e LENGUAS EN CONTACTO Y EDUCACIÓN: INFLUENCIA DEL PRESTIGIO DE LAS LENGUAS EN LAS ACTITUDES LINGÜÍSTICAS DE LOS ESCOLARES(*) ÁNGEL HUGUET CANALÍS (") En el artículo se expone un estudio comparativo entre escolares de Ca- RESUMEN. taluña y del Aragón catalan6fono. Considerando que nos encontramos ante con- textos caracterizados por una valoración muy dispar de las lenguas en presencia (catalán y castellano), el objetivo de la investigación es contrastar las actitudes ante dichas lenguas por parte de cada uno de estos grupos. El análisis de los resultados destacó que mientras los escolares catalanes tendían a primar la lengua catalana, los escolares del Aragón catalanófono mostraban una tendencia a valorar más positivamente la lengua castellana. En cuanto a las variables que podían explicar tales actitudes, la condición lingüís- tica familiar aparecía como determinante. Además, en la justificación de los resul- tados se consideró el sentido de amenaza con que cada lengua puede ser vivida por parte de los grupos lingüísticos. INTRODUCCIÓN Si consideramos además la relevancia que Corno es sabido, la educación bilingüe ha ad- está adquiriendo el hecho migratorio en los quirido un notable desarrollo en los últimos países occidentales y la realidad de un mundo arios. Evidentemente, a tal circunstancia no es en el que unas 3.000 lenguas (Skutnabb-Kan- ajena la creciente internacionalización de nues- gas, 1981) se hallan dispersas en algo menos tra sociedad en todos sus sectores pero, parale- de 200 Estados reconocidos por la Organiza- lamente, fenómenos politicos y sociales corno ción de las Naciones Unidas, podemos hacemos los procesos de descolonización o la caída de una idea de la diversidad de contextos y situacio- las ideologías que sustentaban el concepto de nes con que nos encontramos. En este sentido, Estado-Nación, han provocado el que en territo- como señala Amau (1992), hoy por hoy el mul- rios caracterizados por un bilingüismo social en tilingüismo es un fenómeno general y el mono- otro tiempo no oficializado se tienda al aprendi- lingüismo una excepción- (Amau, 1992, p. 11). zaje de las dos lenguas de la comunidad y, Tales circunstancias hacen que resulte como mínimo, a una tercera más internacional. difícil cualquier intento de clasificación de (*) El trabajo ha sido posible gracias a una ayuda de la Dirección General de Investigación concedida al proyecto ng BSO 2001-0978. (") Universidad de Lleida. Revista de Educación, núm. 326 (2001), pp. 355-371 355 Fecha de entrada: 20-02-1998 Fecha de aceptación: 23-08-2000 las múltiples respuestas educativas dadas prestigio social y sus hablantes de- al bilingüismo; a pesar de ello, han apare- tentan el poder. El resultado es una cido diversos modelos basados en nomen- segregación de gran parte de los es- claturas y criterios diferentes (Fishman y colares ya que se les impide disfru- 1.owas, 1970; Mackey, 1970 y 1976; Fish- tar de las mismas oportunidades man, 1977; Hamers y Blanc, 1983; Siguan y que el resto de iguales. Mackey, 1986; etc.). En cualquier caso, la • Programas de submersión: el vehí- propuesta tipológica de Skutnabb-Kangas culo de instrucción es la lengua do- (1988) parece una de las más clarificado- minante (L2) con una imposición ras. Dicha propuesta considera las varia- paralela de la cultura que repre- bles: lengua y cultura de los alumnos senta. Su objetivo final es la asimila- (mayoritaria/dominante/mi noritaria) me- ción, a través de la pérdida de la dio de educación (L1 y/o L2), y los objeti- lengua y cultura propias. Pese al au- vos sociales y lingüísticos perseguidos mento de sensibilidad en la mayor (bilingüismo y biculturalismo/asimilación parte de países industrializados, si- y pérdida de la propia lengua y cultura). gue siendo un sistema muy extendi- Como señala Arnau (1992), al combi- do. La mayoría de los escolares no nar estas variables aparecen cuatro tipos desarrollan suficiente competencia de programas: segregación, submersión, en L2, lo que les impide progresar mantenimiento e inmersión. Como se verá, hacia metas educativas elevadas en factores de naturaleza organizativa (profe- las que, al contrario, se ven favore- sores bilingües o no, alumnado con dife- cidos los miembros de la cultura rentes niveles de competencia inicial en dominante. Arnau (1992) explica a 1.2), actitudinales (valorar o desvalorar la través de la interrelación de factores L1) y didácticos (enseñanza o no de la LI, socioculturales y educativos los ba- temporalización, etc.) mediatizan de forma jos logros de estos escolares: diferencial las interacciones del profesora- — Los educadores no están prepa- do con el alumnado, lo cual se traduce en rados para atender sus necesida- prácticas pedagógicas absolutamente di- des lingüísticas y algunos de vergentes para cada programa. La conse- ellos consideran de poco valor cuencia directa es una evidencia la lengua y cultura que poseen; experimental indicativa de que únicamen- —Se da poco tiempo a una instruc- te los programas de mantenimiento e in- ción especial que garantice el mersión consiguen que sus alumnos sean dominio de la L2; bilingües y biculturales, al tiempo que —Los alumnos han de aprender los ofrecen buenas oportunidades para el éxi- contenidos académicos a la vez to escolar. Contrariamente, los programas que la lengua de instrucción; de segregación y submersión no desarro- —Son evaluados de acuerdo con las llan competencia en Li y en L2 y producen normas de los niños de lengua y bajos niveles de rendimiento académico. cultura mayoritaria, atribuyéndoles Las características básicas de los cuatro ti- unas dificultades escolares que no pos serían: son suyas sino creadas por la es- • Programas de segregación:l a ins- cuela y por el conjunto de los fac- trucción se realiza en LI y la L2 es tores sociales. una materia del currículo que se en- seña durante unas horas semanales. Con el fin de paliar los efectos negati- Tanto si la Li es mayoritaria como si vos de este tipo de programas, se han in- es minoritaria, la L2 es la lengua de troducido ciertas variaciones: instrucción 356 especial en L2, enseñanza opcional de la concebidos para alumnos de lengua Li durante un número de horas, etc. Los y cultura mayoritarias. Si bien los programas de bilingüismo transicional de- programas de inmersión incluyen sarrollados principalmente en los Estados diferentes tipos de diseño instale- Unidos, coincidirían con este tipo de pro- cional, todos tienen características gramas en sus objetivos sociales y lingüís- comunes (Arnau, 1992): ticos puesto que a partir de una enseñanza —Enseñanza en 12 de todas o la ma- inicial en Li incorporan progresivamente yoría de las materias del currículo la L2 hasta que ésta sustituye a aquélla en durante un período de uno o mas un momento dado de la escolaridad. Coin- años. Esta enseñanza puede ini- ciden pues, con los programas de submer- ciarse en el parvulario o en diferen- sión en su orientación a la asimilación, tes momentos de la escolaridad pero se diferencian en que procuran una primaria y secundaria. transición no sea traumática. — La secuencia e intensidad de la instrucción en Li y L2 cambia a • Programas de mantenimiento de la lo largo del tiempo según el mo- propia lengua y cultura: dirigidos a delo de que se trate. minorías lingüísticas y culturales. Su — Las clases incluyen sólo alumnos objetivo es el bilingüismo y el bicul- hablantes nativos de Li. turalismo mediante la supervivencia de la lengua y cultura del grupo mi- El soporte y consideración de la Li noritario. El aprendizaje de la L2 y fuera del ámbito escolar y su tratamiento su correspondiente cultura va dentro de la escuela hace que los escolares acompañado de un mantenimiento mantengan altos niveles de competencia de la Li y de la propia cultura. Ge- en su propia lengua; la L2 se adquiere a neralmente estos programas co- través del trabajo en las áreas curriculares mienzan utilizando la Li como mediante un proceso natural no forzado. vehículo de instrucción e incorpo- La evidencia de su alto grado de éxito aca- ran progresivamente la L2 en la démico nos remite a la paradigmática ex- enseñanza de contenidos escola- periencia canadiense del Colegio St. res. El currículo se imparte en am- Lambert de Montreal, donde diversas eva- bas lenguas hasta el final de la luaciones mostraron que los individuos par- escolaridad. Se han dado argumentos ticipantes añadían al conocimiento que ya favorables a estos programas desde poseían en su lengua el conocimiento de la perspectivas sociológicas, políticas, otra, sin que la propia lengua y cultura se económicas y psicoeducacionales; de vieran perjudicadas (Lamben y Tucker, 1972; hecho son programas que «promue- Lamben, 1974 y 1981a; Genesee, Lambert y ven individuos bilingües y bicultura- Holobow, 1986). Ésta es una de las principa- les, desarrollan una autoimagen les causas de una difusión que haría inabor- positiva de sí mismos y preservan la dable cualquier intento de enumerar las identidad y solidaridad de éstos con experiencias desarrolladas en todo el mun- su comunidad» (Arnau, 1992, p.15) y do; además, dentro del Estado español, su se les considera de alto grado de implantación, orientada a los escolares cas- éxito escolar. tellanoparlantes que habitan comunidades autónomas bilingües, es actualmente una • Programas de inmersión: al igual realidad innegable (Siguan, 1992; Vila, que los anteriores, su objetivo es el 1992; Lauren, 1994; Artigal, 1995). bilingüismo y el biculturalisrno, pero Por otra parte, siguiendo a Sánchez y a diferencia de ellos, son programas Rodríguez (1986), resulta necesario aclarar 357 la diferenciación entre enseñanza .ery una una segunda lengua con finalidades utilita- lengua (como medio de instrucción) y en- rias y prácticas presentan una motivación señanza .de» una lengua (como contenido de tipo instrumental, mientras que quie- de la instrucción); de los programas hasta nes desean aprender cosas de las personas y aquí revisados, únicamente los de tipo de la cultura de la otra comunidad lingüística transicional, de mantenimiento e inmer- y, tal vez, llegar a ser miembros de ella, tie- sión pueden ser considerados propiamente nen una motivación cle integración que, bilingües. En tal sentido, es preciso men- normalmente, suele dar lugar a mejores re- cionar aquí los numerosos estudios, reali- sultados en cuanto al nivel de competencia zados especialmente en Canadá (Lamben lingüística alcanzado. En continuidad con y Tucker, 1972; Lambert, 1974, 1981a, ello, Garclner (1973) analiza el papel de los 1981b y 1984; Blake, Lambert, Sicloti y Wol- padres en el desarrollo de las actitudes de fe, 1979; Cziko, Lamben, Sidoti y Tucker, sus hijos hacia otros grupos lingüísticos y 1979; Genesee, Lamben y Holobow, 1986) concluye que aquellos alumnos en los que que resaltan el papel capital de las actitu- predomina una motivación de integración, des lingüísticas en el éxito o fracaso final al contrario de los que únicamente tienen de cualquiera de los programas bilingües una motivación instrumental, suelen ser antes revisados. En concreto, se ha desta- cle familias en las que los padres presentan cado la necesidad de conocer las actitudes actitudes claramente favorables a la lengua ante las lenguas que serán objeto de trata- que aprenden sus hijos. Además, Garclner miento curricular por parte de la sociedad (1973) también distingue entre padres con receptora de un determinado modelo de un papel activo y pasivo respecto a la moti- educación bilingüe y, también, prever si la vación de sus hijos. El papel activo se da propuesta educativa los unirá o dividirá. cuando los hijos son estimulados por sus pa- En definitiva, el apoyo de los receptores dres a aprender una lengua de forma activa puede explicar, por ejemplo, cómo en el y consciente, mientras que el papel pasivo se Estado de Texas las experiencias de ense- refiere a la transmisión de actitudes subcons- ñanza bilingüe en las ciudades de Laredo y cientes con relación a la comunidad cuya San Antonio resultaron tan dispares desde lengua aprenden sus hijos, cíe forma que si su inicio. Mientras en la primera fue un ro- ambos papeles se clan al mismo tiempo, el tundo éxito ligado al entusiasmo con que papel pasivo invalida el activo y se ve clara- se acogió, en la segunda resultó un fracaso mente afectada la motivación del alumno. previsible por la ausencia de ese mismo Evidentemente, como señala Baetens entusiasmo (Mackey, 1976). BearcIsmore (1986), el que la motivación Pero, probablemente, es en referencia predominante para aprender otra lengua al aprendizaje de una segunda lengua cuan- sea instrumental o cle integración resulta do se ha tendido a estudiar el tema de las ac- absolutamente definitivo en el manteni- titudes lingüísticas con mayor atención o, miento o cambio lingüístico de una socie- mas concretamente, de la relación entre el dad bilingüe. El ejemplo del avance del uso de dos códigos lingüísticos y las actitu- inglés en el País de Gales, con el consi- des y motivaciones hacia estos códigos y los guiente retroceso del galés dónde todavía colectivos sociales que a través de ellos se ésta era la lengua más hablada a principios expresan (Sánchez y Sánchez, 1992). del siglo )0{, difícilmente puede explicarse En esta línea, es ya clásico el artículo sin el deseo de identificarse con determi- de Lamben (1969) en el que muestra que nados valores ingleses de gran parte de la el tipo de motivación del sujeto determi- sociedad galesa. na su grado cle competencia lingüística. Volviendo al tema de cómo la motiva- Así, aquellos individuos que aprenden ción para aprender y las actitudes hacia el 358 otro grupo influyen en el aprendizaje de una Situándonos ahora en nuestro contexto, L2, diversos autores (Mackey, 1976; Skutnabb- en lo que a España respecta, podemos decir Kangas, 1981; Hamers y Blanc, 1983; Baetens que el desarrollo del Estado de Autonomías Beardsmore, 1986; Siguan y Mackey, 1986; Ar- ha comportado una importante presencia de nau, 1992; Sánchez y Sánchez, 1992; Laurén, las lenguas distintas al castellano en los siste- 1994; Appel y Muysken, 1996; Sánchez y Ro- mas educativos de la mayoría de las comuni- dríguez, 1997; Vila, 1998a y 1998b) han puesto dades con lengua propia. Ahora bien, de manifiesto la existencia de una estrecha re- debido al hecho de que los límites adminis- lación entre el rendimiento en una segunda trativos no suelen ser coincidentes con los lí- lengua y las actitudes favorables hacia la cul- mites lingüísticos, no es extraño que las tura y el grupo al que dicha lengua repre- políticas lingüísticas que afectan a determi- senta. En cualquier caso, aunque se admite nados ciudadanos puedan parecer ocasio- que el aprendizaje de una L2 puede modifi- nalmente contradictorias. car las actitudes de los sujetos hacia el grupo Tal circunstancia tiene su puntual re- que tiene esa lengua como materna» (Sánchez flejo en Cataluña y Aragón, dos territorios y Rodríguez, 1986, p. 13) e incluso, cuando un unidos a lo largo de la historia que además programa de educación bilingüe se desarrolla comparten el catalán como lengua a un lado en condiciones adecuadas, parece ser que «se y otro de sus fronteras políticas. Como es sa- fortalece y amplía su aprecio por otra cultura y bido, en el caso de Cataluña, el proceso de otras personas representadas por el lenguaje normalización lingüística emprendido ha objeto de aprendizaje» (Genesee, Lamben y hecho posible superar la precariedad en Holobow, 1986, p. 27); generalmente se tiende que la lengua catalana había caído en el a primar el papel de las actitudes sobre el período de la dictadura, y actualmente es aprendizaje lingüístico de forma que la relación un auténtico referente mundial para el es- ,se basa en el hecho de que las actitudes son ca- tudio de los efectos de la enseñanza bilin- racterísticas personales relativamente estables güe con modelos educativos acordes a la que influyen y determinan el progreso en el literatura que hemos revisado sobre educa- aprendizaje de la lengua, y no al revés» (Sán- ción bilingüe (Vila, 1995). Por el contrario, chez y Rodríguez, 1997, pp. 133-134) lo que, en Aragón, donde coexisten dos lenguas de acuerdo con las citadas autoras, se deduce autóctonas (aragonés en los valles pirenai- de tres tipos de comprobaciones: cos y catalán en el este), los esfuerzos de • Actitudes y motivación se relacionan revalorización de dichas lenguas han sido con el nivel de competencia lingüísti- prácticamente nulos. En concreto, en la ca alcanzada independientemente de Franja oriental de Aragón, la lengua de uso las aptitudes y de la inteligencia. habitual (catalán) no es reconocida oficial- mente y se reserva para el uso familiar y en • Existe una notable relación entre las las comunicaciones informales, mientras actitudes lingüísticas de padres e hi- que el castellano sigue siendo la única len- jos, lo que sugiere que las actitudes gua oficial y se utiliza tanto en los medios lingüísticas se desarrollan en el ho- de comunicación como en todo tipo de ac- gar antes de iniciarse el aprendizaje tividad formal (Huguet, 1992 y 1994; Huguet, lingüístico escolar. Biscarri y Sanuy, 2000); lo que revierte en • En medidas de las actitudes lingüís- un bajo prestigio del catalán y en una con- ticas previas al aprendizaje escolar ciencia lingüística alarmantemente baja y con posterioridad a él, las modifi- por parte de sus hablantes (Huguet y Bis- caciones han sido mínimas y, por carri, 1995; Martínez, 1995; Alcover y tanto, no parecen ligadas a un me- Quintana, 2000). En lo relativo a su presen- jor conocimiento de la L2. cia en el currículo, ha quedado limitada a 359 la opcionalidad de los escolares a asistir a como en otros países, muestran como más clases de lengua catalana a lo largo de la relevantes. En concreto se trata de la condi- enseñanza obligatoria, previa solicitud ex- ción lingüística familiar (CLF), la situación so- presa de los padres. De esta forma, el mo- cioprofesional de las familias (SSP) y la delo de tratamiento de las lenguas seguido presencia de has lenguas en el ClIrria do, que en en Aragón se ajustaría a lo que se denomi- el caso de la Franja aragonesa nos remite a la na su bniersión lingüística (Skutnabb-Kan- asistencia o no a clases de lengua catalana gas, 1988; Arnau, 1992). (OPC). Además, debimos introducir una varia- En este marco, nuestra investigación ble que pemiitiese comparar los grupos selec- pretende establecer un análisis comparativo cionados, a la que hemos denominado sedo!; la entre contextos caracterizados por una valo- cual se corresponde con la situación geográfica ración muy dispar de las lenguas en presen- de cada uno de los dos grupos de comparación cia, tanto en lo referente al ámbito social (Cataluña y el Aragón catalanófono). como al educativo (Cataluña y el Aragón ca- Siguiendo la nomenclatura utilizada en talanófono). El objetivo final consiste en apor- el Estudio del Gabinet d'Estudis del SEDEC tar datos empíricos que permitan valorar las (1983), que hemos tomado como referen- posibles implicaciones de estos aspectos en el cia, a continuación exponemos las distin- desarrollo de actitudes más o menos favora- tas categorías incluidas en las variables bles hacia una coexistencia de las lenguas en antes citadas: Presencia que debiera ser promovida por • CLF: Catalanoparlante/Bilingüe más cualquier sociedad democrática. catalán/Bilingüe más castellano/Cas- tellanoparlante METODOLOGÍA • SSP: Alta/Media/Baja • OPC: Si/No A la hora de abordar el estudio, de acuerdo • Sector: Cataluña/Aragón catalanófono. con la Ley de Delimitación Comarcal de Ara- gón, nos encontramos con el problema de la SUJETOS diversidad socioeconómica, cultural, demo- gráfica y geográfica de los territorios de la De los 267 escolares de la población inicial Franja aragonesa. Además, en lo que a nues- se excluyeron aquellos que no cumplimen- tros objetivos se refiere, un aspecto especial- taron alguna de las pruebas a realizar. La mente relevante era la incidencia del muestra definitiva quedó así formada por programa de enseñanza de la lengua catala- 257 alumnos y alumnas de los que 163 se na en las diversas comarcas. Todo ello nos hallaban matriculados en escuelas del Bajo llevó a centramos en la comarca que presen- Cinca, de ellos 126 asistían a clases de cata- taba indicadores más homogéneos, resultando lán y 37 no lo hacían; y 94 en escuelas del ser, además, la más poblada y en definitiva, Bajo Segre. En todos los casos cursaban 2Q donde se hallaba casi el 60% del alumnado de ESO, siendo un alumnado de 13/14 años que asistía a clases de lengua catalana en que reunía las condiciones necesarias para todo Aragón: el Bajo Cinca. El referente de llevar a cabo estudios sobre actitudes lingüís- comparación desde Cataluña fue el Bajo Se- ticas ya que éstas empiezan a adquirir cierta gre, comarca limítrofe con la anterior, la cual estabilidad a partir de los 10 años y se van presenta idénticos indicadores económicos y clarificando en la adolescencia (Siguan y culturales (Huguet, 1995). Mackey, 1986; Appel y Muysken, 1996). Evidentemente, esto nos llevó a contro- Además, debemos señalar que el grupo del lar las variables que los estudios sobre las ac- Bajo Cinca constituía la primera promoción titudes lingüísticas en escolares que habitan que había tenido la posibilidad de seguir du- contextos bilingües, tanto en el Estado español rante toda su escolaridad un currículo que 360 contemplaba la enseñanza de la lengua ca- -1 a las desfavorables; a continuación se reali- talana como materia optativa. za la suma algebraica de todos los valores, que puede oscilar entre +10 y -10, teniendo a partir de aquí: favorable (de +6 a +10), neutra (de -5 INSTRUMENTOS a +5) y desfavorable (de -6 a -10). Se utilizó como base la Encuesta sociolin- güística elaborada por el Servei d'Ensenya- PROCEDIMIENTOS ment del Català (SEDEC) para ser aplicada La encuesta fue aplicada durante el segun- a escolares catalanes (Gabinet d'Estudis do trimestre del curso escolar por un gru- del SEDEC, 1983). Ese mismo modelo se po de personas entrenadas a tal efecto. aplicó al alumnado del Bajo Segre; para los Previamente se había contactado con las del Bajo Cinca se hizo una traducción al Direcciones Provinciales del MEC en Hues- castellano que incluía ligeras modificacio- ca y Zaragoza y la Delegació d'Ensenya- nes de forma que en ningún momento ment de Lleida. Una vez obtenidos los afectaban al sentido global de la encuesta correspondientes permisos se informó a ni al contenido de los datos. En concreto, las escuelas de las razones del estudio, se en este último caso, se incluyó un ítem que solicitó su conformidad y se establecieron permitía controlar la asistencia o no a cla- ses de lengua catalana (OPC), reformulán- los días en que tendría lugar la pasación. dose además algunos apartados cuya redacción podía llevar a cierta confusión TRATAMIENTO DE LOS RESULTADOS (por ejemplo, el original «Visc a Cataluña i Se emplearon técnicas estadísticas descrip- per això he de conèixer, estudiar i parlar el tivas, la prueba de x2, el Anova y la prueba catara», fue reformulado por «Vivo en un de comparación de medias de Scheffe. Mien- lugar de habla catalana y por eso debo co- tras en Anota nos ha permitido comprobar nocer, estudiar y hablar catalán»). Para esta los efectos de una o más variables inde- versión, cuya presentación definitiva pue- pendientes en la explicación de las diferen- de verse en el anexo, se calculó la fiabili- cias sobre cada una de las variables dad mediante la técnica de test-retest, dependientes, la prueba de Scheffe nos ayu- obteniendo una correlación que resultó al- dó a concretar las diferencias cuando el re- tamente significativa (r=0,751). sultado del análisis de varianza se mostraba El núcleo de la encuesta lo componen significativo. En cualquier caso el nivel de una serie de cuestiones con alternativas de significación utilizado ha sido del 0,05. respuesta que interrogan sobre la condi- ción lingüística familiar (CLF) y la situa- RESULTADOS ción socioprofesional (SSP), permitiendo situar a cada uno de los sujetos en las ca- Con los primeros datos analizamos la exis- tegorías antes descritas de estas variables. tencia de diferencias significativas en rela- Por otra parte, se incluyen una serie de ción a la situación socioprofesional (SSP) 20 afirmaciones, 10 para cada una de las entre los grupos de comparación. El análi- lenguas, de respuesta dicotómica (SI/NO) sis de varianza mostró la homogeneidad y distribuidas al azar, que llevan a clasificar de las poblaciones. las actitudes hacia el catalán (ACT.CAT) y A partir de aquí, los resultados obteni- hacia el castellano (ACT.CAS) dentro de las dos se exponen siguiendo dos apartados siguientes categorías: favorable/neu- que corresponden, en primer lugar, a la tra/desfavorable. Para la asignación de di- comparación de actitudes respecto al cata- chas categorías se da un valor +1 a cada lán (ACICAT) y al castellano (ACTCAS) en respuesta favorable a la lengua en cuestión y el Bajo Cinca y en el Bajo Segre y en segundo 361 lugar, al análisis de las variables que pue- neutras y desfavorables) que aparecieron den explicar las actitudes manifiestas. en el total de la muestra, el Bajo Segre y Bajo Cinca y en este último caso, se dife- ACTITUDF.S RESPECTO AL CATALÁN (ACT.CAT) rencia entre el alumnado que asiste a cla- Y Al. CASTELLANO (ACT.CAS) ses de catalán y el que no lo hace. La tabla En la tabla I aparecen representadas las ac- 11 muestra los mismos datos en lo que al titudes respecto al catalán (favorables, castellano se refiere. TABLA I Actitudes hacia el catalán (ACTCAT) en el total de la muestra, el Bajo Segre y el Bajo Cinca (en este último caso, diferenciando entre quienes asisten a clases de catalán y quienes no lo hacen) Desfavorable Neutra Favorable Total muestra 3,1% 31,9% 65% Bajo Segre 0% 13,8% 86,2% Bajo Cinca 4,9% 42,3% 52,8% Bajo Cinca (Sí) 4% 34,1% 61,9% Bajo anca (No) 8,3% 69,5% 22,2% TABLA II Actitudes hacia el castellano (AC7'.CAS) en el total de la muestra, el Bajo Segre y el Bajo Cinca (en éste último caso, diferenciando entre quienes asisten a clases de catalán .1, quienes no lo hacen) Desfavorable Neutra Favorable Total muestra 2,3% 27,2% 70,5% Bajo Segre 5,3% 47,9% 46,8% Bajo Cinca 0,6% 15,3% 84,1% Bajo Cinca (Sí) 0% 15% 85% Bajo Cinca (No) 2,8% 16,7% 80,5% Como puede comprobarse globalmen- se incrementan las actitudes neutras has- te para el total de la muestra, dominan las ta algo mas del 40% y aparecen actitudes actitudes favorables hacia una y otra len- desfavorables en casi un 5%. Cuando gua, con una presencia importante —en tor- analizamos esos resultados diferenciando no al 30%— de actitudes neutras. entre quien asiste a clases de catalán y Respecto al catalán, en el caso del quien no lo hace, aparece un fenómeno Bajo Segre las actitudes favorables superan interesante: en los que sí asisten encontra- el 85%, las neutras no llegan al 15% y no mos algo más del 600/0 de respuestas favora- existen actitudes desfavorables. Este hecho bles y algo más del 30% neutras, mientras se modifica notablemente en el Bajo Cinca que esos datos se invierten en el caso de donde, pese a mantenerse por encima del los alumnos que no asisten a clases de 50% en el número de respuestas favorables, catalán (poco más de un 20% favorables, 362 casi un 70% neutras y aproximadamente no parece incidir en las actitudes de los in- un 10% desfavorable). dividuos ante las lenguas en presencia. En lo que al castellano se refiere, en el Por lo que respecta a la condición lin- Bajo Segre encontramos una casi perfecta güística familiar(CLF), con el fin de llevar repartición (al 50%) entre actitudes neutras a cabo una exposición más clarificadora, y favorables. En el Bajo Cinca, inde- procederemos a explicar por separado las pendientemente de la asistencia o no a cla- diferencias encontradas entre el Bajo Segre ses de catalán, las actitudes favorables se y el Bajo Cinca. sitúan por encima del 80% y las neutras al- En el caso del Bajo Segre, el Anova rea- rededor del 15%, siendo prácticamente lizado entre las variables CLF y actitudes inexistentes las actitudes negativas. hacia el catalán (ACECAT) no resultó sig- Con tales datos se llevaron a cabo aná- nificativo: independientemente de la con- lisis comparativos mediante la prueba de X2. dición lingüística familiar las actitudes Del contraste entre el Bajo Cinca y el Bajo hacia el catalán tendían a ser favorables. Segre obtuvimos valores de x2=30,033 No sucedió lo mismo respecto al castella- no, donde aparecieron diferencias signifi- (p=0,0001) y x2=40,564 (p=0,0001), respec- tivamente para las actitudes ante el catalán cativas con un valor de F3, 90=4,142 (13=0,0085) entre el grupo de bilingües más y el castellano. La comparación de ese mis- castellano y el de catalanoparlantes; los mo alumnado del Bajo Segre, de forma se- primeros mostraban actitudes más positi- parada, con el del Bajo Cinca que asistía a vas hacia esa lengua (medias de 7,8 para clases de catalán y el que no lo hacía vol- los bilingües más castellano y de 2,881 vió a confirmar tales resultados con valores para los catalanoparlantes). de x2=16,830 (p=0,0002) y x2=37,997 En cuanto al Bajo Cinca, sucedió a la (p=0,0001) respectivamente para las actitu- inversa; no se hallaron diferencias signi- des ante el catalán y el castellano, en el ficativas en el Moya realizado entre las primer caso; y de x2=52,312 (p=0,0001) y variables CLF y actitudes hacia el caste- x2=12,751 (p=0,0017) en el segundo. Asi- llano (ACT.CAS): independientemente de mismo, aparecieron diferencias significati- la condición lingüística familiar las actitu- vas referidas a las actitudes ante el catalán, des hacia el castellano tendían a ser favo- dentro del Bajo Cinca, entre aquel alumna- rables. En cambio, sí se dieron respecto do que asistía a clases de catalán y el que al catalán, donde se detectaron diferen- no lo hacía con un valor de x2=18,622 cias significativas con un valor cle F3, (p=0,0001). Tales cliferelcias no se dieron 159=3,727 (p=0,0126) entre el grupo cíe en lo que respecta a la actitud hacia el cas- bilingües más castellano y el de catalano- tellano. parlantes, mostrando estos últimos actitu- En cualquier caso, as diferencias en- des más positivas hacia esa lengua contradas vienen a confirmar las ya obser- (medias de 2,395 para los bilingües más vadas en las tablas 1 y II. castellano y de 5,2 para los catalanopar- lantes). Estas diferencias se mantenían en- ANÁLISIS DE LAS VARIABL QUE PUEDEN tre quienes asistían a clases de catalán EXPLICAR LAS AcrrruDEs F3, 122 =3,736 (p=0,0131) con medias de En los análisis estadísticos realizados no se 3,031 para los bilingües más castellano encontraron diferencias significativas de y de 6,1 para los catalanoparlantes. En actitudes hacia una u otra lengua en razón los escolares que no asistían a clases de de la situación sociopresional (SSP); es de- catalán no aparecieron diferencias sig- cir, la pertenencia a uno u otro grupo social nificativas por su condición lingüística 363 FIGURA I Medias de las actitudes hacia el castellano (ACT.CAS), en 'Unción de la condición lingüística familiar (CL), en el Bajo Segre-Cataluña 8 7 6 5 4 • ACT.CAS 3 2 o CAS. BIL. + CAS. BIL. + CAT. CAT. FIGURA II Medias de las actitudes hacia el catalán (ACTCAT), en función de la condición lingüística familiar (CLF), en el Bajo Cinca-Aragón a 7 6 5 4 ACT.CAT 3 2 o CAS. BIL. + CAS. BIL. + CAT. CAT. familiar, ni por su actitud hacia el castella- positivo y en torno a la media del Bajo Cin- no o el catalan (valga resaltar que se trató ca, las actitudes ante el catalán llegaron a del único grupo en que, si bien las actitu- alcanzar valores medios absolutamente des ante el castellano mantenían un tono neutros e incluso negativos). 364
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