LOS ULEMAS ANDALUSÍES Y EL PODER AL- MORÁVIDE (SS.XI-XII)∗ The andalusian Ulama̕ and the power Almoravid (XI-XII centuries) Teresa PLAZAS RODRÍGUEZ∗∗. RESUMEN: A finales del siglo XI, al-Ándalus se encontraba inmerso en el caos político, económico y social. En consecuencia, se produjo la llegada de los almorávides en 1086. A partir de entonces, los ulemas andalu- síes participan activamente en el ámbito político, aliándose con los almorávi- des para conseguir un objetivo común: derrocar a los reyes de taifas. Una vez conseguido, el emir almorávide diseñó una estrategia política-social para ga- rantizar la lealtad de los ulemas y, con ello, la continuidad de su gobierno en la península. Ambas partes salieron beneficiadas mientras que sus intere- ses no se vieran enfrentados. Sin embargo, cuando esto ocurrió los ulemas hicieron de nuevo uso de su autoridad religiosa e influencia entre la población para propiciar un nuevo cambio político. A mediados del s.XII se pro- clamaron reyes independientes a través de las Rebeliones de Cadíes, recha- zando así la obediencia al poder almorávide que por entonces estaba ya frac- turado. Palabras Clave: Almorávides, ulemas, al-Ándalus, Reinos de Taifas, diplo- macia, política. ABSTRACT: At the end of the eleventh century al-Andalus was inmersed in political, economic and social chaos. Consequently, the arrival of the Almoravides o ccurred in 1086. From then on, the Andalusian ulama’ participated in the political ambit, allying themselves with Almoravids to achieve a common objective: to overthrow the kings of Taifas. Once achieved, the Almoravid emir designed a political and social strategy to en- sure the loyalty of the ulama’ and, with it, the continuity of his government in the peninsula. Both sides benefited as long as their interests didn´t collide. ∗ Fecha de recepción del artículo: 7-6-2017. Comunicación de evaluación al autor: 28-6-2017. Versión definitiva: 10-7-2017. Fecha de la publicación: 11-2017. ∗∗ Graduada en Historia por la Universidad de Murcia. C. e.: [email protected]. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 1082 TERESA PLAZAS RODRÍGUEZ However, when this happened, the ulama’ again used their religious author- ity and influence among the population to bring about a new political change. In the mid- twelfth century independent kings were proclaimed through the Rebellions of Cadies, thus rejecting obedience to the Almoravid power which by then was already fractured. Keywords: Almoravids, Ulama’, al-Andalus, Kingdoms of Taifas, diplomacy, politics. ÍNDICE Introducción. 1. Estado de la cuestión. 2. Orígenes y expansión del movimiento almorávide. 2.1. Del Ribat a la expansión por el Sahara. 2.2. Yusuf bn Tasufin: la tercera etapa expansiva almorávide. 3. Los almorávides en al-Ándalus. 3.1. Inestabilidad política de al-Ándalus en el s.XI. 3.2. La llamada de al-Ándalus a Yusuf bn Tasufin. 4. Al-Ándalus bajo el gobierno almorávide. 4.1. La conspiración de los ulemas andalusíes en la caída de los Reyes de Taifas. 4.2. La coalición almorávides-ulemas: una estrategia política y social. 4.3. La población andalusí: del fervor al sentimiento anti-al- morávide. 5. El ocaso del poder almorávide en al-Ándalus. 5.1. La debilidad militar del imperio y el surgimiento del mo- vimiento almohade. 5.2. “Rebeliones de Cadíes”: el acicate final para un nuevo cambio político. Conclusiones. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 LOS ULEMAS ADALUSÍES Y EL PODER ALMORÁVIDE (SS. XI-XII) ……………. 1083 INTRODUCCIÓN. El s.XI supuso para al-Ándalus y el Magreb un nuevo proceso his- tórico que les llevó a encontrarse nuevamente. En el Magreb, el naciente movimiento almorávide y su expansión por toda la región dio lugar a la configuración del primer estado bereber en la historia del Magreb, el Imperio Almorávide, terminando así con la fragmentación étnica y religiosa arraigada hasta entonces en la zona. Sin embargo, al otro lado del estrecho de Gibraltar el proceso político que se vivió fue totalmente distinto. La configuración de diversos esta- dos independientes bajo el nombre de Reinos de Taifas supuso un antes y un después en la historia de al-Ándalus. El afán de los reyes de taifas por la hegemonía política y económica les llevó a tener tratos con los reyes cristianos, desestabilizando por completo los cimientos sobre los que se asentaba al-Ándalus durante el Califato de Córdoba. La unidad andalusí desapareció y con ello, la seguridad económica, social y política. Mientras tanto, los reyes cristianos como Alfonso VI, rey de Cas- tilla y León, aprovecharon la oportunidad que los reyes de taifas les brindaban para debilitar aún más al enemigo con el régimen de parias y dar comienzo a la reconquista con la toma de Toledo en 1085. Final- mente, tal discordia fue subsanada con la llegada de refuerzos almo- rávides en 1086. Por su parte, en la historia de al-Ándalus, los ulemas habían actuado en un segundo plano. Sin embargo, en el s.XI no quedaron indiferentes a la política de los reyes de taifas y al relajamiento religioso imperante en el territorio. En este sentido, haciendo uso de sus recursos sociales y políticos aprovecharon la visita de los almorávides a la península para aunarse a ellos en detrimento de los reyes de taifas. Acto seguido, les facilitaron la conquista de al-Ándalus, así como su establecimiento y continuidad en él a cambio de ello, los ulemas, especialmente los fuqaha, afianzaron su posición política y consolidaron su situación económica. No obstante, cuando las circunstancias para los almorávi- des comenzaron a ser desfavorables en el Magreb con el nacimiento del movimiento almohade y en al-Ándalus con el gran descontento social, los ulemas volvieron a beneficiarse de las circunstancias para ex- pulsar a los bereberes de la península e intitularse como reyes de los nuevos estados independientes, propiciando así un cambio político en la historia de al-Ándalus, una vez más. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 1084 TERESA PLAZAS RODRÍGUEZ 1. ESTADO DE LA CUESTIÓN. Tradicionalmente, los ulemas andalusíes y el poder almorávide han sido estudiados por separado. En España, el período almorávide se ha estudiado de forma somera y casi siempre unido a los almohades. No obstante, existen referencias monográficas que tratan exclusiva- mente del Imperio Almorávide. Entre ellas destaca de Los Almorávides1 de Bosch Vilá publicada en 1956. Fue la primera monografía dedicada a la historia de los almorávides en el país y a día de hoy su referencia sigue siendo obligada para conocer este período. Por su parte, Ambrosio Huici Miranda plasmó a partir de la dé- cada de los 50 numerosos estudios sobre la historia de los almorávides entre los que destaca la “Historia musulmana de Valencia y su región. Novedades y rectificaciones”2. Asimismo, ha de ser mencionada Ma- ría Jesús Viguera Molíns por sus publicaciones sobre la historia de al- Ándalus, especialmente en los siglos XI, XII y XIII, así como sobre las dinastías bereberes norteafricanas. Entre sus monografías destaca Los reinos de taifas y las invasiones magrebíes3. La historiografía francesa también es pionera en la investigación de las dinastías bereberes, especialmente de los almorávides. En este 1 BOSCH VILÁ, J., (1990): Los Almorávides, Granada: Universidad de Granada. (Estudio preliminar por Emilio Molina López). Previamente, se publicó CORDERA, F., (1899): Decadencia y Desaparición de los almorávides en España, Zaragoza: Colección de Estudios Árabes y, años más tarde, LLANITO, A. (1955): “Los Almo- rávides”, Cuatro temas de historia Norteafricana, Granada: Facultad de Letras, pp.53- 99. 2 HUICI MIRANDA, A. (1970): Historia musulmana de Valencia y su región, vol.III, Valencia: Ayuntamiento de Valencia. Otros trabajos publicados: HUICI MI- RANDA, A. (1954): “El sitio de Aledo”, Miscelánea de estudios árabes y hebraicos. Sección Árabe-Islam, v. 3, p.41-54 y HUICI MIRANDA, A. (1963): “Nuevas aportacio- nes de <al-Bayan al-Mugrib> sobre los almorávides”, Al-Ándalus: revista de las Escuela de Estudios Árabes de Madrid y Granada, Nº 2, v. 42, pp. 313-330. 3 VIGUERA MOLÍNS, M.J. (1992): Los reinos de taifas y las invasiones magrebíes, Madrid: Mapfre. Cuenta con otros estudios como “Las cartas de al-Gazali y al-Turtusi al soberano almorávid Yusuf b. Tasufin”, Al- Ándalus: revista de las Escuela de Estudios Árabes de Madrid y Granada, 1977, Nº 2, v. 42, pp. 341-374. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 LOS ULEMAS ADALUSÍES Y EL PODER ALMORÁVIDE (SS. XI-XII) ……………. 1085 ámbito destacan autores como Evariste Levi-Provençal4, Vincent. La- gardere5 y Pierre Guichard6 con sus obras de carácter general sobre a al-Ándalus. En cuanto a la historiografía sobre los ulemas andalusíes, en los últimos años han aumentado los estudios al respecto siendo general- mente numerosos aquellos que tratan el elemento religioso y cultural de este grupo social. Dentro de este marco general, encontramos la obra de D. Urvoy: El mundo de los ulemas andaluces del siglo V/XI al VII/XIII7. También, se han multiplicado los estudios biográficos sobre ule- mas. En este ámbito destacan las publicaciones de Manuela Marín8, que junto al estudio de María Luisa Ávila “Cargos hereditarios en la administración jurídica y religiosa de al-Ándalus”9 son claves para co- nocer la situación social precedente de los ulemas, así como su conti- nuidad en los cargos judiciales durante la etapa almorávide. Del mismo modo, los trabajos de Rachid el Hour10 para analizar el papel político 4 LEVI PROVENÇAL, E. y GARCÍA GÓMEZ, E. (1980): El siglo XI en 1ª per- sona: las “Memorias de Abd Allah, último rey zirí de Granada destronado por los almorávides, Madrid: Alianza Editorial y LÉVI- PROVENÇAL, E., GARCIA GÓ- MEZ, E. y OLIVER ASÍN, J. (1950): “Novedades sobre la batalla llamada de al- Zallaqa (1086)”, Al-Ándalus, Nº1, v.15. pp. 111-155. 5 LAGARDERE, V. (1991): Les Almoravides: jusqu’au règne de Yusuf B. Tasfin (1039-1106), París: L’Harmattan. y “La haute judicature à l’époque almorá- vide en al-Andalus” Al-Qantara. 1986, VII, pp. 135-228. 6 GUICHARD, P. (2002): De la expansión árabe a la Reconquista: esplendor y fragilidad de al-Ándalus, Granada: Fundación El legado andalusí. 7 URVOY, D. (1983): El mundo de los ulemas andaluces del siglo V/XI al VII/XIII, Madrid: Ediciones Pegaso. En la que realiza un examen detallado de la distribución de los ulemas andalusíes durante los siglos XI y XII, clasificados por sus disciplinas y tendencias religiosas e intelectuales durante ese período. 8 Para este campo de investigación, sus estudios destacados son “Familias de ulemas en Toledo” Estudios Onomástico-Biográficos de Al-Ándalus, 1992, vol. V Familias andalusíes, pp.229-271 y “Ulemas en la Marca Media”, Estudios Onomás- tico-Biográficos de al-Ándalus, 1995, vol. VII, pp. 203-229. 9 ÁVILA, M. A. (1994): “Cargos hereditarios en la administración jurídica y reli- giosa de al-Ándalus”, Saber religioso y poder político en el Islam, pp. 27-37. 10 “The Andalusian Qadi in the Almoravid Period: Political and Judicial Authority”, Studia islámica, 2000, Nº 90, pp. 67-84 y La administración judicial almorávide en al-Ándalus, Helsinki: Academia Scientiarum Fennica, 2006. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 1086 TERESA PLAZAS RODRÍGUEZ y social de los ulemas andalusíes durante la etapa almorávide, su rela- ción con los emires y para poder conocer la figura del cadí andalusí en este período. Por último, el artículo “Ulemas en las ciudades andalusíes: religión, política y prácticas sociales”11 de Maribel Fierro y “El papel político y social de los ulama’ en al-Ándalus durante el período de las taifas”12 de M. Benaboud son fundamentales para conocer su come- tido político durante la caída de los reinos de taifas y los mecanismos utilizados para ello. 2. ORÍGENES Y EXPANSIÓN DEL MOVIMIENTO ALMORÁ- VIDE. El movimiento almorávide comenzó a tomar forma cuando su jefe militar quiso propagar la doctrina malikí por el Sáhara de la mano de Abd Allah Ibn Yasin fruto de los contactos mantenidos con prestigiosos doctores malikíes en Arabia. Las tribus Sinhaya no estaban aún islamizadas como tal, pues practi- caban una doctrina sui generis13 acomodada a las necesidades propias de la vida en el desierto. Por ello, muchos, no vieron con buenos ojos la misión predicadora del foráneo. Ibn Yasin, al ver el fracaso de su come- tido, decidió recluirse en un ribat14 junto a sus seguidores que recibirían el nombre de al-murabitun – hombres del ribat – instruidos en la doc- trina malikí15 por el jefe espiritual de la comunidad, y conducidos bajo 11 FIERRO, M. (2001): “Ulemas en las ciudades andalusíes: religión, política y prác- ticas sociales”, Escenarios urbanos de al-Ándalus y el Occidente Musulmán, Madrid: CSIC. Véase también, “The qadi as ruler”, Saber religioso y poder político en el islam: actas del Simposio Internacional, 1994, pp. 71-116. 12 BENABOUD, M. (1984): “El papel político y social de los ulama’ en al-Ándalus durante el período de las taifas”, Cuadernos de Historia del Islam XI, Nº 11, pp.7-52. 13 BOSCH VILÁ, J. (1990): Ob. cit., p.52. 14 Un ribat es un eremitorio fortificado musulmán habitado por personas dedicadas a una vida austera. El ribat es una institución vinculada al deber de la guerra santa (yihad), es decir, a la defensa del dominio islámico y a su extensión por medio de las armas. Véase Fig. 2 en el anexo final. 15 La doctrina malikí es una de las cuatro escuelas jurídicas sunníes fundada por el Imam de Medina, Malik Ibn Anas. Es la más antigua y extendida principalmente por el Magreb y al-Ándalus. Además de regirse por el Corán y la Sunna como el resto de escuelas, esta escuela se basa también en el derecho consuetudinario de Medina. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 LOS ULEMAS ADALUSÍES Y EL PODER ALMORÁVIDE (SS. XI-XII) ……………. 1087 el mando militar de Ibn Umar hacia una yihad – guerra santa – por el Sáhara en 1049-1050. 2.1. Del Ribat a la expansión por el Sáhara16. El principal objetivo del movimiento era imponer el puritanismo reli- gioso ortodoxo de la escuela malikí en el Sáhara y Magreb y hacerse con el control de las prósperas regiones de oasis. De esta manera, con- quistaron Siyilmasa en 1055, un estratégico enclave comercial para el control del tráfico caravanero, el cual estaba bajo dominio de los Za- nata17. Sin embargo, será a Abu Bakr, a quien la historiografía lo considere como el auténtico iniciador de la expansión almorávide por Marruecos tras conquistar los oasis del norte y someter a las poblaciones del Atlas. Bajo su mandato tuvo lugar la segunda etapa de expansión del movimiento almorávide, la cual les costó una importante pérdida: la muerte de Ibn Yasin. Tras él, no se conoció a ningún sucesor en la jefatura espiritual almorávide. Quizás, porque el carácter primitivo religioso del movimiento había mermado frente a la importancia que estaba adquiriendo la expansión política y la hegemonía étnica de los Sinhaya frente a los Zanata en Marruecos18. Pero, una rebelión en el seno de las tribus Sinhaya, obligó a Abu Bakr a regresar al desierto, delegando el poder de los territorios marroquíes en Yusuf Ibn Tasufin, – futuro Yusuf I –. 2.2. Yusuf Ibn Tasufin: la tercera etapa expansiva almorá- vide. Yusuf Ibn Tasufin, antes de emprender sus conquistas por el norte de África, fundó Marrakech en 1062, una ciudad totalmente almorávide en su concepción y la futura capital del Imperio. 16 Para una mayor comprensión de la expansión almorávide véase la Fig. 1 del anexo final. 17 Los Zanata fueron, junto a los Sinhaya y Masmuda, una de las tres grandes confederaciones bereberes musulmanas de la Edad Media concentrada en la zona del Magreb medio, actual Argelia y también eran acérrimos rivales de los Sinhaya en la lucha por la hegemonía del Atlas, el lugar más fértil del Magreb. 18 BOSCH VILÁ, J (1990), Ob. cit., p. 93. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 1088 TERESA PLAZAS RODRÍGUEZ A continuación, prosiguió con la política expansionista conquistando, la ciudad de Fez en 107019 y para asegurarse el dominio de todo el Magreb, al-Aqsa, entre 1071-1075 protagonizaron nuevas campañas militares que redujeron a las poblaciones de la región del Estrecho. Finalmente, entre 1077-1078 la toma de Tánger era un hecho tras derro- car el poder local de Suqut, jefe tribal de la zona. Así, los almorávides dominaron toda la costa atlántica desde el Senegal hasta el Estrecho. Posteriormente, entre 1079-1082, incorporaron los territorios de la costa mediterránea desde Ceuta hasta Argel20 de la mano de Yusuf Ibn Tasufin, a quien “las crónicas musulmanas ensalzan por su religio- sidad, sus distinciones a alfaquíes y ulemas, su esfuerzo permanente en el gobierno y su gran capacidad militar para defenderse de los enemigos.”21 3. LOS ALMORÁVIDES EN AL-ÁNDALUS. 3.1. Inestabilidad política de al-Ándalus en el siglo XI. A comienzos de siglo se implantó una nueva situación política ca- rente de unidad en al-Ándalus segmentado en pequeños Estados lla- mados Reinos de Taifas que se caracterizaron por una gran inestabili- dad política. Las disputas entre taifas eran continuas por factores económicos y sociales: todos querían expandir su territorio por cuestiones económicas. Pero, también políticas: conseguir la hegemo- nía en al-Ándalus. En consecuencia, la economía se vio gravemente perjudicada, como resultado de la actividad beligerante22. Obstinados en llevar a cabo sus objetivos políticos llegaron a esta- blecer pactos con el rey cristiano, Alfonso VI, quién aprovechó la situa- ción para imponerles un tributo – régimen de parias – a cambio de ga- rantizarles su protección militar. Una dependencia política que el rey 19 LAROUI, A. (1994), Ob. cit., p.164. 20 FREY SANCHEZ, A. V. (2016): “El origen y expansión almorávide en el contexto del período cálido medieval”, Edad Media: revista de historia, p.245-247. 21 VIGUERA MOLÍNS, M.J. (1992), Ob. cit., p.168. 22 La propia actividad beligerante traía consigo la destrucción de cosechas dando lu- gar a una paralización de los cultivos junto a una crisis de subsistencia ya establecida. Al mismo tiempo, esta inestabilidad política dificultaba las relaciones comerciales y, por consiguiente, el desarrollo de una economía cohesionada y próspera. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 LOS ULEMAS ADALUSÍES Y EL PODER ALMORÁVIDE (SS. XI-XII) ……………. 1089 castellano utilizó para llevar a cabo la reconquista23, ante la pasividad de las taifas24. Los soberanos andalusíes emplearon todo tipo de medios para obtener el dinero destinado al régimen de parias, bien de las propias arcas estatales, de los productos agrícolas o mediante los impuestos que poco a poco fueron imponiéndose en exceso, provocando un gran des- contento popular. Sin embargo, el acicate final para los Reinos de Taifas fue la devaluación de la moneda25. Tal hecho dio lugar a que algunos emisarios de Alfonso VI rechazasen el dinero ofrecido por los reyes de taifas, desembocando en un enfrentamiento que determi- naría la intervención del Imperio Almorávide en 1086. 3.2. La llamada de al-Ándalus a Yusuf Ibn Tasufin. A finales de siglo la situación política y económica de los Reinos de Taifas era insostenible26. Tan sólo tenían dos alternativas: unir sus fuerzas y hacerle frente al rey castellano o pedir auxilio al recién emir almorávide del Magreb, Yusuf bn Tasufin. La primera opción era inviable por dos factores: primero, la rivali- dad que se profesaban llegó a estar por encima del peligro que suponía la política de Alfonso VI para la supervivencia de al-Ándalus y se- gundo, el desgaste de sus tropas fruto de esa pugna entre los soberanos. En consecuencia, la opción más factible era solicitar ayuda a los almorá- vides. Además, la exitosa política militar de los almorávides en el Magreb contribuyó a que los andalusíes pusieran sus miras en ellos.27 23 Primer acto militar realizado por Alfonso VI fue la toma de Toledo en 1085. 24 VIGUERA MOLÍNS, M.J. (1994): “Los Reinos de Taifas: al-Ándalus en el siglo XI” Historia de España de Menéndez Pidal, Madrid: Espasa-Calpe, p.765. 25 El valor de la moneda disminuyó por la gran producción monetaria que se había realizado para solventar el pago del régimen de parias contraído con los cristianos y por la escasez de oro y plata procedente del Magreb fruto del nuevo panorama político en la zona. 26 Por el contrario, el reino de Castilla y León se fortaleció política, militar y eco- nómicamente a costa de la rivalidad política entre las taifas y el régimen de parias. 27 VIGUERA MOLÍNS, M.J. (1992), Ob. cit., pp.162-164. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549 1090 TERESA PLAZAS RODRÍGUEZ Una embajada integrada por los qadîes28 –jueces– de Badajoz, Gra- nada y Córdoba, fue la encargada de solicitar ayuda al emir. Este des- embarcó en la península en junio de 1086 y junto al resto de Taifas puso rumbo a Badajoz. Allí tendría lugar la batalla denominada al- Zallaqa o Sagrajas29 el 23 de octubre de 1086, entre las huestes de Alfonso VI, por una parte, y las tropas musulmanas, por otra con la victoria final de estas liberadas así del tributo cristiano. Sin embargo, Alfonso preparaba un nuevo asalto en Murcia contra el fuerte de Aledo e inmediatamente, los alfaquíes30 solicitaron a Yusuf I una nueva intervención. Pero, la sombra de la rivalidad política entre los reyes de taifas condenó al fracaso la campaña de Aledo en 1088 y por consiguiente el restablecimiento del régimen de parias31. 4. AL-ÁNDALUS BAJO EL GOBIERNO ALMORÁVIDE. Tras la experiencia de la campaña de Aledo, Yusuf bn Tasufin animado por los ofrecimientos y apoyos que recibía de los súbditos andalusíes cruzó a la península por tercera vez a principios del verano de 1090 decidido a conquistar al-Ándalus32. En septiembre de ese año depuso al rey de Granada, Abd Allah. Del mismo modo ocuparon Málaga33 y en menos de un año, tenían bajo su poder a Córdoba, Carmona, Ronda, Sevilla, Almería y Murcia34 además de Granada y 28 El qadí es el gobernante juez de los territorios musulmanes. Reparte las resolucio- nes judiciales de acuerdo a la ley islámica y aconsejados por los ulemas. 29 Su denominación varía según la procedencia de la fuente histórica. La historio- grafía árabe la denomina al- Zallaqa, mientras que la historiografía cristiana como Sa- grajas. 30 Fuqaha es el plural del término faqih que a su vez deriva de fiqh – ley o derecho islámico –. Por tanto, los fuqaha son los especialistas en el derecho islámico y entre ellos destacan los alfaquíes y muftíes. 31 HUICI MIRANDA, A. (1954): “El sitio de Aledo”, Miscelánea de estudios árabes y hebraicos. Sección Árabe-Islam, v. 3, p.52-54. 32 Véase la Fig. 2 del anexo final. 33 Ambos hermanos, rey de Granada y rey de Málaga fueron deportados al norte de África, concretamente a la ciudad de Agmat donde permanecieron hasta su muerte. 34 VIGUERA MOLÍNS, M.J., (1992): Ob. cit., p. 175. ESTUDIOS SOBRE PATRIMONIO, CULTURA Y CIENCIAS MEDIEVALES, 19 (2017), pp. 1081-1110. ISSN e: 2341-3549
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