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1 Chögyam el traductor Por el acharya Larry Mermelstein El Vidyadhara Chögyam Trungpa ... PDF

13 Pages·2014·0.17 MB·Spanish
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Chögyam el traductor Por el acharya Larry Mermelstein El Vidyadhara Chögyam Trungpa Rimpoché sentía una gran pasión por trasladar el dharma del tibetano al inglés. Cuando los estudiantes de Estados Unidos y Canadá empezaron a conocerle en 1970, el dominio que Rimpoché tenía de la lengua inglesa era ya completamente fluido, idiomático e íntimo. Puede resultar difícil de creer pero su vocabulario superaba el de muchos estudiantes suyos cuya lengua materna era el inglés. La sintaxis igles que poseía variaba desde extremadamente suelta hasta casi perfecta en algunas ocasiones y eso siempre resultaba difícil de predecir y parecía depender sólo de ciertas situaciones. Pero era impresionante su domonio y precisión con toda la capacidad que la lengua inglesa exige. Ensayó el dharma en inglés, directamente y con precisión y gentileza penetrantes. ¿Formulaba las ideas y los conceptos dhármicos en tibetano y, después, los traducía al inglés? Creo que muy pocas veces y, quizás, sólo cuando el tema era muy técnico o se basaba en un texto. A menudo había tantas interpretaciones de lo que decía como gente que le escuchaba, lo que refleja lo íntimamene conectado que estaba con su audiencia. Y utilizaba hasta sorprender el hecho de que nadie esperaba que hablara un inglés sintácticamente perfecto. El potencial de ambigüedades sutiles y complejas y de abrir la mente, y matices o capas de significado era mucho más fácil en estas estructuras de frases escurridizas que construía a menudo. Pero las enseñanzas surgían espontáneamente y sin esfuerzo, producto de su pasión por conectar con nuestro mundo, de nuevo, completamente y sin pretensiones. El Dr. Alton (“Pete”) Becker, profesor de linguística, comentó tras asistir a una charla del Vidyadhara en 1974: “Rimpoché hizo algo que siempre he sabido que era posible pero que no había experimentado nunca: ha usado el lenguaje para destruir la conceptualidad”. Igual que el Buda Shakyamuni enseñó en lengua vernácula al recorrer el subcontinente indio hace más de veinticinco siglos, Trungpa Rimpoché hablaba nuestro idioma de forma simple y directa. El tipo de estudiantes que atrajo no supuso nunca que aprenderían su idioma, por no mencionar el canto de las liturgias o el estudio de los comentarios en tibetano. Tenía que ser en inglés y parecía que se necesitaba poco esfuerzo porque enseñaba tan magníficamente en nuestro idioma. Sin embargo eso no era totalmente cierto. Se necesitaba esfuerzo, especialmente cuando los estudiantes c omenzaban las disciplinas vajrayana del ngöndro (prácticas preliminares del tantra) y la sádhana (práctica de yidam o deidad). Al principio Rimpoché componía sus propias liturgias en inglés porque había salido del Tíbet con la cantidad mínima de textos de práctica personal y, cuando llegó a Estados Unidos, sus libros se quedaron en Escocia además de una cantidad de reliquias importantes. Pero cuando empezamos a pedir más liturgia tradicional, empezó a conseguir textos de otros lamas exiliados y especialistas de aquí y de allá. Gracias al esfuerzo de E. Gene Smith y de la Biblioteca del Congreso en Delhi, gran parte de la riqueza del corpus enorme de literatura tibetana empezó a estar disponible poco a poco y empezamos a adquirir gran parte de lo que necesitaba Rimpoché, tanto para sus intervenciones en profundidad como para la práctica de meditación de sus estudiantes. Años antes había surgido Chögyam el traductor, en el Reino Unido, que trabajaba en estrecha compañía con estudiantes muy elocuentes y cultos. Con algunos dictaba una traducción espontánea en inglés, permitiendo que sus amanuenses le ayudaran a dar forma y editar la fraseología. Quizás el trabajo más notable lo realizó con Künga Dawa (Richard 1 Arthure) porque su traducción del descubrimiento terma (“tesoro” revelado, ver más adelante) de Rimpoché, La sádhana de Mahamudra, es una liturgia hermosa y evocativa de práctica, muy querida por todos sus estudiantes. Con otros que estaban estudiando tibetano, trabajó directamente con textos tibetanos. Rigdzin Shikpo (Michael Hookham) uno del gruopo inicial pequeño de traductores que trabajaron en estrecha colaboración con Rimpoché para volcar el lenguaje arcano de ora cultura a la suya propia. Estamos deseando que Rigdzin Shikpo siga trabajando con testos del Vidyadhara en el futuro. Francesca Fremantle, que estaba terminando un doctorado en sánscrito en la Universidad de Londres, fue otra traductora de la primera etapa que colaboró con Rimpoché. Incluso llegó a cruzar el Atlántico poco después que çél para enseñar sáscrito en la Univesidad de Colorado y seguir trabajando con él para terminar la traducción conjunta de El libro tibetano de los muertos (1975), que sigue siendo un clásico en ese campo. Comité de traducción Nalanda El esfuerzo de traducción se desarrolló lenta y orgánicamente en Estados Unidos, en vista de que unos pocos estábamos interesados, sin tener ningún talento especial, en empezar a estudiar tibetano. El propio Vidyadhara dio unas pocas clases reales sobre la “Súplica a los kagyüs Takpo” entre 1973 y 1974, y este texto, que ya conocíamos bien en inglés por la primera traducción que había hecho en Inglaterra, se convirtió en un vehículo para enseñarnos algunos aspectos de la gramática tibetana. Surgió un grupo pequeño, con entusiasmo y cierta diligencia, y Rimpoché empezó a reunirse con nosotros periódicamente, trabajando en cantos de realización por algunos Karmapas y una hermosa sádhana que escribió cuando estaba en el Reino Unido dedicada a su gurú-raíz, Jamgön Kongtrül Padma Tri-me de Sechen. Esta etapa fue realmente de aprendizaje para nosotros, respeco a la educación que recibimos y, pese a que era informal y estaba falta de estructura comparada con el estilo de una clase formal, ganó mucho por la pasión tanto de los estudiantes como del maestro al trabajar en estrecha colaboración y tenía muchos momentos de “gran diversión” (jolly good fun, como solía decir él). El primer proyecto que me encargó el Vidyadhara, en el seminario Vajradhatu de 1974, fue preparar una edición en sánscrito del mantra de las cien sílabas de Vajrasattva, asegurándose que se ajustaba a la gramática clásica. El sánscrito ha sido una de las especialidades en las que me me centré cuando terminaba una licenciatura en estudios religiosos un par de años antes en la Universidad de Michigan. Al año siguiente este trabajo se convirtió en la base de nuestro primer grupo real de traducción: la liturgia Vajrasattva del ngöndro, puesto que un puñado de estudiantes estaba terminando sus prosternaciones y la práctica del refugio y Rimpoché consideró que era importante que empezaran a utilizar el texto tradicional de ngöndro. Hasta entonces habían estado practicando con instrucciones verbales y contemplando los cuatro recordatorioas con versos breves, compuestos espontáneamente por el Vidyadhara. El hecho de que Rimpoché tuviera empeño en que sus estudiantes aprendieran este mantra largo de forma gramáticamente correcta en sánscrito revela su compromiso de proporcionar una transmisión lo más auténtica y culta posible ahora que en Occidente tenía acceso a tales recursos, hace tiempo olvidados en el Tíbet (desde los tiempos de la principal actividad de traducción, siglos antes). No sólo quería que el mantra fuera exacto para deletrearlo sino que que quería que pudiéramos pronunciarlo como lo harían los indios en su lengua clásica original. Esto resultaba un duro contraste con los contemporáneos tibetanos de Rimpoché, tanto sus profesores como colegas, que pronnciaban las sílabas sánscritas como si leyeran tibetano, a lo que nos referíamos con humor como estilo de pronunciación “whores dew vrey” 2 (hors d’oeuvre). Se esforzó mucho, aunque pareciera natural, en pronunciar los muchos términos técnicos en sánscrito que utilizaba en sus charlas de la forma que estas palabras se dirían en la India. Sin embargo, al cantar las liturgias tibetanas, ya fuera durante su propia práctica o al leer las transmisiones, volvía al estilo de pronunciación tibetano que llevaba inculcado, a veces bromeando sobre sí mismo por esta costumbre. Un tema relacionado es la visualización de las sílabas-semilla y mantras en sánscrito, un aspecto corriente de la práctica tántrica. En general, el Vidyadhara nos aconsejaba seguir la tradición tibetana de visualizar tales sílabas usando el sistema uchen (en tibetano dbu can: “poseer una cabeza”) tibetano. Cuando se le preguntó por qué no podíamos usar el alfabeto romano, respondió: “No estoy dispuesto a dar ese salto”. Siguió insistiendo en la importancia que concedía a que se hicieran tales visualizaciones con un silabario (como los que se usan en tibetano y sánscrito) en vez de un alfabeto. La diferencia consiste en que, en un silabario, un solo trazo representa una sílaba completa, con vocal y consonante. En un alfabeto las consonantes y vocales son letras separadas siempre. Rimpoché pensó que eera importante (para la propia práctica de visualización) que la consonante y la vocal fueran inseparables de forma inherente y un alfabeto no puede lograrlo tan bien como un silabario. Como se comprueba fehacientemente al leer los libros y enseñanzas del Vidyadhara, el uso libre que hacía del sánscrito y el uso relativamente raro de palabras tibetanas demuestra de nueevo su fuerte tendencia a mostrarnos las raíces indias del budismo, además de las indias tradiciones vajrayana, incluido el ideal bodhisattva del linaje mahasiddha y su forma de vida como practicantes laicos. Aunque siempre intentamos encontrar la palabra o frase adecuada en inglés para traducir la cantidad, aparentemente infinita, de términos importantes, si no se encontraba nada apropiado, empleamos a menudo el sánscrito original, especialmente si no era muy difícil de pronunciar o leer para la audiencia anglohablante. Rimpoché tenía muchas ganas de que sus estudiantes desarrollaran un vocabulario técnico budista y nos exigía que estudiáramos más el significado de un término; dejarlo como palabra algo extranjera significaba que nos alentaba a seguir aprendiendo. Quizás se dé por supuesto pero nos hemos dado cuenta que la mayoría de quienes hablan inglés manejan la pronunciación sánscrita bastante bien sin ninguna formación mientras que, a menudo, resulta mucho más difícil pronunciar los términos más extranjeros, lingüísticamente relacionados o sin relación con el tibetano. Cada vez que Rimpoché buscaba un nombre para una organización o proyecto, volvía a menudo al sánscrito nuevamente y hay innumerables ejemplos de esto, desde Vajradhatu a Shambhala, Nalanda a Naropa (todos escritos sin el uso más erudito de los signos diacríticos), aunque mantuvo en su lengua materna los nombres de sus organizaciones militares y de servicio, que es el Dorje Kasung (en tibetano: rdo rje bka’ srung) y los títulos jerárquicos en el mándala de Shambhala. En última instancia fue una conjunción de varias influencias pero esperaba que muchas palabras extranjeras que usábamos entraran en el idioma inglés en algún momento y formalmente, como ya había ocurrido con algunas palabras en sánscrito. El año 1976 fue un punto de inflexión para el comité de traducción en muchos sentidos. Se unió a nosotros Lama Ugyen Shenpen, un ayudante y secretario durante mucho tiempo de Dilgo Khyentse Rimpoché, maestro muy cercano al Vidyadhara, y que estaba entre los pocos que habían escapado del régimen comunista. Lama Ugyen demostró ser un profesor y guía sin precio, y ayudó a Trungpa Rimpoché de muchas maneras al ser el único otro tibetano en nuestro medio. Resulta difícil imaginar cómo hubiera podido transmitir Rimpoché todo lo que hizo sin Lama Ugyen. Revisaba todo lo que traducíamos cuidadosamente y con su ayuda, a 3 veces hacíamos los borradores aunque estaba demasiado involucrado en aprender un idioma nuevo para mejorar lo que podía ofrecer. Cuando se terminaba este borrador, empezábamos de nuevo a leer toda la traducción al Vidyadhara, frase por frase. Nuestro primer proyecto con Lama Ugyen plenamente incorporado fue la traducción de las sádhanas breve y larga de Vajrayogini Karma Kagyü. Se había preparado algo antes del seminario Vajradhatu de 1976 que tuvo lugar en Land O’Lakes (Wisconsin, EE.UU.) pero gran parte del trabajo se realizó trabajando, primero, en un borrador completo con Lama Ugyen y, después, revisarlo todo con Rimpoché por etapas. Este proceso fue muy intenso, supuso de 8 a 112 horas diarias normalmente y el texto exigía mucho más de lo que permitía nuestro conocimiento. Pero creció nuestra comprensión y el inglés de Lama Ugyen mejoró constantemente. Hubo momentos mágicos, cuando Rimpoché se colaba en la sala de trabajo en la que nos volcábamos en un párrafo con Ugyen, aparentemente para comprobar el progreso que realizábamos, incitándonos de forma juguetona y ofreciendo detalles interesantes que transformaban nuestra comprensión. A veces estábamos tan concentrados en la intensidad de la situación que no notábamos siquiera que se acercaba, traviesamente encantado. En este programa de formación intensiva se reveló El Sol de Oro del Gran Este al Dorje Dradül, nombre con el que se conía al Vidyadhara en su manifestación de Shambhala. Se trata del texto-raíz de Shambhala, el primero de varios termas de la mente que descubrió durante el tiempo que pasó en Estados Unidos y que también exigían traducción. Como ocurre con tales enseñanzas-tesoro reveladas, se escondieron intencionadamente siglos antes (habitualmente por Padmasambhava aunque, en este caso más probablemente, por el rey Gesar de Ling) para beneficiar a generaciones futuras y su aparición es especialmente oportuna. (Años después, su maestro Dilgo Khyentse Rimpoché confirmó todos estos descubrimientos como terma.) Las enseñanzas Shambhala son extremadamente importantes en la transmisión del dharma que realizó el Vidyadhara. De hecho, dijo en una ocasión que ésta era la única aspiración, su deber de propagar el reino de Shambhala, que proporcionaba la inspiración necesaria para realizar el arduo viaje de dejar su patria y venir a Occidente. Metodología de traducción El seminario Vajradhatu anual que duraba tres meses, alternando períodos intensivos de meditación y estudio avanzado, se convirtieron en un intensivo fabuloso de traducción y retiro para nosotros a partir de 1976. Siempre participábamos dos o tres personas, a veces muchas más, yendo y viniendo cuando nos lo permitían nuestros trabajos respectivos. Rimpoché parecía tener mucho tiempo para trabajar en nuestros proyectos y, a veces, nos reuníamos a diario, o varias veces a la semana sin tanta frecuencia. También era su laboratorio en el que experimentaba con la forma de usar de las traducciones en la práctica de meditación de sus estudiantes. A veces pasaba horas en la sala de meditación con un grupo de nosotros, probando distintos estilos de recitar los cantos, ritmos de tambor, toques de gong y demás. Era un proceso muy creativo y fluido de adaptar la tradición ritual tibetana a un país y vocabulario nuevos, y todos los años se producían avances nuevos en el ritual y la comprensión general. Al regresar a casa, que estaba en Boulder (Colorado, EE.UU.) continuaba el trabajo de traducción aunque, generalmente, a ritmo más lento. Las reuniones con Rimpoché se producían una o dos veces a la semana cuando estaba en la ciudad y quizás más a menudo cuando un proyecto estaba a punto de terminar. En una ocasión comentó que los miembros del comité de traducción eran como “las damas de la corte”, relacionándole con su lengua 4 materna, daba igual que la mayoría fuéramos hombres. Perhaps the translation work would have been easier without us, since for the most part he really didn’t need us. But Rinpoche was training us, teaching us, and being so very kind to us. He was also building an institution. Rinpoché, como traductor, era a la vez altamente creativo y meticuloso. Reunía a sus estudiantes en un comité, normalmente unos pocos, como mínimo, en determinadas ocasiones, para desarrollar un espíritu cordial y colegiado de aventura y aprendizaje, buscando siempre alcanzar el ritmo preciso de la frase que encendiera la comprensión del texto para sus alumnos. De esta manera Rimpoché volvía a prestar atención a la etapa en la que el dharma llegó de la India al Tíbet, a base de trabajar con eruditos/practicantes consumados, muy tradicional. No se nos escapaba su parecido con Marpa el Traductor y con Padmasambhava. Al principio éramos, sobre todo, sus secretarios y editores, al comenzar nuestro viaje hacia una mente diferente, como explicó una vez que esto era lo que se exigía cuando se aprendía un idioma nuevo. Fue el comienzo de una colaboración larga y provechosa. Al escribir poesía que componía en tibetano en gran medida, incluidos dohas tántricos y canciones de realización, con frecuencia actuaba en solitario como traductor, igual que había hecho en el Reino Unido, apoyándose en David I. Rome, su secretario privado y en otros para tomar nota de lo que dictaba y editarlo, normalmente con su participación activa. De vez en cuando nuestro comité revisaba estos textos más tarde, especialmente si había que incluirlos en una publicación importante. El comité traducía la mayoría de sus escritos más amplios en tibetano, ya fueran sádhanas tántricas, tratados o terma, de la forma habitual. Rimpoché buscaba cuidadosamente ciertas palabras, explorando con nosotros cómo respondería o reaccionaría el lector previsto ante una frase. Cuando nos reuníamos en su casa, siempre tenía a mano la edición completa de 13 volúmenes de The Oxford English Dictionary y disfrutaba mucho explorando la etimología y los matices de una palabra. Era claramente un método cuyo resultado fue el enorme vocabulario de Rimpoché y, a menudo, nos impresionaba al saber más que nosotros sobre determinadas palabras. Sin duda Rimpoché estaría encantado y honrado de saber que el OED cita ahora el uso que dio a la palabra egolessness (ausencia de ego) como una de las referencias históricas en la “ego.” Algunas palabras que hubieran podido parecer una buena elección estaban tan cargadas de connotaciones problemáticas que las consideramos inutilizables. Palabras como “pecado” y “oración” contaban con demasiado equipaje de orientación teísta y judeocristiana y, así, tras un intento inicial con “delitos neuróticos”, acordamos “actos malignos” para el tibetano sdig pa o sánscrito papa, y “súplica” y “aspiración” (en vez de “oración”) para gsol ‘debs y smon lam. Otras palabras no eran tan problemáticas y consideramos que podíamos rehabilitarlas, como “bendición” para byin rlabs. A Rimpoché se le ocurrían por su cuenta algunas traducciones maravillosas e inventivas aunque no las usamos nunca en el trabajo del comité, como por ejemplo “alfa pura” para ka dag (en vez de la más literal “pureza primordial”), los “ocho logos” para sgrub pa bka’ brgyad (“ocho enseñanzas de sádhana”) y “los tres señores del materialismo” para phyi nang gsang ba’i kla klo (“bárbaros externo, interno y secreto”). El espíritu de grupo era un componente muy importante en la metodología como traductores. A veces se avanzaba extremadamente despacio, cuando parecía que nadie entendía un párrafo o cuando todo el mundo tenía que meter baza en la forma de leer o construir una frase. Otras veces había saltos sin esfuerzo e, incluso, vuelos de expresión 5 creativa que, por supuesto, instigaba o articulaba a menudo el propio Rinpoche, dejando a veces algunas pistas gramaticales sobre lo que llevó hasta ahí. El proceso del grupo parecía producir un nivel más alto de atención y coherencia, aunque aumentó el tiempo invertido proporcionalmente. Estábamos con nuestro guru, una ocasión muy preciosa, y el tiempo no parecía importar mucho excepto cuando se acercaba una fecha límite para un texto. Siempre era un esfuerzo de colaboración, los debates podían convertirse en apasionados, humorísticos, emocionales, discutidores pero siempre había un respeto básico entre nosotros y, por supuesto, gran veneración por nuestro maestro. Mirando atrás creo que logramos bastante durante esos años de formación, especialmente dada nuestra falta de experiencia. Aunque el planteamiento del comité a veces acallaba un cambio inspirado o lírico de una frase que una persona ofrecía, especialmente cuando se alejaba mucho de lo literal, en las traducciones que preferíamos las ventajas sobrepasaban normalmente las idiosincracias inevitables del método del traductor individual y el grupo minaba fácilmente las actitudes de ego individuales. (Es importante indicar que hay algunos traductores excepcionales de dharma que trabajan individualmente). Si hay algún ejemplo de que el conjunto es mejor que la suma de las partes, es nuestro comité de traducción Nalanda. También se desarrolló nuestra metodología con bastante naturalidad y con la participación de todos. Nos esforzamos por ser todo lo literales y precisos posible, evitando un estilo más interpretativo de la composición en inglés. Veíamos al practicante budista como la audiencia principal pese a que seguíamos esforzándonos en incluir cierto volumen de referencia y contexto eruditos porque esperábamos, ciertamente, que la comunidad académica encontrar útil nuestro trabajo. Utilizábamos el idioma de forma bastante sencilla, evitando la terminología excesivamente compleja o filosóficamente obtusa. A Rimpoché le preocupaban las tendencias naturales teístas y dualistas del idioma y, por eso, buscábamos formas de minimizar o reducir esto. Un ejemplo al respecto fue nuestro estilo de mayúsculas que fue el mínimo posible sin caer en el planteamiento idiosincrático de “e.e. cummings”. Sólo se utilizaban mayúsculas en los nombres propios más estrictamente definidos como tales, como los nombres de la gente y de lugares. Los nombres de los varios yanas o vehículos se entendían como etapas de la senda en vez de sólo escuela fijas o instituciones. Enseñanzas importantes como shunyata, mahamudra, las cuatro verdades nobles y demás, también se escribían con minúscula para quitar importancia a cualquier connotación sustancialista o estática. Rimpoché también reducía al mínimo el uso de pronombres, cuando era posible, aunque el inglés los exige mucho más que su tibetano original. La mejora y el refinamiento eran aspiraciones constantes y, por eso, cuantos más practicantes utilizaban nuestras traducciones, salían a la superficie las incoherencias y las frases oscura y respondíamos corrigiéndolas. En el Tíbet existían la antigua escuela de traducción (snga ‘gyur) y la nueva escuela de traducción (gsar bsgyur). Parecía que estábamos desarrollando la escuela de “re-traducción” a veces pero el Vidyadhara quería que fuera correcto y por eso se hacían mejoras periódicamente aunque realmente había muy poco tiempo para tal marcha atrás porque el trabajo acumulado era realmente grande. El diseño de nuestras publicaciones también fue una zona de exploración y experimentación porque también era un componente importante de cómo se iba a comunicar el dharma. Tenía que ser digno y funcional a la vez. Los textos largos que servían de liturgias para recitar durante la práctica de meditación personal tenían que poder abrirse por completo y mantenerse así en la mesa de práctica, especialmente si la práctica en cuestión implicaba mucho ritual como mudras (gestos con la mano) y ofrendas de música (de campaña y tambor). 6 Con ayuda de diseñadores gráficos se nos ocurrió un diseño en papel de formato casi cuadrado que, al abrirse, se aproximaba al tamaño de un libro abierto de estilo tibetano, aunque las páginas se pasaban al estilo occidental. Esto permitía que los objetos del ritual cupieran bien en la mesa con el texto, igual que se hace tradicionalmente. Se dejaban las páginas sueltas, como en el Tíbet, y esto permitía reorganizar fácilmente las liturgias en distintos momentos de la práctica necesaria. Cuando Jean-Claude van Itallie, el autor teatral y estudiante veterano, se convirtió en un sadhaka, nos pidió que sopesáramos añadir muchas más anotaciones de las instrucciones del ritual y el comentario dentro de la propia sádhana. El Vidyadhara estuvo de acuerdo en que resultarían muy útil las indicaciones, especialmente cuando se utilizaba por primera vez tal texto de práctica y, por eso, volvimos a publicar la sádhana de Vajrayogini con una cantidad significativa de indicaciones al margen, señalando cuándo se ofrecía música, se hacía un mudra y otros acompañamientos rituales. Se dejaron a propósito unos márgenes muy amplios para que los estudiantes pudieran añadir muchas notas que facilitaran su comprensión del texto. Rimpoché quería que hiciéramos nuestras propias anotaciones a través del estudio y la práctica personal del material. No tenía que haber la menor inferioridad al presentar el dharma que se había traaducido al inglés. Los textos existían ahora en inglés, un idioma perfectamente decuado para el dharma, ni más ni menos que cualquier otro. Por tanto no se intercalaba el texto en tibetano, ya fuera en escritura originalmente tibetana o en una transcripción fonética pronunciable (aunque tales publicaciones han resultado extremadamente útiles para quien apredniera tibetano). Los practicantes iban a leer y recitar en inglés y la mayoría de los estudiantes del Vidyadhara se hubiera perdido completamente si se hubiera considerado que recitaran en tibetano. Para los occidentales que habían aprendido la lengua tibetana, bastaba el texto original, dependiendo de la fluidez que tuvieran. En una ocasión Rimpoché comentó que no era tan buena idea aprender el dharma a base de aprender la lengua tibetana y había notado que algunas ideas extrañas o erróneasparecían haberse colado cuando ése fue el primer proceso de aprendizaje. Por supuesto aprendimos muchísimo sobre el dharma a través del estudio de la lengua y la necesidad de traducir los textos para los demás pero lo importante de la afirmación de Rimpoché fue que era mejor aprender los principios básicos del dharma en la propia lengua materna, sin filtros culturales añadidos ni proyecciones más allá de lo habitual. Rimpoché se deleitaba con juegos de palabras de todo tipo y, al parecer, creció escribiendo poemas breves en medio de sus clases. (Su poeta preferido era Jigme Lingpa, el maestro del siglo XVIII). En Estados Unidos también hacía sus pinitos traduciendo del inglés al tibetano con incursiones tales como los prólogos del Tao Te Ching y del Padrenuestro. Éste último sirvió de broma, tremendamente graciosa, que nos jugó, dándoselo a uno nuestros miembros como proyecto pequeño para (re)traducirlo al inglés. El traductor pescó la broma en seguida y entró en su habitación riendo. La “víctima” siguiente, de origen judío, no tuvo tanta suerte porque no había tropezado nunca con esa oración y, en consecuencia, preparó una traducción completa para que la revisáramos. La reunión con Rimpoché para hacer la revisión fue extraordinariamente divertida. Escritos tibetanos y terma Aunque no sea el tema principal de este ensayo, he mencionado varios escritos de Trungpa 7 Rimpoché, algunos compuestos en tibetano y otros que también tradujo. Como indica en su autobiografía, Nacido en el Tíbet, escribió al menos dos obras voluminosas mientras vivió en el Tíbet: un tratado de mil páginas sobre mahamudra y meditación, “mostrando su desarrollo paulatino hasta el fruto final” y una obra de dos volúmenes sobre “una alegoría del reino de Shambhala y su gobernante que liberaría a la humanidad al final de la era oscura”. Desafortunadamente ambas obras se perdieron. Sin embargo, nos emocionó saber hace poco tiempo que había sobrevivido cierta cantidad de sus otros textos escritos en el Tíbet. Gracias a las conversaciones mantenidas con Lama Yönten Gyamtso, un ayudante de Trungpa Rinpoche de cuando aún era un niño en el Tíbet y miembro del séquito con el que escapó en 1959, supimos que Rimpoché empezó a descubrir terma a los sseis años de edad. Lama Yönten explicó que Trungpa Rimpoché se sentaba a menudo con su buen amigo Ugyen Tendzin (un tülku del monasterio Sip Dzokchen, de ead parecida a la suya) y un khempo más anciano (maestro veterano de filosofía). El Vidyadhara a menudo descodificaba verbalmente los terma encontrados, con Ugyen Tendzin haciendo de amanuense a menudo para dejar constancia de sus declaraciones. Al parecer, muchos terma de Rimpoché en el Tíbet se llamaban “tesoros de la tierra” (textos y objetos rituales extraidos realmente de la tierra o de una roca). Antes de morir hace poco tiempo, Ugyen Tendzin escribió un hermoso ensayo sobre Trungpa Rimpoché como tertön (“descubridor de terma”) en el contexto de preparar un índice de los escritos de Rimpoché en el Tíbet. El sobrino de Trungpa Rimpoché, Karma Senge Rimpoché, que procede del monasterio Kyere (un monasterio dependiente de Surmang), ha pasado muchos años viajando por la región de Kham (Tíbet oriental) y más allá buscando todos los escritos de su tío. Hasta entonces había recogido más de 400 páginas y tuvimos la buena fortuna de recibir copias de las mismas durante la primera visita que realizó a Occidente en el verano de 2003. Ahora estamos comenzando a leer y traducir estos textos, que son terma muchos de ellos, y así se abre un capítulo más de nuestro trabajo continuo con el Vidyadhara. Larry Mermelstein Centro de Retiro Söpa Chöling Cabo Bretón (Nueva Escocia, Canadá) Aniversario del parinirvana (04/04/04) Textos traducidos por el Vidyadhara el Venerable Chögyam Trungpa Rimpoché “The Meditation of Guru Rinpoche” con John Blackwood (Oxford, 1965/66) Con Rigdzin Shikpo (Michael Hookham, mediados a finales de los años sesenta): Refuge Vow and Shilas * Bodhisattva Vow and Shilas * “The Three Terrible Incantations of the Lord of Dharma” (un texto Kadampa) * “Invocation to Mamo” * Tharpe Delam (Könchok Chindu ngöndro) * dos textos sobre gCod/Kusulu mandala * Samantabhadra meditation with the dharmata mantra * Guru Sadhana (un Ati Guru Yoga de Guru Rinpoche) “Supplication to the Gurus of the Kagyü Lineage” (ca. 1967) Con Richard Arthure: Sadhana of Mahamudra (1968) 8 • “Advice from Me to Myself” por Patrül Rinpoche y “Nyingthik or The Innermost Essence” por Jigme Lingpa (traducido en Londres, 1969; publicado en Mudra: Early Poems and Songs, 1972) The Golden Dot (traducción parcial) y “Political Treatise,” ambos por Chögyam Trungpa (1972) Con Francesca Fremantle: El libro tibetano de los muertos. Traducción de Miguel Iribarren. Madrid: Gaia Ediciones, 2009. ISBN 978-8484452249 Docenas de poemas compuestos y traducidos por Trungpa Rimpoché con varios secretarios. Con el comité de traducción Nalanda/Vajravairochana 1975: Kagyü Ngöndro: Vajrasattva and Mandala liturgies from The Chariot for Traveling the Noble Path por Karmapa Wangchuk Dorje 1976: Kagyü Ngöndro: Guru Yoga * several songs por los Karmapas * The Sun of Wisdom: The Guru Sadhana and Feast Offering to Jamgön Guru Padma Trime por Chögyam Trungpa * Vajrayogini Sadhana: The Sadhana of the Glorious Coemergent Mother Vajrayogini por Karmapa Thongwa Tönden & “Abbreviated Daily Practice” por Shamar Chökyi Wangchuk 1977: varias canciones por Dilgo Khyentse 1978: Libro de cantos diarios * Kagyü Ngöndro (completo) * Terma Shambhala por el Dorje Dradül de Mukpo: El Sol de oro del Gran Este, La carta del Ashé negro y La carta de la llave de oro que colma el deseo. 1979: Milarepa Sadhana: Glorious Flame of Wisdom: The Guru Yoga and Feast Offering to Great Jetsün Repa por Jamgön Kongtrül * Trungpa lineage supplication: “Ocean Waves of Devotion: A Supplication to the Garland of Births of the Surmang Trungpa Rinpoches” por Dzongsar Khyentse Chökyi Lodrö * Proportions of the Mandala of the Five Devas of Chakrasamvara * Oryoki Liturgy: The Sutra of the Recollection of the Noble Three Jewels * Fire Offering Liturgy: The Source of the Precious Karmas por Loter Wangpo * Terma y textos Shambhala por el Dorje Dradül: El Sello del Escorpión del Sol de Oro: el texto abreviado & The Golden Dot: The Epic of the Lha; aforismos Shambhala * “El canto guerrero de Drala: el lhasang largo de Werma” por Jamgön Mipham 1980: Libro de cantos diarios (más selección) * Sádhana de Manjushri: El Sol de la Prajña por Chögyam Trungpa * The Rain of Wisdom * Terma Shambhala y textos por el Dorje Dradül: El Sello del Escorpión del Sol de Oro: El texto completo & El rugido del Werma: La sádhana del Guerrero 1981: The Guru Yoga for the Four Sessions por Karmapa Mikyö Dorje * “Crying to the Gurus from Afar” por Jamgön Kongtrül Lodrö Thaye * Lojong Text: The Root Text of the Seven Points of Mind Training por Chekawa Yeshe Dorje * Textos Shambhala: “Shambhala Edict on Wholesome Human Conduct” por King Songtsen Gampo; “Lightning of Blessings: Supplication to the Imperial Warriors” & Libro de cantos Shambhala por el Dorje Dradül 9 1982: “Confession Liturgy” * Textos de práctica diaria: Medicine Guru por Dilgo Khyentse, Vajrakilaya por Jamgön Mipham * “Fulfilling the Aspirations of Gyalwang Karmapa” * Kalachakra Texts: Daily Sadhana por Jamgön Kongtrül, Abhisheka Text, and History por Kalu Rinpoche * “Mahayana Morning Liturgy” * The Sadhana and Feast Offering of Lord Karma Pakshi * The Life of Tilopa por Pema Karpo * Seeing Accomplishes All: The Life of Marpa the Translator por Tsangnyön Heruka * Sakyong abhisheka from “Blazing Jewel of Sovereignty” terma * “Shambhala Slogans” por el Dorje Dradül 1983: Guru Yoga: The Life-Drop of Blessings por Dilgo Khyentse * Lives of the Mahasiddhas: The Wondrous and Marvelous Biographies of the Lineages of the Seven Special Transmissions por Taranatha * Torch of True Meaning por Jamgön Kongtrül (capítulo sobre mahamudra) * Liturgias del día de Vaishakha: The Prostration Offering to the Sthaviras por Khyentse Wangpo; “Praise to the Buddha” por Drigung Kyoppa; “Shorter Praise to the Buddha” por Acharya Aryasura 1984: The Lion’s Roar That Proclaims Shentong por Jamgön Mipham * “King Gesar of Ling Windhorse Banner” por Jamgön Mipham * The Heart of Siddhi: The Sadhana of Black Jambhala por Chökyi Wangchuk & Khyentse Wangpo 1985: “Aspiration” por Choggyur Lingpa * Textos budistas monásticos: The Rites of Poshadha por Karmapa Thekchok Dorje * “A Very Condensed Daily Practice of White Tara” por Khyentse Wangpo * “Offering Chant for Presenting Representations of Body, Speech, Mind, Quality, and Action” por el Tertön de Surmang Silnön Namkhe Dorje * “Political Treatise” por Chögyam Trungpa 1986: The Sadhana of the Five Devas of Chakrasamvara por Karmapa Mikyö Dorje * The Life of Jetsün Tilopa por Wangchuk Gyaltsen & “The Songs of Tilopa” 1975-1986: docenas de poemas, cientos de caligrafías y miles de nombres de refugio, bodhisattva y secretos por el Vidyadhara Textos tibetanos escritos o descubiertos por el Vidyadhara el Venerable Chögyam Trungpa Rimpoché La siguiente lista de textos se recopiló gracias al esfuerzo de Karma Senge Rimpoché, el sobrino de Trungpa Rimpoché. Se ha extraido de The Precious Garland: The Table of Contents for the Collected Works of Chökyi Gyatso, traducido por el Comité de traducción Nalanda, incluido un ensayo poético por Ugyen Tendzin Rimpoché. Sólo hemos reimpreso aquí la traducción de nuestra lista real de textos. Desde que se recopiló por primera vez, Karma Senge Rimpoché ha recogido otrs cien páginas o más de escritos de Trungpa Rimpoché de modo que ésta se mantiene como lista preliminar de trabajos compuestos o descubiertos antes de 1960. KA: Light Rays of the Sun and Moon: A Biography of the Gem and the Stone, 14 páginas. KHA: A Piece of the Rainbow: A Supplication and Explanation of Practice and a compilation of other texts, 26 páginas. GA: “Refuge” (AH Possessing the three powers oneself . . .), “The Beginning of the Session, 10

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Por el acharya Larry Mermelstein. El Vidyadhara Chögyam Trungpa Rimpoché sentía una gran pasión por trasladar el dharma del tibetano al inglés.
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