Description:—Me puse en camino en cuanto llegó tu telegrama —dijo Jim Crowley. —Es lo que esperaba de ti —contestó Ronald Madden. —Faltó poco para que mi coche volcase en el trayecto al aeropuerto. Ronald Madden no dijo nada a eso. Estaba mirando por la ventana, hacia fuera. Jim Crowley se llegó junto a él y miró en la misma dirección. En el trampolín de la piscina, vio a una rubia de figura maravillosa. Se cubría con un bañador que imitaba la piel de leopardo… —Bonita chica, Ronald. ¿De dónde la sacaste? —Es mi mujer.