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Líneas fundamentales de la crítica de la economía politica (Grundrisse), II (OME 22) PDF

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Kart Marx Líneasfundamentales déla crítica íkUa ec^noniíapolítíca (Gnm4risse) OBRAS DE MARX Y ENGELS OME 22: KARL MARX, LÍNEAS FUNDAMENTALES DE LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA KARL MARX FRIEDRICH ENGELS OBRAS Edición dirigida por Manuel Sacristán Luzón CRITICA Grupo editorial Grijalbo BARCELONA-BUENOS AIRES - MÉXICO, D.F. KARL MARX FRIEDRICH ENGELS OBRAS VOLUMEN 22 CRITICA Grupo editorial Grijalbo BARCELONA - BUENOS AIRES - MÉXICO, D.F. 1978 KARL MARX LÍNEAS FUNDAMENTALES DE LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA («GRUNDRISSE») Segunda mitad El texto utilizado para esta traducción de las Lineas fundamentales de la critica ¿c la economía política en lengua castellana es la renrodu_r_c_íÁ__r»_ ____<-*-c- -m* •critica ecónomo ¡mima en lengua castellana es la reproducción fotomecánica de i dición de Moscú de 1939-1941 publicada con licencia de la editorial Dietz Berlín por Ia Europáische Verlagsanstalt en 1953. Traducción: Javier Pérez Royo Redacción y edición: Raquel Fosalba, Ignacio Hierro, Eduard Palanques Alfred Picó y Manuel Sacristán H ’ Qjmposicidn en tipos Garamond/Simoncini papel offset editorial de Torras Hostench, S. A. pelechos exclusivos de edición para todos los países de habla española propiedad de la traducción castellana: @1978: Editorial Crítica, S. A. (Grupo editorial Grijalbo), calle de la Cruz, 58, garcelona-34 84-7423-039-X obra completa rústica TSBN: 84-7423-036-5 obra completa tela TSBN: 84-7423-041-1 tomo 2 rústica jSBN: 84-7423-038-1 tomo 2 tela Depósito legal: B. 1486-1978 __ Gráficas Marina, S. A., Paseo de Carlos I, 142, Barcelona-13 Circulación del capital. Proceso de circulación. Proceso de produc­ ción. Circulación. El capital es capital circulante. También el capital fijado. Costes de la circulación. Tiempo de circulación y tiempo de trabajo. (Tiempo libre del capitalista). (Costes de transporte). Retournons maintenant á nos moutons. <Volvamos a nuestro asunto. Se refiere al problema de la circulación.> Las fases que el capital recorre y que constituyen una circulación del capital empiezan conceptualmente con la transformación del dinero en condiciones de producción. Pero ahora, que no partimos del capital en proceso de formación, sino del capital ya constituido, éste recorre las siguientes fases: 1) Producción de plusvalía o proceso de producción inmediato. Su resultado es el producto. 2) Transporte del producto al mercado. Transformación del producto en mercancía. 3) a) Introduc­ ción de la mercancía en la circulación ordinaria. Circulación de la mer­ cancía. Su resultado: transformación en dinero. Este se presenta como el primer momento de la circulación ordinaria, b) Reconversión del di­ nero en condiciones de producción; en la circulación ordinaria la circu­ lación de mercancía y la circulación de dinero se presentan siempre divididas en dos sujetos diferentes. El capital circula primero como mercancía, después como dinero y viceversa. 4) Renovación del proceso de producción, que aquí se presenta como reproducción del capital ori­ ginario y como proceso de producción del pluscapital. Los costes de circulación se resuelven en costes de transportes; cos­ tes de traer el producto al mercado; tiempo de trabajo requerido para efectuar el cambio de una situación a otra; todos realmente se resuelven en operaciones de cálculo y en el tiempo que cuestan (se constituye así una actividad financiera particular, técnica). (Si estos últimos costes han de ser considerados como detracciones de la plusvalía o no, se verá más adelante.) Si consideramos este movimiento, encontramos que la circulación del capital, a través de la operación de los cambios, se interrumpe, para dejar al producto en la circulación general y para constituirse a partir 2 [ÍII] El capítulo del capital de ésta como equivalente en dinero. Qué le ocurre a este producto, que ha salido de la circulación del capital y ha entrado en la circulación ordinaria, no nos interesa aquí. Por otra parte, el capital expulsa de nuevo su forma como dinero (en parte, en la medida en que* no es sa­ lario) de su proceso de circulación, o bien se mueve en la forma de dinero, después de haberse realizado en ella como valor, y de haber puesto simultáneamente en sí mismo la medida de su valorización; se mueve en la forma de dinero sólo como medio de circulación y de esta forma absorbe en sí mismo a partir de la circulación general las mercan­ cías necesarias para la producción (las condiciones de producción). En cuanto mercancía el capital se expulsa a sí mismo de su circulación a la circulación general; en cuanto mercancía se sustrae también a la circu­ lación general y la incluye en sí mismo, en su curso, para desembocar en el proceso de producción. La circulación del capital mantiene así una relación con la circulación general, de la cual su propia circulación constituye un momento, así como también ella misma es puesta por el capital. Esto lo consideraremos más adelante. El proceso de producción global del capital incluye tanto el autén­ tico proceso de circulación como el auténtico proceso de producción. Ellos constituyen los dos grandes apartados de su movimiento, que se presenta como totalidad de estos dos procesos. Por un lado, es el tiempo de trabajo, por el otro, el tiempo de circulación. Y la totalidad del movimiento se presenta como unidad de tiempo de trabajo y tiempo de circulación, como unidad de producción y circulación. Esta unidad misma es movimiento, proceso. El capital se presenta como esta unidad itine­ rante de producción y circulación, que puede ser considerada tanto en cuanto totalidad de su proceso de producción, como en cuanto proceso determinado de una rotación del capital, de un movimiento único, que retorna a sí mismo. La condición del tiempo de circulación —junto a la del tiempo de trabajo— para el capital no es, sin embargo, sino la condición de la producción (en su forma adecuada, última) basada sobre la división del trabajo y el cambio. Los costes de la circulación son costes de la divi­ sión del trabajo y del cambio, con los que nos encontramos necesaria­ mente en toda forma de producción que precede al capital y menos desarrollada sobre esta base. En cuanto sujeto que domina sobre las distintas fases de este mo­ vimiento, en cuanto valor que se conserva y multiplica en él, en cuanto sujeto de estas transformaciones, que proceden circularmente —como espiral, como círculo que se amplía— el capital es capital circulante. Por El proceso de circulación del capital 3 lo tanto, el capital circulante no es ante todo una forma particular del capital, sino que es el capital en una determinación ulteriormente des­ arrollada, en cuanto sujeto del movimiento descrito, el cual coincide con el capital mismo en cuanto su propio proceso de valorización. Desde este punto de vista todo capital es capital circulante. En la circulación* simple la misma circulación se presenta como sujeto. Una mercancía es arrojada fuera de ella; otra entra. Pero la misma mercancía sólo está en ella de forma evanescente. El mismo dinero, en la medida en que deja de ser medio de circulación y se pone como valor independiente, se sustrae a la circulación. Pero el capital se presenta como sujeto de la circulación; la circulación es puesta como su propio ciclo vital. Pero si el capital en cuanto totalidad de la circulación es capital circulante, es transición de una fase a la otra, sin embargo, en cada fase está puesto en una determinación, está como retenido en una forma particular, que es la negación de sí mismo en cuanto sujeto de todo el movimiento. El capital, por lo tanto, es en cada fase particular la negación de sí mismo en cuanto sujeto de las diversas mutaciones. Es capital no-circulante. Capital fijo, capital realmente fijado, fijado en una de las diferentes de­ terminaciones, fases, que -tiene que recorrer. En tanto que el capital se mantenga en una de estas fases —es decir, en tanto que la fase misma no se presente como una transición fluida—, y cada fase tiene su dura­ ción, el capital no es capital circulante, está fijado. Mientras el capital se mantiene en el proceso de producción, el capital no está en condicio­ nes de circular; virtualmente está sin valor. Mientras se mantiene en la circulación, no está en condiciones de producir, de crear plusvalía, y no describe un proceso en cuanto capital. En tanto el capital no puede ser arrojado al mercado, está fijado como producto; en tanto tie­ ne que permanecer en el mercado, está fijado como mercancía. En tanto no puede ser cambiado por condiciones de producción, está fijado como dinero. Finalmente, si las condiciones de producción permanecen en su forma de condiciones de producción y no entran en el proceso de pro­ ducción, el capital está de nuevo fijado y sin valor. El capital en cuan­ to sujeto que recorre todas las fases, en cuanto unidad en movimiento, unidad itinerante de circulación y producción es capital circulante; el capital retenido en cada una de estas fases, puesto en sus diferencias, es capital fijado, capital comprometido. En cuanto capital circulante él mismo se fija, y en cuanto capital fijo, circula. La distinción, por lo tan­ to, entre capital circulante y capital fijo se presenta ante todo como determinación formal del capital, según que éste se presente como uni­ dad del proceso o como momento determinado del mismo. El concepto 4 [III] El capítulo del capital de capital dormant, dé capital inactivo, sólo puede referirse a su inac­ tividad en una de estas determinaciones y es una condición del capital la de estar siempre parcialmente inactivo. Una parte del capital nacional está siempre detenido en una de las fases que el capital tiene que re­ correr. El mismo dinero, en la medida en que constituye una parte par­ ticular del capital de la nación, pero permanece constantemente en la forma de medio de circulación, es decir, que nunca recorre las otras fases, es considerado por A. Smith como una segunda forma de capital fijo. Así pues, el capital en la forma de dinero, de valor sustraído a la circulación, puede estar fijado, estar inactivo. En las crisis —tras el momento del pánico—, en el período de paralización de la industria, el dinero está fijado en las manos de los banqueros, hill-brokers, etc., y de la misma forma que el ciervo suspira por agua fresca,442 el capital suspira por terreno donde ser empleado,443 para poder valorizarse como capital. El hecho de que la determinación de capital circulante y capital fijo no sea ante todo más que el capital mismo puesto en ambas deter­ minaciones, primero como unidad del proceso y después como fase particular del mismo, el capital mismo como diferencia respecto de sí en cuanto unidad —es decir, no como dos clases particulares de capita­ les, no como capital de dos especies particulares, sino como diferentes determinaciones formales del mismo capital— esto ha generado mucha confusión en la economía política.441 Si unos se aferraban a un lado de un producto material, según el cual éste debía ser capital circulante, era fácil indicar el lado opuesto y viceversa. El capital como unidad de circulación y producción es también su diferencia y además una di­ ferencia divergente espacial y temporalmente. En todo momento el capital tiene una forma indiferente respecto de la otra. Para el capital particular la transición de un momento a otro se presenta como algo casual, dependiente de situaciones externas e incontrolables. El mismo capital se presenta siempre, por lo tanto, en ambas determinaciones,*1 lo cual quiere decir que una parte del mismo se presenta en una y otra parte en otra, una parte como capital fijo, la otra como circulante; circulante no en el sentido aquí utilizado, como si el capital se encontrara en la auténtica fase de circulación a diferencia de la fase de producción, 442 Cfr. Salmo 42, 2. 443 Cfr. Wakefield, A View, etc., pág. 76. 444 Cfr. por ejemplo Carey, Principies, etc. Part the First, pág. 302-306. W1 «Determinaciones»; en la ed. 1939 «Bedingungen» (condiciones).

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