Prólogo. El cielo azul de Ataraxia se separaba y rompía. El cielo se rompió y lo que apareció fue una existencia que superó el conocimiento humano. Era demasiado hermoso para llamarse arma. Era demasiado sublime para llamarse obra de arte. Era una forma que era como un santuario decorado con una hermosa decoración. Quien vivía bajo ese santuario era una belleza sin igual con la mirada llena de tristeza. La voz de Hyakurath se volvió estridente mientras ella miraba esa figura proyectada en la pantalla de la sala de mando. "Dios Máquina...... Thanatos." A su lado, Mercuria también se estaba endureciendo con una expresión similar. "Por qué, está aquí... no me digas, Grace-sama y los otros están--" El cuerpo de Hyakurath se crispó cuando se imaginó lo que iba a decir a continuación. El capitán del escuadrón León de los guardias imperiales del Imperio Vatlantis, Hyakurath. Esta chica que actualmente estaba sirviendo como representante de la clase del segundo grupo de primer año del departamento de la escuela secundaria de Ataraxia era la llamada comandante temporal a quien se le encomendó esta Ataraxia en el presente, donde estaban los jefes principales Reiri, Grace y Zelcyone. Dicho esto, el camuflaje de Nayuta en esta Ataraxia era perfecto, la posibilidad de que este lugar fuera descubierto por el enemigo era interminablemente bajo. Si se le empujaba a decirlo, su deber principal era administrar y vigilar para que los estudiantes no estuvieran ansiosos y no ocurriera ningún problema. Por eso no asumió un caso en el que fueran atacados por un enemigo externo, por no hablar de algo como el Dios Máquina Thanatos, ella nunca había imaginado que