Description:NO es que conozca Londres como la palma de la mano; pero me son familiares, por haber estado allí de paso hace unos cuantos años, la City, el Parlamento, Buckingham Palace, Hyde Park y Trafalgar Square, así como otros muchos edificios, plazas y monumentos. —Ahora bien: si reconocí Trafalgar Square, Hyde Park, Buckingham Palace, el Parlamento y la City, no se podía dudar que me encontraba en Londres. Y, sin embargo, algo había cambiado para que la ciudad y yo no nos identificásemos plenamente. Me refiero al idioma. ¿Qué extraño fenómeno se había producido? Ni mis amigos ni yo éramos capaces de cambiar una sola palabra inteligible con la gente de la ciudad, autoridades, periodistas, empleados, servidumbre de los hoteles, etc. Hasta los rótulos, los periódicos, los nombres de las calles, todo nos era completamente desconocido. Nos encontrábamos en la misma situación que si continuáramos en el Brasil. Peor aún: porque en Río de Janeiro nunca llegué a encontrarme al borde de la locura y, en cambio, en Londres sí.