ALVIN EL OFICIAL Los Cuentos de Alvin Maker IV por Orson Scott Card Traducción y notas de Guayec Perdomo Reeditado con algunas correcciones en texto y notas por Cx. Índice 1 – Creí que había acabado... (I thought I was done) p. 3 2 – Hipócritas (Hypocrites) p. 7 3 – Vigilantes (Watchers) p. 13 4 – Búsqueda (Quest) p. 29 5 – Mentiras (Twist) p. 34 6 – Amor verdadero (True love) p. 41 7 – Pasaje a Francia (Booking passage) p. 44 8 – Partida (Leavetaking) p. 50 9 – Cooper (Cooper) p. 60 10 – Bienvenido a casa (Welcome home) p. 70 11 – Prisión (Jail) p. 79 12 – Abogados (Lawyers) p. 91 13 – Maniobras (Maneuvers) p. 104 14 – Testigos (Witnesses) p. 123 15 – Amor (Love) p. 158 16 – Verdad (Truth) p. 171 17 – Decisiones (Decisions) p. 183 18 – Viajes (Journeys) p. 201 19 – Filadelfia (Philadelphia) p. 214 2 3 1. Creí que había acabado... Creí que había acabado de escribir sobre Alvin Smith. La gente continuaba diciéndome que aún faltaba, pero yo sabía la razón. Se debe a que todos escuchan a Truecacuentos y al modo en que él cuenta las historias. Cuando él termina, todo parece pulcramente atado en un paquete y uno está casi seguro de que sabe lo que las cosas significan y por qué suceden como suceden. No es que él lo explique, en realidad. Simplemente tienes esa sensación de que todo tiene sentido. Bien, yo no soy Truecacuentos, como algunos de ustedes pueden haber adivinado, viendo que no somos demasiado parecidos, y no tengo planes de volverme Truecacuentos en el corto plazo, ni nada parecido a él, no porque no piense que es un buen tipo, merecedor de que otros lo imiten, sino porque yo no veo las cosas del mismo modo que él las ve. No todas las cosas tienen sentido para mí. Simplemente suceden, y a veces puedes extraer un poco de sentido de alguna calamidad y otras veces el más feliz de los días es un completo disparate. No es posible predecirlas y sin lugar a dudas es imposible hacer que sucedan. Los peores embrollos en los que he visto meterse a muchos fueron aquellos en los que trataban de hacer que las cosas ocurrieran de una manera sensata. Así que escribí lo que sabía, desde los más tempranos inicios de la vida de Alvin hasta que terminó su arado de oro y se convirtió en oficial herrero , y conté cómo regresó a Vigor y 4 se puso a enseñarle a la gente cómo convertirse en Hacedores, y cómo estaban de mal las cosas con su hermano Calvin, y pensé que ya había terminado, porque todo aquél a quien le importe estuvo allí para verlo por sí mismo o conoce a alguien que lo vio. Conté la verdad de cómo Alvin llegó a matar a un hombre, para poner a descansar todos los rumores malintencionados al respecto. Conté cómo llegó a romper las leyes sobre los esclavos fugitivos y también cómo la mamá de Peggy Larner murió y créanme, ése era el final de la historia hasta donde yo pude verla. Pero el final no parecía tener sentido, lo reconozco, y la gente ha estado acosándome y preguntándome más y más sobre los días antiguos y si no sabría yo algo más que les pudiera decir. Bien, seguro que sé algo más. Y no tengo nada en contra de contarlo. Pero espero que no piensen que cuando haya terminado de contar todo lo que sé todo el mundo entenderá finalmente sobre qué trataba todo lo sucedido, porque ni siquiera yo lo sé. En realidad, la historia aún no está acabada, y espero que nunca lo esté, así que lo que más puedo esperar hacer es establecer cómo luce para este individuo particular en este momento exacto, y ni siquiera puedo prometerles que mañana no llegaré a entenderla mucho mejor que cualquier cosa que esté escribiendo ahora. Contar historias no es mi don. La verdad es que ése tampoco es el don de Truecacuentos, y él sería el primero en admitirlo. Colecciona historias, de acuerdo, y aquéllas que él reúne son importantes, así que lo escuchan porque la historia en sí misma importa. Pero ustedes saben que él no hace mucho con su voz, ni hace girar sus ojos o gesticula como lo hacen los verdaderos oradores. Su voz no es lo suficientemente fuerte como para llenar una cabaña de buen tamaño, digamos sólo un cobertizo. No, contar historias no es su don. Es un pintor como mucho, o tal vez un tallador o un impresor o cualquier cosa que pueda usar para contar o mostrar la historia, pero no es un genio en ninguna de ellas. 5 El hecho es que si le preguntas a Truecacuentos cuál es su don, él dirá que no tiene ninguno. No miente –jamás podría alguien dejar un letrero con tal acusación en la puerta de Truecacuentos—. No, simplemente puso su corazón en un don cuando era un muchacho, y toda su vida ése le pareció el único don que valía la pena tener y puesto que nunca lo consiguió (según él), no debe tener don alguno. Y no pretendas no saber cuál es el don que él quería, porque prácticamente te abofetea la cara con ello cada vez que habla por un buen rato. Quería el don de la profecía. Por eso siempre ha estado tan celoso de Peggy Larner, porque ella es una tea y desde la infancia vio todos los futuros posibles de las vidas de las personas, y aunque eso no es exactamente lo mismo que saber el futuro –el modo en que las cosas ocurrirán realmente y no el modo en que podrían ser— se acerca bastante. Tanto que creo que Truecacuentos hubiera sido feliz siendo una tea por cinco minutos. Probablemente se hubiera reído burlonamente de sí mismo hasta la muerte durante una semana si tal cosa hubiese sucedido. Cuando Truecacuentos dice que no tiene un don, sin embargo, te aseguro que se equivoca. Como muchos otros, él tiene un don y ni siquiera lo sabe porque ése es el modo en que los dones funcionan –simplemente se siente como algo natural para la persona que la posee, algo tan fácil como respirar, así que no piensas que eso pudiera ser tu poder especial porque, diablos, eso es fácil—. No sabes que es un don hasta que alguien más se sorprende o se enfada o se excita o demuestra cualquier otro sentimiento que tu don parezca provocar en la gente. Y entonces piensas, ¡Hey, hay gente que no puede hacer esto! ¡Tengo un don! y ya no hay forma de tratar contigo hasta que finalmente te tranquilizas y vuelves a la vida normal y dejas de fanfarronear sobre cómo puedes hacer esta cosa estúpida que nunca te había emocionado antes cuando eras más juicioso. Hay quienes nunca descubren que tienen un don, pese a todo, porque nadie más lo nota tampoco, y Truecacuentos es de ésos. Yo mismo no me di cuenta hasta que comencé a 6 tratar de reunir todas mis memorias y todo lo que cualquiera me hubiese dicho alguna vez sobre la vida de Alvin Maker. Imágenes suyas trabajando con el martillo en la fragua cada vez que tenía la oportunidad de hacerlo, por si alguna vez olvidamos que tuvo un trabajo honesto, obtenido con su propio sudor, y que no se dedicó simplemente a bailar a través de la vida como una cuadrilla y con la Dama Fortuna como cariñosa compañera –como si pudiéramos pensar que la Dama Fortuna hizo algo más que flirtear con él, y si pese a todo él trató de acercársele alguna vez, descubrió que tenía sífilis y no volvió a buscarla—; Fortuna trabaja para el Deshacedor, cuando la gente comienza a confiar en ella para que los salve. Pero me estoy alejando del tema, y ahora tendré que leer de nuevo el comienzo de este párrafo para recordar de qué rayos estaba hablando (y puedo oír a los moralistas y puritanos diciendo, ¿Qué está haciendo al poner maldiciones en el papel, no tiene acaso sentido de la decencia del lenguaje? a lo que respondo: Cuando maldigo, no le hago daño a nadie y ello hace a mi lenguaje más colorido y el cielo sabe que puedo usar el color, y puedo asegurarles que he aprendido a blasfemar con el mejor y que sé cómo hacer mi lenguaje mucho más colorido de lo que es ahora, pero ya me he suavizado para que no sufran una apoplejía leyendo mis palabras. No me gustaría pasar la mitad de mi vida acudiendo a los funerales de la gente que sufrió un ataque por leer mi libro, así que en lugar de criticarme por las feas palabras que se escabullen en mi escritura ¿por qué no me alaban por todo el material realmente desagradable que virtuosamente he elegido dejar fuera? Todo depende de cómo lo miren, creo, y si tienen tiempo para protestar por mi lenguaje, entonces no tienen suficientes cosas que hacer y estaré contento de ponerlos en contacto con amigos que necesitan más manos para ayudarlos con su productiva labor. Bien, de cualquier modo miré atrás al comienzo de este párrafo una vez más para ver de qué rayos estaba hablando y el punto es que cuando recolecté todas estas historias y las puse juntas, noté que Truecacuentos parece continuar apareciendo en los más extraños lugares justo en el momento en que algo importante 7 estaba por suceder, así que terminó siendo testigo o incluso partícipe de un remarcable número de acontecimientos. Ahora, permítanme preguntarles francamente, amigos míos. Si un hombre parece saber, saber realmente hasta los huesos, cuándo va a suceder algo importante, y dónde, y con suficiente antelación como para llevar su cuerpo hasta el lugar y ser un testigo incluso antes de que ocurra, ¿no es eso profecía? Quiero decir, ¿por qué decidió William Blake dejar Inglaterra y venir a América si no fue porque sabía que el mundo estaba a punto de abrirse y parir a otro Hacedor después de tantas generaciones? El solo hecho de que él no lo supiese a ciencia cierta no significa que no fuese un profeta. Él pensaba que tenía que ser un profeta con su boca, pero yo digo que es un profeta en sus huesos. Que es la razón por la que de repente se encontró vagabundeando de vuelta a la aldea de Iglesia de Vigor, al molino del padre de Alvin, por ninguna razón de la que fuera consciente, exactamente en el día y la hora en que hermano menor de Alvin, Calvin Miller, decidió escapar e ir a buscar problemas a lugares remotos. Truecacuentos no tenía idea de lo que iba a suceder, pero amigos, yo les digo, él estaba ahí, y cualquiera que diga que Truecacuentos no tiene un don, incluyendo al mismo Truecacuentos, es un tonto. Por supuesto que lo digo en el sentido más amable posible, como diría Horace Guester. Ése es el día con el que he elegido retomar mi relato, principalmente porque puedo decir por experiencia que no ocurrió nada interesante durante esos largos meses en que Alvin todavía trataba de enseñar a un montón de tipos corrientes cómo convertirse en Hacedores como él en vez de... bueno, cada cosa a su tiempo. Digamos simplemente que mientras algunos de ustedes están ansiosos de criticarme por no hablar sobre las lecciones de Alvin sobre el arte de Hacer y cada aburrido instante de cada clase en que trataba de enseñar a saltar a los peces, puedo prometer que dejar esos días fuera de mi historia es un acto de caridad. 8 Hay mucha gente y demasiada confusión en la historia, también, y es algo que no puedo evitar, porque si lo hiciese todo claro y simple sería una mentira. Era un gran enredo y había un montón de gente diferente involucrada y además, para decirles la verdad, hay muchas cosas que sucedieron de las que no sabía nada entonces y de las que aún no sé demasiado. Me gustaría decir que estoy contando todas las partes importantes de la historia, hablando de toda la gente importante, pero sé muy bien que puede haber partes importantes de las que no he escuchado nada, y gente importante a la que no presté la atención que merecían. Hay material que nadie conoce, y cosas que nadie dice, y aun cosas que algunos saben sin darse cuenta. E incluso mientras trato de explicar las cosas como yo las entiendo estoy dejando afuera otras sin quererlo, y repitiendo algunas que ya pueden saber, o contradiciendo algo que pensaban que era un hecho comprobado, y todo lo que puedo decir es que yo no soy Truecacuentos, y si quieren saber la verdad más profunda deberían buscarlo y hacer que abra y lea los primeros dos tercios de su pequeño libro y entonces les aseguro, por mucho que él diga que no es un profeta, les aseguro que escucharán cosas que rizarán sus cabellos, o los alisarán, según sea el caso. Hay una cuestión, sin embargo, para la que simple y llanamente no tengo la respuesta, aun cuando todo lo demás depende de ella. Tal vez si digo lo suficiente ustedes podrán deducirla por sí mismos. Pero lo que no comprendo es por qué Calvin se fue del modo en que lo hizo. Era un muchacho dulce, según dicen. Alvin y él eran tan unidos como dos chicos pueden serlo. Quiero decir, que peleaban, claro, pero nunca hubo malicia en ello, y Cally creció sabiendo que Al moriría por él. ¿Así que qué fue lo que causó que la envidia y los celos comenzaran a roer el corazón de Calvin y que dando la espalda a su hermano decidiese deshacer todo su trabajo? Mucho de lo que estoy por contarles lo escuché de boca del propio Cally, pero pueden estar seguros de que él nunca se sentó a explicar, a mí o a alguien más, el por qué de su 9 cambio. Oh, él le contó a muchos por qué odiaba a Alvin, pero no hay ni un atisbo de verdad en lo que decía al respecto, ya que simplemente se dedicaba a acusar a su hermano de hacer aquello que la audiencia odiaba más. A los puritanos les decía que odiaba a su hermano porque lo vio haciendo tratos con el diablo. A los realistas les contó que detestaba a Alvin porque había visto cómo su hermano mataba a un hombre sólo porque éste había tratado de recobrar su propiedad, un bebé esclavo fugitivo llamado Arturo Estuardo (¡a los realistas les daría dentera el sólo pensar en un niño medio negro cuyo nombre fuera el mismo del Rey!). Calvin siempre tiene una historia que lo justifique frente a los ojos de los extraños, pero nunca una verdadera explicación para aquellos de nosotros que sabemos la verdad sobre Alvin Maker. Sólo les diré esto: la primera vez que vi a Calvin, en Iglesia de Vigor, el año en que Alvin trataba de enseñar a Hacer, el año anterior a su partida, yo les digo, amigos, Calvin ya se había ido. Cada palabra de Alvin era como veneno en su corazón. Si Alvin no le prestaba atención, Calvin se sentía desplazado y lo hacía notar. Luego, si Alvin se preocupaba por él, Calvin se enfadaba y se enfurruñaba y le gritaba a Alvin que nunca lo dejaba solo. No había forma de complacerlo. Pero decir que era “contradictorio” no explica nada. Es sólo un nombre para la manera en que se comportaba, no una respuesta a la cuestión de por qué actuaba de ese modo. Tengo mis propias suposiciones, pero son suposiciones y nada más, ni siquiera lo que llaman “suposiciones educadas” porque no existe tal cosa como una educación tan buena que haga las suposiciones de un hombre mejores que las de otro. O sabes o no sabes, y yo no sé. No sé por qué la gente que consiguió lo que necesitaba para ser feliz no siguió simplemente adelante y fue feliz. No sé por qué las personas que se sienten solas continúan apartándose de todo aquél que trata de hacer amistad con ellas. No sé por qué la gente culpa a los tipos débiles e 10
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