (12-14 julio 1572), « Vio arreglados granadinos hasta el siglo XIX, fecha en que la cos- los pilares, tejado y suelo del corredor largo que tumbre empieza a decaer, siendo sustituida por esta en el patio principal de dicha casa real que setos vivos, en los casos en que las cañas protegían cae sobre el jardín nuevo» (19 julio 1591). Otro los cuadros, y por alambres, en los casos de empa- documento nos indica que la galería-corredor rrados. La tradición pervive con las mismas carac- existía ya en 1526, el relato de Navagero que se terísticas formales en Marruecos donde se conoce refiere a ella con el inequívoco término italiano de comomamouni y su trenzado basado en rombos, loggia(1563, p. 19v.), traducido correctamente remates en almenillas triangulares y cañas unidas por Fabié como galería. de dos en dos, es el mismo que puede verse en los Evidentemente nuestra aportación se reduce a grabados de Lewis del Patio de los Leones o en las dar a conocer lo que hemos encontrado en los fotos de Ayola, Señán o Laurent del Patio de la documentos y su valoración debe realizarse por Acequia, también otras muchas fotos y dibujos de especialistas en temas constructivos. Como estu- jardines granadinos del XIX. diosos del jardín, lo que nos preocupa es el carác- En la documentación posterior al XVI escasea ter cerrado o abierto del patio. Si el Jardín Alto la mención a encañados (también es más exigua de Madinat al-Zahra, el Partal, Lindaraja, algunos la propia documentación sobre los jardines) y se patios de Siyása y el Patio de la Acequia estaban advierte que comienzan a aparecer otros materia- abiertos al paisaje se trata en todos los casos de les vegetales para ese mismo fin —«390 rollizos jardines sobre altos muros o escarpes y con pai- de fresno y mimbres que han traído de Jesús del 71

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EVOLUTION IN GRAPHIC AND WRITE DOCUMENTATION. The study, based on an nolio, árboles de Júpiter, pero su contribución al conjunto ha sido
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