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1 SINÓPTICOS Y HECHOS Sergio Armstrong Cox SUMARIO 1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA PDF

162 Pages·2014·0.86 MB·Spanish
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1 SINÓPTICOS Y HECHOS Sergio Armstrong Cox SUMARIO 1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA: JESÚS Y LA IGLESIA PRIMITIVA 1.1. Jesús a) Origen b) Actividad c) Pascua 1.2. La Iglesia del NT 1.2.1. Origen de la Iglesia en Galilea 1.2.2. La comunidad de Jerusalén 1.2.3. La expansión de la Iglesia en Palestina 1.2.4. La expansión de la Iglesia en el mundo greco-romano 1.2.5. La “segunda generación” cristiana 2. LA TRADICIÓN ORAL SOBRE JESÚS 2.1. Introducción: El estudio de la tradición oral por la Historia de las Formas 2.2. Tres etapas de la tradición oral 2.2.1. Durante la actividad pública de Jesús 2.2.1.1. Tres ambientes de la tradición oral (Sitz im Leben) 2.2.1.2. El modo de hablar y de actuar de Jesús 2.2.2. La tradición oral durante la generación apostólica 2.2.2.1. El impacto de la experiencia pascual 2.2.2.2. Los contextos vitales (Sitz im Leben) de la tradición apostólica 2.3. Las “formas” de la tradición oral 2.3.1. La tradición de las palabras de Jesús 2.3.1.1. Apotegmas (o anécdotas) 2.3.1.2. Dichos de Jesús 2.3.1.3. Las parábolas 2.3.2. La tradición de los hechos de Jesús 2.3.2.1. Historias de milagros 2.3.2.2. Historias de Cristo 2.3.2.3. El relato de la pasión 3. LOS EVANGELIOS 3.1. Evangelio y evangelios a) El término “evangelio” en la cultura helenística b) El término “evangelio” en el AT c) El término “evangelio” en el NT 3.2. Surgimiento de los evangelios a) La desaparición de la generación apostólica b) El retraso de la Parusía c) La evangelización de la cultura greco-romana 3.3. El género literario “evangelio” a) ¿Existe el género literario “evangelio”? b) Características de los evangelios 2 3.4. El método de “Historia de la Redacción 4. SINOPTICIDAD DE LOS SINÓPTICOS Y TEORÍA DE LAS FUENTES 4.1. Los hechos 4.2. La prioridad de Marcos 4.3. El uso de Marcos por Mateo y Lucas 4.4. Origen del material no-marcano de Mateo y Lucas (fuente Q) 4.5. Origen del material propio de Mateo 4.6. Origen del material propio de Lucas 4.7. Diagrama 4.8. Apéndice: reconstrucción hipotética de la fuente Q 5. EL EVANGELIO DE MARCOS 5.1. Autor y destinatarios a) El autor b) Lugar y fecha c) Los destinatarios de Mc 5.2. Dimensión literaria 5.2.1. Particularidades narrativas 5.2.2. La estructura de Marcos 5.3. Dimensión teológica 5.3.1. La Buena Noticia del Reinado de Dios 5.3.1.1. Cristología: Jesús, Mesías e Hijo de Dios 5.3.1.2. Eclesiología: el discípulado 5.3.2. Apéndices 5.3.2.1. El final de Marcos 5.3.2.2. ¿Marcos en Qumrán? 6. EL EVANGELIO DE MATEO 6.1. El autor y su comunidad 6.1.1. Autor, lugar y fecha de composición 6.1.2. La comunidad de Mateo 6.2. Dimensión literaria 6.2.1. Rasgos literarios más visibles 6.2.2. Estructura de Mateo 6.3. Dimensión teológica 6.3.1. Cristología: Jesús, el Mesías 6.3.2. Eclesiología: la Iglesia, el nuevo Israel 7. LA OBRA DE LUCAS (HECHOS DE LOS APÓSTOLES Y TERCER EVANGELIO) 7.1. El autor y su comunidad 7.1.1. Autor, lugar y fecha de composición 7.1.2. Características de la comunidad lucana 7.2. Dimensión literaria 7.2.1. Peculiaridades literarias de Lucas-Hechos 7.2.2. Estructura de Lucas-Hechos 7.3. Dimensión teológica 7.3.1. La historia de la salvación 7.3.2. Cristología: Jesús, Señor, profeta y salvador 7.3.3. La elesiología lucana 3 8. LOS EVANGELIOS Y EL JESÚS HISTÓRICO 8.1. Necesidad de la verificación histórica 8.2. Criterios de verificación histórica 8.2.1. Criterios primarios 8.2.2. Criterios secundarios (o dudosos) 8.3. Límites de la verificación histórica 9.- COMENTARIO DEL SERMÓN DE LA MONTAÑA (Mt 5 - 7) 9.1. Aspectos generales 9.2. La introducción: 5,3-16 9.2.1. Las bienaventuranzas: 5,3-12 9.2.2. La responsabilidad de los discípulos: 5,13-16 9.3. Cuerpo del SM.: 5,17 – 7,12 9.3.1. La justicia de los discípulos: 5,17 – 6,16 9.3.1.1. La justicia de los discípulos y la Ley: 5,17-48 9.3.1.2. La justicia de los discípulos sin publicidad: 6,1-18 9.3.2. La seguridad de los discípulos: 6,19-34 9.3.2.1. Falacia de las riquezas: 6,19-24 9.3.2.2. La Providencia del Padre: 6,25-34 9.3.3. Cuatro normas: 7,1-12 9.4. Conclusión: 7,13-27 4 BIBLIOGRAFÍA TEXTO EVANGÉLICO NBJ = Ubieta, José - Morla, Víctor (dirs.) (2009), Nueva Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer, Bilbao, BCB = Guijarro, Santiago - Salvador, Miguel (dirs.) (1994), Biblia de América, Verbo Divino, Estella. Lacueva, Francisco (1984), Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español, CLIE, Barcelona. Benoit, Pierre – Boismard, Marie-Émile– Malillos, José Luis (1987), Sinópsis de los cuatro evangelios, Desclée de Brouwer, Bilbao. MAGISTERIO ECLESIÁSTICO EB = Granados, Carlos - Sánchez Navarro, Luis (2010), Enchiridion Bíblico. Documentos de la Iglesia sobre la Sagrada Escritura, BAC, Madrid. DzH = Denzinger, Heinrich - Hunermann, Peter (1999), El Magisterio de la Iglesia, Herder, Barcelona. INTRODUCCIONES Aguirre Monasterio, Rafael – Rodríguez Carmona, Antonio (2012), Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles, en Sánchez Caro, José Manuel (coord.), Introducción al estudio de la Biblia 6, Verbo Divino, Estella. Aguirre Monasterio, Rafael – Rodríguez Carmona, Antonio (2002), Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles, en Sánchez Caro, José Manuel (coord.), Introducción al estudio de la Biblia 6, Verbo Divino, Estella. Auneau, Joseph – Bovon, Fran¢ois – Charpentier, Étienne – Gourgues, Michel – Radermakers, Jean (1983), Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Cristiandad, Madrid. Bartolomé, Juan José (1995), El Evangelio y Jesús de Nazaret, CCS, Madrid. Brown, Raymond (2002), Introducción al Nuevo Testamento 1, Trotta, Madrid. Delormé, Jean (1987), El Evangelio según san Marcos, Verbo Divino (Cuadernos bíblicos nn. 15- 16), Estella. Guijarro, Santiago (1987), La Buena Noticia de Jesús, Sociedad de Educación Atenas, Madrid. 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Ellos nos presentan su predicación del Reinado de Dios, sus milagros, la creación de la comunidad de sus discípulos, sus relaciones con los distintos grupos del Judaísmo, su permanente referencia a Dios como Padre, su condena a muerte y, finalmente, sus apariciones como Resucitado que dan origen a la Iglesia. Puede decirse que responden a una pregunta fundamental: ¿quién fue y quién es Jesús? Sin embargo, lo más característico de los evangelios es que esta pregunta fundamental va unida de un modo indisoluble con esta otra: ¿Quién es Jesús para mí? 1 Ese pronombre “mí” representa no sólo al autor, al evangelista, sino que a toda una comunidad (o conjunto de comunidades), a la que él se dirige, y en la que ha hecho la experiencia del seguimiento de Jesús. Los evangelistas son portavoces de las comunidades a las que dirigen sus evangelios y, aún más radicalmente, son fruto y reflejo de la fe de ese grupo eclesial. Ciertamente, las preguntas, alegrías, temores, crecimientos en la fe, desafíos misioneros, etc. han influido en nuestros evangelios. Los evangelistas han pretendido responder a esas preguntas, animar la fe y la misión favorecer la conversión de esos cristianos concretos. Aventurarse por los evangelios no es fácil. Es más, un notable especialista español afirma que son los escritos más difíciles del Nuevo Testamento (NT) 2. Se trata de un juicio que comparto plenamente. También este autor afirma que a menudo se leen mal. Es otra apreciación que hago mía. Su lectura se hace de buena fe y en algunos casos a costa de mucha entrega y esfuerzo, pero con escasa formación sobre ellos. Este curso pretende aportar un grano de arena a esa tarea. Cuando los evangelios se leen con atención es posible descubrir una serie de problemas que no son de fácil respuesta, sino que requieren de explicaciones prolongadas, más profundas que las que da la catequesis común de la Iglesia (orientada a la entrega de lo básico a un amplio público). Algunos de ellos son los siguientes: ¿Por qué en los tres primeros evangelios (Mateo, Marcos, Lucas) existen semejanzas tan notables y a la vez diferencias a primera vista tan irreconciliables? Un ejemplo: En las bienaventuranzas existe una semejanza tan estrecha de vocabulario, estructura de las frases, género litario, etc., entre el texto de Mateo (5,12) y el de Lucas (6,20-23), hasta el punto de que nadie duda de que se trata de unas mismas palabras de Jesús volcadas en dos versiones diferentes. Sin embargo, ¿por qué hay tantas diferencias? Mateo tiene nueve bienaventuranzas y Lucas sólo cuatro; en este último hay cuatro maldiciones que no aparecen en el primero. Ciertamente no da lo mismo hablar de “pobres de espíritu” (Mt 5,1) que de “pobres” a secas (Lc 6,20). Y no son todas. ¿Por qué el orden de los acontecimientos cambia a veces tanto de un evangelio a otro? Un ejemplo: ¿Jesús pronunció el padrenuestro en su discurso inicial (el “Sermón de la Montaña”) (Mt 6,7-13) o a mediados de su ministerio como respuesta a una petición de sus discípulos (“Señor, enséñanos a orar...”) (Lc 11,1-4)? Los tres primeros evangelios (los llamados “sinópticos”) dejan una fuerte impresión de 1 Al igual que los rostros de Jesús pintados por nuestros hermanos cristianos hortodoxos (los “íconos”), que pretenden presentarnos no sólo al Jesús que fue sino también al Jesús descubierto y experimentado por el autor. 2 Guijarro1987, 7. Este apunte le debe mucho. El enfoque general de la obra y la selección de los temas han sido muy inspiradores. Le estoy muy agradecido. 8 fragmentación en su texto. Efectivamente, es posible (no recomendable), por ejemplo, leer Marcos 6,30-44 prescindiendo de las cuatro perícopas (pequeñas unidades) anteriores (6,17-29; 6,14-16; 6,6b-13 y 6,1-6) y comprenderla en términos elementales. Sin embargo, en el evangelio de Juan estamos ante un panorama completamente distinto: largos discursos y relatos de milagro. ¿Por qué tanta diferencia? ¿Por qué el anuncio fundamental de Jesús es, en los sinópticos, la cercanía del Reinado de Dios y, ella está tan ausente en el evangelio de Juan? 3 Jesús no dejó nada por escrito y tampoco sus discípulos “tomaron notas” de sus palabras y acciones, como tendemos ingenuamente a creer. Nuestros evangelios son obras tardías 4 que pertenecen a la segunda generación cristiana. Fueron “publicadas” sin el título actual que indica el autor (lo que hace problemática la determinación de su autoría). Y entre estas obras y Jesús se interpone un largo período de tradición oral. Sin embargo, la tradición oral antigua es muy diferente a la actual. De partida, casi toda la enseñanza de los maestros judíos se transmitía oralmente y era memorizada por sus alumnos. Era el modo corriente de enseñar y aprender. La escritura se utilizaba como un medio auxiliar de una tradición oral que era muy consistente en sí misma. Como veremos en la parte correspondiente, la tradición oral es una “memoria comunitaria” cuyo funcionamiento es muy diferente a la memoria individual. Una comunidad recuerda aquello que utiliza en determinadas actividades o situaciones comunes. Su memoria se traduce en “pequeñas unidades” (perícopas) que se pueden detectar a simple vista en nuestros evangelios sinópticos. Estas perícopas se pueden clasificar en “géneros” (por ej., “parábolas”, “sentencias”, “anécdotas”). Comprender cada uno de estos géneros es crucial para captar el mensaje de los evangelios. El paso siguiente fue la formación de colecciones escritas utilizadas como ayuda para la evangelización y catequesis. La tendencia parece haber sido la de agrupar el material semejante entre sí (colecciones de sentencias, parábolas, relatos de milagros, etc.). En un comienzo no parece haber sentido la Iglesia la necesidad de contar con obras escritas que dieran una imagen global de Jesús 5. Bastaba la predicación. Sin embargo, ya en los años sesenta (a treinta años de la pascua de Jesús) comienzan a morirse los testigos directos de Jesús y la adaptación del mensaje al mundo greco-romano comienza a dar lugar a desviaciones doctrinales. Parece haber sido Marcos, ayudante de Pablo y Pedro, quien fue el primero que compuso un “evangelio”, entre el 60 y 70 de nuestra era. Para ello se valió de la tradición oral eclesial y de algunas colecciones escritas para realizar una obra de conjunto que es una especie de “biografía de de Jesús”, centrada en su ministerio. Su ejemplo fue seguido por Lucas (ayudante de Pablo) y por el autor del Evangelio de Mateo, cuya identidad desconocemos. Ambos evangelistas utilizaron como fuente el Evangelio de Marcos y una fuente escrita desconocida que hoy llamamos la “fuente Q”. 3 A excepción de Jn 3,3 y 3,5: ¡sólo dos pasajes! 4 Marcos entre los años 60 a 70 de nuestra era; Mateo entre el 70 y el 90; Lucas entre el 70 y el 100, y en Juan hubo varias redacciones que pueden ir desde poco después del año 70 hasta el 90 también de nuestra era. 5 Hoy nos produce perplejidad lo que cuenta Clemente de Alejandría, maestro cristiano de la segunda mitad del siglo II, quien afirma que al enterarse Pedro de que Marcos estaba escribiendo su evangelio “ni lo impidió ni lo estimuló” (Eusebio de Cesarea, HE, libro VI, cap. 14, parr. 7 (BAC, Madrid, 2002, p.376). 9 1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA: JESÚS Y LA IGLESIA PRIMITIVA 1.1. Jesús 6 Los textos evangélicos hunden sus raíces en la historia de Jesús y en la de las comunidades de donde surgieron. En esta primera sección presentaremos una síntesis que nos permita situarnos en ambas, sin perjuicio de posteriores profundizaciones. a) Origen Jesús pasó la mayor parte de su vida en Nazaret, una pequeña aldea de Galilea, situada cerca de las fértiles llanuras de Esdrelón y del lago de Genesaret. Su padre era carpintero, un oficio estable, que por entonces abarcaba también diversas faenas de la construcción. Además de su profesión, Jesús parece un buen conocedor de los procesos agrícolas y de las labores de la pesca. Su formación no fue intelectual, sino que hunde sus raíces en la vida cotidiana de su aldea, observada cuidadosa y reflexivamente. Como todo buen judío acudía a la sinagoga para conocer la Ley de Moisés. Allí seguramente aprendería de pequeño a leer y escribir, y a través de ella habría entrado en contacto con escribas y fariseos. En la peregrinación anual a Jerusalén debió conocer el culto del Templo, así como todo el comercio que estaba montado sobre él. Los evangelios coinciden en relacionar sus comienzos con Juan Bautista. Jesús fue seguidor de Juan, como lo demuestra el hecho de que se hizo bautizar por él. Compartió la convicción de éste según la cual el fin del mundo estaba cerca y sólo el arrepentimiento radical podía salvar al pueblo del juicio. b) Actividad Cuando Jesús comienza sus viajes se encuentra con una realidad más compleja de la que había vivido en su propio pueblo. Conoció el alcance de la dominación romana, la actividad de los distintos grupos político-religiosos y, sobre todo, entró en contacto con la gran masa de mendigos, enfermos y desamparados que vivían despreciados y reducidos a una miseria infrahumana. En su ir y venir de aquellos años pudo captar la miseria de un pueblo aplastado por los impuestos y marcado por la división entre unos pocos ricos y muchos pobres. A pesar de todo, Jesús comenzó a predicar un mensaje de esperanza, una “buena noticia” (evangelio), que consistía en la cercanía inminente del reinado de Dios. Esto significaba un pronto fin del mundo en el que Dios derrotaría a los poderes malignos y al pecado humano. En este punto, Jesús se situaba en concordancia con el pensamiento de Juan Bautista y el de los más importantes grupos judíos (fariseos, esenios). Sin embargo, se diferencia de ellos en varios puntos: - Dios es presentado, ante todo como Padre, que inaugura un tiempo de perdón y de aceptación incondicional de sus hijos. - El reinado de Dios, sin dejar de ser futuro, comienza a realizarse en el presente mediante los milagros de Jesús, las palabras y las actitudes del propio Jesús. - El reino de Dios no implica un triunfo militar sobre los enemigos de Israel, ya que los gentiles entrarán al reino de Dios junto a los miembros de Israel. Jesús hacía este anuncio desde la experiencia de un Dios cercano que es Padre de todos y 6 Para mayores detalles ver “Nuevo Jesús de Nazaret” en mi blog: http://estudiobiblico.wordpress.com/evs/ Aquí me inspiro en Guijarro1987, 34-37. Para complementar puede leerse Theissen 2003, 47-59. 10 en el cual todos los hombres son hermanos. Y anunciaba este mensaje a todos sin distinción: comía con los fariseos y también con los pecadores; hablaba en la sinagoga y en el Templo, en la ciudad y en el campo. Casi desde el comienzo de su ministerio comenzó a reunir en torno a sí a un grupo de discípulos. La vinculación entre ellos y con Jesús es muy estrecha: compartían su estilo de vida itinerante, tenían lo bienes en común, estaban constantemente atentos a su enseñanza y poco a poco iban compartiendo con Él la misión de anunciar el evangelio. Constituyen el núcleo de lo que será después la comunidad cristiana. La adhesión y el entusiasmo que provocaba Jesús allí donde iba, así como sus posturas con respecto a la Ley, el sábado y el Templo de Jerusalén, provocaron una persecución sistemática contra él por parte de los grupos dominantes judíos (sumos sacerdotes, escribas. fariseos). Los sumos sacerdotes iniciaron un proceso en el Sanedrín (máximo tribunal judío) y solicitaron la pena de muerte al gobernador romano 7. Para tener éxito en esta petición presentaron a Jesús como un pretendiente a la realeza 8. Jesús es condenado a la muerte de cruz, muerte particularmente dolorosa y humillante, que reservaba Roma a los subversivos y asaltantes. c) La pascua Con la muerte de Jesús parecía que todo había terminado. Había ocurrido con otros muchos predicadores de aquella época. Teudas y Judas el Galileo eran los más recientes (Hch 5,36-37). ¡Ocurriría lo mismo con el grupo de discípulos de Jesús? Así lo pensaron muchos, e incluso abandonaron Jerusalén desilusionados por el fracaso (Lc 24,18-21). Sin embargo, de pronto ocurrió lo inesperado: los discípulos anuncian públicamente que Jesús ha resucitado. Es imposible comprender bien el sentido de la resurrección de Jesús si no se lo hace sobre el trasfondo del Judaísmo. Hay que tener presente las expectativas que hemos visto sobre el Mesías y el Reinado de Dios más arriba, tanto la más tradicional como la apocalíptica. La resurrección estaba vinculada de modo indisoluble con el fin de los tiempos, con la irrupción del Reinado de Dios, del gobierno absoluto de Dios sobre el mundo, después de la derrota de los poderes que se oponen a Él, tanto humanos como espirituales. Resurrección y mundo renovado iban juntos; así como resurrección y juicio. Tratándose de la suerte individual del que muere, el Judaísmo tenía unas esperanzas de variado tipo pero que coincidían en lo fundamental: después de la muerte de la persona existía un “estado intermedio” en que el alma esperaba el fin de los tiempos 9, en el que tendría lugar tanto la resurrección como el juicio divino sobre los hombres. En este contexto, lo novedoso, lo inaudito, es la resurrección anticipada de un hombre: Jesús de Nazaret. 7 Debe haber influido en la decisión la expulsión de los mercaderes del Templo (Mc 11,15-17 y par.) y la profecía de destrucción del mismo (Mc13,2; 14,58). 8 La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén aclamado como rey por sus partidarios galileos debe haber hecho verosímil la acusación. 9 Según algunos escritos las almas de los justos esperaría en un lugar celestial llamado el “seno de Abraham” y los injustos en el “sheol” o lugar de los muertos.

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La mayor parte de los seguidores de Jesús permanecieron en Galilea, . hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana. speculator (verdugo); 6,37: denarion; 7,4: xestes (cántaro); 12,14: kenson
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