Instituto de Estudios Masónicos de Galicia ANÁLISIS LINEAL DE LOS RITUALES MASÓNICOS DEL RITO ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO _______________________________________ Los Grados Simbólicos Aprendiz Compañero Maestro [ ] OBRAS INSTITUCIONALES Análisis lineal de los rituales masónicos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado editorial masonica.es® OBRAS INSTITUCIONALES www.masonica.es © 2016 Instituto de Estudios Masónicos de Galicia © 2016 EntreAcacias, S.L. EntreAcacias, S.L. Apdo. de Correos 32 33010 Oviedo - Asturias (España) Teléfono/fax: (34) 985 79 28 92 [email protected] 1ª edición: enero, 2016 ISBN (edición impresa): 978-84-945046-0-0 ISBN (edición digital): 978-84-945046-1-7 Edición digital Reservados todos los derechos. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal). PRÓLOGO Tratar de hablar de Masonería en el siglo suena a juego arcaico, perdido en el tiempo, de extrañas XXI costumbres, rituales y formas. Un profano no puede dejar de mirar con cierto resquemor lo que ocurre en una Tenida (reunión regular de masones). Tampoco la Masonería es uniforme, puesto que es una escuela que comprende diversos métodos para alcanzar un mismo fin. Me refiero a los Ritos, de los que hay hasta ciento cincuenta documentados, cada uno con sus particularidades, que encaja en un todo, el universo masónico, y que hace de la masonería algo de una riqueza y perfección que, como Orden Iniciática Occidental, es casi única. En este primer libro, del Querido Hermano Mauro, nos adentramos en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado en sus tres primeros grados, que, como en otros Ritos, se denomina Masonería Azul o Simbólica. Es un trabajo de investigación espiritual, sin olvidar la vertiente racional que hace esencia a este Rito de origen francés que sentó sus bases definitivas en el año 1801, y que descansa sobre los estatutos y reglamentos redactados en Burdeos en 1762 derivados de un documento emanado por los «Príncipes del Real Secreto» en 1759, atribuido a Federico II. Un sistema progresivo que avanza desde el primer grado, Aprendiz Masón, hasta el grado trigésimo tercero y último, en el cual se van desvelando en sus diferentes cuerpos todo un sistema de estudio en el que el masón tendrá la oportunidad de formarse una opinión de lo que acontece en el mundo que le rodea, y como interactuar en él, bajo las premisas de libertad, igualdad y fraternidad, para constituir un nuevo mundo más justo. Con este primer libro, iniciamos el recorrido en sus tres primeros grados y deseamos que sea de utilidad tanto a Masones como a profanos que se acercan a nuestra Augusta Institución. Ricardo Aldao Matilla M.·.M.·. Querido Lector: Quienquiera que seas, si este libro llega a tus manos, sábete que tienes un instrumento muy útil para adelantar en tus conocimientos masónicos y que se hizo especialmente con ese fin. Si no eres masón, por favor, te agradezco que lo entregues en una logia que conozcas y ellos lo harán llegar a su respectivo dueño; y si eres masón, sea cual sea la vía que el azar haya empleado para que llegue a tus manos, espero que te sea útil y que cubra los objetivos con los que fue escrito. Este libro fue realizado con mucha paciencia y trabajo. Supone muchas horas de investigación y también de reflexión, pues no hay bibliografía, que yo conozca, adecuada para este estilo de trabajo. Pienso que los Rituales en sí mismos son como la Biblia para los cristianos, el Corán para los musulmanes o el Bhagavad-gita para los budistas. Es decir, se trata de un libro sagrado. En los 33 Rituales se halla precisada la sublime doctrina masónica y en su lectura, en su meditación y en su investigación se encuentra la idea que tiene como fin específico el amor a los seres humanos, sin distinción alguna. Mas como quiera que este estudio supone, entre otras cosas, disponer de mucho tiempo para poder entender, ya sean los conceptos elevados, ya un orden un poco enmarañado, como algunas veces parece, quise hacer este libro para mí, para mi uso personal, para mejor entender los rituales. Pero hoy, cuando ya hay algunas copias de estas consideraciones, que están rodando por ahí, y siendo conscientes de que mis QQ.·.HH.·. las aprueban por su sencillez, quisiera que terminaran siendo publicadas en un libro y así sirviesen de utilidad para todos mis HH.·.. Se trata, por tanto, de un esquema sencillo, de carácter lineal, que no tiene más pretensión que ayudarnos a entender el sentido de cada ritual, en modo racional, dejando de lado los aspectos exotérico, astronómico e histórico, que bien pueden ser objeto de investigación para otros QQ.·.HH.·. que se sientan con la fuerza necesaria y preparados para estos enfoques. Debo agradecer al G.·.A.·.D.·.U.·. que me haya permitido hacer este trabajo y a todos los QQ.·.HH.·. de la Resp.·. Log.·. Estrella de Aragua 127, pues de una manera u otra todos son coautores conmigo de este trabajo. H.·. Mauro Rodríguez Mourelo M.·.M.·., Gr. 33 ANÁLISIS, INVESTIGACIÓN E INTERPRETACIÓN MASÓNICAS Después de leer con detenimiento todos y cada uno de los Rituales, de meditar muchos de sus contenidos y de esforzarme por conseguir el sentido general de la doctrina única que se quiere expresar y señalar con ellos, descubrí que hay ciertos rasgos y expresiones de investigación que se pueden reducir a once líneas metódicas de investigación. Cada una de estas líneas se transforma así en una bella provocación, en un campo determinado del saber, el cual ayuda a completar y mejorar el sentido y el mensaje de cada uno de estos rituales, especificándolo y determinándolo con más exactitud. Todo lo cual nos demuestra y hace comprender que los Rituales están incardinados en el proceso de la historia, en el cual se inspiran, y tienen como referencia el desarrollo de la naturaleza humana en la que vierte su capacidad transcendente y creativa. Los Rituales tienen un sentido muy concreto y muy exacto. En los Rituales y en el descubrimiento del mensaje de cada uno de ellos está la formulación y el significado de la Doctrina Masónica. Los Rituales son algo así como «el Volumen Sagrado» de los HH.·.MM.·.. Quién no estudie los Rituales, desconoce el sentido de todo lo que se propone como H.·.M.·. y muchas de sus acciones e intenciones solo tendrán de masónico lo que se ve, porque carece completamente de la esencia que debe constituirlo e integrarlo. En los Rituales no están señalados los distintos enfoques o perspectivas, sino que hay que saber encontrarlos a través del estudio y de la reflexión; y por supuesto que no siempre aparecen todos ellos. La paciencia y el cuidado en la investigación harán aparecer los elementos e impresiones que subyacen al mismo texto. El elemento racional no siempre aparece ni tampoco se vuelve el más necesario. Se hace indispensable tener un buen conocimiento en esoterismo y en historia, como apoyo. Hay dos maneras de aplicar estar formas de análisis que se exponen a continuación: primera, encontrando en cada ritual los elementos que éste tiene de cada una de ellas, y, segunda, exponiendo por separado lo que hay de cada una de estas perspectivas, pero haciendo que estas se integren con el sentido «real» del objetivo de cada uno de los rituales. ¿QUÉ ES LA MASONERÍA? SUS PRINCIPIOS Y FINES La Masonería es una Institución fundada sobre los principios de la Ley Natural, especificados en los Antiguos Límites («Landmarks»). Lleva impreso un sello de antigüedad remota, e irradia un espíritu de filosofía y de moral tan puros que le dan una gran supremacía social y le aseguran, además, el respeto y la veneración de todos los pueblos libres de la Tierra. Su cimentación, que ha tenido siempre como base la realidad, la elevó hasta el descubrimiento de la verdad, y la condujo al reconocimiento de un Ser Supremo. La creencia en este Ser Supremo, el amor a la Humanidad y la fraternidad universal, que son la base fundamental de su Doctrina, han sido manantial fecundo de ilustración de beneficios, no solo para sus adeptos, sino para la sociedad en general. Por eso, en sus Templos se aprende a amar y a respetar todo lo que la virtud y la sabiduría consagran. El espíritu de la libertad y la esencia del progreso destruyen al despotismo; y lejos de pretender invadir o dominar, trabaja constantemente para unir a la especie humana con los lazos del amor fraternal, y para que se extiendan por todos los ámbitos de la Tierra los sentimientos de la tolerancia y dulce paz, en que la Masonería se inspira. Conteniendo en sus enseñanzas todo lo que pueda ser necesario para formar al hombre social, dotándolo de las más altas condiciones de moralidad, de instrucción y de independencia, que son los principales atributos de su naturaleza, marcha a la cabeza de la civilización para dirigir y activar el movimiento propagador de las luces, armonizando su acción con el espíritu de los tiempos. Consecuente con estos principios, la Masonería, según su definición oficial universalmente aceptada, y contenida en los Códigos de la principales Potencias y Autoridades Masónicas del mundo, es una Institución de Fraternidad Universal, esencialmente filantrópica, filosófica y progresista que proclama la existencia de un principio creador bajo el nombre del G.·.A.·.D.·.U.·. y tiene por bases fundamentales, la tolerancia mutua, el respeto de sí mismo y de los demás, y la libertad absoluta del pensamiento y de la conciencia. Sus puertas están abiertas a los hombres de todas las razas y de todas las nacionalidades, cualesquiera que sean sus opiniones o creencias, con tal de que sean libres y de buenas costumbres. La Masonería tiene por objeto la investigación de la verdad, el estudio de la moral y la práctica de la solidaridad; trabaja por el mejoramiento material, espiritual y por el perfeccionamiento intelectual y social de la humanidad; hace extensivo a todos los hombres los lazos fraternales que unen a los masones sobre la superficie del globo, y lucha incesantemente contra la ignorancia bajo cualquier forma en la que pueda presentarse. Es una escuela mutua, según se establece bajo el programa siguiente: vivir honradamente; obedecer las leyes de su país o del país en que viva; practicar la justicia; amar a sus semejantes; trabajar constantemente para el bienestar de la humanidad y procurar alcanzar por medios pacíficos y persuasivos su emancipación. La Masonería honra y dignifica al trabajo y lo considera como uno de los deberes más esenciales del hombre y por eso proscribe la ociosidad voluntaria, y da a sus miembros el título de obreros. De estas definiciones se deduce claramente, que la Masonería es una Institución nacida para combatir con las armas de la persuasión, el progreso y por la fuerza moral del buen ejemplo, a todo lo que atente contra la razón y contra el espíritu de la confraternidad universal. En esta fuerza moral, que solo se adquiere por medio de la virtud, que es la única reconocida por la opinión autorizada y legítima, en la que la conciencia de los pueblos, en el código de la naciones, se considera como un agente supremo del poder soberano, cifra la Masonería su mayor gloria y a ella se deben los más grandes triunfos, que con tanta justicia la han colocado como la primera al frente de todas la Grandes Instituciones nacidas del amor a la humanidad y del interés por el bienestar de los pueblos. Por eso, en conclusión, debemos definirla diciendo que la Masonería es la Ciencia del Progreso Moral, cuya acción social se reduce a estos dos grandes atributos de la inteligencia: Luz y Verdad. Ilustrar a los hombres, cimentando su instrucción sobre ideas sólidas y positivas y en los principios de la luz natural; convencerlos por medio de la persuasión y enseñarlos con el buen ejemplo, es conducirlos por la fuerza de la razón, a un régimen de orden y de progreso y a un estado de paz y de bienestar firme y duradero. Ahora veremos algo sobre la organización y soberanía de la Institución Masónica Universal. La soberanía masónica reside en la universalidad de los miembros activos que constituyen la asociación. Esta soberanía se ejerce de conformidad con los principios fundamentales de los antiguos Landmarks universalmente observados, y que regulan las leyes constitucionales, adoptadas por las grandes agrupaciones, formadas dentro de los estados, y constituidas en autoridad por medio del sufragio fraternal universal, y sancionado por el mutuo consentimiento. La Masonería se gobierna por medio de agrupaciones Soberanas y autónomas formadas por la reunión o conjunto de logias de un estado, una región o de un país, las mismas que asumen todos los poderes, y ejercen la suprema autoridad, dentro de los límites de sus respectivas jurisdicciones. Estos cuerpos colocados conforme a la jerarquía masónica del simbolismo se denominan Logias y Grandes Logias, cuya residencia simbólica son los Orientes y los Grandes Orientes. La autoridad de estas agrupaciones se ejerce con entera independencia una de otras, y con arreglo a las leyes propias o adoptadas, dentro de lo estipulado por los Landmarks y los principios universales de la institución que tengan a bien poner en vigor. Los depositarios de las doctrinas y de los arcanos de la Masonería, según los ritos que profesen los cuerpos, tienen la ineludible obligación de desarrollar la parte dogmática, moral y científica de la Institución, establecidas para las enseñanzas de los obreros en sus respectivas jurisdicciones, de velar por el buen nombre y engrandecimiento de los mismos, y de mantener la integridad de las leyes y estatutos, cuya observancia les está prescrita. La Masonería consta de treinta y tres Grados, y la clasificación de los Cuerpos Masónicos se distingue según su categoría, que por lo regular reciben el nombre de Logias o Talleres. Los tres primeros grados están consagrados al Simbolismo y se llama también de San Juan Bautista. Ya dijimos que los grados simbólicos están controlados por los cuerpos llamados Logias, las que a su vez, en conjunto, vienen a constituir las Grandes Logias de Estado. Los demás cuerpos llamados Filosóficos controlan los grados cuarto al trigésimo tercero, y sus denominaciones varían, de conformidad a las enseñanzas de los grados a cuyo desarrollo se dedican. Así, diremos que el Capítulo de Perfección trabaja en los grados cuatro al catorce; el Capítulo Rosa Cruz se dedica al desarrollo de los grados quince al dieciocho; el Consejo de los Caballeros Kadosch es el cuerpo donde se dan a conocer las enseñanzas de los grados diecinueve al treinta; el Consistorio Regional es el taller en que se practican las doctrinas de los grados treinta y uno y treinta y dos; y, por último, el Supremo Consejo constituye la cúspide de la carrera masónica, y propaga los sublimes preceptos filosóficos del grado treinta y tres y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Tal es la síntesis, la organización, objetivo, principios y fines que la Masonería practica y difunde, no solamente a sus adeptos sino a la humanidad en general. H.·. Manuel Zorrilla Boade M.·.M.·., Gr.·. 33 er 1 Grado APRENDIZ LITURGIA DE RECEPCIÓN Este primer capítulo está dedicado al Ritual del Grado de Aprendiz. Cuando consultamos el texto de dicho ritual observamos rápidamente que existen dos grandes temas: la Liturgia de Recepción y el Trabajo en Logia. Cualquiera de estas dos partes es material suficiente para poder escribir bastantes páginas. En este capítulo comenzaremos hablando de la Recepción, pues para poder trabajar en Masonería y en el Taller, primero tiene que haber masones, tarea que se realiza precisamente con esta primera parte. Es una experiencia extraordinaria ver cómo se va construyendo todo un proceso de ceremonias en un arte. Se trata de elevar a un profano al nivel de Q.·.H.·. Masón. El acto de la Iniciación, por lo tanto, es lo más sublime que hay dentro de la Masonería, porque esta Iniciación es la base para que no solo exista la Masonería, sino, y ante todo, para que los demás grados tengan sentido. Siguiendo el Ritual nos vamos a encontrar con cinco momentos muy diferenciados entre sí, como voy a señalar. Al primero de ellos lo podemos llamar «introducción». Comienza con la descripción de lo que es, de lo que hay y para qué sirve la Cámara de Reflexiones. El aspirante se encuentra ante el mayor miedo de los mortales: la figuración de la muerte, y allí esta el primer desencanto que le va a producir la vida. Vivir para morir, mas no para desaparecer. El sentido de la muerte queda así remitido a: meditación, silencio y los deberes de la vida. Se trata de una reflexión sobre el modo de vivir. Lo importante no es, por tanto, el hecho de gozar de la existencia, sino del uso que le vamos a dar, en el sentido de que cada uno de nuestros actos va a llevarnos a un momento especial del valor de cada uno de nosotros mismos. La Masonería se convierte así en el arte de «saber vivir», no en el simple hecho de tener que vivir irresponsablemente o naturalmente como la hacen los animales y las plantas. El centro de la Masonería es, por lo tanto, la vigilancia sobre el valor y sentido de nuestros actos. La Masonería es moral. Una segunda característica aparece en el texto que el V.·.M.·. recita cuando expresa «el objeto de la presente tenida es el de iniciar en nuestros augustos misterios al profano…». Realmente es extraordinario el mensaje de este texto. La Masonería, es decir, los Masones, son elegidos por todos los QQ.·.HH.·. y bajo la responsabilidad de estos también. Pero esta responsabilidad no va solo en función de aceptar a alguien, sino que transciende más allá. Negarle la entrada a quien la merece, es tan oneroso, como facilitársela al que no la merece. La responsabilidad es de todos. Y si la Masonería es una forma de vivir, la responsabilidad de todo el grupo está en función de escoger y también de rechazar. Estos dos ejercicios son hijos no del capricho, ni del poder, sino de la responsabilidad. Otro aspecto que se señala profundamente está indicado en las palabras «…armaos todos con vuestros aceros, un profano se encuentra a las puertas del Templo… ¿Quién es el temerario que osa turbar nuestros trabajos?». La explicación es clara. La misión que siempre tuvo nuestra Augusta Orden fue de espaldas a la sociedad, por bien de la misma sociedad. En nuestros talleres se preparó la semilla de la moral, se planificó como convertirla en razón de la cultura del ser humano y como transformarla en la levadura que va a construir el gran fin de la Masonería que es Fraternidad (ante los Hermanos) y Progreso (ante la sociedad). Un fuerte motivo de examen es detenernos a reflexionar qué hacemos en las horas de nuestro taller. El segundo momento clave son la «características del profano». Así, dos características son enunciadas según el texto: «es libre y de buenas costumbres». Sabemos que el significado de libre tiene hoy en día un significado muy diferente, aparentemente, a cuando se hizo este texto. Hoy no hay esclavos en nuestra historia, pero sí hay gentes esclavizadas porque se creen con derecho a mandar sobre los demás, porque tienen poder por sus armas, porque su capital puede estrangular a millones de personas en el mundo o, sencillamente, porque pueden abusar de un niño. El que se siente más que los demás, es un esclavo. Quien hace sufrir a cualquiera de sus QQ.·.HH.·. o a cualquier ser humano se cree un superhombre y piensa que es diferente, mayor y que tiene que ser obedecido. Nuestros Estatutos están muy en la honda cuando señalan que el único título entre nosotros es el de Q.·.H.·.. Respecto de las buenas costumbres es algo normal. Si la masonería es un conocimiento práctico moral, como rezan nuestras Constituciones, lógicamente, el masón lo debe demostrar con sus actos. La
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