Publicada anualmente por la Asociación de Hispanismo Filosófico (http://www.ahf-filosofia.es) Núm. 21 - septiembre, 2016 - 10 euros PRESENTACIÓN 5 ARTÍCULOS FRANCISCO JOSÉ DÍAZ MARCILLA Tierras de penumbra: las vicisitudes del lulismo novohispano (1519-1750) 13 ALFREDO CULLETON A economia e o preço como problemas filosóficos na Escolástica latino-americana e o tratamento dado por Tomás de Mercado na sua Suma de Tratos y Contratos (1571) 35 CAMILLE LACAU SAINT GUILY Antonio Machado, ¿un bergsoniano sin ambivalencias? 51 JESÚS CONILL SANCHO De la razón pura a la razón vital orteguiana a través de Nietzsche 71 ROBERTO ARETXAGA BURGOS Juan David García Bacca y Emilio Herrera Linares: para una teoría físico-matemática de los fantasmas (o sobre la supervivencia/inmortalidad del alma) 93 CARLOS GÓMEZ SÁNCHEZ El pensamiento filosófico de Javier Muguerza 119 NOTAS JULIETA LIZAOLA Teresa de Ávila: un itinerario místico 145 ROBERTO DALLA MORA Un poema inédito del filósofo José Ferrater Mora 155 GERARDO BOLADO Monografías de recepción y filosofía española contemporánea (1995-2015) 163 ANTONIO G. SANTESMASES El cura, los mandarines y el charnego 175 AMBROSIO VELASCO GÓMEZ / JOSÉ LUIS MORA Un reconocimiento compartido 183 PABLO GARCÍA CASTILLO Francisco Fernández Turienzo (1929-2015). In memoriam 195 ÁLEX IBARRA PEÑA Juan Rivano Sandoval (1926-2015). Filosofar desde la convicción. In memoriam 201 MARÍA UXÍA RIVAS MONROY Esperanza Guisán (1940-2015). Una roja permanente. In memoriam 207 RAFAEL CHABRÁN Allen Lacy (1935-2015). Un unamunista jardinero. In memoriam 211 YURISAN BERENICE BOLAÑOS RUIZ Imre Kertész (1929-2016). El escritor de segunda fila. In memoriam 213 RESEÑAS 223 INFORMACIÓN SOBRE INVESTIGACIÓN Y ACTIVIDADES 395 Revista de Hispanismo Filosófico ISSN: 11368071 2016, 21 Consejo de Redacción: Director: José Luis Mora García (UAM, España) Secretaria: María Martín Gómez (Universidad de Salamanca, España) Secretarios Técnicos: Gemma Gordo Piñar (UAM, España); Rodolfo Gutiérrez Simón (UCM, España); Mercedes Gutiérrez Ayensa (Universidad de Salamanca, España); Manuel López Forjas (UAM, España); Helena Nadal Sánchez (UBU, España); Elena Trapanese (UAM, España). Vocales: Tomás Albaladejo, Juana Sánchez-Gey Venegas y Gabriel Aranzueque por la Universidad Autónoma de Madrid (España); José Luis Villacañas Berlanga, Rafael V. Orden Jiménez y Ramón Emilio Mandado por la Universidad Complutense de Madrid (España); Roberto Albares Albares y Domingo Hernández por la Universidad de Salamanca (España); Cristina Hermida del Llano, Antolín Sánchez Cuervo y Fernando Hermida de Blas a propuesta de la Asamblea de la AHF. Consejo Asesor: Walther L. Bernecker (Universidad de Erlangen, Alemania), Mauricio Beuchot (UNAM, México), Giuseppe Cacciatore (UNINA, Italia), Rafael Chabrán (Whittier College, Estados Unidos), Pio Colonello (UNIBA, Italia), Manuel Domínguez (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia), José Esteves Pereira (UNL, Portugal), Pablo Guadarrama (UCLV, Cuba), Manuel Maceiras Fafián (UCM, España), Hans- Jörg Neuschäfer (Universidad de Saarbrücken, Alemania), Javier Ordóñez (UAM, España), Anthony Stanton (El Colegio de México, México), Gabriel Vargas Lozano (UAM, Iztapalapa, México), J. F. Botrel (Universidad de Rennes 2, Francia), Harald Wentzlaff-Eggebert (Universidad de Jena, Alemania), Diego Hurtado de Mendoza (Universidad de San Martín, Buenos Aires). Comité Científico: José Luis Abellán (Universidad Complutense de Madrid, España), Shinjiro Ando (Universidad de Ryukoku, Japón), Jorge Ayala (UNIZAR, España), Hugo Biagini (UNLP, Argentina), Gerardo Bolado Ochoa (IES Peñacastillo, España), Pedro Calafate (UL, Portugal), Elena Cantarino Suñer (UV, España), Horacio Cerutti Guldberg (UNAM, México), Dezso Csejtei (Universidad de Szeged, Hungría), Gloria da- Cunha Giabbai (Morehouse College, Estados Unidos), Elías Díaz García (UAM, España), Raúl Fornet Betancourt (Universidad de Aachen, Alemania), Juan Francisco García Casanova (UGR, España), José Luis Gómez-Martínez (UGA, Estado Unidos), Luis de Llera (Italia), Francisco José Martín (Universidad de Turín, Italia), Ciriaco Morón Arroyo (CU, Estados Unidos), Jorge Novella Suárez (Universidad de Murcia), Diego Núñez Ruiz (UAM), Mª del Carmen Rovira Gaspar (UNAM, México), Sabine Schmitz (Universidad de Padernborn, Alemania), Ricardo Tejada (UM, Francia), Benedicte Vauthier (Universidad de Berna, Suiza), Luis Vega Reñón (UNED, España), Ambrosio Velasco Gómez (UNAM, México). Han sido directores de la revista: Diego Núñez Ruiz (1996-1998), Antonio Jiménez García (1998-2002) y Pedro Ribas Ribas (2002-2004) La revista circula en las siguientes bases de datos, directorios e índices de impacto: Arts & Humanities Citation Index, CARHUS, Catálogo Latindex, CIRC, Dialnet, DICE, ISOC, MIAR, RESH, Scopus, SJR, The Philosopher´s Index, Philosophy Lists (Philosophy Journals) y Ulrich`s Periodicals Directory. © 2016 Asociación de Hispanismo Filosófico De cada artículo su autor/autores De la edición, Asociación de Hispanismo Filosófico Depósito Legal: M 33083-1996 ISSN: 11368071 UNIVERSIDAD AUTONOMA Composición: COMPOBELL, S. L. DE MADRID Colaboran en este número: Francisco José Díaz Marcilla (Instituto de Estudos Medievais. Universidade Nova de Lisboa) Alfredo Culleton (Universidade do Vale do Rio dos Sinos – UNISINOS Brasil) Camille Lacau Saint Guily (Paris-Sorbonne, CRIMIC) Jesús Conill Sancho (Universidad de Valencia) Roberto Aretxaga Burgos (Universidad de Deusto, Bilbao) Carlos Gómez Sánchez (Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED) Julieta Lizaola (FFyL, UNAM) Roberto Dalla Mora (Universidad Autónoma de Madrid) Gerardo Bolado (Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED-Cantabria) Antonio G. Santesmases (Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED) Ambrosio Velasco Gómez / José Luis Mora (UNAM y Universidad Autónoma de Madrid) Pablo García Castillo (Universidad de Salamanca) Álex Ibarra Peña (Universidad Católica Silva Henríquez) María Uxía Rivas Monroy (Universidad de Santiago de Compostela) Rafael Chabrán (Whittier College, California, USA) Yurisan Berenice Bolaños Ruiz (Universidad Michoacana de San Miguel de Hidalgo) Revista de Hispanismo Filosófico ISSN: 11368071 2016, 21 Este número se edita con la ayuda de la Universidad Autónoma de Madrid, de la Universidad Complutense de Madrid, de la Universidad de Salamanca, de la Universidad de Guanajuato, y del Centro de Filosofía de la Universidad de Lisboa UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID Sede oficial de la Asociación de Hispanismo Filosófico CSIC – Centro de Ciencias Humanas y Sociales C/ Albasanz, 26-28 – Planta Baja 28037 Madrid Pluralidad, Justicia, Paz Al Juez de la Corte Internacional de Justicia de la Haya: Antônio Augusto Cançado Trindade Precede en apenas unas semanas la salida de este número 21 de la Revista de Hispanismo Filosófico. Historia del Pensamiento Iberoamericano a la celebración del XVIII Congreso de la Asociación Filosófica de México (24-28 de octubre, 2016) que preside, durante el actual periodo, el profesor Ambrosio Velasco. Tendrá lugar en el Estado de Chiapas y no pasan desapercibidos los nombres de las universidades que colaboran en el mismo: Universidad Intercultural de Chiapas, la Universidad Autónoma de Chiapas, la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, El Colegio de la Frontera Sur y el Centro Multidisciplinario de Investigaciones sobre Chiapas y la frontera Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México. Subrayamos algunas de sus palabras claves para mostrar que son un buen ejemplo de la esperanza que nos cabe tener en un nuevo orden. Es verdad que necesitamos de los Estados democráticos bien constituidos, por buenas razones que ahora no es menester explicar aquí, pero, por igual, necesitamos reconocer las fronteras, los intersticios que entre ellos se generan pues la gente habita en unos y otros lugares. Pluralidad, Justicia, Paz es el lema del Congreso como expresión de una realidad aún deseada más que cumplida después de siglos y como propuesta para una reflexión profunda sobre la función de la filosofía en nuestro mundo. Hacemos, pues, nuestro el lema del congreso mexicano como guía del quehacer dedicado a la historia de la filosofía de los países peninsulares e iberoamericanos que constituye el fin principal de esta Asociación sin renunciar a un compromiso ético y político con nuestros contemporáneos. Ese compromiso, efectivamente, se resume en la pluralidad, la justicia social y la paz. Paz que ha de ser fruto de la pluralidad y la justicia. Casi al tiempo de escribir estas palabras de presentación (mayo, 2016) recibía el nombramiento como Doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Madrid el Juez de la Corte Internacional de Justicia (La Haya) Antônio Augusto Cançado Trindade. Es bien conocida su defensa cerrada de la capacidad de los individuos para acceder a los tribunales nacionales e internacionales como pieza clave de la construcción del edificio de los derechos humanos. Nos permitimos traer aquí este párrafo breve de su discurso que resume toda una filosofía jurídica vinculada a un sentido moral inexcusable: “El respeto de la persona humana es en beneficio del bien común. Esta visión humanista del ordenamiento jurídico internacional se orientó –como lo hace hoy día–, por una perspectiva centrada en las gentes, manteniendo en mente los fines humanos del estado”. Desde la vieja, siempre renovada, “Escuela peninsular ibérica”, como la denominan, Francisco de Vitoria, Diego de Covarrubias y Leiva, Alonso de la Veracruz, Luis de Molina, Pedro Simoes, Bartolomé de Las Casas… se opusieron a que el Emperador se considerara dueño del mundo tanto como al sofisma de la pretendida superioridad civilizatoria como base del dominio. Problemas, ambos, que han llegado hasta nuestro tiempo sin que hayan sido solucionados. Oportuno es, pues recordar(nos) Revista de Hispanismo Filosófico ISSN: 11368071 2016, 21 tanto el lema del Congreso mexicano como aquella tradición que el juez brasileño mantiene viva en sus sentencias. El estudio de la historia se muestra, como señalaba Carlos Fuentes hace años en un foro iberoamericano, recordando terceras palabras, en un horizonte de posibilidades. Desde el Consejo de Redacción nos sumamos a la defensa de esta tradición humanista que en al actual mundo casi parece revolucionaria frente al ascenso de movimientos xenófobos y la timidez de las clases medias europeas que se atrincheran en las posiciones defensivas de los estados frente a los refugiados y a quienes viven en las fronteras. La denuncia de esa confrontación vendría apoyada por los defensores del derecho universal de gentes que tiene casi cuatro siglos de vida, tanto como a quienes, actualmente, no renuncian a esa “utopía”. No es casual que se conmemore este año (2016) la publicación en Lovaina del Libro I de la Utopía de Sir Tomás Moro que inauguró un género que hoy no goza de su mejor momento por ser considerado, incluso, como reaccionario. No parece sospechoso que fuera precisamente un filósofo como Adolfo Sánchez Vázquez, en una conferencia pronunciada con motivo del cuarto centenario de la publicación de la primera parte de El Quijote, el que asociara al personaje cervantino con la construcción de la utopía, pues las condiciones materiales que deben ser tenidas en cuenta para la realización de cualquier obra humana no pueden negar los fines que pretenden conseguirse. Lo decimos con sus propias palabras: “No se puede vivir sin metas, sueños, ilusiones o ideales; o sea, sin tratar de rebasar o trascender lo realmente existente. No se puede vivir, por tanto, sin utopías” (…) Tal es la lección viva, actual, que podemos extraer de la novela de Cervantes al leerla, en los tiempos desencantados de hoy, como una utopía”. Pues al recordar, también, en este año, el fallecimiento del inmortal escritor, esta lectura del filósofo hispano-mexicano nos parece especialmente oportuna ya que está vinculada a una tradición de la que no quedan excluidos, más bien lo contrario, la figura de Ramon Llull en el centenario de su fallecimiento (1315-2015); la obra y vida de Teresa de Ávila (1515-2015) cuando recordamos su nacimiento; o pensadores más cercanos: María Zambrano, siempre próxima a la herencia renacentista del humanismo y los pensadores místicos que mantuvo siempre actualizados, de cuyo fallecimiento se han cumplido veinticinco años; o el filósofo catalán José Ferrater Mora, fallecido también en 1991 cuya teoría del “integracionismo”, bien explicada y mejor comprendida, es de enorme utilidad en nuestros días al lado de una obra que, por rigurosa, nunca prescinde de la amabilidad. Así pues, estas coincidencias nos recuerdan la existencia de una tradición valiosa, de conexiones directas a veces, indirectas otras, a la que no solo no podemos renunciar sino que, por el contrario, debemos estudiar, conocer mejor y saber qué nos debe quedar para este mundo de estados, de fronteras, de globalización financiera y de pluralidades que se utilizan para justificar desigualdades. El lector encontrará en este número artículos y notas densos y bien escritos que le ayudarán en su aproximación a temas y autores de nuestra historia compartida de la cual no es posible prescindir: Francisco José Díaz Marcilla escribe sobre la recepción del lulismo en tierras mexicanas; mantenemos nuestra propuesta de ofrecer un artículo en lengua portuguesa, escrito en esta ocasión por Alfredo Culleton y dedicado a Tomás de Mercado; de igual manera que somos fieles a la idea de apostar por los trabajos de recepción tal como realiza Camille Lacau a propósito de la bivalente relación entre Revista de Hispanismo Filosófico ISSN: 11368071 2016, 21 Bergson y Antonio Machado; recuperamos un trabajo de Jesús Conill, en esta misma línea, para conocer mejor la influencia de Nietzsche en la construcción de uno de los conceptos más importantes de la filosofía de José Ortega y Gasset; de igual manera, mantenemos la sensibilidad por los autores del exilio de 1939 con el artículo escrito por Roberto Artxaga sobre Juan David García Bacca y la influencia ejercida por el ingeniero Emilio Herrera, cuyas teorías utilizó nuestro filósofo para teorizar sobre la vida y la inmortalidad; y, finalmente, nos gustaría acentuar, con el artículo de Carlos Gómez Sánchez, la atención sobre filósofos contemporáneos, conocidos de todos nosotros, cuya obra ha sido influyente desde las décadas de la segunda mitad del siglo XX. Es el caso bien significativo de la figura del español Javier Muguerza cuya obra recorre un espectro amplio que no ha olvidado a los exiliados de 1939. Las notas se refieren a temas o aspectos que, aun siendo variados entre sí, responden a aspectos sensibles por los motivos expuestos con anterioridad: es el caso de la dedicada por Julieta Lizaola a la figura de Teresa de Ávila; o la de Roberto Dalla Mora a José Ferrater aprovechando el descubrimiento de un poema inédito; en otros casos deseamos mostrar atención a estudios que no deben pasar desapercibidos aun siendo obras discutibles (así el estudio de Antonio García Santesmases sobre el libro de Gregorio Morán), o al trazado de itinerarios históricos en la producción filosófica como el que ofrece Gerardo Bolado; se incluyen las respuestas al formulario enviado por Ambrosio Velasco como agradecimiento a la UNAM por su generosidad; y nunca puede faltar el reconocimiento a quienes dedicaron su vida a la filosofía en uno u otro sentido y que forman parte de nuestro recuerdo. Es un acto de justicia. La edición de este número ha coincidido con una amplia producción bibliográfica en el campo del pensamiento en lengua española sobre autores españoles y americanos y de los que han llegado a nuestras manos se da cuenta en la revista para conocimiento de los estudiosos y especialistas. De igual manera, ha habido un número elevado de tesis doctorales dedicadas a los autores de nuestras tradiciones. Se ofrecen resúmenes que permitan el contacto entre especialistas como uno de los fines de la Asociación, al igual que se hace de algunos eventos y congresos de los muchos que han tenido lugar durante el presente año para conocimiento de esta vertiente de la vida académica. Ofrecemos con ello a lectores, especialistas y estudiosos de los diversos campos que conforman la historia del pensamiento, un instrumento al servicio del intercambio y la colaboración para mejorar la producción del conocimiento con el horizonte del lema que sirve de cabecera a esta presentación. Completamos estas palabras reproduciendo aquí los textos leídos en el homenaje que el Ayuntamiento de Algeciras dedicó a su ilustre hijo Adolfo Sánchez Vázquez el pasado 10 de diciembre de 2015 y en el que colaboraron tanto la Asociación Filosófica de México como la Asociación de Hispanismo Filosófico, hermanadas en el reconocimiento a este filósofo que, si nació en Algeciras y se formó en Málaga, encontró en México el lugar donde mayor reconocimiento ha tenido. Bien valga este recuerdo ahora en la ciudad de su nacimiento que se suma a los muchos reconocimientos recibidos en México y algunos en España. María Dolores Gutiérrez, buena conocedora de la obra de Adolfo Sánchez Vázquez y editora de la edición facsímil de El pulso ardiendo, pronunció la conferencia que glosó su figura. Ha tenido la amabilidad de enviarnos este resumen que transcribimos junto a las cartas enviadas Revista de Hispanismo Filosófico ISSN: 11368071 2016, 21 por Ambrosio Velasco como Presidente de la Asociación Filosófica de México y José Luis Mora como Presidente de la Asociación de Hispanismo Filosófico: Autoridades de la Ciudad de Algeciras: Hemos tenido conocimiento por José Luis Mora, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, buen conocedor de la ciudad de Algeciras, del nombramiento que recibirá como hijo predilecto de su ciudad natal, el Dr. Adolfo Sánchez Vázquez. En nombre propio, de la Asociación Filosófica de México que me honro en presidir y como ex director de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México a la que perteneció durante su larga vida en el país que le acogió desde el comienzo de su exilio en 1939, nos sumamos con alegría a este reconocimiento. Como bien señala el profesor José Luis Mora, sus reflexiones ponderadas sobre los valores políticos, morales e intelectuales deben ser tenidas en cuenta en la España democrática como un acto de justicia para con quienes sintieron tanto a España como a México y contribuyeron a crear las bases de una convivencia en paz asentada en la justicia social. Adolfo Sánchez Vázquez representa lo mejor del humanismo iberoamericano, pues ha sido un filósofo original y riguroso, un poeta, un admirado y querido profesor, un republicano, un socialista utópico, un ejemplo de honestidad y compromiso intelectual, moral y político, un crítico radical de la injusticia, la explotación y el autoritarismo, un constructor de sueños, en suma un humanista republicano, congruente durante toda su vida, un marxista crítico, original y utópico en el mejor sentido de la palabra, en el sentido quijotesco. Y es esta gran virtud la que le permite trasmutar el desgarrón del exilio en pensamiento creativo y optimista que enriquece la tradición humanista iberoamericana, tanto en España como en América. Por eso para Adolfo Sánchez Vázquez “lo decisivo no es estar –acá o allá– sino cómo se está”: Al cabo del largo periplo del exilio, escindido más que nunca, el exiliado se ve condenado a serlo para siempre. Pero la contabilidad dramática que se ve obligado a llevar no tiene que operar forzosamente sólo con unos números: podrá llevarla como suma de pérdidas, de desilusiones y desesperanzas, pero también, -¿por qué no?- como suma de dos raíces, de dos tierras, de dos esperanzas. Lo decisivo es ser fiel –aquí o allí– a aquello por lo que un día se fue arrojado al exilio. Lo decisivo no es estar –acá o allá– sino cómo se está. (“Fin del exilio o exilio sin fin” en A tiempo y destiempo, p. 572). Desde México trasmitimos a ustedes nuestra felicitación y nos unimos fraternalmente en la memoria de un gran humanista iberoamericano de dos raíces, tan español y mediterráneo, como mexicano. Este reconocimiento de la ciudad de Algeciras, la ciudad hermana del sur de España que le vio nacer con la ciudad de México donde vivió la mayor parte de su larga y fructífera vida y donde tuvimos la Revista de Hispanismo Filosófico ISSN: 11368071 2016, 21 fortuna de disfrutar de su saber y de su amistad en la Universidad Nacional Autónoma de México, que le nombró profesor emérito y doctor Honoris causa, hace justicia con una gran persona, un gran pensador y un gran creador. Ciudad de México, 3 de noviembre de 2015 Ambrosio Velasco Gómez Instituto de Investigaciones Filosóficas- UNAM Presidente de la Asociación Filosófica de México Como Presidente de la Asociación de Hispanismo Filosófico, agrupación de historiadores del pensamiento español e iberoamericano que reúne a unos 280 investigadores de universidades y otros centros educativos y culturales del mundo, me sumo a las palabras del Dr. Ambrosio Velasco, actual Presidente de la Asociación Filosófica de México, en este reconocimiento que tributa Algeciras, su ciudad natal, al muy ilustre profesor de Filosofía y no menor ensayista y poeta, Adolfo Sánchez Vázquez. Pocos años vivió en la ciudad este hijo de un oficial de carabineros, pronto trasladado a Madrid y Málaga, pero los suficientes para que su recuerdo perdure entre las gentes de antes y ahora que viven al lado de esta hermosa bahía, abierta por el mar de Alborán hacia la historia que representa el Mediterráneo y, por el otro lado, hacia el Atlántico, tránsito de los viajes de siglos a América, lugar de refugio para personas como el propio Adolfo, refugiados que fueron. Bien está, pues, este hermanamiento de Algeciras con la ciudad de México y su Universidad Nacional por cuanto resume y simboliza una vida y casi una historia en la persona de Adolfo Sánchez Vázquez, nacido en Algeciras y fallecido en la tierra de acogida, México. En el número que la revista Ínsula dedicó el pasado mes de marzo a otro algecireño ilustre, José Luis Cano, califiqué a quien viviera en la calle Ancha, como el poeta que hizo de autores y lectores sus prójimos y los nuestros. Añadiendo el calificativo de filósofo al de poeta me atrevería a decir que Adolfo Sánchez Vázquez puede ser reconocido por esa misma virtud: la de hacer prójimos. Su Ética, libro que los estudiantes de mi generación llegamos a conocer junto al texto de José Luis Aranguren, sostiene que la ética es la teoría del comportamiento moral de los hombres en la sociedad. Fue Adolfo, por tanto, heredero, de esa vieja tradición humanista que vendría a apoyarse en que solo como seres sociales podemos ejercer la vieja y siempre joven virtud de la ecuanimidad. Y solo en sociedad podemos sentir la necesidad de la esperanza. Y, además, que solo en sociedad se puede mostrar el agradecimiento. No puede haber justificación más sólida para sostener que el hombre o es un un ser social o no es. Él mismo practicó esta virtud del agradecimiento. Así lo dejó dicho a los españoles para que no olvidemos lo que México significó para los exiliados: en él (en México) encontraron los exiliados la comprensión, el estímulo y las condiciones propicias para Revista de Hispanismo Filosófico ISSN: 11368071 2016, 21 pensar, sentir y actuar como ciudadanos responsables y libres. La España actual está en deuda con el México que, al hacer posible el exilio, contribuyó a rescatar los valores políticos y culturales que han vuelto a la vida española. Y está en deuda, asimismo, con el exilio no para exaltarlo, sino para contribuir a que las nuevas generaciones españolas conozcan sus frutos y vean en él un patrimonio que hay que salvar del olvido”. Vino a España en bastantes ocasiones, tuve ocasión de escucharle con motivo del centenario de otra andaluza universal, María Zambrano (2004), y estuvo por estas tierras malagueñas, quizá llegara a Algeciras, en 2005 con motivo del centenario de la edición de El Quijote. Lo hizo para hablar, como señala el Dr. Velasco, de utopía. En ese breve texto utilizó el término “utopía” para referirse a una vida superior y mejor que la existente y a la aspiración que los seres humanos debemos de tener por realizarla y que basa en que “no es un hombre más que otro”. Merece, recordaba Sánchez Vázquez hace poco más de diez años, afrontar los obstáculos de su realización pues alcanzarla nos permitiría “trascender el mundo existente y vivir una vida mejor”. Que su ciudad, Algeciras, a la que me unen muchos lazos de afecto, haya tenido a bien recordar a esta figura de las letras españolas y mexicanas como un vecino propio es un acto de justicia al que nos sumamos con estas letras que ponemos al lado de las enviadas por el Dr. Ambrosio Velasco desde México. En nombre de la Junta Directiva de la Asociación de Hispanismo Filosófico, de todos nuestros socios, felicitaciones y gracias. Madrid, 6 de diciembre de 2015 José Luis Mora García Presidente de la Asociación de Hispanismo Filosófico Universidad Autónoma de Madrid Adolfo Sánchez Vázquez, en su centenario Adolfo Sánchez Vázquez representa una de las cumbres del pensamiento filosófico del siglo XX. Menos conocida, pero igualmente importante, es su labor como editor y director de publicaciones periódicas, como ensayista y como poeta. Adolfo Sánchez Vázquez nació en Algeciras, el 17 de septiembre de 1915, y se trasladó con su familia a Málaga en 1925. Hizo sus primeras incursiones literarias en Mundo Obrero y Octubre, al tiempo que se compromete políticamente e ingresa en las Juventudes Socialistas Unificadas. Finalizado Magisterio en Málaga, en 1935 comenzó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, donde estableció contactos fundamentales para su vocación literaria y política. Ese año dirigió, con José Enrique Rebolledo, Sur. Revista de orientación intelectual, publicación que recoge extraordinarias colaboraciones de muchos intelectuales comprometidos de la época. La vocación poética de Sánchez Vázquez alcanza su apogeo en estos meses previos a la Guerra Civil en los que escribe su poemario El pulso ardiendo, que se publicará en 1942 en Morelia (México). Revista de Hispanismo Filosófico ISSN: 11368071 2016, 21
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