TRANSFORMACIONES GLOBALES LA ANTROPOLOGÍA Y EL MUNDO MODERNO M -R T ichel olph RouilloT TRANSFORMACIONES GLOBALES LA ANTROPOLOGÍA Y EL MUNDO MODERNO M -R T ichel olph RouilloT Traducción y presentación: Cristóbal Gnecco Universidad del Cauca CESO-Universidad de los Andes CONTENIDO Antropología en entredicho: propuestas desde el fondo de la subalternidad .............................................................................9 Agradecimientos ...................................................................................31 Introducción ..........................................................................................35 Capítulo 1. La antropología y el nicho del salvaje: poética y política de la alteridad ..................................................................43 Capítulo 2. Ficciones del Atlántico Norte: transformaciones globales, 1492-1945 ..............................................................79 Capítulo 3. Una globalidad fragmentada ...........................................103 Capítulo 4. Antropología del Estado en la época de la globalización: encuentros cercanos del tipo engañoso .................149 Capítulo 5. Adieu, cultura: surge un nuevo deber .............................175 Capítulo 6. Tener sentido: los campos en los cuales trabajamos ...........................................................................211 Referencias .........................................................................................247 Índice ..................................................................................................275 ANTROPOLOGÍA EN ENTREDICHO: PROPUESTAS DESDE EL FONDO DE LA SUBALTERNIDAD Cristóbal Gnecco Universidad del Cauca Michel-Rolph Trouillot surgió del fondo de la subalternidad: un intelectual que, para disgusto de muchos, se convirtió en una de las conciencias morales de la antropología. Disgusto porque es negro y, además, haitiano. Doblemente subalterno. Por la misma razón por la cual Occidente ha ignorado la revolución haitiana1 la obra de Trouillot no ha tenido la recepción que debiera. Acaso esta traducción contribuya a remediar esa omisión y sea una invitación a su lectura. La condición de Trouillot como subalterno exige una precisión: podría verse impugnada porque estudió antropología en una univer- sidad norteamericana y, después, ingresó como profesor a otra. Dar clases en la academia del Atlántico Norte es sinónimo, para muchos, de complacencia con el orden global, con las asimetrías de poder, con el logocentrismo, con la estética de la teoría. Puede ser cierto en muchos casos. No en éste. La subalternidad de Trouillot no está condicionada por su pertenencia a un medio universitario metropolitano; tampoco está limitada por enseñar y practicar una disciplina moderna en una institu- ción moderna. La antropología encuentra en Trouillot un sujeto que la interpela, desde adentro (como antropólogo educado en la metrópoli) y desde afuera (como sujeto subalterno, como miembro de un grupo étnico que devino moderno como exterioridad constitutiva), sólo para encontrar que su misión es redefinirla, esta vez no como acomodación postmoderna (cambiar todo para seguir haciendo lo mismo) sino como re-edificación: volver a hacer, construir de nuevo. 1 Trouillot (1995) mostró que hasta el historiador marxista Eric Hobsbawm sufrió el peso del archivo moderno (euro/andro/logocéntrico, entonces). En su obra sobre las revoluciones modernas pasó por encima de la revolución haitiana como si nunca hubiese existido, ignorando que fue la única rebelión exitosa de los esclavizados contra los esclavizadores. Claro: una revolución de negros merece poca atención por parte de la historia Occidental —blanca, aristotélica y hegeliana, a pesar de ella misma. Michel-Rolph TRouilloT Trouillot no es un sujeto liminar; no está desgarrado entre ser antropó- logo y ser subalterno. Es un antropólogo subalterno. Es un sujeto dispuesto a llevar su formación académica, y lo que ella pueda aportar, a una lucha en la que está en juego la posibilidad de una vida hecha al margen de las exigencias modernas; en esa lucha la antropología no es una disciplina que ilumina, incluso cuando acompaña, sino un hacer que se mira y modifica. Trouillot cree posible una nueva moralidad antropológica; aunque no dice de dónde surgirá es fácil suponer que lo hará de la vida de quienes siempre estuvieron marginados por el proyecto moderno —esos otros de su lado oscuro, esos otros cuyo afuera fue condición básica para el funcionamiento del proyecto. De esos sujetos puede esperarse la mayor impugnación y el trabajo más importante de re-edificación de la antropo- logía; no de los antropólogos metropolitanos, tan lejos de las realidades que investigan como cerca de su condición de miembros de una minoría cognitiva privilegiada; tampoco de los pro-subalternos, muchos de ellos herederos de una tradición que se complace en la cercanía mientras mantiene la distancia. El ímpetu de esa re-edificación provendrá de una condición de exterioridad; no de un lugar intocado por la modernidad (un afuera ontológico) sino desde un afuera …que es, precisamente, constituido como diferencia por el discurso hegemónico. Con la apelación desde la exterioridad en la cual es localizado, el Otro deviene la fuente original del discurso ético vis a vis una totalidad hegemónica (Escobar 2005:36) Ese discurso ético cruza este libro y se yergue contra el discurso moderno —contra los discursos que le dieron sustento y sustancia, como la antro- pología— con la legitimidad política e histórica que otorga hablar/actuar desde la diferencia colonial y desde la exterioridad constitutiva. El otro étnico como el afuera de la modernidad entiende, una vez que surge su poder del enfrentamiento colonial, que los saberes modernos que lo definen y lo intervienen no aparecieron para solucionar sus problemas sino los de su otro.2 Por eso impugna a la antropología: porque sabe que fue arte de sujeción. Porque sabe que el thelos de la modernidad cabalgó un ethos particular, una poderosa tensión: no existió sin el tiempo del 2 Ese otro es el sujeto moderno, creado y modelado por la referencialidad del afuera étnico. Que los problemas que la antropología busca solucionar son los de la modernidad y no los de su otro étnico (mejor, los problemas causados en la modernidad por el otro, cuya presencia es problema pero, también, necesidad) fue notado hace cuatro décadas por Guillermo Bonfil (1970:45): “Después de todo, si se reconoce que el indigenismo es una actividad particular del sector mayoritario de la sociedad global, los determinantes de sus características habrá que buscarlos en la conformación y dinámica de ese sector y no en la problemática real, objetiva, de la población indígena.” 10
Description: