Pura intriga, puro entretenimiento. Un thriller trepidante plagado de enigmas, conspiraciones, instalaciones secretas, sorprendentes saltos en el tiempo y mucha acción, que entusiasmará a todos los públicos, ya sean lectores consagrados o recién iniciados en el hábito de la lectura. Este es, sin duda, uno de esos libros que crea afición.
Tras una infancia de sobreprotección, Giselle descubre, por medio de un desconocido, que su padre, al que creía muerto desde la infancia, sigue vivo. A partir de aquí la búsqueda de este se convierte en una prioridad inesperada. Emprenderá un viaje desde Chicago, donde acaba de graduarse, hasta un remoto valle en el corazón de la sierra de Madrid. Allí, junto al río Lozoya, descubrirá un monasterio benedictino y un yacimiento prehistórico, que no tardarán en adquirir una relevancia insospechada.
Así, la joven protagonista se irá adentrando en una red de mentiras relacionadas con su familia y su verdadero origen, muy alejado de lo que cualquier humano podría siquiera imaginar.
El Valle del Fin del Mundo, con sus capítulos cortos acabados en alto y una sucesión incesante de giros argumentales, atrapa de principio a fin, desplegando una suerte de puzle de mil piezas que no acabarán de encajar hasta la última página, con una resolución sorprendente.
¿Y si de pronto descubrieras que tu vida es una mentira?