Juárez glorificado y la intervención y el Imperio ante la verdad histórica

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JUAREZ GLORIFICADO
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Hilarión Frías y Soto,
REFUTANDO CON DOCUMENTOS LA OBRA DEL SEROR
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INTITULADA
EL VERDADERO JUAREZ
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IMPRENTA CENTRAL.—CALLE DE LA ACEQUIA
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.-1/ Sr. fíral.
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ABEIAT, LEAL LEAB Porfirio Díaz, Presidente de la República.
Dos fines lleva esta obra, reivindicar la memoria del Sr. Juá-
rez tan nulamente deprimida por el Sr. Ruines, y ensalzará la Pa-
tria cuyas glorias intenta marchitar este autor, al historiar la guerra
de nuestra segunda independencia.
De los grandes combatientes en aquella formidable lucha, de
los <pie la presidieron hasta el triunfo, sólo Vd. queda en pie, Se
ñor, que, envainando la espada que centelló en la victoria, se con-
sagra hoy al progreso de la República.
Yo no podía poner más nombre que el de Vd. al frente de mi
libro; es el pobre homenaje que tributa á Vd. el viejo liberal que fué
testigo de tanta abnegación y de tantos sacrificios como se. hicieron
en aquellos años terribles.
Recíbalo Vd., Señor, con las protestas de mi alta estimación y
respeto.
Tacubaya, Septiembre de 190J/..
HILARIÓN FRÍAS Y SOTO.
JUAREZ GLORIFICADO
"V LA
INTERVENCION Y EL IIHPERIO UNTE Lfl VERDAD HISTORICA
POR
Esta obra está impresa
Hilarión Frías y S o to
(q. en papel de las Fábricas
de San Rafael y Anexas INTRODUCCION
Hace algunos meses apareció en México, editado en Pa-
rís, un libro intitulado LAS GRANDES MENTIRAS DE NUESTRA
HISTORIA, escrito por el Sr. Diputado D. Francisco Bulnes,
libro que no hace honor al patriotismo ni á la capacidad lite-
raria de su autor.
Y como esa obra está informada por un profundo des-
precio hacia los ejércitos mexicanos y se deprimen en ella los
heroicos esfusrzos hechos por la Nación para salvar, su inde-
pendencia en la insensata intentona de conquista de Barradas
y en las invasiones francesa y norte-americana, me consagré
á rectificar los datos oficiales empleados por el Sr. Bulnes, y
á escribir un folleto impugnando las vehementes y falsas apre-
ciaciones de este escritor.
Causas que no son del caso narrar me impidieron impri-
mir mi pequeño libro, para el q.ue no me fué fácil encontrar
un editor; sin embargo, quizá más tarde podré darlo á luz.
Pero ahora se pone en circulación otro libro del mismo Sr.
Bulnesque lleva por título «EL VERDADERO JUÁREZ Y LA VERDAD
« SOBRE LA INTERVENCIÓN Y EL IMPERIO,» libro ante el cual sólo
puede guardar silencio quien esté enteramente destituido de
amor patrio, y el que haya llegado á tal grado de degrada-
ción que pueda escuchar con indiferencia los injustos cargos
con que el Sr. Bulnes intenta deturpar al gran Juárez y los
insultos que prodiga.no sólo á los heróicos combatientes me-
xicanos en la segunda guerra de independencia, sino á la Na-
ción entera.
PRIMERA PARTE
Comprendí que para contestar y refutar la última obra
del Sr. Bulnes era preciso perder una gran suma de tiempo
recorriendo archivos y bibliotecas en pos de infinidad de do-
cumentos oficiales, labor casi imposible para quien tiene otras El Génesis de la Intervención
preferentes con las que subsiste.
Pero esas dificultades no me arredraron, y haciendo cuan-
CAPITULO I
to sacrificio me ha sido posible, emprendo esta labor, quizá
la última que en mi cansada vejez pueda consumar.
LA IGNORANCIA DEL SR. BULNES
Y la ofrezco á mi Patria, como humilde homenaje de la
adoración que por ella tengo.
Poner en erección un gran talento, hartarlo Con una mala
México, Agosto 26 de 1904.
y trunca erudición histórica, indigestar con esta el cerebro y
fustigarlo con un hidrófobo odio político para ir á vomitar
Hilarión Frías y Soto• acusaciones é insultos sobre la tumba de un muerto ilus-
tre be aquí la síntesis de la obra del Sr. D. Francisco
Bulnes, intitulada «EL VERDADERO JUÁREZ Y LA VERDAD SOBRE
LA INTERVENCIÓN Y EL IMPERIO.»
Y ese libro, que debiera llevar la firma, no del Sr. Bulnes
sino la de D. Lucas Alamán, ha circulado por la Capital y co-
mienza á llegar á los Estados, levantando por todas partes
olas de indignación y haciendo surgir en la prensa periodís-
tica enérgicas protestas, á la vez que algunos brillantes es-
critores se aprestan á afrontarse con el audaz acusador de
Juárez y contra el que tan despectivamente califica al pueblo
mexicano llamándolo traidor y cobarde.
Yo, el viejo periodista jacobino, yo el más insignificante
de los escritores mexicanos, también vengo á tomar mi pues-
to efe combate en esa cruzada.
No vamos, los que refutemos el libelo histórico del Sr.
Bulnes, á liberar la tumba de un Dios del dominio de los in-
Pero ahora se pone en circulación otro libro del mismo Sr.
Bulnesque lleva por título «EL VERDADERO JUÁREZ Y LA VERDAD
« SOBRE LA INTERVENCIÓN Y EL IMPERIO,» libro ante el cual sólo
puede guardar silencio quien esté enteramente destituido de
amor patrio, y el que haya llegado á tal grado de degrada-
ción que pueda escuchar con indiferencia los injustos cargos
con que el Sr. Bulnes intenta deturpar al gran Juárez y los
insultos que prodiga.no sólo á los heróicos combatientes me-
xicanos en la segunda guerra de independencia, sino á la Na-
ción entera.
PRIMERA PARTE
Comprendí que para contestar y refutar la última obra
del Sr. Bulnes era preciso perder una gran suma de tiempo
recorriendo archivos y bibliotecas en pos de infinidad de do-
cumentos oficiales, labor casi imposible para quien tiene otras El Génesis de la Intervención
preferentes con las que subsiste.
Pero esas dificultades no me arredraron, y haciendo cuan-
CAPITULO I
to sacrificio me ha sido posible, emprendo esta labor, quizá
la última que en mi cansada vejez pueda consumar.
LA IGNORANCIA DEL SR. BULNES
Y la ofrezco á mi Patria, como humilde homenaje de la
adoración que por ella tengo.
Poner en erección un gran talento, hartarlo Con una mala
México, Agosto 26 de 1904.
y trunca erudición histórica, indigestar con esta el cerebro y
fustigarlo con un hidrófobo odio político para ir á vomitar
Hilarión Frías y Soto• acusaciones é insultos sobre la tumba de un muerto ilus-
tre he aquí la síntesis de la obra del Sr. D. Francisco
Bulnes, intitulada «EL VERDADERO JUÁREZ Y LA VERDAD SOBRE
LA INTERVENCIÓN Y EL IMPERIO.»
Y ese libro, que debiera llevar la firma, no del Sr. Bulnes
sino la de D. Lucas Alamán, ha circulado por la Capital y co-
mienza á llegar á los Estados, levantando por todas partes
olas de indignación y haciendo surgir en la prensa periodís-
tica enérgicas protestas, á la vez que algunos brillantes es-
critores se aprestan á afrontarse con el audaz acusador de
Juárez y contra el que tan despectivamente califica al pueblo
mexicano llamándolo traidor y cobarde.
Yo, el viejo periodista jacobino, yo el más insignificante
de los escritores mexicanos, también vengo á tomar mi pues-
to efe combate en esa cruzada.
No vamos, los que refutemos el libelo histórico del Sr.
Bulnes, á liberar la tumba de un Dios del dominio de los in-
8 JUÁREZ GLORIFICADO
fieles: para nosotros, el Sr. Juárez no es un Ídolo, ni un feti-
« róica al luchar por la independencia de México durante aque-
che; es un gran hombre que ha llegado á la inmortalidad lle-
« líos años de angustia y de prueba.
vando en su hoja de servicios los grandes, los inmensos que
«El aplauso del enemigo es la ovación más honrosa que
prestó á la Patria.
« puede Ud. alcanzar.
Ante esa tumba vamos á hacer guardia de honor para
impedir que el insensato Sr. Bulnes la manche con cuanto fan-
< En el monumento que levanten nuestros hijos en conme-
go le ministra el rencor implacable de los traidores y cleri- moración del triunfo de México luchando por su autonomía,
cales. •« grabarán un nombre, como la personificación perfecta de esa
Yo no sé, no me explico qué espíritu pudo haber inspira- •« gloria nacional. Ese nombre será el de BENITO JUÁREZ.
do ese übro negro, á no ser que en su desequilibrio cerebral, «Y ese nombre no podía yo escribirlo en la concha de la
muy marcado va, el Sr. Bulnes, ávido de escándalo, eligiera en •« ostra, arrojándolo fuera del suelo emancipado de la Pa-
su delirio impulsivo al más prominente de nuestros hombres «tria »
ilustres muertos, para desgarrar á mordidas su renombre y Pero lo que no han hecho los opositores, los enemigos y
su gloria. los que combatieron por derrocar al Sr. Juárez, lo hace el Sr.
Pero si el Sr. Bulnes ha tenido gran dosis de valor para Bulnes, intentando condenar al ostracismo ese preclaro nom-
cometer su atentado histórico, á mí me sobra para sujetar á¡ bre que es hoy para los mexicanos un símbolo de libertad.
ese furioso demente, aplicarle la camisola de fuerza y hacer- Y en esa obra nefanda el escritor recoge todo el limo que
lo volver al mundo del juicio y de la razón. deja en su curso el torrente del odio clerical, todo el fango
Yo no fuijuarista; en mi obscura vida política combatí la que brotó déla traición para querer manchar el limbo de glo-
ria con que el pueblo mexicano orló la cabeza pensadora del
administración del Sr. Juárez, tanto por la prensa, como en la
noble indio de Guelatao.
tribuna del Coarto Congreso de la Unión, al que tuve la honra
de pertenecer. ¿Con qué materia prima tejió el Sr. Bulnes esa cadena de
acusaciones que, como un grillete de infamia, intenta ceñir la
Sin embargo, no fui enemigo del Sr. Juárez y siempre re-
pierna del héroe para derribarlo de su socio inmortal?
conocí su gran valer.
El Sr. Bulnes preparó su obra antipatriótica, como pre-
En 1870 publiqué un libro intitulado «MÉXICO, FRANCIA Y
para siempre todos sus trabajos literarios.
MAXIMILIANO» y lo dediqué al C. Presidente de la República
Recopiló una gran cantidad de libros, los leyó, ingirió
Benito Juárez, en los términos siguientes.
una enorme cantidad de la materia que contenían, y no pu-
«.Algunas veces he tenido la honra de impugnar la poli-
diendo digerirla sufrió un infarto cerebral que nubló su buen
« tica implantada en el país por la administración de Ud. Y
talento, extravió su criterio y arrastró su juicio por el caos
« como esto me aleja, naturalmente, de la órbita del poder, cuati-
del error y la sinrazón.
« do dedico d Ud. el presente bosquejo histórico, no podrá in-
Es que los libros que eligió el Sr. Bulnes son muy malos
« culpárseme de que adulo al Primer Magistrado de la Na-
y están perfectamente desautorizados, porque falta en ellos
« ción.
la verdad.
«Soy de la raza que sólo ante los principios inclinanMa
Es que el Sr. Bulnes leía preocupado por un prejuicio
« frente, jamás ante los hombres
erróneo y por un odio latente; y buscó lo malo que pudiera
«Hay un hecho que habla muy alto, y es que, cuantos han haber en la vida pública del Sr. Juárez, desechando lo mucho
« escrito sobre la intervención, aun los extranjeros, y aun los que hay en ella de grafidioso y meritorio.
« franceses mismos, todos han confesado á Ud. las altas do- He aquí por qué en las ochocientas setenta páginas del
« tes de un patriotismo sin mancha y de una constancia he- libro que voy á refutar no se encuentra consignado uno solo