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Mi amigo Mozart PDF

33 Pages·2009·0.19 MB·Spanish
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id667468 pdfMachine by Broadgun Software - a great PDF writer! - a great PDF creator! - http://www.pdfmachine.com http://www.broadgun.com MI AMIGO MOZART Esther SuÆrez DurÆn Premio Teatro Concurso La Edad de Oro, 1991 PERSONAJES Escritor T(cid:237)a T(cid:237)o Maestro Camarero Mozart 1 Mozart 2 Mozart 3 BastiÆn Bastiana ColÆs F(cid:237)garo Susana Conde Condesa Don Juan Fantasma del Comendador La acci(cid:243)n se desarrolla en el escenario de un teatro para niæos. Transcurre en tres planos: el primero corresponde a los actores que trabajan (cid:147)en vivo(cid:148); en el segundo --compuesto por uno o mÆs retablos de alturas distintas--, actœan los personajes representados por muæecos, mientras el tercero estÆ demarcado por la pantalla de sombras. Por la escena aparecen diseminados diversos elementos teatrales, entre ellos una percha, de donde cuelgan una espada y una manta. En otra zona del escenario estÆ ubicada una mesa de tamaæo mediano con cuatro pequeæos bancos. El Escritor escribe afanosamente a mÆquina -- puede elaborarse una banda sonora con el sonido de varias mÆquinas de escribir--. De vez en vez saca la cuartilla y la desecha, coloca otra en su lugar y escribe de nuevo. Se escucha un tema que identifica la programaci(cid:243)n televisiva en tanto aparece un televisor en escena. De su pantalla emerge el locutor. Locutor de TV: Buenas tardes, amables televidentes. Ahora, las noticias. Este aæo el mundo entero conmemora el bicentenario de la muerte de Wolfgang Amadeo Mozart, un genio de la mœsica. De ah(cid:237) que exhortemos a todos los escritores del pa(cid:237)s a escribir una serie sobre la vida de Mozart para la televisi(cid:243)n. Escritor: (Al locutor.) Gracias, pero no puedo. Intento escribir una obra sobre Mozart(cid:133) para el teatro. Locutor de TV: (Asombrado.) ¡¿Para el teatro?! ¿Usted estÆ loco? ¿Y por quØ mejor no escribe para la televisi(cid:243)n? El teatro jamÆs puede ser comparado con ella. Piense en el 2 nœmero de televidentes que disfrutarÆ de su obra. ¡Millones!, en cambio, ¿cuÆntas personas caben en un teatro? El escritor opera el control remoto y apaga el televisor. Aparece en escena un receptor de radio. Se escucha el sonido de estÆtica propio de este medio de difusi(cid:243)n. A continuaci(cid:243)n, la voz del Locutor. El aparato de radio se anima. Locutor de radio: (Con la dinÆmica propia del discurso radial.) ¡Buenas tardes, amables radioescuchas! De nuevo en su compaæ(cid:237)a, esta vez con una informaci(cid:243)n especial para ustedes. Se trata de Mozart. Este aæo, los habitantes del planeta conmemoramos los doscientos aæos de la desaparici(cid:243)n f(cid:237)sica de Wolfgang Amadeo Mozart, uno de los grandes de la mœsica, y queremos comunicarnos por este medio con todos los escritores del pa(cid:237)s para solicitarles que escriban una radionovela sobre Øl. Escritor: No puedo, gracias. Quiero escribir sobre Mozart, pero serÆ una obra de teatro. El receptor de radio se anima nuevamente. Locutor de radio: ¡¿Teatro ha dicho?! Amigo, ¿por quØ no escribe mejor para la radio? La radio entra en todas las casas. ¿QuiØn cree usted que va a ir al teatro a ver su obra? El Escritor lo apaga de un golpe. Sigue escribiendo. Por la platea aparece un equipo de filmaci(cid:243)n con luces, micr(cid:243)fono, cÆmara y claqueta. El Ayudante hace sonar la œltima. Iluminan a los espectadores, la cÆmara hace tomas de ellos. Director de cine: ¿QuØ tal? Somos del cine. Como ustedes ya saben este aæo se cumplen dos siglos de la muerte de Mozart. Estamos buscando un escritor que nos prepare el gui(cid:243)n para hacer una pel(cid:237)cula sobre Øl. ¿Saben ustedes si por aqu(cid:237) hay alguno? Los niæos del pœblico deben seæalar al Escritor que permanece en el escenario. El Escritor se cubre de las luces que caen ahora despiadadamente sobre Øl. Director: ¿C(cid:243)mo le va, amigo? (Le da la mano calurosamente.) Buscamos un escritor para una pel(cid:237)cula sobre Mozart. ¿QuØ nos dice? Escritor: Lo siento. No quiero escribir para el cine, sino para el teatro. Quiero hacer con Mozart una maravillosa obra de teatro. El Ayudante hace sonar la claqueta. Director: ¿Teatro, dices? (A los miembros del equipo y al pœblico.) ¿Ustedes han o(cid:237)do? Dijo: ¡Teatro! (Al Escritor.) Pero, amigo, recapacite. El cine es el arte del siglo XX, del XXI, ¡del XXV! En el cine se puede hacer ¡todo! Y las imÆgenes se ven ¡as(cid:237) de grandes! (Se apoya con gestos.) AdemÆs, si hace una obra para el cine podrÆ ser vista en todas las provincias, en todos los pa(cid:237)ses, ¡en todos los planetas! El Ayudante suena la claqueta. Escritor: Yo amo el teatro. 3 El Ayudante suena la claqueta. Director: Ustedes, los del teatro, ¡son incorregibles! (Saliendo de la sala.Proyecta.) Si cambia de idea, sabe donde encontrarnos. Mientras se retiran, el Ayudante, suena repetidas veces la claqueta. Escritor: (Al pœblico.) Amo el teatro. Aqu(cid:237) los personajes aparecen y uno los ve, los oye, y hasta los podr(cid:237)a tocar si quisiera porque estÆn ah(cid:237) mismo, muy cerquita de uno. Yo soy un Escritor de Teatro. Todo lo que tengo que hacer es concentrarme, imaginarme c(cid:243)mo serÆn mis personajes y ellos comienzan a moverse por el escenario. As(cid:237) de lindo es mi oficio. Todo lo que imagino(cid:133) (chasquea los dedos) aparece en escena. Claro que eso tambiØn es una cosa muy seria. Una gran responsabilidad. Y en el caso de Mozart tengo que estudiar mucho, investigar sobre Øl, para poder imaginarlo tal cuÆl era, si no, corro el riesgo de presentar ante ustedes un Mozart que no existi(cid:243). ¡Ay, y sobre Mozart hay tantas historias distintas y tanta confusi(cid:243)n!(cid:133) Porque, ademÆs, Øl vivi(cid:243) en Austria hace ¡dos siglos! Todos aquellos que lo conocieron ya no estÆn. S(cid:243)lo quedan los libros que hablan sobre Øl. Y lo mÆs importante: ¡su mœsica! Se escucha un fragmento de la Sinfon(cid:237)a 40 o de la Pequeæa mœsica nocturna, K. 525. Escritor: Su mœsica poderosa, inmortal. Fue un gran mœsico, pero, ¿quØ clase de hombre fue? ¿Ingenuo? ¿Triste? ¿Alegre? ¿Conoci(cid:243) el amor? ¿En quØ pensaba cuando compon(cid:237)a esa mœsica? (Suspira.) Todav(cid:237)a no lo sØ. (Pausa.) Si al menos tuviera alguien con quien hablar(cid:133) Si al menos tuviera una t(cid:237)a(cid:133) (En voz baja.) Porque, entre ustedes y yo, lo mejor de una familia son los t(cid:237)os. Los t(cid:237)os, s(cid:237), que te complacen siempre y te dejan hacer todo lo que deseas. ¿Que quieres comer dulces antes de la comida? C(cid:243)mete un cake, si puedes. ¿Que te quieres baæar en el aguacero? ¡Arriba!, que el agua es vida. ¿Que no quieres acostarte temprano? QuØdate con las estrellas toda la madrugada. (Transici(cid:243)n.) ¡Eso es! ¡Me inventarØ una T(cid:237)a! ImaginarØ una T(cid:237)a para m(cid:237). Todo lo que tengo que hacer es cerrar los ojos y concentrarme. (Cierra los ojos.) Pensar en ella con todas mis fuerzas. (Pausa.) Quiero una T(cid:237)a que sea(cid:133) (Abre los ojos, a los niæos.) Vamos a ver, ¿c(cid:243)mo la pido? ¿Pequeæa o alta? (El actor estimula la intervenci(cid:243)n del pœblico.) A m(cid:237) me gusta pequeæita(cid:133) (A los niæos.) Y, ¿quØ mÆs? ¿Delgada o gruesa? (Los niæos intervienen.) La prefiero delgada. Eso es. (Escribe.) T(cid:237)a pequeæa de estatura, delgada(cid:133) (A los niæos.) Y ¡dulce! ¡Que sea dulce y bondadosa! (Escribe. A los niæos.) Y que se mueva(cid:133) ¿c(cid:243)mo? ¿RÆpido o despacio? (Los niæos intervienen.) Mejor despacio y levemente (Escribe.) Como si flotara en el aire(cid:133) (Continœa escribiendo mientras habla.) Que me comprenda y no me proh(cid:237)ba nada(cid:133) ¡Ah!, que sepa cocinar muy bien y prepare muchos postres y(cid:133) ¡muy importante! que sepa mucho, much(cid:237)simo, acerca de Mozart. (Mira la cuartilla.) ¡Ya estÆ! Se escucha un fuerte acorde de mœsica sinf(cid:243)nica. La luz parpadea. Escritor: (Entusiasmado.) ¡Lleg(cid:243)! Entra la T(cid:237)a como una tromba. Es una mujer corpulenta. Viene con una maleta, una sombrilla y un pliego enrollado bajo el brazo. 4 T(cid:237)a: (Con carÆcter.) ¿D(cid:243)nde estÆ eso que me ha tocado por sobrino? (Pasa por delante del Escritor sin reparar en Øl. (cid:201)ste la mira anhelante. La T(cid:237)a se detiene y se vuelve. Entonces lo revisa con la mirada, de arriba a abajo.) ¿!Tœ!? (Transici(cid:243)n.) S(cid:237), debes ser tœ porque(cid:133) no hay otro. (Despliega el papel que trae. Lo mira. Compara.) AdemÆs, estÆs ¡igualito! (Le entrega el pliego al Escritor, quien lo mira at(cid:243)nito y lo muestra a los niæos. Es un dibujo que no debe parecØrsele en nada.)¡IdØntico! A ver la uæas (revisa), y las orejas(cid:133) ¡Y ese pelo! ¡Y esa ropa! Te pelaremos y te cambiarÆs de ropa, y cuidadito con comer nada antes de la hora de la comida, ni con salir a la calle (extiende el brazo en el gesto t(cid:237)pico de comprobar si cae la lluvia) si llueve. Y(cid:133) tempranito, ¡a la cama! (Transici(cid:243)n. Para s(cid:237).) ¿D(cid:243)nde pongo mis cosas? Escritor: (Reacciona.) ¡Oiga! Espere, aqu(cid:237) debe haber un error, yo(cid:133) (Transici(cid:243)n.) Usted, ¿quiØn es? T(cid:237)a: ¿QuiØn crees tœ? ¿La madrastra de Blanca Nieve? ¡Tu T(cid:237)a, por supuesto! Escritor: Pero es que yo no(cid:133) Perdone, pero yo(cid:133) siempre imaginØ que mi T(cid:237)a ser(cid:237)a(cid:133) T(cid:237)a: S(cid:237), ya sØ (saca la cuartilla de la mÆquina y lee con desdØn): (cid:147)pequeæa de estatura, delgada, dulce y bondadosa(cid:133) Se mueve como si flotara(cid:148)(cid:133) (Se mira a s(cid:237) misma. Continœa.) (cid:147)Comprende a su sobrino y no es capaz de prohibirle nada(cid:148). (Para s(cid:237).) S(cid:243)lo eso me faltaba (Transici(cid:243)n.) Pues, ¡no hay! ¡Se acabaron! Todas las T(cid:237)as as(cid:237) ya estÆn repartidas en otras familias. S(cid:243)lo quedaba yo y me tocaste tœ. (Transici(cid:243)n.) Tienes suerte de que, al menos, sØ preparar postres. Escritor: (Resignado.) ¡Ah! T(cid:237)a: Hago unos helados de zanahoria y una natillas de pescado ¡deliciosas! Y lo mÆs importante; conozco muy bien a Mozart. ¿Ya lleg(cid:243)? Escritor: Todav(cid:237)a. T(cid:237)a: ¿C(cid:243)mo que todav(cid:237)a? ¿QuØ esperas? Escritor: Necesito saber mÆs sobre Øl. Por eso la traje a usted, para que me ayudara. T(cid:237)a: As(cid:237) que me has imaginado a m(cid:237) y no has sido capaz de imaginÆrtelo a Øl. Escritor: A usted era mÆs fÆcil imaginÆrsela, T(cid:237)a. Y ya ve lo que pas(cid:243). Con Øl debo tener mucho cuidado. Esto es un teatro para niæos. A ellos no puedo engaæarlos, presentarles un Mozart que no es. La T(cid:237)a sube a una silla en actitud de quien ha visto un rat(cid:243)n. T(cid:237)a: ¿Teatro para quiØn, has dicho? Escritor: Para niæos. M(cid:237)relos. (Seæala al pœblico.) 5 T(cid:237)a: Teatro(cid:133) ¿!Para niæos!? ¿Quieres decir(cid:133) que ademÆs de soportarte a ti, tendrØ que lidiar con decenas(cid:133) centenas(cid:133) quizÆs ¡miles! de chiquillos todos los d(cid:237)as? ¡No! ¡Ni hablar! (Desciende y va en busca de su equipaje.) ¡Me voy! Escritor: ¡Espere! (Transici(cid:243)n.) No puede irse. T(cid:237)a: ¿Ah, no? ¿Y eso por quØ? Escritor: Porque usted estÆ aqu(cid:237) por m(cid:237). Porque yo la imaginØ y la traje. T(cid:237)a: De acuerdo. Ve desimaginÆndome, porque me quiero ir. (Inicia la salida.) Escritor: ¡No puedo! T(cid:237)a: ¿C(cid:243)mo que no puedes? Escritor: ¡No! Una vez que imagino algo despuØs no lo puedo des(cid:133)imaginar. Lo mÆs que hago es(cid:133) seguir imaginÆndome cosas. T(cid:237)a: ¿MÆs gente? ¡No! Ya entre tœ y los chiquillos es mÆs que suficiente. (Transici(cid:243)n.) Ve a lavarte las orejas y empezarÆs tu trabajo sobre Mozart. Escritor: Tal vez un T(cid:237)o. T(cid:237)a: ¡¿Un T(cid:237)o?! ¿Y eso para quØ? Se escucha de nuevo un fuerte acorde sinf(cid:243)nico. La luz parpadea nuevamente. Escritor: Para que la ayude con los (cid:147)chiquillos(cid:148), como usted les dice, y me ayude a m(cid:237)(cid:133) con usted. (Se dirige diligente hacia una de las entradas del escenario.) Pase, querido T(cid:237)o. T(cid:237)o: (Trae la gorra en la mano. Se asoma con gran timidez.) ¿Se(cid:133) se(cid:133) puede? Escritor: ¡Claro! (Mira a la T(cid:237)a. Con intenci(cid:243)n.) EstÆ usted en su casa. T(cid:237)o: Eres muy amable. (Sin decidirse a pasar.) Pero(cid:133) ¿se(cid:133) podrÆ?... ¿Seguro? Escritor: Por supuesto, T(cid:237)o. (Lo hala.) Acabe de pasar (En voz baja.) Tiene que ayudarme. T(cid:237)a: Y el(cid:133) seæor(cid:133) ¿quiØn es? T(cid:237)o: ¿Yo?... Eh(cid:133) El(cid:133) T(cid:237)o. (Mira al Escritor.) Escritor: (PresentÆndolo.) Un hombre honesto, noble, pero muy firme. De mucho carÆcter. T(cid:237)o: No(cid:133) yo estoy bien, gracias. 6 T(cid:237)a: (Da la vuelta alrededor del T(cid:237)o revisÆndolo.) ¿TambiØn te lo imaginaste? Escritor: (Asiente.) ¡Uhum! (Al T(cid:237)o.) P(cid:243)ngase c(cid:243)modo. T(cid:237)a: ¿No tiene fr(cid:237)o? T(cid:237)o: ¿Fr(cid:237)o?... No(cid:133) No hace fr(cid:237)o. T(cid:237)a: (Amenazante.) ¿Que no hace fr(cid:237)o? ¿EstÆ seguro? T(cid:237)o: Bueno,(cid:133) s(cid:237)(cid:133), s(cid:237)(cid:133), tiene usted raz(cid:243)n(cid:133) hace un poco de fr(cid:237)o. (Mira al Escritor.) T(cid:237)a: (Amenazante.) ¡¿Un poco?! Hace mucho fr(cid:237)o ¡Mucho, mucho fr(cid:237)o! Mire usted como estÆ temblando. T(cid:237)o: ¿Yo? ¿Temblando? (Mira al Escritor.) T(cid:237)a: S(cid:237), usted. ¡Mire eso, si se muere de fr(cid:237)o! El T(cid:237)o comienza a temblar. Le castaæean los dientes. La T(cid:237)a toma la manta de la percha, envuelve en ella al T(cid:237)o y le cala la gorra hasta los ojos. T(cid:237)a: As(cid:237) estÆ mejor. ¿No quisiera fumar ahora? T(cid:237)o: (CastaæeÆndole los dientes.) ¿Fu(cid:133)fu-mar? N-o(cid:133) no, gracias(cid:133) Y-o(cid:133) yo(cid:133) no fumo. T(cid:237)a: (Amenazadora.) ¿No fuma? T(cid:237)o: Bueno(cid:133) yo(cid:133) T(cid:237)a: (Enciende una pipa y la coloca en la boca del T(cid:237)o.) Vamos, fume. Escritor: T(cid:237)o(cid:133)T(cid:237)o, usted dijo que no fumaba y, ademÆs, en el teatro no se fuma. (Le quita la pipa.) T(cid:237)o: ¿Yo dije que no fumaba?... ¿En el teatro no se fuma?... Ah, bueno, pues no fumo. T(cid:237)a: (Le pone de nuevo la pipa en la boca.) ¡Fume! El T(cid:237)o fuma. Escritor: ¡No fume! El T(cid:237)o cesa de fumar. T(cid:237)a: ¡Fume! Escritor: ¡No fume! 7 T(cid:237)a: ¡Fume! El T(cid:237)o comienza a toser y a ahogarse. Escritor: ¡No fume, T(cid:237)o! T(cid:237)a: ¡Claro que s(cid:237)! ¡Fume! El t(cid:237)o sigue tosiendo, se ahoga, se marea. Escritor: (Le quita la pipa.) ¡Basta ya, T(cid:237)a! ¿QuØ quiere? ¿Matarlo? (Toma al T(cid:237)o en sus brazos, lo ayuda a sentarse, le quita la gorra y la manta.) T(cid:237)a: S(cid:243)lo estaba viendo cuan (cid:147)firme(cid:148) era ese T(cid:237)o que te inventaste. (Transici(cid:243)n.) Bien, ya todo sabido y comprobado, hÆganme el favor los dos, usted y su(cid:133) (cid:147)T(cid:237)o(cid:148) de recoger bien este escenario, limpiarlo, sacudirlo y despuØs preparar a todos estos chiquillos que estÆn aqu(cid:237). T(cid:237)o: (Al Escritor.) ¡¿Los va a baæar?! Escritor: ¡T(cid:237)a! T(cid:237)a: (Terminante.) ¡A todos! (Va hacia la platea y toma a uno de los niæos por el cuello de la camisa.) Empezaremos por este. (Lo arrastra hasta el escenario.) El Escritor toma al niæo por una mano y trata de alejarlo de la T(cid:237)a, que lo tiene sujeto por la otra. El T(cid:237)o hala al Escritor tratando de ayudarlo. Se aparenta un juego de fuerzas sobre el niæo. Escritor: T(cid:237)o, tiene que hacer algo. ¡Imponga su carÆcter! T(cid:237)o: (Jadea por el esfuerzo.) Lo siento mucho, sobrino, pero(cid:133) ya me ves(cid:133) (Con intenci(cid:243)n.) Y la ves a ella. T(cid:237)a: (Forcejeando. Al niæo.) De todos modos te baæarØ. T(cid:237)o: Si al menos tuviera un apoyo(cid:133) ¡Un amigo! Alguien entusiasta, alegre, decidido. ¿Puedes imaginarlo? Escritor: ¿Uno solo le bastar(cid:237)a? En ese momento parece que la T(cid:237)a tiene ganada la partida. T(cid:237)o: Si pudieran ser dos(cid:133) Se escuchan de nuevo los acordes que antecedieron a la llegada de la T(cid:237)a y el T(cid:237)o. La luz parpadea y baja totalmente por unos segundos. Cuando sube ya estÆn en escena los dos amigos, colocados junto al T(cid:237)o. Entre todos logran separar al niæo de la T(cid:237)a. Aquella cae al suelo. El Escritor acompaæa al niæo hasta su asiento. T(cid:237)a ¿Y estos, quienes son? 8 Maestro: (Altanero.) JosØ Mar(cid:237)a Canto Liso, maestro primario. He tenido muchos, muchos alumnos. (Transici(cid:243)n.) Ay, pero no ven(cid:237)an a la escuela por m(cid:237), sino porque quer(cid:237)an ser mØdicos, pilotos, constructores, cuando fueran grandes. Yo no he olvidado una sola de sus caras, pero ellos no me recuerdan. Yo s(cid:243)lo he sido un maestro mÆs entre todos los maestros de todas sus escuelas. Escritor: T(cid:237)o(cid:133) T(cid:237)a: (Al otro.) ¿Y usted? Camarero: JosØ Jacobo Recogido, camarero. Trabajo en un gran restaurante. Tengo muchos clientes (Transici(cid:243)n.) Ay, pero, ¿sabe lo que es eso? Vivir como una sombra. Atender a todos, sin que a m(cid:237) nadie me atienda. Todos los d(cid:237)as cientos de personas celebran all(cid:237) encuentros, cumpleaæos, amistades, Øxitos, amores, y yo me desvivo porque estØn satisfechos, pero ellos ni me miran, s(cid:243)lo ven sus copas y sus platos. El problema no es que ellos me olviden, sino que no me ven. T(cid:237)o: Sobrino(cid:133) Escritor: Son los(cid:133) amigos del(cid:133) T(cid:237)o. Maestro: (Sorprendido.) ¿Amigos? ¿De quiØn? Camarero: Aqu(cid:237) no conocemos a nadie. Escritor: Bueno(cid:133), no lo son, pero(cid:133) lo serÆn. SerÆn sus amigos. T(cid:237)a: ¿Y quØ hacen aqu(cid:237)? (Al Escritor.) No quiero pensar que(cid:133) El T(cid:237)o tose tratando de salir del apuro. Escritor: (Mira al T(cid:237)o, se encoge de hombros.) Los traje(cid:133) para que conocieran a Mozart. T(cid:237)a: ¿Y para quØ quieres tœ que estos seæores conozcan a Mozart? Escritor: Porque(cid:133) Tal vez a partir de ah(cid:237) sus vidas cambien. (Mira al T(cid:237)o.) T(cid:237)a: Muy bien, pero tenemos un pequeæo problema: y es que todav(cid:237)a Mozart no estÆ aqu(cid:237). Escritor: T(cid:237)a, quizÆs ellos puedan ayudarnos. Maestro: S(cid:237)(cid:133) este(cid:133) yo tengo entendido que Mozart vivi(cid:243) en Austria, en el siglo dieciocho, y que fue un genio de la mœsica. T(cid:237)a: Y las personas que viven en Austria son todas personas elegantes, y los individuos del siglo dieciocho son todos muy distinguidos, y los genios, pues(cid:133) son geniales. Maestro: Orgullosos, altivos, reservados(cid:133) 9 T(cid:237)a ¡Eso es! ¡Todo un carÆcter! ¡Sobrino! ¿QuØ haces que no escribes? Escritor: (Consulta un libro.) S(cid:237), aqu(cid:237) dice que Mozart se preocupaba mucho por su ropa, que le encantaban los encajes y los puæos. TambiØn dice que contrajo muchas deudas. T(cid:237)a: ¿QuØ dices? ¿Deudas? Vamos, escribe, imag(cid:237)nalo: altanero, elegante, confiado(cid:133) Escritor: T(cid:237)a, es que(cid:133) ese que ustedes dicen, ¿no serÆ un hombre muy aburrido? T(cid:237)a ¿Aburrido? ¡QuØ ideas tienes! Escritor: Pero es que cuando uno escucha la mœsica de Mozart piensa(cid:133) T(cid:237)o: ¡Eso! ¡Su mœsica! T(cid:237)a: Vamos, vamos, haznos caso a m(cid:237) y al seæor profesor. Imag(cid:237)nalo, imag(cid:237)nalo. (Tararea de manera muy engolada algœn pasaje de la Sinfon(cid:237)a no. 40.) Comienza a escucharse el pasaje introducido por la T(cid:237)a. El Escritor escribe. La luz baja al mÆximo, cuando sube estÆ Mozart a los pies de la T(cid:237)a besando su mano. Camarero: ¿Y este quiØn es? Mozart 1: (Se incorpora y hace una profunda reverencia.) Juan Cris(cid:243)stomo Amadeo Wolfgang Sigismundus Mozart, para servir a Dios y al Emperador. Maestro y Camarero: ¡Mozart! T(cid:237)a ¡Al fin! Mozart 1: (Altanero.) Caballero de la Espuela de Plata (seæala su condecoraci(cid:243)n), maestro concertante y organista de corte, director de orquesta y compositor de (petulante) aproximadamente mÆs de seiscientas obras. T(cid:237)a: (Cada vez mÆs emocionada.) ¡Oh!... ¡Oh!... ¡Oh!... Mozart 1 recorre el escenario con empaque, se arregla continuamente los puæos, el cuello, se alisa el traje y el pelo, revisa con los dedos el polvo, valora la calidad de la tela de las cortinas. Todos lo siguen, menos el Escritor que lo contempla a distancia. De vez en vez Mozart repara en ellos y les hace una reverencia, luego adopta alguna pose y prosigue su recorrido. T(cid:237)o (Cansado, se separa del grupo y va hacia el Escritor. Se echa fresco con la gorra.) Ya no puedo mÆs. T(cid:237)a: (En igual condici(cid:243)n, a Mozart 1.) Maestro, ¿por quØ mejor no nos sentamos un rato y descansamos? Venga. (Le indica la mesa y las sillas, comienza un juego interminable de reverencias alrededor de la mesa, hasta que por fin se sientan.) 10

Description:
Una vez que imagino algo después no lo puedo des…imaginar. Lo más que hago es… seguir imaginándome cosas. Tía: ¿Más gente? ¡No! Ya entre
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