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Historia de La Etica 2 - La Etica Moderna PDF

317 Pages·2006·34.924 MB·Spanish
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no ' Iii I( a " . S )].j etH'H Dire'elora: VICTORI;\ CAlVIPS 1 Norbert Bilbeny Victoria Camps Jaume Casals Esperanza Guisan Ma Carmen Iglesias Jose Montoya Vidal Joaquill Rodriguez Alberto Saoner Fernando Sa vater Amelia Valcarcel Jose Veri cat Jose luis Villacafias llarc'Clolla Estn ohm ha sitin editada C:OIl la colaboraci6n de la Funclaci6n Juan ivlarch. A Jose Luis Arangllren Quedan rigllfOSal11ellle prohihldas. sin la alllorizaci6n escrita de los tiwlnres tiel cO{Jvl'iglit, hnjo las sanciolles cstablecitlas en las la reprodun:itJn total t) parcial tic esln obm por enalquier mcdio 0 prm:edimielllo. cOll1prenditios la reprografia y eI lralamlento inform,ttico. y la distriblleitJlI de ejemplares de ella mel/iallle nl(juiier 0 pr0statl1o publicos. Cubierta: ./oan Batall0 o 1992: Norbert Bilbeny. Vidoria Camps. Jaume Casals. I.:sper<lnza Ciuis:in. M." Carmen IglesJas. lost! ivlollloya. Vidal Pdia. Joaquin Rourfguez. Fell. Alberto Saol1er. Fernando Sa vater. Amelia Valdreel. .IllSt! Verieat. Geraru VilaI'. .lost! LUIS Villacailas 1992 y 1999 de la presente edit:i6n para Espaiia y Amt!rka: Editorial Crltica, S.L" Cllrsega. no, OXOOX Barcelona ISBN: X4-7-f2Vl85-0 DeposJlo legal: B. 6767-2()()() Imprcso en 2006.··· A&fV! Cirilfic. S.L, Santa PerpelliB de In iVlogotia. Barcelona PR6LOGO EI creciente in teres adquirido en los Iiltimos alios pOl' fa jl/osoffa prcictica -elfea y politica- nos induce a contemplar fa hisloria £Ie fa filosofia COIl ojos dislintos, Sf fa norma siempre Iw sido verla como el desarrollo de SIiS ramas mas prom in en tes, esto es, la meta/isica y fa leona del col1ocimiento, qllecianrio Ii! ctiea y fa po/ftica -0 fa este tica- como meros apendices de Ofros sistemas nuis subs/anciales, los aetuales intereses del eOflocimiento" esttin pidiendo un eambio de I( enfoque: el de intentar una historia de lafilosofia que invierta los ter minos y conlemple en primer fugal' la obm etiea y politiea, Nasta Kant olwsla Hegel es pe'jectamen te licilo dar at pensamiento etico y politico de ctUfa llno de losfil6sofos el mismo relieve que luego ha te nido Sll obi'll nuis teoreticll. Pues ni Adstoleles es sdlo -Ill bdsica mente- fa Mctaffsica, IIi Kant se reduce a la Critica de Ii:! raz6n punt. Y si eso es cierlo de los jllds%s que construyeroll sistemas se parados para explicar eI mUlldo, e/ collocimiellto 0 fa accidn, I.qlU' menos habra que decir de quienes flO prestaron alenci()fl a esa rami Iicaci6n tradiciollal de La filosofia, como es el caso de Plat(jn, 5,'pi noza, Nietzsche 0 Wittgenstein? i, Cduw separar el cOflocimiento del mUfldo del propdsito de tramj'ormarlo en La RCpllblica de Plat(jn, en fa Etica de SpillOZll () ell La Gaya Cicncia de Nietzsche? POI' otm parte, hay que reconocer tambMn que fa divisiLjn de fa filosofia ell Uflas disciplin(ls de origcn vagamente aristotfilico, y consolidacidn l1lodenw, carece de sentido mls fa ('dtict! a la que la miStlUl filosoffa se Jill sometido, El {fJ'allce de las dencias y fa conse- PR6LOGO Xl x HISTORIA DE LA liTIeA batieron. Ese e.~pacio cOfl1lin es el de fa filosojla practica que hoy de cuente especializacidn del cOflocirniento han aniquilado la ambiciosa fienden al ul1l:wno, y un tanto edecticamen te, los herederos de larea de un saber totalizador< Desde Marx reconocemos fa inanidad Nietzsche, de Marx y de Wittgensteill. En ese terreno, se les permite de un lipo de conocimiento que no tenga, al tnismo (tempo, intenci(jll ignorar algunos de los grandes y tradicionales conceptos filosoficos emancipadora. Y, atin nUls aiM de Marx, tendemos a pensar que ni la -como el de Ferdad- a favor de olms menos impersonates -vali intelpretaciofl del mundo IIi !ill tramformaci(jfl son actividades aisla dez, legitimacii5n-, puesto que las costllmbres, los deberes y las nor das y distintas. Hoy sabemos que el eo/lOeer no es pasivo, sillo un mas .'Ie hallall cargados de subjetividad y relativismo. Todo 10 cual protillcto de f1llestra illteraccidn con la realMad. Que la in/onnacidn reviste af discurso filosdjico de una apariencia mas preearia, pew obtenida del milt/do depende, en gran medida, de la intervenci6f1 lw mtis creible y menos andnima. A esa circllnstancill hay que agregar mana en if. Antes decfmnos: 110 hay itiea sin metaF~'iea -0 sin reli Olro factor evidente ell el desarrollo experimentado por la filosojfa. gi(j!l-. Ahora dehemos deeir: no hay metaf(sica fli ciencia sin itiea 0 La creciente dil'isj(5n del saber ia obliga a abandonar ciertas posicio sin poiffiea. nes y a reductr SIiS ureas de rej7ex[(5n. La que fue ,( reillll de las cien Pue.)' bien, es ese eambio de penpeetil'll el que anima e/ proyeclo cia.~>'> se va hacienda adjetiva, pensamiento intel1Jretativo de ottOs sa de ulla Historia dc In ctica COl1l0 ('sla, ahora en Sil segllndo volumell. heres 0 conocimientos. Discurso que analiza, argumenta, critica, Un doble deseo 10 inspira: secundaI' el haeres cada vez mayor adqIli valora. Que, en definitiva, flO puecie dejar de aswnir llna ([elituti que, rido poria jllosojla prticfica en el marco general del pensamiento jI sin reparos, hemos de califl'car como etiea. fos6fh'o, y di,~pofler de un estlldio compfeto y riglll'OSO de tal disci Por supuesto, fa filosofia que se /wee aetua/mente en Espada llO plina. adeCltado especialmente a los propdsitos de la docencia y de la es ajena aflllol'imieflfO a que vengo refiribldome. Me atrevo a deeir investigaci()ll eflllllesfro pa6'. De la justa combinaci()f1 de ambos mo que la filosolia prdctica no .w5/o estd viva ell nuestro pals, sino que tivos depclldenj la capacidad de la obra para oJi'ecer una visi<jn litil y goza de excelente sa/ud. Lo curl! significa, para nuestro.') pnJp()sitos, a fa vez original de 10 que Ita .'lido y es fa iliea. Una vision [/til, en fa que 110 es Ileeesario recurrir ·-como, por otra parte, tendemos II hacer medida en que recoja y de Cllenta de los per[odos y figuras cOllsidera tan menulio- a estudiosos./()rtineos especialistas en los moores y ell (l £los tradidona/mente como fundarnentales para enfender e/ desarro las rtwlerias que aqui deb en lratarse. Hay, en estos momentos, en Es llo de /a disdplina, Y Will visi6n original, es decir, que sepa asimismo pmla un mimero considerable de in I'estigadores dedieados al estudio .,>'er Ufl rejlejo del presen!e hisf(jrico, cul/lIml y geogrcijlco ell eI que y a fa docencia de fa litiea, sea como parte principal 0 subsidiaria de estd pensada y escrita. Sll e,speeialidad. Todos ellos son eapaees de aeercarse (1 esta materia EI protagonismo de fa etica en ef discurso filosdjlco contempord no sdlo con competencia y rigor, sino COn llfWS preguntas e inquietu neo Ilene ulla explicaci<ifl clara. De.<,pm's de Hegel, elliltimo gran fi des compartidas, generaciona/es, fmlo de una historia COf/u/n y de Ids% sisfemcilico -« el sistema jllosc'Jjlco)} propiameme tiicho-, la unas mismas preocupaciones 0 dificHltades. Todos los eoiaboradores filoso/fa se diversifica ell lIna serie de !endencias ellyas desigualdades de esta Historia .lOti 0 han sicio profesores de filosofia 0 de a/guml lIoles impidell compartir lin ohjelivo COllll/n: el de poneI' en clies/hill otra materia lim/ante eon ella. CmlOcen, pOl' tanto, las necesidades los presupucstos metodo{()gicos de fo que habra sido fa jlloso/fa 1110- imp/{citas en fa doeencia de la disciplinll. A cada uno de ellos se Ie Iw derna. Se crith'a lin cierlo modo de IUlcer filosofill, el ellal es dese pedido que escriha el capitulo mas cercallO a Sil especia/idad, dedica chado pOl' Sli c(lnicler ideo/6gico. melajlsico o. simp/enz en Ie, especu cion y gusto. Un cap(fu{o pensando ell algo asi como Ii fa clase ideal" larivo. EI marxismo, fa filosojla {[naif/iea y el existencialismo -las que ha/Jrfa que dar sobre tal Ii/osaja 0 tal escue/a. Si los ob;elivos {res corrientes de pensmniento que hall alimentado al siglo XX-, pOl' propllestos Cjl/edan sati.sjeelios, el resultado seni una Historia dc In ellcima de SIIS obvias divergencias, coincidieron en fa luella contra lItI etica tan IWI para el estudiante como para el profesor, tan litil para e1 mismo enemigo --~la e,\peculacion va cia, inoperante y, ala postre, en e.'itudio de la materia como para la preparaci6n de las c/ases. I gaiiadora-, y acabaron pOl' enconfrarse navegando por un mar mds mismo tiempo, se ha in/entado combinur/a precisl(irz y la exhaustil'i- balizado y, al parecer, mtis dominahie qlle aquel contra el que COl1l- XII mSTORIA DE LA tTIeA P1H:){.OGO X III dad con la claridad y agi/idad de exposici<5fl, a fin de no decepcionar Se (rata, pOl' 10 denuis, de /lila historia de fa etica, titulo el a lectores procedentes de otros campos de estudio 0, simpiemente, ClI que, de hecllO, .'ie incluye tmnbien a La fllosofia politica. titulo 110 riosos de las cues/iones y figura.,· que aquise traum. Dado que fa etica es equivoco puesto que, en filosofia, fa etica y fa po/{tica forman un y fa polftica son "Iemas de nuestro tiempo}), es l(cilo esperar que SIl {olio, pOl' 10 general, dificilmente diferellciable. Pensemos en figllras estudio filos<lfico atraiga tam bien a los no fikisofos. como A rist6teles, San Agustin, Rousseau, Hegel: i. es posibfe sepamr, en la obra de cada uno de ellos, 10 que es estrietamente etiea de to que es [Jo/{tica? cS'ielldo fa etica fa reflexi6f1 sobre las costumbres 0 lasfor II mas de vida de los pueblos, es tumbiell, (JIlI1(jlle no exclusivamente, WI discllrso sobre fa accidn poU tica. Pero siempre un discurso valom Expuesta la intencidfl implfcila en esta Historia, es preciso decir tivo de las cos/timbres 0 de iaacci{$n, flUflca Ilna simple descripci6f1 tam bien algo sabre Sli contenido. i POI' que Historia de la ctica? i Co de 10 qlle oClirre 0 /0 qlle es. Pareee justo, pues, calificar en general de rresponde el contenido al titulo de fa obi'll? COllviene aclarar anles de Ii etica" a aquellas ideas que, ya hablen de fa polis, de fa sodedad (l mula que flO se (raltl propiarnenle de lIna {( historia}). No pllede serlo del individuo, acaban sient/o, en II!timo term in 0, llna investigacil)n un trabajo cofectivo que cuenta con nuis de treinta colaboradores. Es sobre e/ dcbcr SCI'. E'tica Jw sido y siglle siendo para los fildsofos el histori({>! en fa medida ell que clIbre crono/(jgicamente IOdo el pe alUitisis reflexi 1'0 sobre los modos y las nonnas de fa conducta 11ll H dodo en que se ha venido desarrollando la filosofia moral y polftica numa. lndependientemente de que fuego se quiem ilistingllir -como desde S()crates hasta Rawls 0 Habermas, No 10 es st buscllmos en ella ya hiciera Kant- entre fa politica real y la po/itim que debiera .'ier, es un hi!o imefprelativo -una leoria de fa historia 0 de fa etica- que deci,., entre fa polf/iea y fa etica. recorra y engarce, capitllfo a capitulo, fos distintos !iempos 0 figuras. POI' Ii/limo, ellalquie,. hisloria es selectiva. La filosofia reCOns La divisi6n en capitulos no se ha hecl10 con/orme (l epocas 0 corrien truye el pasado para entenderlo en Sli propia atnuhfera, pero lambien Ie.), sino mayormente po,. /iMsofos. No s<5fo pm'que era fa li/lica para elltem/er y analiza,. el presente. De allf que las iectllrllS del pa forma de dar cabida a WI amplio IlIlmero de colaborat/ores, garanti sado Ileven feclw y lugar. NingllflCl lee/lita es inocente () desiniere zando {lsi la calidad de C(ula capitulo, sino pOl'que la mejor numem de sada, ni debe serlo: acudimos al ayer con las preguntas y los proble aborda,. el estlldio de fa filosofia -en ('ualquiera de sus ramas- es mas de hoy. AUflqlle es cierto que esta Historia de In ctica quicre empeztlndo po,. sahel' que dijeron y que hicieron en ella los propios cubrir todo ef panorama j'ifos6fico, desde los griegos hasta nuestro:; FI<5sofos. Mds exaclamente, pues, esfa Historia consisle ellia reunion ({{as, 10 IIll hecho con la cOt/ciellcia de que cada tiempo y lugar escoge de Will serie de monografias que Ira/an de explicar el porque y el que SllS problemas y sus fil(j.w~ros. No cs que ornita dertos nombres 0 les de las varias teorias eticas 0 politicas pergeiiadas pOI" los fiMsofos. de un relieve desacostumbrado. Lo que fa historia ya IIll consolidado. Explicaci<lll ell fa que se liene en Cllenta tanto la propia tmdicioll filo dijfcilmel/te se lambalea. Pero sf cambia la apreciaci<511, el enfoque 0 S(jfica como la con viccion de que fa filosofia no se a/imellta sd/o de st' el punto de vista. El Aristdteles que interesd (l los medievales no es el misma y de !ill lIistotja, que es asimismo reflexir5n sobre su epoea. La de hoy. Ni nuestro Kal1l es, pOl' ejernplo, el que e!'itio) Hegel. POI' 10 comiJinacion de ambos elementos -que no es olm cosa que ia com mismo, de/Jefl ser tall/bien distinla.'; entre sf las interpretaciones coe binaci(jn entre fa hislOrio illtema y la historia externa- respondeni {[ineas de lin estudioso de Harvard, de II/bingen 0 de Barcelona. tanto a [05; eriterios del interp rete () autor de cada capitulo, comO a las pecialmente si de 10 qlle se (rata es de filosojfa prdctica, de prohlemas diferellcias obvias que descubrimos entre uno y 0/1'0 periodo de que necesariamente Itzdden en la experiencia individual y coleetiva tiempo, 0 entre uno y ofm fi/<5sofo. Parece' claro, por ejemplo, que la que flO careee de pecu/iaridades propias y no dellodo cOfnpartitias. historia extema incide nuis plena 0 manifiestamente ~n la gestacion del pensamiento griego, mientras que la etim y fa politica modemas se explican Inejor atendiendo a la hisloria interne!. XIV HlSTOIUA DE LA linCA PRO LOGO xv III dos -en fa lengua original y traducciones atcastellano 0 A continllacidn, simplemente, los diez 0 quince Fill aIm en te, una breve nota instrumental oeerea de los criterios tales, que suelen Ser los utilizados y citados expresamente pOl' el res que uni/iean los trabajos aquf reunidos. Cada uno de los eapftulos ponsable de aula capftulo. estd dedieado, como he dicho yo, a un fi/()sofo, salvo en aquellos po cos casas en que se aborda una corriente etiea eUyll unidad permite tratarla como WI solo lema. Es el caso de los sofislas, el iusnatum IV lismo 0 el utilitarismo, donde las figums representativ{ls 10 son en tanto se integran en ese marco leorico especifico. POl' olm parte y En el apartado final de los agradecimientos, y como coordina dado que la filosofia contempordnea, nuls que ninguna olm disci dora e impulsora de esla Historia de ia Ctica, me salisface recollocer plina, sufre, para bien 0 para rnal, los efeetos de la especializaci(}n y el Til teres y la dedieacidu de eada uno de los cola bora do res que, desde fa division del trabajo, he crefdo OPOrtliflO dedfear, en el tercer volu el prillcipio, re.\I)0111lieron con entllsiasmo a fa idea prOpliesta. No men, llfWS capftulos II aquellas ciencias humanas que se han mante Jwce falla decir que e/los SOil los autores de fa Historia. En nombre nido mtis eercanas a la etica. La sociologia, el derecho, la psieologiu de toe/os ellos y, claro estli, ell el mfo, qlliero asimismo expresar el re y el psicoandlisis 1'10 son, en absoluto, eiencias libres de valores. La conocimiento y III admiraci()fl que merece Jose Luis Aranguren dedi eonexion con la etica es inevitable, mds min euando la evolucic5n de cane/ole esta ohm. Era inevitable que el fuera, a Sli vez, coautor de la la propia teOf'la itiea no es indi/ereme al desarrollo de cada lina de ta misma: un signo de.. Sll indisclllible protagonismo y presencia entre les disciplinas. las generaciones filosdficas nuis jc5venes. De cerca 0 de lejos, antes 0 Por supuesto, eada capitulo Ilene como tIlk/eo jitndamental el despues, lodos los que aqu[ colaboramos hemos sido alumno;; suyos. pensamiellto etico-po/(tico ell cuesti(5n, pero sin desdefiar IIi obviar el A el se debe, en deffnitiva, fa realizacic5l1 de este proyecto. resto de fa obra del filosofo. He empezado fusli/kando este lrabajo como una lectura de fa historia de la filosofla desde la itiea, pOl' 10 VlCrORIA que .'Ie ha intentado [erler presente, en todo momenlo, la totalidad de Sant Cugat del Valles las ideas filosc5/icas y, ell especial, las nuis directamente coneetadas con la {eorfa elim. En ellamo al prop6sito formal perseguido ha sido el de tratar de conjugar fa elt/ridad y precision histdriea y erudita -datos, fuentes, textos- COil una derta grada y origina/idad exposi tiva. Ellitar esa acwnulaci61l de datos supuestamente objetil'a que ahurre y eansa, pues eareee de atraelil'o para el lector. Yeludir asi mismo esa exposicion tan libre y arbitraria que, al cabo, resulta poco eomprensible 0 imltil a los efee/os de estudio y trabajo que aqui se persiguen. En suma, se traUI de que, en cada el lector vaya a C{{SO, buscar flO una informaeic51l simple y neutra, sino la informacidn que ofrece precisamente el [/lito!' de eada capftuto. La bibliografl(l que se oJi'eee al final de cada estudio es I'o/unta riamente eoncisa. Concisa y aprovechahle, plies earecen en absoluto de set/lido esas !isias de titulos que se pretenden ex/uiustivllS y no fle gall a serlo januis. Aquf, pOl' el contrario, se relacionll, norma/mente en primer lugar, toda fa obra itiea y polltiea de los fildsofos estudia- JOSE VERI CAT IUSNAT URALISMO I. NEOESCOLAsTICOS De la neoescolastica barroca espanola puede decirse que es como la cenicienta de la filosoffa. Olvidada en exceso, y desorbitada por la critica de la epoca, su conceptualizaci6n, con todo, como se ha senalado en algun momento, determina en buena parte el tras I fondo conceptual sobre el que se tejera la modemidad filos6fica y polftica, a traves de Wolf, hasta Kant. Y desde luego es imprescindi ble para la comprensi6n de todo el movimiento te6rico y politico del iusnaturalismo. Desde un punto de vista te6riw, la neoescohistica espanola an'anca como reacci6n ai nominalismo y terminismo filosMico do minante en la Universidad de Paris del siglo xv. 2 Marcial Solana 10 califica certeramente de barl'oquismo prebarroco,3 annque sin per catarse del alcance teo rico de esta conjnncion entre nominalismo y barrow, prefigurada en el manierismo terminista, la interpreta cion de la misma neoescohistica. Lo que los neoescolasticos -como los iusnaturalistas- intentan, en este contexto, es recuperar eI sel1- tido argumentativo, concreto, de la dialectica, dal1do de nuevo pro tagonismo teorico a los contenidos, a Ia manera del humanismo, aunque potenciando el desarrollo conceptual y teorico de aqu611os. Unos, los neoescolasticos, apoyandose especialmente en la etica aristotelica, sl bien mantcniendo el estilo argumentativo de las quaestiones y sententias, y los otros, los iusnaturalistas, centrados Cicer6n, y argumentando bien a la manera gramatical de humanistas. Y ello bajo eI impulso renacimiento de la ,-..r,"\hlpn,"'· 2 HISTORIA DE LA ETICA EL IUSNAl'URALISMO 3 partir precisamente de la distincion en Aristoteles entre y tica moral y juridica, que, al amparo de una renovada recepcion de polilike; y teniendo en cuenta, no tanto 10 diferente como 10 comun Aristoteies, se extendfa por las universidades europe as del XVI, en eI alma, entre 10 racional (lOgon) y 10 irracional (dlogofl). En como corolario, en buena parte, de las necesidades politicas y peda relacion a esto, Ia neoescol::istica fuerza evidentemente, como vere gogicas de la Reforma y la Contrarreforma. mos, las posiciones de santo Tomas --que mantiene una dara jerar La neoescohlstica arranca pues como una reaccion fuertemente quia entre 10 sensitivo, 10 intelectual y 10 divino- a partir precisa eticista y juricista en el seno mismo de una universidad como la de mente de una recepcion de Aristoteles, basad a en sus escritos etieos, Paris, sumida por completo en las disquisiciones mas abstractas y en los que 10 uno y 10 otro parecen como interpenetrarse. Ahora formalistas del nominalismo logico.4 Y es en este contexto en el que bien, Ia clave ultima de un tal esquerna teorieo, pOl' el que ia neoes Francisco de Vitoria dara el fuerte giro al pensamiento escohlstico cohistica va mas alIa de Arist6teIes en el desarrollo de una tal rela nominalista del xv, situandolo en el centro de la problematica moral ci6n entre 10 te6rico y 10 practico, reside en el aforismo bfblico, Sig y juridica de los nuevos Estados europeos, y especialmente del espa natum est super nos lumen vultlls tui, Domine (Sal 4:6), que como fiol, urgido por el proceso de apertura y apropiacion del Nuevo un leitmotiv recorre todo eI pensamiento neoescolastico, asumiendo Mundo.5 el papel de un autentico axioma en e1 que se resumen los terminos fundamentales del problema. En aquel se expresan tanto la natura 1. EI ius naturale pas a a constituirse, de alguna manera, en la leza del quid, la de ser la creatura imago dei, como la del quod, la piedra de toque de toda 1a problematica neoescolastica. Tornado en 10 inmediato de santo Tomas, y articulado de acuerdo con la etica de que conocemos per ~peculum in enigmate, proyectando asi el problema de Ia relad6n entre Dios y el hombre, entre gratia y na aristotelica, sera el eje de fondo del pensamiento neoescol<lstico, do tura, 10 suprasensible y 10 sensible, en el de la relaci6n de 10 radonal minado por las cuestiones eticas, juridicas y politicas de la epoca, y y 10 irracional, 10 te6rico y 10 pnictko. Y precisamente en esto, en abocando, a la postre, con Suarez, a ser base de toda una ontologia una distinta contextuaIizaci6n te6rica de la idea de imago dei, es -el producto filos6fico mas tfpicamente barroco. Desde el punto de donde reside la Hnea de demarcaci6n de Ja neoescolastica respecto vista teologico, la catarsis provocada por la Reforma traslada el cen de santo Tomas, estableciendose las diferencias entre el pensa tro de atencion de la creacion y el apocalipsis al de la creacion y la miento barroco y la escolastica medieval tomista -de la que obvia creatura. EI problema ahora es el de la compaginacion entre 10 mente, por 10 demas, se reeaba ad litteram. creado y el pecado. En tomo al tema de la caida, y 1a relacion entre Mientras santo Tomas ve en aquel verslculo del Salmo cuarto la el antes y el despues, se dan la mana 10 etico y 10 juridico. La natu expresi6n de una relaci6n de participatio -la de 10 natural respecto raleza del status naturae pasa a constituirse en el centro en torno al de 10 sobrenaturaI, la de 10 radonal respecto de 10 etemo- la cual va a girar toda reflexion moral y politica. Ahora bien, contra neoescolastica, desde una perspectiva en manera inversa, 10 toda apariencia, 10 que esta en juego no es tanto, directamente, las desarrolla en tanto raepresentatio. A partir de ahf, entre ambas esco relaciones de la creatura con Dios, como las del hombre consigo iasticas, todo resulta mas diferente de 10 que parece. La diferencia mismo, la naturaleza de sus propias capacidades, y el estado de sus que hay entre 10 g6tico de una catedral medieval y el clasicismo evo relaciones, tanto sociales, como las de la razan, con la naturaleza lutivo de una eolumnata barroea. decirlo de otro modo, mien misma, y viceversa. Tras )a cuestion del estado original se encuentra, tras, en santo Tomas, el hombre como imago dei deriva sus virtuali evidentemente, el problema teologico de la relacion entre natura y gratia; pero por detnls de ello emerge todo el problema de la logls dades fundamentales 10 etemo 0 sobrenatural, de 10 que es participe en tanto creatura, para la neoescoiastica la imago dei 110 tica del hombre respecto de SI mismo, a Ia vez, como animal racional expresa oira cosa que Ia naturaleza hombre y de sus productos y poUtico. doble definicion del hombre, de origen aristotelico, en tanto imagineria. POl' 10 que su mcionalidad viene a ser la es 10 que Ia neoescolastica va a intentar teorizar conjuntamente, ba pia de todo signo, en 10 que tiene de disposici6n intrinseca hacia 10 sandose en la articulacion entre ratio speculativa y ratio practica, y a 4 HISTORIA DE LA ETICA EL IUSNATURAUSMO 5 que exhibe y representa. santo Tomas, si se quiere, el problema que, en Aristotelcs, cs hJgon y dlogon. Lo radona!, De es mas clasicamente el de una antropologia metaffsica, mientras que Soto, consta de intclccto y voluntad --que, en Aristotcles son, rcs en la neoescolastica barroca es el de una ontologia, si bien peculiar pectivamente, las facultades de conocer (episternon) y deliberar -a diferencia del pensamiento barroco centroeuropeo, del que algo (bou{elio). Micntras que 10 sensitivo posee la doble dimension cog veremos en relacion con los iusnaturalistas- en el sentido de que noscitiva y apetitiva. Lo sensitivo, aSI, fiene, a 1a vez, una parte los sujetos y los objetos se funden en una sUeI1e de semiotica onto brUNI y otra ralionis experta. Dc Solo siguc la divisi6n y suhdivi logica. De ahi la importancia que adquiere en la neoescohistica Ia si6n aristotelicas con vistas a establecer un solapamicnto entre am . idea teologica de dispositio ad gratiam como virtualidad intrinseca a bas partes de la psique humana, entre la rac!onai y la irracional, la realidad representativa del ser del hombre y de 10 natural. Se trata con vistas a mostrar que csta, sede de los apetitos e impulsos, de un concepto compuesto, sin embargo de diffcil localizacion en puede considerarse pOl' igual parte de 10 racional, ya que de alguna santo Tomas, que habJa mas propiamente de preparatio ad gratiam. manera es razonable, 10 que es 10 mismo, subsumible a la raz611. 0, Lo que impliea un incardinamiento distinto de 10 particular en el Ahora bien, el Hudeo de la cuesti6n, para De Soto, como para todo suprilsensible de la relacion. Ya que la praeparatio de santo toda la neoescoi;istica, es que 1al sometimiento no hay que enlen Tomas, previa a la conversio, incide en la naturaleza de la imago derlo servitio despolico, sino obsequio politico. Lo que significa como derivatio. ~a dispositio neoeseolastica, pOl' eI contrario, pone que se Ie quiere reconocer a tal rclacion, implicitamentc, Ia virtua de relieve que si bien la gratia es, en efecto, recreatio, ello es intrin lidad de la razonabilidad (ekein I6gofl), que, pOI' 10 demas, Ie atri seen a la naturaleza misma de la imago en cuanto tal, ya que de 10 buye Aristotelcs. Lo que De SolO, de alguna manera, acentua cx que se trata es de la renovatio imaginis, in qua ereatus est homo. plicitamcntc al situar del lado de 10 in-acional, a 1a vez, 10 apetitivo Para 1£1 neoeseohistica, en suma, todo hay que entenderlo a nivel de y 10 cognoscitivo; aun cuando cslo ultimo no se corresponda ad lit la reconstruecion de la naturaleza de la imagineria misma en cuanto teram con ia subdivisi6n aristotelica. t'3.l. Toda la problematica de la reiacion entre natura et gratia no es El sentido de todo clIo, para la neoescohistica, es delimitar, pri conde asi otra eosa que el problema de la restitucion plena las mero, claramente, 10 virtuoso respecto de 10 intelectual -en contra funciones de imaginerfa del hombre en su actividad teorica y prac posici6n al estricto racionalismo mora! socratico, criticado pOl' Aris tiea, el pasar -pOl' decirlo en terminos de Ch. S. Peirce, ellyo pensa t6teles- a 1a vez que rescatar el ambito de 10 emocional de la pura miento esta, pOl' In demas, fuertemente intluido pm eI ban·oco- de incontinencia (akmsia) de 10 apetitivo en tanto prolongacion 10 una suerte de representacion degenerada a otra genuina. Esta es la vegetativo. Pero es mas, 10 irracional estrictamente es para Arist6te clave del giro barroco en el pensamiento neoescoblstico: la natura les ellugar del que brotan las virtudes. Ahora bien, S1 10 irracional es leza y la razon incardinadas en el continuo de una imagineria sin fin base de Ia virtuosi dad, paralelamente, tambit~n a la inversa, 10 rado de representacion y autorrepresentacion, en 10 que de hecho es vel' nal sera actividad virtuosa en 10 que tenga, 0 pueda tener, de rela- y eonocer per speculum in enigmate. don a 10 sensitivo y Lo virtuoso es, Arist6teles, Este es c\ fondo de ia cucsti6n dc una ohm, alta mente cxpre pre un compuesto de ambas cosas, 10 racional mas 10 apetitivo, en siva en In epoca, como es cilratado De Natura et Gratia (1547) de tanto impulso esto ultimo (hormtf). Esto sin aqueUo Domingo de So to (1494-1560), un compendio de la polemiea tri dar lugar a una virtud (physiki' aretcj, pero no moral ( ethike dentina con la Reforma en tornoa la cual ginl toda la neoescoUis aretej, y, menos, plena (teleia (If·etej. Pero, pOI' su parte, 10 racional, tica. Dc Soto inicia su tratado COil un as disquisiciones sobre la idea en sentido estricto, en tantoapodictico (ap6deixis), no puede cons del statlls naturae basad as, en 10 fundamental, en la antropologia tituirse en modo alguno como virtud. No se puede dedr, por moral de Arist6teles. La imporlancia de su idea de virtud (are/(}) pIo, nos dice e1 conocimiento cientffico 0 Ia memo- para la "neoescol::istiea se haec aqul evidente. EI hombre, que es el ria sean virtudes. solo en a 10 --a alma racional y cueq'Jo, esUi dotad'O de raz6n y de sentidos. Lo percibido (u) aistheta), a se mueve- puede 10

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